Ni un gran presupuesto, ni un reparto estelar, ni un equipo de producción con talento garantizan el éxito de una película. A veces, ni siquiera eso basta para evitar el desastre.

Un ejemplo claro es Batgirl, la superproducción cancelada por sorpresa en agosto de 2022, a pesar de contar con un presupuesto estimado de entre 70 millones de dólares (64,2 millones de euros) y 100 millones de dólares (91,7 millones de euros). Y Batgirl no es la única: hay muchas otras películas que probablemente nunca verán la luz.

Desde una precuela descartada de Juego de tronos hasta una ambiciosa producción que aspiraba a ser la nueva Avatar, descubre por qué estos costosos proyectos de Hollywood se hundieron antes siquiera de llegar a la gran pantalla.

Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.

Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.

Con más de 25.000 millones de dólares (22.900 millones de euros) recaudados en taquilla, el Universo Cinematográfico de Marvel es la franquicia más taquillera de la historia del cine. Sin embargo, aunque cueste creerlo, las sagas de superhéroes de Marvel no siempre fueron un éxito asegurado.

Un ejemplo es Los Cuatro Fantásticos, una película que nunca llegó a estrenarse y que estaba prevista para 1994. El productor de cine alemán y entusiasta de los cómics Bernd Eichinger compró los derechos a Marvel Comics en 1986, pero tuvo dificultades para encontrar un estudio dispuesto a financiar una adaptación de gran presupuesto.

Como sus derechos estaban a punto de expirar si no comenzaba la producción antes de finales de 1992, Eichinger se asoció con el legendario director de serie B Roger Corman para rodar una versión de bajo coste, con el objetivo de conservar los derechos y preparar después un gran estreno comercial.

La película se rodó con un presupuesto de un millón de dólares (0,9 millones de euros), lo que equivaldría hoy a algo más de dos millones de dólares (1,8 millones de euros). Aunque esta cifra resulta modesta en comparación con otras películas de esta lista, sigue siendo una inversión considerable para un proyecto que jamás llegó a estrenarse.

Una vez finalizado el rodaje, Avi Arad —entonces director de Marvel Entertainment— temía que la cinta “arruinara” la imagen de la marca y decidió pagar a Bernd Eichinger y Roger Corman para impedir su lanzamiento. Aunque se dice que se destruyeron todas las copias oficiales, con el tiempo se filtraron versiones pirata en Internet, lo que ha dado lugar a un estatus de clásico de culto.

Años después, Eichinger cumplió su sueño de producir una película de Marvel al participar como productor en Los Cuatro Fantásticos (2005), protagonizada por Jessica Alba y Chris Evans. Aquella versión contó con un presupuesto cien veces superior al de su antecesora y logró recaudar más de 333 millones de dólares (306 millones de euros) en todo el mundo.

Los míticos Bill Murray y Dan Aykroyd unieron fuerzas para protagonizar la exitosa Cazafantasmas en 1984. Aunque esta icónica comedia de terror es de sobra conocida, lo que quizá sorprenda a muchos es que ese mismo año ambos actores también compartieron pantalla en otra película: Nothing Lasts Forever (1984), una surrealista comedia de ciencia ficción que nunca llegó a estrenarse.

La película fue dirigida por Tom Schiller, guionista del programa Saturday Night Live, y estaba protagonizada por Zach Galligan, que acababa de alcanzar la fama con Gremlins, otra comedia de terror que fue todo un éxito ese mismo año.

A pesar del prestigio de su reparto y director, y de contar con un presupuesto razonable de 3 millones de dólares (2,8 millones de euros) —equivalente a unos 8,5 millones de dólares actuales (7,8 millones de euros)—, la distribuidora MGM decidió archivar la película tras su finalización, alegando que no tenía potencial comercial. Aunque llegó a proyectarse en algunos museos, Nothing Lasts Forever nunca se estrenó en cines ni fue lanzada en vídeo.

Casi treinta años después de su cancelación, un público más amplio pudo verla cuando se filtró en YouTube en 2011. Sin embargo, la cinta fue retirada poco después a petición de Turner Entertainment, titular de los derechos de autor, que más tarde decidió emitirla en su canal de televisión Turner Classic Movies.

Cuando la superproducción Aquaman llegó a los cines en 2018, se convirtió en la película más taquillera de DC hasta la fecha, con más de 1.100 millones de dólares (1.000 millones de euros) recaudados en taquilla. Aunque hoy cuesta imaginar a otro actor que no sea Jason Momoa interpretando al superhéroe marino, las cosas estuvieron a punto de tomar un rumbo muy distinto.

En 2006, Aquaman iba a convertirse en una ambiciosa serie de televisión para la cadena WB Television Network. Justin Hartley, actualmente conocido por su papel en la exitosa serie This Is Us, fue elegido como protagonista. El episodio piloto fue escrito por Al Gough y Miles Millar, creadores de Smallville.

Con un equipo de guionistas con amplia experiencia en series de superhéroes, el episodio piloto de Aquaman recibió un presupuesto de 7 millones de dólares (6,4 millones de euros), equivalente a unos 10,2 millones de dólares actuales (9,4 millones de euros).

Todo apuntaba a que Aquaman sería el próximo gran éxito televisivo, pero tras la fusión entre las cadenas WB y UPN, la recién creada The CW Network decidió cancelar el proyecto antes de que continuara la producción.

Tras esta decisión inesperada, el piloto se lanzó en iTunes con la esperanza de que alguna otra cadena lo rescatara. A pesar de recibir críticas positivas y convertirse en uno de los contenidos más descargados de la plataforma, la serie nunca llegó a realizarse.

¿Quién no recuerda la trepidante superproducción de 2005 Sr. y Sra. Smith? La película se convirtió en todo un fenómeno de la cultura pop cuando Brad Pitt y Angelina Jolie, que interpretaban a la pareja protagonista, iniciaron una relación en la vida real poco después de finalizar el rodaje.

Con la intención de aprovechar el éxito del filme, la cadena estadounidense ABC encargó en 2007 una adaptación televisiva. Aunque las superestrellas Jolie y Pitt estaban demasiado ocupadas para repetir sus papeles en la pequeña pantalla, se recuperó al equipo creativo original de la película, incluidos el guionista y el director.

Jordana Brewster y Martin Henderson (en la imagen) fueron los elegidos para dar vida a Jane y John Smith. Por aquel entonces, eran conocidos por sus papeles en A todo gas y Ases calientes, respectivamente.

La trama del episodio piloto retomaba la historia tan solo seis meses después de los acontecimientos de la película original (en la imagen). Según se ha informado, el capítulo costó la friolera de 7,4 millones de dólares (6,8 millones de euros), equivalentes a 10,5 millones de dólares actuales (9,6 millones de euros).

A pesar del presupuesto y del regreso del equipo creativo original, la química entre Jordana Brewster y Martin Henderson fue duramente criticada. Lo que en su día parecía un proyecto prometedor terminó siendo tan decepcionante que la cadena ABC descartó por completo la idea de convertirlo en una serie.

El piloto nunca se emitió en televisión, pero desde entonces se ha filtrado en Internet. A diferencia de muchos otros títulos de esta lista, los espectadores más curiosos aún pueden verlo y juzgar por sí mismos si era tan malo como decían.

A menos que hayas vivido bajo una roca durante la última década, probablemente hayas oído hablar de la exitosa serie de HBO Juego de Tronos.

Esta épica saga fantástica, basada en las novelas superventas de George R. R. Martin, está considerada por muchos como una de las series de televisión más populares de todos los tiempos, lo que hace aún más incomprensible que estuviera a punto de cancelarse antes incluso de empezar.

Dirigido por el ganador del Óscar Tom McCarthy, el episodio piloto original de Juego de Tronos costó la friolera de 10 millones de dólares (9,2 millones de euros) en 2009, lo que equivale a unos 13,3 millones de dólares (12,2 millones de euros) en la actualidad. El montaje final estuvo plagado de problemas, desde el casting hasta el diseño del vestuario, que suscitaron serias preocupaciones.

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En realidad, casi nada pudo salvarse del desastroso piloto original, que obligó a reconstruir decorados, reescribir guiones e incluso sustituir a uno de los personajes principales.

El papel de Daenerys Targaryen fue interpretado inicialmente por Tamzin Merchant, actriz conocida por su papel en Los Tudor. Sin embargo, los responsables de la serie consideraron que no había química entre ella y Jason Momoa, quien daba vida a Khal Drogo, su marido en la ficción. Finalmente, el papel fue para la entonces desconocida Emilia Clarke, que conquistó al público como la autoproclamada “Madre de Dragones”.

En una entrevista con Vanity Fair en 2018, el showrunner Dan Weiss reflexionaba sobre aquel accidentado inicio: “Tener la oportunidad de hacer algo así una vez ya es un regalo bastante excepcional. Tener la oportunidad de hacerlo más o menos dos veces es un regalo extremadamente excepcional”.

Comparada en su día con el exitoso musical Rent, Temptation aspiraba a llevar el espíritu de Broadway a la gran pantalla en 2004. El reparto estaba encabezado por la estrella de los escenarios Adam Pascal y por Zoe Saldana, quizás más conocida por su papel como Gamora en el Universo Cinematográfico de Marvel.

Tras las cámaras se encontraba el director y productor Mark Tarlov, que había dirigido previamente la comedia romántica Un amor delicioso y fue productor ejecutivo del éxito de terror Christine, basado en la novela homónima de Stephen King.

La película contó con un generoso presupuesto de 12 millones de dólares (11 millones de euros), equivalentes a unos 18,3 millones de dólares actuales (16,8 millones de euros).

Temptation se proyectó por primera vez en el Festival Musical de Nueva York en 2004, pero desapareció poco después, sin llegar nunca a los cines, tal y como estaba previsto. En 2017, el productor Kerry Barden explicó que la película no se había estrenado porque daba la impresión de estar “inacabada”. Añadió que aún tenían la esperanza de poder mostrar el proyecto algún día.

Sin embargo, los fans no deberían hacerse muchas ilusiones. El director Mark Tarlov (en la imagen) falleció en 2021 y todo apunta a que este musical malogrado no llegará a ver la luz ni a tener su momento de gloria.

Basado en el famoso tobogán acuático de jardín Slip ‘N Slide, un popular juguete veraniego en EE.UU. desde los años sesenta, Ultimate Slip ‘N’ Slide iba a ser un reality show desenfadado para la cadena NBC, previsto para el verano de 2021.

El programa, presentado por los humoristas Bobby Moynihan (en la imagen) y Ron Funches —ambos conocidos en EE.UU. por sus apariciones en Saturday Night Live y Undateable, respectivamente—, ponía a los concursantes a competir en una gigantesca pista de obstáculos mojada, deslizándose a toda velocidad para ganar premios en metálico.

En un giro inesperado, la producción de Ultimate Slip ‘N’ Slide se detuvo en junio de 2021 tras detectarse un brote de giardia en el plató, un parásito intestinal que, según se informó, provocó varios casos de “diarrea explosiva” entre el equipo.

Se llamó a especialistas y las pruebas revelaron que la giardia estaba presente en la tierra del lugar de rodaje, contaminando también el suministro de agua. El proyecto se convirtió en un riesgo grave para la salud y la seguridad, lo que impidió continuar con el rodaje.

Aunque todo el programa, excepto el último episodio, ya estaba grabado, la serie fue cancelada. Y no precisamente barata: la producción había costado la friolera de 18 millones de dólares (16,5 millones de euros). Se podría decir que fue dinero tirado por el retrete…

En 2007, los directores Mars Callahan y Scott Spiegel —conocidos por Los reyes del billar y Abierto hasta el amanecer 2, respectivamente— unieron fuerzas para crear la comedia Spring Break '83. La trama seguía a cuatro amigos que deciden vengarse de los matones del instituto durante unas vacaciones de primavera.

Con un presupuesto de 18 millones de dólares (16,5 millones de euros), equivalentes a unos 25 millones actuales (22,9 millones de euros), la película estaba pensada para estrenarse en cines con todas las de la ley.

Aunque Spring Break '83 se terminó y, según algunas fuentes, llegó a proyectarse en el Festival de Cine de Sundance en 2009, más de una década después sigue sin haberse estrenado en cines ni lanzado en DVD o plataformas.

Se especula que el motivo de su desaparición fue que la productora responsable, Big Sky Motion Pictures, no pagó a varios proveedores y trabajadores implicados en el rodaje.

Big Sky Motion Pictures fue fundada por el propio Mars Callahan y, según los informes, un tribunal le prohibió comercializar la película mientras se resolvían los problemas legales derivados de esas deudas.

Cuando el guionista de televisión Bob Bendetson se propuso crear una comedia de superhéroes animada titulada Big Bug Man, no escatimó en fichajes estrella. Se asoció con el animador Peter Shin, conocido por su trabajo en Padre de familia, y fichó a Brendan Fraser —famoso por su papel protagonista en La momia— para dar voz al personaje principal.

Lo más sorprendente del proyecto fue la incorporación del mismísimo Marlon Brando. En el que probablemente sea su papel más insólito, el legendario protagonista de El padrino prestó su voz a una anciana llamada Mrs. Sour. Para meterse en el personaje, Brando acudió al estudio caracterizado con vestido, maquillaje y una peluca rubia.

La interpretación vocal de Marlon Brando se grabó tan solo unas semanas antes de su fallecimiento en 2004, lo que convirtió a Big Bug Man en su último trabajo como actor.

Sin embargo, pese al reparto estelar y al interés inicial, la película nunca llegó a estrenarse. Su lanzamiento estaba previsto para 2006, pero la fecha se pospuso en varias ocasiones hasta que finalmente el proyecto fue cancelado por razones que nunca llegaron a hacerse públicas.

Teniendo en cuenta que esta comedia animada contó con un presupuesto de 20 millones de dólares (18,3 millones de euros) —equivalentes a unos 31 millones de dólares actuales (28,4 millones de euros)—, resulta especialmente llamativo que una producción con semejante respaldo desapareciera del mapa sin dejar ni rastro.

El thriller policiaco Black Water Transit lo tenía todo para triunfar en taquilla. El proyecto estaba dirigido por Tony Kaye, conocido por American History X, y contaba con un reparto estelar encabezado por Laurence Fishburne, Brittany Snow y Karl Urban, actores conocidos por sus papeles en Matrix, Dando la nota y El señor de los anillos, respectivamente.

El presupuesto tampoco era precisamente modesto: se invirtieron 23 millones de dólares (21,1 millones de euros), lo que equivale a unos 31,3 millones de dólares actuales (28,7 millones de euros). Pero bajo la superficie, la producción estaba plagada de problemas...

Bruce Willis (en la imagen) estuvo inicialmente vinculado al proyecto, que tenía ciertos paralelismos con La jungla de cristal, pero acabó abandonando la película y fue sustituido por Laurence Fishburne.

Ese fue solo el comienzo de los problemas. Los productores David Bergstein y Chris Roberts se enzarzaron en una amarga disputa legal, en la que Roberts alegó que Bergstein lo había despedido sin abonarle los honorarios previamente pactados.

Bergstein alcanzó un acuerdo extrajudicial por 3,1 millones de dólares (2,8 millones de euros), pero ni siquiera eso bastó para cambiar el destino del filme. Aunque Black Water Transit se rodó y finalizó en 2007, y supuestamente se proyectó en el Festival de Cannes en 2009, sigue sin haberse estrenado oficialmente.

Cuando Juego de tronos se acercaba a su última temporada, HBO comenzó en 2017 a desarrollar una precuela de la exitosa serie de fantasía.

Ambientada 1.000 años antes de los acontecimientos de la serie original, esta nueva historia contaba con Naomi Watts (en la imagen) en el papel protagonista, actriz conocida por sus interpretaciones en Mulholland Drive y Lo imposible.

HBO no reparó en gastos y destinó al episodio piloto la impresionante cifra de 30 millones de dólares (27,5 millones de euros), lo que equivale a unos 35,2 millones de dólares actuales (32,3 millones de euros).

Teniendo en cuenta que el episodio piloto original de Juego de tronos resultó ser un desastre (y tuvo que rehacerse casi por completo), cabría pensar que HBO habría aprendido la lección. Por desgracia, la precuela fue otro costoso tropiezo. Según confesó un directivo tras ver un primer montaje: “simplemente no funciona”.

En lugar de regrabar el piloto, HBO decidió cancelar el proyecto por completo en 2019, pese a los 30 millones de dólares invertidos.

Pero los fans no tuvieron que esperar mucho. Ese mismo año, HBO anunció el desarrollo de otra serie derivada del universo de George R. R. Martin: La Casa del Dragón (en la imagen). La esperada producción, protagonizada por Matt Smith —conocido por su papel en Doctor Who—, se estrenó en agosto de 2022 con gran éxito.

¡Scooby!, el reboot animado de la querida franquicia infantil Scooby-Doo, llegó a los cines en 2020.

Aunque fue un fracaso en taquilla —solo recaudó 27 millones de dólares (24,8 millones de euros) frente a un presupuesto de 90 millones de dólares (82,6 millones de euros)—, la película tuvo buenos resultados en la plataforma HBO Max. Esto animó a Warner Bros. a dar luz verde a una precuela navideña, pensada directamente para su estreno en streaming.

La nueva entrega, titulada Scoob! 2: A Holiday Haunt, tenía previsto su lanzamiento para finales de ese mismo año y contaba con un presupuesto estimado de 40 millones de dólares (36,7 millones de euros).

En una decisión totalmente inesperada, Warner Bros. canceló Scoob! 2: A Holiday Haunt tan solo unos meses antes de su estreno.

No está claro qué motivó la decisión, aunque se enmarca dentro de una serie de cancelaciones controvertidas por parte del estudio, incluida la también eliminada Batgirl.

La noticia sorprendió tanto a los fans como al propio equipo. Paul Dini, coguionista de Scoob! 2, se mostró perplejo: ¿Por qué cancelar una película navideña que está terminada al 95% tan cerca del otoño, cuando tienes garantizado que los niños la verán desde justo después de Halloween hasta, al menos, Año Nuevo? No tiene sentido desde el punto de vista comercial, sobre todo porque tanto a los niños como a los padres les encantó el preestreno”.

A pocos meses de su estreno en cines y en la plataforma de streaming HBO Max, Batgirl fue cancelada de forma abrupta, una decisión que causó auténtica conmoción en la industria del entretenimiento.

Rodada íntegramente en Glasgow (Escocia), esta malograda película de superhéroes tenía inicialmente un presupuesto de 70 millones de dólares (64,2 millones de euros). Sin embargo, según algunos informes, las nuevas grabaciones y ajustes de producción hicieron que el coste total se disparara hasta alcanzar entre 90 millones (82,6 millones de euros) y 100 millones de dólares (91,7 millones de euros).

La cinta suponía el esperado regreso de Michael Keaton al papel de Batman, más de tres décadas después, y contaba también con Brendan Fraser, J. K. Simmons y la actriz Leslie Grace —protagonista del musical En un barrio de Nueva York (en la imagen). Pero ni siquiera este reparto repleto de estrellas logró salvar un proyecto destinado al fracaso.

Mientras que algunas fuentes sostienen que Batgirl fue descartada rápidamente tras recibir malas críticas en sus primeros pases de prueba, otras afirman que Warner Bros. archivó el proyecto por motivos fiscales y contables, no por su calidad artística.

Sea como fuere, la noticia supuso un golpe duro tanto para el reparto y el equipo como para los fans de los cómics en todo el mundo.

Los directores de la película, Adil El Arbi y Bilall Fallah, publicaron un comunicado en el que se declaraban “tristes y conmocionados” por la cancelación y expresaban su deseo de que “algún día la gente pueda verla”. También agradecieron el trabajo de la protagonista, Leslie Grace, de quien dijeron que “interpretó a Batgirl con mucha pasión, dedicación y humanidad”.

En lo más alto de esta lista se encuentra la fallida superproducción Empires of the Deep, un ambicioso proyecto de fantasía submarina que aspiraba a convertirse en la primera gran película en 3D rodada bajo el agua.

La idea partió del magnate inmobiliario chino Jon Jiang, que no solo financió parcialmente la producción, sino que también escribió el guion. Su objetivo declarado era superar a Avatar como la película más taquillera de todos los tiempos.

Pero lo cierto es que este supuesto blockbuster parecía condenado desde el principio. Varios directores abandonaron el proyecto durante la producción, y el equipo tuvo serias dificultades para encontrar una actriz protagonista. Se contactó con Monica Bellucci y Sharon Stone, pero finalmente el papel recayó en Olga Kurylenko, conocida por su papel en Quantum of Solace, de la saga James Bond.

Quizá lo más sorprendente del caso Empires of the Deep sea su presupuesto: lo que empezó con una inversión de 50 millones de dólares (45,9 millones de euros) acabó disparándose hasta los 130 millones (119 millones de euros), lo que equivale hoy en día a la astronómica cifra de 164,9 millones de dólares (151 millones de euros). Para hacerse una idea, estamos hablando del coste de una superproducción de Marvel... solo que Empires of the Deep ha resultado ser todo menos rentable.

Cuando se lanzó el primer tráiler en 2012, fue objeto de burlas generalizadas: desde el vestuario hasta los efectos especiales, nada convenció al público. La película tenía previsto estrenarse en 2013, pero, una década después, sigue sin haber rastro de ella en salas de cine ni en plataformas.

De hecho, algunos espectadores han llegado a comparar el tráiler con una versión barata de Aquaman, el héroe acuático de DC. En resumen: no contengas la respiración esperando su estreno.

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