La mansión MÁS enigmática de EE.UU.: Descubre la historia de su heredera multimillonaria
¿Es esta la casa más extraña de Estados Unidos?

Situada en San José, California, esta peculiar mansión fue construida por una heredera de una famosa empresa de fabricación de armas de fuego, que se sentía perseguida por los “espíritus” de las víctimas de las armas que creía que habían maldecido a su familia.
Lo que empezó siendo una anodina granja de ocho habitaciones, fue transformada por Sarah Winchester en una maravilla arquitectónica a lo largo de 36 años de renovaciones casi continuas que costaron el equivalente moderno de $92 millones (88,5 millones de euros).
Adéntrate en una de las casas más extrañas de Estados Unidos, con 2.000 puertas, 10.000 ventanas y secretos inconfesables. Hagamos un recorrido…
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Sarah Winchester

Esta foto tomada en 1865 muestra a una joven Sarah Lockwood Winchester (de soltera Pardee) de tan solo 26 años. En 1862, Sarah se casó con William Wirt Winchester, hijo único de Oliver Winchester, fundador de la Winchester Repeating Arms Company. La pareja tuvo una hija, Annie Pardee Winchester, que murió trágicamente en 1866, apenas un mes después de nacer.
En 1881, William murió de tuberculosis, dejando a Sarah una asombrosa herencia de $20 millones (19,2 millones de euros) uno $638 millones (613,5 millones de euros) actuales. Eso era la mitad de la propiedad de la empresa Winchester, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas de Estados Unidos. Ese mismo año, también sufrió la muerte de su madre y su suegro. Abrumada por el dolor, Sarah empezó a vestirse de luto, una práctica que continuaría el resto de su vida.
Los orígenes de la casa

Sarah Winchester sentada en un carruaje frente a la casa original. Al parecer, tras la muerte de su hija pequeña y su marido, Sarah consultó a una médium, que le advirtió que los espíritus de los muertos por los rifles Winchester maldecían a su familia.
Para apaciguarlos, le dijeron que se trasladara al oeste y construyera sin cesar una casa que pudieran habitar. En 1885, se marchó de New Haven, Connecticut, a San José, California, donde compró esta modesta granja de dos plantas y empezó a reformarla.
El trabajo de toda una vida

Cuando Sarah falleció en 1922, la casa se había convertido en una inmensa mansión de 2.230 m² con la friolera de 160 habitaciones. Antes de que un terremoto destruyera los tres pisos superiores en 1906, se elevaba siete pisos.
El ilusionista Harry Houdini la visitó en 1924 y la bautizó como “La Casa del Misterio”, lo que contribuyó a cimentar su lugar en el folclore estadounidense.
Pisando fuerte

En la actualidad, la mansión está incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos y presenta una red de pasadizos sombríos, escaleras retorcidas y puertas misteriosas.
La inmensa finca de Winchester se ha reducido de 66 a 2 hectáreas, pero la casa sigue siendo tan imponente como hace casi un siglo.
Echemos un vistazo al interior de la Casa Winchester…
Una fantástica cápsula del tiempo

A través de las grandes puertas dobles de entrada, las paredes interiores están revestidas con un rico revestimiento marrón y forradas con un intrincado papel color verde esmeralda.
Las vidrieras están muy presentes en toda la propiedad, proyectando un resplandor inquietante sobre las paredes circundantes. No hay una progresión lógica en las habitaciones. Si recorres un pasillo sinuoso, puedes encontrarte en una cocina, un cuarto de baño o un callejón sin salida.
Las habitaciones privadas

En el interior, la casa es una mezcla de estilos, ya que Winchester optó por una decoración más sencilla en muchas de las habitaciones. Sin embargo, si se mira más de cerca, la casa revela manillas de latón grabado, azulejos brillantes e intrincadas tallas de madera.
Se dice que Sarah Winchester se sentaba frente al fuego y sellaba todas las puertas y ventanas para aliviar su artritis.
¿El número 13 de la suerte?

Como una joya oculta, el gran salón de baile es muy bonito. Se trata de un espacio opulento y extravagante con suelos de parqué colocados a mano, rico papel pintado de brocado y un fabuloso órgano de madera tallada.
Se dice que la obsesión de Winchester por el número 13 influyó en muchos de los detalles de diseño de la casa, como el número de peldaños de las escaleras, el número de luces de las lámparas de araña y el número de paneles de las paredes.
Una de tantas cocinas

Esta cocina de época es una de las seis que hay en la mansión. Aunque pueda parecer básica, en aquella época disponía de fontanería moderna con agua caliente y fría y calefacción de vapor para mantenerla acogedora durante todo el año.
La preciosa estufa de metal habría sido una compra cara, pero el dinero realmente no le faltaba a Sarah Winchester.
Un gran comedor

Situado en una parte más antigua de la casa, el comedor veneciano es uno de los tres que hay en la propiedad. Esta sala tiene techos y paredes revestidos de madera y cuenta con una gran chimenea y un mosaico de alfombras diferentes.
Aunque la sobrina de Winchester vivió con ella durante un tiempo, habría pasado gran parte de su vida posterior deambulando sola por estas amplias habitaciones.
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Un signo de los tiempos

Puede que el dormitorio de cristal, antaño grandioso, haya sufrido los estragos del tiempo, pero aún revela algunas gemas inesperadas. El papel pintado está recubierto de mica triturada, un mineral de silicato que brilla y centellea con la luz.
Originalmente, toda la habitación estaría cubierta de este papel, que creaba un efecto deslumbrante cuando la luz del sol entraba por las ventanas.
Una propiedad dañada

En algunos lugares, la casa se ha deteriorado. Sin embargo, ampliar la mansión fue una tarea hercúlea. Se afirma que Winchester empleó a un equipo de constructores para que trabajaran día y noche en su proyecto, gastándose unos $5,5 millones (5,3 millones de euros) en el proceso de casi 40 años, el equivalente a más de $103 millones (99 millones de euros) en dinero de hoy.
Sin embargo, cuando murió en 1922, la propiedad estaba valorada en $135.000 (129.807 €), unos $2,5 millones (2,4 millones de euros) actuales, dañada por los terremotos y considerada un sumidero para los posibles inversores.
Un espacio luminoso

Si entras en uno de los dos invernaderos de la mansión, la casa adquiere un aire totalmente distinto. Inundados de luz, estos dos solariums estarían antaño llenos de plantas.
Los suelos son de zinc con paneles de madera desmontables, que permiten que el agua sobrante de las macetas y jardineras drene hacia el jardín.
Sucesos fantasmales

Cuenta la leyenda que Sarah se creía perseguida por los espíritus de las personas asesinadas por el rifle Modelo 1873, una de las armas más populares producidas por la empresa de su marido.
Para confundir a los fantasmas malévolos, construyó una casa intencionadamente desconcertante, con escaleras falsas, puertas a ninguna parte y curvas en horquilla. Esta extraña escalera conduce directamente al techo.
Ilusiones ópticas

Esta claraboya se encuentra sobre un falso suelo, lo que da lugar a un impresionante engaño para la vista. Otras curiosidades de la casa son una puerta que da a una caída de dos metros y medio hasta el fregadero de la cocina, y un armario que se extiende por 30 habitaciones diferentes.
Hay puertas que se abren a paredes, habitaciones sin suelo y ventanas en lugares inesperados. La mansión tiene innumerables pasadizos secretos, supuestamente utilizados por Sarah Winchester para atravesar la casa sin ser vista por los espíritus que la perseguían.
Puerta a ninguna parte

Una de las características más extravagantes de la propiedad es una puerta que no lleva a ninguna parte, una puerta con paneles en el exterior no da a nada. No está claro si el diseño fue intencionado o si Sarah Winchester simplemente cambió de opinión sobre la construcción de un ala adicional.
Una mirada al pasado

El cuarto de la ropa ofrece una visión de la vida a finales del siglo XIX y principios del XX. Totalmente amueblado con sillas de madera curvada, mesas de pedal y un armario con espejos, es modesto, pero inconfundiblemente refinado. Fíjate en las intrincadas tallas florales de la madera y los elaborados tiradores de latón de la cómoda.
Accesorios vintage

En la habitación, hay dos preciosas máquinas de coser antiguas, con agujas muy resistentes y cuerpos de metal dorado. No está claro si las utilizaba la propia Sarah Winchester o un empleado a sueldo.
La propietaria de la mansión llegó a emplear hasta 20 trabajadores en un momento dado. Al parecer, los trataba muy bien, con salarios y alojamiento muy superiores a los que ofrecían otros propietarios ricos.
Inspirado por tierras lejanas

La casa original comprada por Sarah en 1885 tenía ocho dormitorios, pero este número aumentó a más de 40 a medida que continuaban las reformas. Se decía que dormía en una distinta cada noche, una vez más, como estratagema para confundir a los espíritus que rondaban la mansión.
Estaba muy influida por las culturas orientales, por lo que muchos de los dormitorios (incluido el Oriental, en la foto) tenían muebles inspirados en tierras lejanas.
Un espacio opulento

El dormitorio principal era uno de los espacios más grandiosos de toda la casa y tiene un significado especial: aquí falleció Sarah Winchester en 1922, a los 82 años.
Con su imponente cama con dosel, cortinas de terciopelo rojo y muebles de estilo Reina Ana, esta habitación ofrece una visión de lo que podría haber sido la casa.
Un almacén que vale una fortuna

Winchester encargó muchas piezas a la Pacific American Decorative Company, algunas de las cuales nunca se utilizaron. En el almacén de $25.000 (24.038 €), llamado así por el valor de su contenido, se exponen paneles de vidrieras, cada uno de ellos a la espera de ser colgado en algún lugar de la inmensa mansión.
En 2024, los antiguos paneles de cristal valdrían unos $797.000 (766.346 €).
El poder del 13

El gran interés de la heredera por lo paranormal queda patente en el diseño de esta vidriera. Diseñada por la propia Winchester, presenta telarañas que, según se dice, simbolizan la comunicación con los difuntos y 13 orbes (el número 13 se asocia a menudo con la muerte).
Sorprendentes diseños de ventanas

Esta magnífica ventana de cristal Tiffany es uno de los elementos más impresionantes y caros de toda la casa. Al parecer, costó $1.500 (1.442 €), o $52.000 (50.000 €) en dinero de hoy. Se diseñó para que proyectara un arco iris por la habitación cuando la luz brillara a través de los cristales prismáticos.
Sin embargo, se instaló en una habitación con muy poca luz natural, por lo que el efecto pasa prácticamente desapercibido.
Añadir luz extra

A medida que vas subiendo por la casa, encuentras cada vez más rarezas de diseño. Hay una ventana en el suelo (afortunadamente rodeada de barandillas) y una habitación completamente desprovista de suelo.
Esto podría deberse al desordenado planteamiento de Sarah Winchester a la hora de diseñar. Al seguir ampliando la casa, se vio obligada a añadir claraboyas y ventanas interiores para ayudar a que la luz natural se filtrara por las habitaciones interiores.
Espacios sombríos

A pesar de sus mejores intentos, la mansión sigue teniendo muchas habitaciones sombrías y pasadizos espeluznantes que no contribuyen a disipar los mitos sobre las apariciones de fantasmas.
La casa engulló dependencias a medida que crecía, creando rincones oscuros en los que muchos no se atreverían a aventurarse. En el tenebroso pajar, la luz se filtra por diminutas ventanas situadas en lo alto de las paredes, proyectando sombras de aspecto siniestro sobre el suelo.
Áticos espeluznantes

Después de que un terremoto causara enormes daños a la casa en 1906, reduciéndola a cuatro pisos, Winchester abandonó casi por completo el ala delantera. Algunas fuentes dicen que vio la destrucción como un mensaje de los espíritus; una señal de que debía dejar de ampliar y extender la casa.
La mansión fue tapiada, dejando habitaciones como este desván inacabadas y repletas de materiales de construcción sin utilizar.
El punto más alto de la casa

El punto más alto de la casa es la torre del Casquete de la Bruja, en la Torreta Sur. Se dice que está ocupada por una “presencia pesada y espiritual”. Solo se puede acceder a ella a través de un pasadizo claustrofóbico con techos de apenas metro y medio de altura.
Con su mobiliario mínimo y una acústica que hace eco, la sala es una de las más inquietantes de toda la mansión Winchester.
Moviéndose por la casa

El único espacio de la casa que se extiende desde el sótano hasta el tejado es el hueco del ascensor hidráulico. Winchester instaló tres ascensores en la mansión, uno eléctrico y otro accionado por un pistón hidráulico horizontal.
La mayoría de los pistones de ascensor tienen una configuración vertical para ahorrar espacio, pero Sarah prefirió aprovechar la mayor funcionalidad del pistón horizontal y sacrificar un poco la vasta planta.
Atrévete a descender

A lo largo de los años, muchas personas han afirmado que es una casa encantada. La mansión tiene dos sótanos, de los que se dice que son puntos calientes de actividad paranormal.
Varios testigos han informado del fantasma de un hombre que empujaba una carretilla por los inquietantes pasadizos subterráneos de la casa. Se dice que es el espíritu de un jardinero o paisajista, y la aparición parece contentarse con vagar tranquilamente por el sótano.
Dependencias antiguas

Aparte de la casa principal, aún existen muchas de las antiguas dependencias de la finca, como la casa del capataz, un secadero de fruta, un invernadero y un cobertizo para las herramientas del jardinero. También hay un antiguo establo, del que se rumorea que es otro lugar por el que deambulan figuras fantasmales.
Ha habido informes de orbes embrujadas flotando alrededor de los establos, y algunos visitantes incluso mantienen haberlas captado con la cámara.
Una mansión misteriosa

Tras la muerte de Sarah Winchester, se detuvo la construcción de la casa. La legó a su secretaria y sobrina Daisy Marriott, que la vendió en una subasta.
Posteriormente, la propiedad fue arrendada a los empresarios John y Mayme Brown, que acabaron comprándola. En febrero de 1923, cinco meses después de la muerte de Sarah, la casa se abrió al público, con Mayme como primera guía turística.
¿Te atreverías a visitarla?

Restaurada en 1970, la casa está ahora abierta al público todo el año, lo que te permite explorar las maravillas y fenómenos de esta espectacular propiedad.
Puede que nunca conozcamos todos los secretos de la Casa Winchester, pero sigue siendo extraordinaria, y es el legado de una mujer empeñada en crear una de las casas más elaboradas y complejas que el mundo haya visto jamás.
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