Así eran el acueducto de Segovia y otros monumentos ICÓNICOS hace más de un siglo
Maravillas antiguas a través del tiempo

Estamos acostumbrados a ver imágenes actuales de las grandes maravillas del mundo antiguo, desde la imponente esfinge de Giza hasta las ruinas de Pompeya o la Gran Muralla China. Pero ¿cómo eran hace 50, o incluso 100 años?
Haz clic en la galería para ver impresionantes imágenes actuales y antiguas de los monumentos más famosos del planeta y los secretos que esconden...
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveEXPLORING.
La Gran Esfinge de Giza, Egipto

La imponente escultura de la Esfinge, que se alza sobre la meseta de Giza, es uno de los monumentos más asombrosos del mundo. Mide unos 73 metros de largo y 20 de alto y se cree que fue construida bajo el reinado del faraón Kefrén, hace unos 4.500 años. Durante siglos permaneció enterrada hasta los hombros y no fue excavada por completo hasta los años treinta. En esta imagen tomada en 1882, tras la batalla de Tel El-Kebir, se puede ver a tropas británicas rodeando el monumento, que aún aparece parcialmente cubierto por la arena.
La Gran Esfinge de Giza, Egipto

Esta imagen más reciente muestra al gran monumento ya liberado de la arena, con las pirámides de Giza elevándose al fondo. En los últimos años, los arqueólogos han seguido investigando y han descubierto datos fascinantes sobre los trabajadores que probablemente lo construyeron.
El hallazgo de un enorme depósito de huesos de ganado, por ejemplo, sugiere que una mano de obra de miles de personas se alimentaba de carne de alta calidad mientras realizaba duras jornadas de trabajo.
Stonehenge, Inglaterra, Reino Unido

Este imponente círculo de piedras ha desconcertado a expertos desde tiempos remotos. Se cree que este henge, situado en un emplazamiento insólito, data de hace unos 4.500 años, aunque su propósito y uso exactos siguen siendo un misterio. Las piedras están cuidadosamente alineadas con los movimientos del sol, por lo que pudo haber funcionado como una especie de calendario neolítico o, más probablemente, como lugar de culto y/o de enterramiento.
En el último siglo, el yacimiento ha sido objeto de restauraciones meticulosas y de intensas investigaciones. Esta imagen de 1901 muestra una excavación histórica y un proyecto de restauración dirigido por el reconocido ingeniero británico William Gowland.
Stonehenge, Inglaterra, Reino Unido

Esta imagen muestra Stonehenge más de un siglo después. Los marcos y andamios de madera utilizados por el ingeniero han desaparecido, pero los expertos siguen intentando desentrañar los secretos de este enigmático monumento. Las excavaciones más recientes han sacado a la luz objetos como cuernos de ciervo, piezas de cerámica y restos de enterramientos.
Nuevas investigaciones también han vinculado Stonehenge con un yacimiento llamado Waun Mawn, en Pembrokeshire, Gales, y los arqueólogos creen ahora que el monumento pudo haberse erigido inicialmente allí, antes de ser trasladado hasta su ubicación actual en la llanura de Salisbury.
Los moáis de la Isla de Pascua, Chile

Las figuras humanas talladas, conocidas como moáis, que se reparten por toda la Isla de Pascua en Chile, hay que verlas para creerlas. La más alta supera los 9 metros y, aunque no se sabe con exactitud cuándo se esculpieron estos colosales bustos, no hay duda de que han custodiado la isla durante siglos. A mediados del siglo XX se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración; en esta imagen, tomada hacia 1969, se puede ver a un grupo de arqueólogos trabajando sobre un imponente moái.
Los moáis de la Isla de Pascua, Chile

En esta imagen, tomada medio siglo después, aparece Ahu Ko Te Riku, un moái del complejo ceremonial de Tahai, contemplando el océano Pacífico Sur con sus llamativos ojos de coral restaurados. Los arqueólogos actuales siguen investigando por qué se erigieron estas enigmáticas estatuas de rostro imperturbable. Los estudios más recientes han vinculado su ubicación a la cercanía de fuentes de agua dulce.
Chichén Itzá, México

Probablemente te resulten familiares las imágenes de Chichén Itzá, la antigua ciudad maya famosa por monumentos como la gran pirámide escalonada de El Castillo. Pero esta fotografía, tomada hacia 1859, muestra el emblemático yacimiento arqueológico en un estado muy distinto.
La ciudad, que llegó a albergar a decenas de miles de personas, floreció en torno al año 600 d. C., cuando se convirtió en un importante centro político y comercial de la civilización maya. Sin embargo, comenzó a declinar antes de la conquista español. En esta imagen, aparece en ruinas y cubierta de vegetación, tal y como se encontraba a mediados del siglo XIX.
Chichén Itzá, México

A principios del siglo XX se realizaron importantes intervenciones en el yacimiento: se eliminó la vegetación, se excavaron restos antiguos y se restauraron monumentos emblemáticos. Esta imagen muestra parte del conjunto arqueológico en la actualidad, ya sin árboles ni arbustos.
En 2022 se abrió al público Chichén Viejo, una nueva sección del yacimiento hasta entonces oculta por la selva. A diferencia de lo que se hacía en el pasado, no se ha retirado la vegetación. Los arqueólogos actuales han comprendido que la maleza actúa como una especie de “piel protectora” de las ruinas y conviene dejarla intacta.
El ejército de terracota, Xi'an, China

Cuesta creer que esta increíble maravilla fuera descubierta hace tan poco tiempo. En 1974, unos trabajadores que excavaban un pozo en la provincia china de Shaanxi dieron con algo extraordinario: un soldado de arcilla. Cuando llegaron los expertos, comprobaron que formaba parte de un ejército completo de miles de figuras de terracota colocadas en fosas similares a trincheras. Las excavaciones continuaron durante las décadas siguientes y, en esta imagen tomada hacia 1986, pueden verse los avances arqueológicos de aquel momento.
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El ejército de terracota, Xi'an, China

Las figuras, enterradas cerca del mausoleo de Qin Shi Huang —fundador de la dinastía Qin—, datan del siglo III a. C. y probablemente fueron creadas para proteger al emperador en su viaje al más allá. Esta imagen actual muestra el yacimiento tras nuevas excavaciones, que han sacado a la luz aún más efigies de terracota. Los trabajos continúan y los arqueólogos sospechan que podrían descubrirse más fosas repletas de soldados.
Pompeya, Italia

Probablemente la ciudad en ruinas más famosa del mundo, Pompeya quedó sepultada bajo lava y cenizas cuando el volcán Vesubio entró en erupción en el año 79 d. C. Antes de su trágico final, era un próspero centro comercial y cultural, con edificios como baños públicos, templos, un anfiteatro y mucho más. Cuando las ruinas fueron redescubiertas en el siglo XVI, se encontraban en un estado de conservación asombroso gracias a la capa de ceniza que las había protegido durante siglos. En esta imagen aparecen a principios del siglo XX.
Pompeya, Italia

Esta imagen muestra el Foro de Pompeya en la actualidad. Las ruinas siguen conservándose con esmero y es habitual ver a turistas paseando entre los restos de la antigua ciudad. Los trabajos arqueológicos continúan, con el objetivo de descubrir más sobre la vida cotidiana de sus habitantes. Gracias a las excavaciones en curso, los expertos han logrado desvelar desde sus ideales políticos hasta sus preferencias alimentarias.
Tikal, Guatemala

Otro yacimiento antiguo que en su día estuvo cubierto por la selva es Tikal, en el norte de Guatemala, una antigua ciudad maya y centro ceremonial. Floreció a partir del año 300 a. C. y llegó a contar con grandes plazas y pirámides, muchas de las cuales se han conservado hasta nuestros días. Esta es una de las primeras fotografías del lugar, tomada hacia 1882. Las imponentes ruinas aparecen cubiertas de vegetación y el terreno, lleno de árboles. La imagen fue captada por el explorador británico Alfred Maudslay, que participó en la cartografía y excavación del yacimiento durante la década de 1880.
Tikal, Guatemala

Hoy en día, las ruinas —que forman parte del Parque Nacional de Tikal— atraen a visitantes de todo el mundo, y el Museo de Sitio de Tikal “Sylvanus G. Morley”, inaugurado en la década de 1960, ayuda a arrojar luz sobre este antiguo asentamiento.
Lo más fascinante es que parece que todavía queda mucho por descubrir. De hecho, estudios recientes con tecnología LiDAR —una técnica láser que permite detectar estructuras ocultas bajo la vegetación— sugieren que Tikal es hasta cuatro veces más grande de lo que se creía inicialmente.
El Coliseo, Roma, Italia

Han pasado milenios, pero el emblemático anfiteatro de Roma, construido entre los años 70 y 72 d. C. por orden del emperador Flavio Vespasiano, sigue dominando el centro de la ciudad. En su época, fue escenario de sangrientas batallas de gladiadores y espectáculos con fieras, ante un público de hasta 50.000 personas.
Sin embargo, en esta fotografía tomada en 1944 no es más que un cascarón vacío. Fíjate en los coches antiguos y en los vehículos militares: la Segunda Guerra Mundial aún causaría estragos durante un año más tras capturarse esta imagen.
El Coliseo, Roma, Italia

Avanzamos rápidamente hasta la actualidad y esta antigua maravilla se ha convertido en un bullicioso centro turístico: las calles, antes tranquilas, hoy están llenas de tráfico, y los turistas se asoman por sus imponentes arcos. A pesar de su antigüedad, el monumento sigue revelando secretos. Pequeños detalles, como los números rojos pintados sobre los arcos, ofrecen pistas sobre su historia: en este caso, indican que los espectadores romanos seguían un plano de asientos numerado. Además, está prevista la instalación de un nuevo suelo retráctil, que permitirá a los visitantes situarse justo donde luchaban los gladiadores.
La Gran Muralla China, China

La magnitud de la Gran Muralla China es asombrosa: se extiende a lo largo de unos 21.196 kilómetros, según las estimaciones más recientes, y está jalonada por imponentes torres de vigilancia. Aunque sus orígenes se remontan al siglo VII a. C., los tramos mejor conservados —como el que aparece en esta imagen— datan de la dinastía Ming (entre los siglos XIV y XVII). El tramo más visitado, en Badaling, también fue restaurado en la década de 1950, cuando se tomó esta fotografía.
La Gran Muralla China, China

Casi tres cuartos de siglo después, la muralla atrae cada año a millones de visitantes. En los últimos años, también se ha prestado atención a los tramos más salvajes. La sección de Jiankou es uno de los fragmentos más famosos, remotos y peligrosos de la estructura, ya que serpentea por montañas escarpadas entre escombros y ruinas. Sin embargo, en 2019 y años posteriores se llevaron a cabo trabajos de restauración con tecnología avanzada, con el objetivo de hacer la zona más segura para los visitantes y garantizar su conservación para las generaciones futuras.
Bennelong Point, Sídney, Australia

Bennelong Point es un promontorio situado en la parte este del Circular Quay de Sídney. Debe su nombre a Bennelong, un aborigen local que actuó como intermediario entre los primeros colonos británicos y la población indígena. A lo largo del tiempo, ha tenido distintos usos: fortaleza, cochera de tranvías y, en la actualidad, es el lugar donde se alza la emblemática Ópera de Sídney. Esta fotografía, tomada en 1873, muestra con claridad la torreta del fuerte Macquarie, construido entre 1817 y 1821 y demolido en 1901 para dejar paso a una cochera inaugurada en 1902.
Bennelong Point, Sídney, Australia

En la década de 1950, el gobierno de Nueva Gales del Sur decidió que Sídney necesitaba un teatro de ópera para situarse entre las grandes capitales culturales del mundo. Bennelong Point, con su espectacular ubicación junto al puerto, fue el lugar elegido. Se convocó un concurso internacional de arquitectura y se seleccionó el diseño original y sobrecogedor del arquitecto danés Jørn Utzon. El edificio se inauguró finalmente el 20 de octubre de 1973, con diez años de retraso y un sobrecoste del 1300%, y se convirtió de inmediato en un símbolo de Sídney y de toda Australia.
Mont Saint-Michel, Normandía, Francia

Esta imponente isla mareal, coronada por una abadía que parece desafiar la gravedad, es uno de los paisajes más asombrosos de Francia y, como era de esperar, una de sus atracciones más visitadas. La abadía benedictina, de estilo gótico, fue construida entre los siglos XI y XVI, superando numerosos desafíos arquitectónicos. En esta imagen, tomada a finales del siglo XIX, se puede ver a un grupo de pescadores faenando en las aguas poco profundas que rodean la isla.
Mont Saint-Michel, Normandía, Francia

El Mont Saint-Michel apenas había cambiado durante siglos, hasta que en 2014 se inauguró una pasarela permanente que conecta la isla con tierra firme (visible en la imagen). Este puente, de 762 metros de longitud, puede ser utilizado tanto por peatones como por autobuses de enlace y sustituyó una calzada de 135 años que dependía de las mareas. Los visitantes aún pueden llegar a pie atravesando las marismas, como hacían los peregrinos en la Edad Media, aunque se recomienda encarecidamente ir acompañados de un guía experto.
La catedral de Colonia, Colonia, Alemania

La construcción de la imponente catedral gótica de Colonia fue un proyecto que se prolongó durante siglos. La primera piedra se colocó en 1248, pero no fue hasta 1880 —632 años después— cuando se inauguró por fin. Las guerras intermitentes y la falta constante de fondos fueron las principales causas del retraso, aunque durante la Reforma protestante —cuando gran parte de Europa rompió con la Iglesia católica— el proyecto quedó prácticamente abandonado. Por suerte, los arquitectos Ernst Friedrich Zwirner y Richard Voigtel retomaron la obra y esta majestuosa sinfonía en piedra pudo completarse al fin.
La catedral de Colonia, Colonia, Alemania

Casi 150 años después de su finalización, la catedral sigue dominando el horizonte de Colonia. Está considerada uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura gótica y neogótica del mundo y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1996. Aún hoy cautiva y sobrecoge a los visitantes, especialmente cuando se divisa al llegar a la ciudad en tren. La catedral recibe más de 20.000 visitantes al día y permanece abierta durante todo el año.
El acueducto de Segovia, Segovia, España

El acueducto romano de Segovia fue construido durante el reinado del emperador Trajano, hacia el año 50 d. C. Con sus dos hileras de arcos, está considerado una de las obras más impresionantes de la ingeniería civil romana en España. Se utilizaba para transportar agua desde el río Frío hasta la ciudad, a 16 kilómetros de distancia. En esta imagen de 1885, el acueducto aparece aún en uso, dominando la plaza del Azoguejo como lo ha hecho durante siglos.
El acueducto de Segovia, Segovia, España

Hoy en día, el acueducto sigue transportando agua y continúa siendo el elemento más emblemático de la plaza del Azoguejo. Su excepcional estado de conservación fue uno de los aspectos destacados por la UNESCO, que lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1985. Con algo más de 728 metros de longitud y 165 arcos, el acueducto se construyó sin mortero, utilizando 24.000 bloques de granito de la sierra de Guadarrama, que adquieren un tono dorado cuando se iluminan por la noche.
La puerta maorí, Rotorua, Nueva Zelanda

Situado en la zona geotérmica de Rotorua, el pueblo maorí de Whakarewarewa es una de las atracciones más antiguas y emblemáticas de Nueva Zelanda. El pueblo Tūhourangi Ngāti Wāhiao lleva más de 130 años dando la bienvenida a los visitantes a su pā (aldea fortificada) maorí. Los visitantes accedían por un waharoa (una puerta de entrada) tallado con intrincados detalles, visible aquí en una imagen de 1910. Fue esculpido en un tronco de madera de kauri de cinco metros por el maestro tallador Tene Waitere, hace ya más de un siglo.
La puerta maorí, Rotorua, Nueva Zelanda

Los waharoa se utilizaban tradicionalmente en los pā fortificados maoríes para restringir y controlar el acceso de los visitantes. Sus intrincadas tallas y su tamaño monumental —a menudo alcanzaban los cuatro metros de altura— estaban diseñados para impresionar y reflejar el mana (autoridad y prestigio) del iwi (grupo tribal). La atmósfera geotérmica de Rotorua acabó afectando a los waharoa de Whakarewarewa, por lo que en 2013 se realizó una copia digital en alta resolución para que las generaciones futuras puedan apreciarlos en todo su esplendor original.
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