Durante la Guerra Fría, se construyeron búnkeres impenetrables en todo el mundo, con fuerzas armadas y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) protegiendo a las naciones de posibles ataques. Desactivados hace décadas, muchos de estos refugios de alta seguridad fueron abandonados y olvidados, pero afortunadamente algunos han sido rescatados por ingeniosos renovadores de viviendas.
Es aquí donde entra el profesor de historia, Tristan Tiedtke, quien compró un búnker militar en ruinas en Alemania y comenzó a transformarlo en una increíble casa.
Adaptado al español por Ana Sabin Paz, redactora en español para loveMONEY.