¿Te imaginas mudarte al extranjero y que, además, te paguen por hacerlo? Aunque suene increíble, cada vez más gobiernos nacionales y autoridades locales ponen en marcha programas con incentivos económicos para atraer a nuevos residentes. En la mayoría de los casos, estas ayudas están dirigidas a zonas rurales o poco pobladas que buscan revitalizar sus comunidades y dinamizar la economía. Desde bonificaciones por traslado y subvenciones para teletrabajadores hasta ayudas directas a la vivienda, estas iniciativas ofrecen oportunidades muy atractivas.

Tanto si sueñas con empezar de cero en el corazón de EE.UU. como con llevar una vida tranquila en un pintoresco pueblo de Italia, sigue leyendo para conocer en detalle los 10 países que actualmente ofrecen dinero y ventajas para mudarse allí.

Todas las cantidades están en dólares estadounidenses. Las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.

Aviso importante: Todas las medidas, ayudas e incentivos mencionados en este artículo están sujetos a las leyes de inmigración y a los requisitos legales específicos de cada país. Antes de considerar cualquier mudanza, conviene informarse en las páginas oficiales de los gobiernos correspondientes.

Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.

Puede que en la actualidad Estados Unidos no sea el destino más sencillo para quienes desean instalarse allí, debido a sus estrictas normas migratorias. Aun así, el país cuenta con una amplia variedad de programas de incentivos dirigidos a los titulares de la tarjeta verde (Green Card), que permite la residencia legal permanente.

Un ejemplo destacado es Alaska, el estado más grande y septentrional de EE.UU., situado en el extremo noroeste del continente americano, famoso por sus paisajes naturales, su clima extremo y sus reservas de petróleo y gas. Allí se entrega dinero en efectivo a quienes residen legalmente en el estado durante al menos un año, a través del Fondo Permanente de Alaska, un dividendo financiado con los ingresos del petróleo y el gas natural.

Este programa es aplicable también a extranjeros, siempre que cuenten con residencia permanente en EE.UU. y cumplan con los requisitos de permanencia. En 2025, la ayuda asciende a 1.702 dólares (1.561 euros), aunque en 2022 llegó a ser de 3.284 dólares (3.013 euros).

En otras partes de Estados Unidos, numerosos estados y comunidades locales ofrecen incentivos muy atractivos a los recién llegados, sobre todo a trabajadores remotos y a quienes desean comprar vivienda con permiso de residencia o un visado de trabajo válido.

Una de las principales plataformas para centralizar estas iniciativas es MakeMyMove, una web estadounidense que conecta a personas interesadas en mudarse con programas locales de ayudas, que incluyen desde subvenciones en efectivo y apoyos para la vivienda hasta espacios de coworking gratuitos, abonos de gimnasio o incluso vales de comestibles.

Entre los programas más conocidos están Ascend West Virginia, una iniciativa estatal que ofrece 12.000 dólares (11.009 euros) a profesionales que se muden allí para trabajar a distancia, y Tulsa Remote, en Oklahoma, que otorga 10.000 dólares (9.174 euros) con el mismo objetivo. En Michigan, la ciudad de Jackson llega a pagar 25.000 dólares (22.936 euros) a quienes construyan una casa nueva, mientras que en otras localidades incluso se entregan parcelas de terreno de forma gratuita.

El programa Emprego Interior MAIS, gestionado por el Instituto de Emprego e Formação Profissional (IEFP), es una iniciativa del Gobierno de Portugal que busca repoblar la tranquila campiña del interior del país, zonas que en las últimas décadas han sufrido despoblación. Ofrece una subvención de hasta 5.624 dólares (5.160 euros) a quienes se muden a estas áreas rurales, ya sea para trabajar en un empleo local o para desempeñar su actividad a distancia.

La ayuda está disponible tanto para familias como para personas solteras e incluye una bonificación extra por cada miembro del hogar que se traslade. Está abierta a extranjeros con residencia legal en Portugal, mientras que quienes no cuenten con visado o permiso de residencia válido deberán obtenerlo primero para poder beneficiarse. Se trata de una oportunidad especialmente interesante para quienes buscan un estilo de vida más relajado mientras contribuyen a revitalizar las comunidades rurales.

Portugal se ha consolidado como un verdadero paraíso para quienes buscan reubicarse y trabajar a distancia. El país cuenta con un visado específico para nómadas digitales, uno de los más asequibles y mejor valorados de Europa, que ofrece a ciudadanos de fuera de la Unión Europea una vía simplificada para residir y trabajar legalmente en territorio portugués.

Además, los profesionales altamente cualificados y los emprendedores pueden acceder a distintos programas de subvenciones, ventajas fiscales y ayudas para poner en marcha nuevas empresas. También existen apoyos específicos para jóvenes residentes: quienes tengan menos de 35 años pueden acogerse a planes de desgravación fiscal y a programas de ayuda para la vivienda, lo que convierte a Portugal en un destino muy atractivo tanto para extranjeros como para nacionales que buscan nuevas oportunidades.

La soleada España también sufre el problema de la despoblación rural, especialmente en pequeñas localidades del interior y en la llamada “España vaciada”. Aunque no existe un programa nacional que anime a la gente a mudarse a estos pueblos, sí hay varias comunidades y ayuntamientos que han puesto en marcha sus propias iniciativas para atraer nuevos residentes legales.

En Ponga, Asturias, por ejemplo, las parejas que se trasladan reciben una subvención de 3.495 dólares (3.206 euros), más otros 3.495 dólares (3.206 euros) por cada hijo que nazca en el municipio. En Rubiá, Galicia, los nuevos vecinos pueden solicitar un pago mensual de 175 dólares (161 euros) durante el primer año. Xesta, también en Galicia, ofrece viviendas de alquiler por solo 117 dólares (107 euros) al mes, mientras que Griegos, Aragón, permite vivir tres meses sin pagar alquiler. Por su parte, Olmeda de la Cuesta, Castilla-La Mancha vende terrenos a precios simbólicos, desde apenas 173 dólares (159 euros).

En España también surgen propuestas innovadoras contra la despoblación. Un buen ejemplo es la iniciativa Live in Ambroz, puesta en marcha en la comarca del Valle del Ambroz, en Extremadura, una región del oeste del país conocida por su naturaleza, sus pueblos pequeños y su baja densidad de población.

Este programa está especialmente dirigido a trabajadores remotos y profesionales del sector tecnológico que estén dispuestos a comprometerse a vivir en la zona durante al menos dos años. La ayuda puede llegar hasta 17.500 dólares (16.055 euros), destinados a cubrir gastos de alojamiento y manutención.

Existen además subvenciones adicionales para mujeres, para jóvenes menores de 30 años y para quienes elijan instalarse en los pueblos más pequeños de Extremadura. Estas ayudas están abiertas tanto a españoles como a extranjeros con residencia legal en el país.

La despoblación rural también afecta seriamente a Italia, donde numerosos pueblos han quedado casi vacíos por el éxodo de las generaciones más jóvenes hacia las grandes ciudades. Como respuesta, el país ha puesto en marcha una amplia gama de iniciativas —probablemente más que ningún otro en Europa— para atraer nuevos residentes.

Una de las más llamativas es la de las “casas a un euro”, disponibles en decenas de pueblos que van desde Borgomezzavalle, en los Alpes, hasta Cammarata, en Sicilia. Aunque el precio simbólico es muy bajo, la mayoría de estas ofertas incluyen condiciones estrictas, como la obligación de renovar la vivienda en un plazo determinado.

Además de estas viviendas ultrabaratas, también existen subvenciones para rehabilitación. Por ejemplo, en la región de Trentino, al norte de Italia, se ofrecen hasta 116.500 dólares (106.881 euros) para renovar propiedades en ruinas, mientras que en Recoaro Terme, en el Véneto, las ayudas pueden alcanzar los 25.600 dólares (23.486 euros).

En Italia tampoco faltan los incentivos económicos directos para quienes deciden mudarse a las zonas rurales. En Calabria, por ejemplo, los trabajadores remotos que se instalen en pueblos de montaña pueden recibir ayudas de hasta 1.165 dólares (1.069 euros), y el apoyo puede llegar a 25.600 dólares (23.486 euros) si fundan una nueva empresa en la región.

En Emilia-Romaña, al norte de Italia, las personas menores de 40 años que se trasladen a sus pequeñas ciudades pueden optar a subvenciones de hasta 34.950 dólares (32.064 euros). Por su parte, el municipio de Candela, en Apulia, en el sur de Italia, ofrece pagos de hasta 930 dólares (853 euros) a personas solteras y de 2.330 dólares (2.138 euros) a familias que elijan comenzar allí una nueva vida.

¿Crees que las casas por un euro en Italia son una ganga? Pues en Legrad, una pequeña localidad del norte de Croacia, se ofrecen desde 2018 viviendas por apenas 15 céntimos (unos 0,11 euros).

La medida busca atraer a familias jóvenes y revitalizar la comunidad, que —al igual que ocurre en muchas zonas rurales de Europa— ha sufrido un fuerte descenso de población en las últimas décadas.

Estas casas ultrabaratas suelen venir acompañadas de condiciones, como la obligación de residir allí de forma permanente o de reformar la vivienda, y están disponibles tanto para croatas como para extranjeros con permiso de residencia válido en el país.

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Para poder optar al programa de Legrad, los solicitantes deben cumplir varios requisitos: tener menos de 45 años, estar casados o mantener una relación estable, no contar con antecedentes penales y no poseer ninguna otra propiedad a su nombre.

Además del precio simbólico de las casas, la ciudad ofrece ayudas económicas adicionales: hasta 3.900 dólares (3.578 euros) para renovar viviendas y hasta 5.400 dólares (4.954 euros) para la compra de una nueva propiedad.

La iniciativa ya ha dado resultados: ha atraído tanto a nuevos residentes croatas como extranjeros con permiso de residencia válido, y el incremento de familias jóvenes ha sido tal que el municipio incluso ha construido una nueva guardería.

¿Te imaginas vivir en una isla irlandesa, rodeada de paisajes naturales y con un ritmo de vida mucho más tranquilo? Gracias al programa Our Living Islands, lanzado en 2023 por el Gobierno de Irlanda, esto es posible: los nuevos residentes pueden recibir hasta 98.000 dólares (89.900 euros) para restaurar una vivienda.

El plan es una ampliación de la Subvención para la Rehabilitación de Propiedades Vacías, vigente en el territorio continental, que ofrece hasta 82.000 dólares (75.229 euros) para renovar inmuebles abandonados. La versión insular aumenta las cantidades para compensar los mayores costes de vida y de construcción en estas comunidades aisladas.

Para poder optar a la subvención, la vivienda debe cumplir dos condiciones: haber estado desocupada durante al menos dos años y haber sido construida antes de 1993.

A pesar de la generosa ayuda económica, a comienzos de 2025 solo 29 personas habían solicitado estas subvenciones, lo que refleja la dificultad de atraer nuevos residentes a islas tan apartadas. Y es que, aunque las islas irlandesas son impresionantes y cuentan con comunidades acogedoras, la falta de servicios básicos y un clima duro —con lluvias casi constantes y temporales atlánticos frecuentes— pueden suponer un freno para algunos.

En medio de una crisis de despoblación rural, Japón también ofrece incentivos para animar a la población a mudarse al campo desde ciudades superpobladas como Tokio. Los hogares que se comprometen a trasladarse reciben 6.795 dólares (6.234 euros) y otros 6.795 dólares (6.234 euros) por cada hijo. Además, quienes pongan en marcha un negocio o consigan empleo en la zona pueden acceder a ayudas de hasta 20.295 dólares (18.619 euros).

Estos programas están abiertos tanto a ciudadanos japoneses como a extranjeros que ya cuenten con visado o permiso de residencia válido en Japón. No son, por tanto, un mecanismo directo de inmigración, sino un apoyo para quienes ya viven legalmente en el país.

Los extranjeros también pueden adquirir en Japón las llamadas casas akiya: propiedades abandonadas, en su mayoría situadas en áreas rurales muy despobladas, que aparecen registradas en los llamados “bancos akiya” (listados oficiales y portales creados por los ayuntamientos o prefecturas para darles salida).

Estas viviendas suelen tener precios muy bajos, e incluso algunas se ofrecen de forma gratuita. Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas arrastran impuestos atrasados u otros gastos legales y que, en numerosos casos, requieren reformas tan profundas que dejan de ser una opción realmente económica.

Australia se centra especialmente en atraer a trabajadores extranjeros cualificados, y para ello cuenta con distintos programas de apoyo económico que facilitan su llegada.

Entre ellos destaca la subvención para visados de construcción de Australia Occidental, que ofrece hasta 6.520 dólares (5.982 euros) a profesionales del sector para compensar los gastos de visado y mudanza. También existen programas dirigidos a cubrir necesidades en sectores clave, como el de los servicios sociales: los trabajadores sociales que se trasladen a zonas remotas y rurales pueden recibir hasta 10.770 dólares (9.881 euros) en ayudas para la reubicación, además de bonificaciones anuales por permanencia de 3.900 dólares (3.578 euros) durante dos años.

Estos incentivos están abiertos a extranjeros, siempre que obtengan un visado de trabajo cualificado aprobado por el Gobierno australiano.

Lo más llamativo de Australia es que, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros países, los empleos en zonas rurales remotas suelen estar mejor remunerados que en las grandes ciudades. Según datos del Regional Australia Institute, un electricista puede llegar a ganar hasta un 29% más que en una urbe, y un médico general hasta un 27% más.

Un ejemplo reciente es el de Julia Creek, una pequeña localidad del estado de Queensland, que a principios de este año apareció en los titulares al publicar una oferta para un médico de cabecera con un sueldo de hasta 445.000 dólares (408.257 euros) anuales, además de alojamiento gratuito, subsidio para vehículo y cinco semanas de vacaciones pagadas.

Esta es solo una de las muchas oportunidades lucrativas que ofrece el interior del país, si puedes soportar el aislamiento…

En su intento por combatir la despoblación, algunas aldeas de Suiza también han puesto en marcha incentivos económicos para atraer nuevos residentes.

Un ejemplo es Zeneggen, una pintoresca localidad situada en el cantón de Valais, en los Alpes suizos. Allí, las familias reciben una subvención de 4.870 dólares (4.468 euros) por cada hijo si se instalan en la comunidad, con el objetivo de atraer población joven y evitar que el pueblo siga perdiendo habitantes.

Uno de los programas más conocidos en Suiza es el del pueblo de Albinen, también en el cantón de Valais, que se ha hecho famoso por la generosidad de su oferta. Allí se concede una subvención de 30.920 dólares (28.367 euros) por adulto y 12.370 dólares (11.349 euros) por niño a quienes decidan mudarse.

No obstante, la propuesta viene acompañada de condiciones estrictas: los solicitantes deben ser menores de 45 años, comprometerse a residir en Albinen durante al menos 10 años y adquirir o construir una vivienda con un valor mínimo de 247.420 dólares (226.991 euros).

El programa está abierto también a extranjeros, pero únicamente a aquellos que cuenten con residencia legal en Suiza.

Más allá del reto de la despoblación rural, otro de los grandes motores de los programas de reubicación es la atracción de talento y capital extranjero. En este contexto, países como Chile ofrecen recompensas muy atractivas a los emprendedores internacionales para que desarrollen allí sus proyectos.

El programa insignia es Start-Up Chile, que brinda importantes incentivos a fundadores de todo el mundo para que creen y hagan crecer sus empresas en la capital, Santiago.

El programa ofrece hasta 100.000 dólares (91.743 euros) en financiación a fondo perdido —es decir, sin participación en el capital de la empresa— a startups con potencial de crecimiento global, una cifra nada despreciable.

Además de la subvención en efectivo, los emprendedores seleccionados reciben un visado de trabajo temporal, acceso a una amplia red de mentores internacionales y un moderno espacio de coworking en Santiago de Chile.

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