27 trucos sorprendentes para acabar con los malos olores en tu casa
Haz que tu casa huela de maravilla

Los olores desagradables que se esconden en el hogar pueden ser todo un desafío a la hora de eliminarlos. Desde los cubos de basura que desprenden malos olores en la cocina, hasta los sofás que han absorbido aromas poco agradables, hay ciertos puntos clave que pueden ser los culpables de que tu casa no huela como deseas. Pero no te preocupes, hemos identificado las causas más comunes y te ofrecemos soluciones efectivas para que tu espacio recupere una fragancia fresca y agradable.
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Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Limpia la tapicería para eliminar los malos olores

El sofá es el segundo mueble más utilizado de la casa, después de la cama. Además de migas, en un sofá pueden quedar pelos de mascotas, partículas de piel humana y sudor, lo que lleva a que empiece a oler.
Para que tu sofá vuelva a oler bien, cepilla la superficie de los cojines, aspira entre las grietas y, si es posible, retira y lava los cojines de los asientos. Otras opciones son desodorizar con bicarbonato, detergente líquido y vinagre blanco, o limpiar con vapor. Si el tiempo lo permite, sacar el sofá al jardín para airearlo también ayuda a eliminar los olores.
Desinfecta las tablas de cortar

Utilizamos tablas de cortar para alimentos bastante apestosos: carne cruda, ajo, hierbas y pescado, por nombrar solo algunos. Así que no es de extrañar que, si no se desinfectan, estos utensilios de cocina empiecen a apestar.
La proliferación de bacterias es una de las razones por las que las superficies de preparación de alimentos pueden empezar a apestar, por lo que es vital limpiar a fondo las tablas de cortar con regularidad. Además de desinfectar a fondo las tablas de cortar, la sal gorda y el limón ayudarán a erradicar los olores persistentes.
Lidia con el moho

Un olor a humedad en el baño puede indicar moho y humedad, por lo que no debe ignorarse. Peor aún, si el olor es similar al de la orina de gato, puede indicar la presencia de moho tóxico peligroso.
Si detectas moho en el baño, intenta eliminarlo con una solución de lejía y agua al 10% mientras las ventanas están abiertas. Aunque la limpieza es una solución a corto plazo, puede que necesites reparar los daños causados por el agua o mejorar la ventilación del cuarto de baño. El olor podría ser un aviso de que hay un peligro oculto acechando.
Vacía regularmente la papelera de la cocina

Vaciar la papelera es una de las tareas domésticas que más discusiones puede provocar. Ahora bien, es una tarea esencial que debe hacerse con regularidad, o dejará un hedor persistente. También es aconsejable mantener limpio el cubo, si no lo limpias con regularidad, el hedor no se irá con la bolsa de basura.
La revista estadounidense Good Housekeeping aconseja forrar el cubo con papel de periódico desechable para que absorba los temidos jugos del cubo. La influencer Sophie Hinchliffe (@mrshinchhome) utiliza una solución diluida de Zoflora y agua para rociar, limpiar y desinfectar su cubo con regularidad.
Mantén el calzado limpio y seco

Los zapatos malolientes son un problema demasiado común, y cuando hay muchos amontonados en un pasillo, se concentra un olor difícil de soportar…
Los remedios naturales para los zapatos malolientes incluyen espolvorearlos con bicarbonato sódico, rociarlos con una solución de agua y vinagre blanco o simplemente dejarlos fuera al sol para que se ventilen. Unas gotas de aceites esenciales goteadas en los zapatos también ayudarán a enmascarar el mal olor.
Limpia a fondo el lavavajillas

Un lavavajillas sucio no solo dejará de funcionar con la misma eficacia, sino que creará un olor que podría transferirse a la vajilla. Si notas un tufo y quedan restos en la vajilla después de limpiarla, puede que tu lavavajillas necesite una revisión de bricolaje.
Intenta desatascar los brazos rociadores y ayúdate de un palillo de dientes. Retira y lava los filtros con agua jabonosa templada y, una vez montados de nuevo, pon en marcha un ciclo con un limpiador de lavavajillas para eliminar la suciedad y la grasa del interior de la máquina.
Evita olores extraños en el frigorífico

Si entras en tu cocina y hueles un frigorífico que huele mal, puede que haya llegado el momento de limpiarlo. Los olores son señal de que los alimentos han pasado su fecha de caducidad o, peor aún, están empezando a pudrirse. Pero también puede haber derrames o un desagüe obstruido.
Si puedes, haz una revisión cada pocos meses para desechar todo lo caducado y limpiar bien el frigorífico. Consejo: mucha gente olvida o desconoce la bandeja de goteo que hay debajo del frigorífico para recoger la humedad. Añádela a tu rutina de limpieza a fondo para eliminar el moho o los olores rancios.
Purga de camas para mascotas

Los perros pasan una media de 12 a 14 horas al día durmiendo. Después de todos esos divertidos paseos bajo la lluvia, el barro o la nieve, sus camas para mascotas pueden convertirse en una almohadilla para perros sucia, húmeda y acre.
Los expertos recomiendan que las camas para perros y las mantas se laven una vez a la semana para una higiene óptima. También puedes añadir un forro impermeable para mantener la caspa, la suciedad e incluso los ácaros alejados del colchón de la cama, facilitando así su limpieza.
Lavar la ropa de cama

No cambiar la ropa de cama con la frecuencia suficiente creará, casi con toda seguridad, un tufo persistente en el dormitorio. Según la revista Which?, las sábanas deben cambiarse una vez a la semana y lavarse a 60 °C, ya que las temperaturas más frías pueden no matar todas las bacterias ni eliminar el sudor con la misma eficacia. Si tienes sábanas de seda, lávalas a 30 °C, pero comprueba siempre la etiqueta.
Puedes hacer que la ropa de cama huela bien durante más tiempo lavándola con un suavizante muy perfumado. Alternativamente, da a las sábanas un lavado con bicarbonato sódico y sustituye el suavizante por vinagre blanco.
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Desinfectar los desagües de las duchas

Cuando se trata de limpiar la ducha del baño, a menudo se olvidan las tapas de los desagües. Sin embargo, tras un uso familiar regular, los desagües de la ducha no tardan en atascarse con restos de pelo y jabón, que pronto se convierten en un limo apestoso.
Inspecciona regularmente la tapa de la ducha para eliminar y limpiar cualquier acumulación. Si la tuya no se ha limpiado en mucho tiempo o te vas a mudar a una casa nueva, quizá sea conveniente invertir en una tapa de desagüe de ducha nueva, que se puede conseguir fácilmente en Internet o en tiendas de fontanería.
Elimina los olores a comida quemada

Los accidentes ocurren. Si has dejado algo demasiado tiempo en la placa y se ha hervido o ha regañado el fondo de una olla, es muy probable que la casa apeste a comida quemada.
Para librar la casa de ese olor ahumado, tira enseguida la comida quemada, abre algunas ventanas y limpia las ollas lo antes posible. Para eliminar las marcas de quemaduras, puedes utilizar vinagre blanco y bicarbonato sódico, así como limpiadores químicos para encimeras, pero sigue siempre las instrucciones del fabricante para evitar daños.
Erradica los olores de la cocina

El pescado es una deliciosa opción para cenar, pero su olor puede permanecer mucho tiempo después de haberlo cocinado y consumido. Para eliminar el olor a pescado, elige pescado fresco y hornearlo en vez de freírlo. Para erradicar el olor cuanto antes, limpia enseguida.
Hay algunos trucos para refrescar la cocina después de cocinar pescado. Puedes hervir un poco de vinagre en agua. La cáscara de cítricos o los aceites esenciales también funcionan bien. Ventila el espacio y enciende una vela de olor dulce o pon un difusor y unas cañas en el alféizar de la ventana. Elige una fragancia estimulante que dé a tu cocina un aire alegre y optimista.
Elimina el moho

A medida que nos adentramos en los meses más fríos, el temido moho suele volver a las casas trayendo consigo un olor desagradable. Además, el olor apestoso puede ser un problema mayor. Si no se trata, el moho puede ser un asesino silencioso.
Es importante investigar el tipo de moho que hay en la casa antes de erradicarlo. Una vez eliminado, pon en marcha medidas para minimizar su regreso, ventilando las habitaciones, limpiando regularmente los ambientes húmedos y quizá invirtiendo en un deshumidificador.
Lava la lavadora

Tanto si tienes una lavadora de carga frontal como una de carga superior, si no se le da mantenimiento, pronto se acumularán suciedad y residuos, que pueden volverse asquerosos y apestosos. Y, lo que es peor, los vapores rancios y mohosos pueden transferirse a tu ropa limpia.
Limpiar la lavadora es un truco esencial para que la ropa vuelva a oler fresca. Asegúrate de limpiar los restos de detergente, suavizante y suciedad de todas las partes de la lavadora, incluidos los cajones, la junta y el filtro, y utiliza un limpiador de lavadoras con regularidad.
Enmascara los olores del cubo del baño

Además de la papelera de la cocina, asegúrate de vaciar y limpiar la del cuarto de baño con la misma regularidad. Los objetos desechados, como pañuelos de papel, bastoncillos de algodón y artículos sanitarios, no solo empiezan a oler si no se desechan, sino que pronto pueden convertirse en un peligro para la salud. Al igual que con los cubos de la cocina, asegúrate de que los cubos del baño se vacían y limpian a menudo.
Un consejo para limpiar tu casa como un profesional: guarda unas cuantas bolsas de basura nuevas en el fondo del pequeño cubo de pedal. Así, tendrás siempre una nueva cuando tengas que sacar la basura. Un algodón empapado en unas gotas de aceite esencial colocado en el fondo del cubo también disimulará los olores.
Invierte en un purificador de aire

Los purificadores de aire son una inversión práctica para hacer frente a los olores generales de la casa. Un modelo de alta calidad mejorará el aire de la casa aspirando las impurezas que pueden causar alergias, además de mal olor. Busca un modelo que se adapte al tamaño de la habitación y un nivel de ruido práctico.
Cambia la esponja de cocina

Todos sabemos que limpiar las encimeras de cocina con regularidad es importante para mantener una cocina organizada. Sin embargo, hacerlo con una esponja o paño sucios puede tener efectos adversos y dejar bacterias malolientes persistentes en las superficies.
Para que la esponja huela bien y esté limpia, lo ideal es cambiarla una vez a la semana. Además, si eres culpable de utilizar la misma esponja para todas las tareas de limpieza, ¡deja de hacerlo ya! También puedes apostar por la ropa de microfibra multiusos codificada por colores, con bonitas etiquetas para cada tarea de limpieza.
Mantente al día con la colada

Estar pendiente de la colada no solo te ayudará a ordenar tu casa para siempre, sino que eliminará cualquier posibilidad de que la ropa húmeda se vuelva mohosa. Las toallas húmedas tiradas en el suelo, la ropa mojada en el tambor durante horas y la ropa metida en una secadora ineficaz impregnarán tu casa de olor a moho.
Para secar el exceso de humedad, da una vuelta más a la colada, saca la ropa limpia del tambor en cuanto termine el ciclo y sécala en un lugar bien ventilado. Un deshumidificador también hará maravillas.
Lava los platos después de cada comida

Además de ser una barbaridad, los platos y utensilios sucios abandonados en la cocina son un peligro para la salud de la familia. Además de convertirse en un caldo de cultivo de bacterias que huelen mal, la vajilla con restos puede atraer cucarachas, moscas e incluso ratones.
Lavar los platos inmediatamente es mejor que ponerse al día, además es más higiénico y tu nariz y tu sistema inmunitario te lo agradecerán.
Eliminar el olor del desagüe

Si tiras comida por el fregadero, pronto empezará a apestar. Peor aún, los restos malolientes pronto se acumularán y obstruirán el fregadero por completo. Y lo que es más importante, nunca viertas aceites y grasas de cocina por el fregadero, ya que pueden causar graves problemas de obstrucción.
Para mantener los desagües en condiciones óptimas, puedes limpiarlos utilizando una desatascadora para desalojar los atascos más persistentes. También puedes utilizar un líquido desatascador para ayudar a disolver la grasa. El vinagre blanco, el bicarbonato de sodio o un desinfectante perfumado también refrescarán los desagües del fregadero.
Aspirando al máximo

Hay una razón por la que tus mayores te enseñaron a quitarte los zapatos al entrar en casa. Prepárate: un estudio del Cleaning Industry Research Institute ha revelado que los zapatos analizados tenían una media de 421.000 unidades de bacterias en el exterior que pueden entrar en las alfombras.
La suciedad, el polvo y el pelo humano y de animales domésticos acumulados en alfombras y moquetas son un caldo de cultivo para las bacterias inductoras de olores si no se aspiran al menos tres veces por semana. Para que las alfombras huelan a limpio, invierte en una alfombra lavable a máquina. O realiza una limpieza a fondo de las alfombras al menos dos veces al año.
Elimina la comida para mascotas

Por mucho que queramos a nuestras mascotas, su gusto por la comida puede no ser tan delicioso para nosotros/as, y cuando se deja fuera puede empezar a oler.
Para remediarlo, lo mejor es evitar dejar la comida de la mascota fuera durante horas, retirando la comida y limpiando los cuencos de las mascotas justo después de la hora de comer. Esto también animará a las mascotas a comer mientras haya comida, en lugar de fomentar el pastoreo. Además, el agua estancada y maloliente puede atraer moscas y bichos. Asegúrate siempre de que el bebedero esté lleno de agua fresca y limpia.
Trasplantar las plantas de interior

Es un placer tener plantas de interior. Cuando están sanas añaden color, purifican el aire y crean bonitos puntos focales en una habitación. Sin embargo, si no se cuidan correctamente, este bien natural puede "ensuciar" pronto un esquema decorativo con un hedor.
Los olores rancios procedentes de las plantas de interior pueden ser señal de que la planta recibe demasiada agua. El exceso de agua empieza a criar bacterias que pueden hacer crecer moho en la superficie del suelo. La tierra empezará a oler a rancio e incluso a desprender un hedor parecido al de un huevo podrido. Para eliminar el hedor, trasplanta la planta en tierra de buena calidad y riega solo cuando la nueva tierra esté seca al tacto.
Elimina los olores de alcantarilla

El inodoro es la parte más obvia de la casa que hay que mantener limpia para garantizar que un hogar se mantenga sano e higiénico. Pero no solo los desechos humanos pueden causar mal olor. Las bacterias, el moho, una tubería de desagüe obstruida o las juntas rotas del inodoro pueden contribuir a que apeste.
Asegúrate de que el retrete forma parte de una rutina de limpieza regular para garantizar que la taza del váter se mantiene libre de bacterias inductoras de olores, manchas de agua dura y asientos de inodoro descoloridos.
Mantén alejadas las plagas domésticas

Los excrementos apestosos de animales o, peor aún, el olor de un animal muerto en tu casa, es un asunto que puede ser difícil de rastrear y eliminar. Los lugares habituales para buscar un cadáver son detrás de un frigorífico, bajo los rodapiés de la cocina, en las despensas o, por desgracia, bajo las tablas del suelo o entre las paredes.
Una vez localizado y eliminado, asegúrate de que la zona se limpia a fondo. La mejor forma de librarte de un futuro hedor es dejar de dejar entrar a los culpables. Tapona los agujeros, guarda la comida y lee nuestra guía sobre cómo deshacerse de las plagas domésticas más comunes.
Mantén tu casa con buen olor

A veces, necesitas una solución rápida para que tu casa huela bien. Si quieres evitar los ambientadores y complementos cargados de productos químicos, prueba este ingenioso truco del blog Of Life and Lisa: "Antes de invitar a alguien, hiervo una olla pequeña de agua y le añado unas gotas de extracto de vainilla. A veces añado cáscaras de naranja. Lo dejo en el fuego unos minutos para que toda mi casa huela bien". Pruébalo y todos se quedarán asombrados de la fragancia de tu morada.
Refresca los suelos con aceites esenciales

¿Buscas un limpiador de suelos ecológico que huela bien? El eucalipto es ideal por sus propiedades desinfectantes naturales. Prueba a añadir 15 gotas de aceite esencial de eucalipto a un cubo de agua caliente para mantener los suelos limpios y libres de gérmenes.
Otro truco para hacer tu propio ambientador es añadir 20 gotas de los aceites esenciales que elijas a una cucharada de bicarbonato sódico en un cuenco pequeño y mezclar bien. Añade la mezcla a una botella pulverizadora de 100 ml y rellénala con agua tibia. Agita bien la botella antes de cada uso y rocíala en el aire.
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