Cuando el mundo se tambalea, la mente humana brilla: 32 avances surgidos de grandes emergencias
Invenciones increíbles nacidas en tiempos difíciles

Incluso en los momentos más oscuros, la humanidad ha sabido encontrar luz. Desde las guerras napoleónicas hasta la pandemia de COVID-19, las grandes crisis han impulsado avances que cambiaron el mundo.
Haz clic o desliza para descubrir 32 inventos y descubrimientos revolucionarios que nacieron como respuesta a emergencias globales.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Ana Sabin Paz, redactora en español para loveMONEY.
Segunda pandemia: la imprenta

La segunda pandemia comenzó en 1346 con la peste negra, que se cobró 200 millones de vidas en Eurasia y África. Los supervivientes de las clases más bajas mejoraron su situación y un número sin precedentes de personas pudo permitirse comprar libros.
El brote también redujo enormemente la población de monjes que podían transcribir manuscritos a mano, lo que provocó un excedente de trapos (lo que abarató el papel) y condujo a la creación de tintas a base de aceite. Estos factores impulsaron el desarrollo de la imprenta, que se inventó alrededor de 1440.
Segunda pandemia: la teoría de la gravedad de Newton

La segunda pandemia de peste se repitió regularmente hasta el siglo XIX. Uno de los brotes más infames azotó Londres en 1665, acabando con casi una cuarta parte de la población de la ciudad.
La pestilencia llevó al pionero científico Isaac Newton a aislarse en su finca de Lincolnshire, donde, según cuenta la leyenda, se le ocurrió su revolucionaria teoría de la gravedad mientras estaba sentado bajo un manzano.
Guerras napoleónicas: ambulancia

Las guerras napoleónicas envolvieron a docenas de países y, como consecuencia de las hostilidades que se prolongaron desde 1793 hasta 1815, surgieron numerosas innovaciones.
Entre ellas se encuentran las primeras ambulancias del mundo. Estos vehículos tirados por caballos fueron idea del destacado cirujano francés barón Dominique Jean Larrey, quien también introdujo el triaje y el hospital quirúrgico móvil del ejército (MASH).
Las guerras napoleónicas: el enlatado

Junto con las ambulancias y otras innovaciones médicas para el campo de batalla, las guerras napoleónicas dieron lugar a la invención del proceso de enlatado. En 1810, el Gobierno francés, que buscaba una forma de conservar las raciones para alimentar a sus tropas durante todo el año, concedió al pastelero Nicolas Appert un premio de 12.000 francos por su proceso de conservación hermética de alimentos.
Appert invirtió debidamente sus ganancias y creó la primera fábrica de conservas comercial del mundo.
Tercera pandemia de cólera: epidemiología

La tercera pandemia de cólera azotó el barrio londinense del Soho en 1854 y causó la muerte de 616 personas. El médico John Snow (en la foto) investigó a fondo el brote y descubrió su causa: el agua contaminada de una bomba situada en Broad Street (ahora Broadwick Street).
Los hallazgos de Snow demostraron de una vez por todas que la enfermedad se transmitía por el agua y no por el aire, y su investigación sentó las bases de la epidemiología moderna.
La Gran Depresión: la bombilla

Durante la llamada "Larga Depresión", que duró desde 1873 hasta 1896, Thomas Edison, que se encontraba en una situación económica difícil, recurrió a su padre en busca de ayuda financiera y utilizó el dinero para montar su laboratorio y taller mecánico en Menlo Park, Nueva Jersey.
Allí inventó la primera bombilla comercialmente exitosa del mundo.
La larga depresión: la turbina de vapor

La Gran Depresión también fue testigo de la invención de la turbina de vapor moderna, que hizo posible la electricidad asequible y abundante.
Este revolucionario artilugio fue diseñado y patentado en 1884 por el ingeniero anglo-irlandés Charles Algernon Parsons, que trabajaba para Clarke, Chapman and Company, una empresa fabricante de motores para barcos con sede en Gateshead, en el norte de Inglaterra.
La larga depresión: la refrigeración

La avalancha de innovaciones de la Larga Depresión continuó hasta finales de la década de 1880 y la primera mitad de la de 1890. Tras desarrollar frigoríficos que funcionaban con éter metílico y, más tarde, con amoníaco, el científico e ingeniero alemán Carl von Linde logró perfeccionar la licuefacción del aire en 1895 comprimiéndolo y expandiéndolo rápidamente, lo que permitía enfriar los gases que lo componen.
A continuación, patentó el proceso, allanando el camino para la refrigeración moderna.
Primera Guerra Mundial: cremallera

La Primera Guerra Mundial dio lugar a varias innovaciones notables. Aunque la cremallera se concibió por primera vez en el siglo XIX, la tecnología no se perfeccionó ni se adoptó ampliamente hasta el conflicto mundial, cuando se utilizó en las chaquetas de vuelo y los cinturones porta dinero que llevaban los marineros estadounidenses, cuyos uniformes carecían de bolsillos.
¿Te gusta? Haz clic en el botón "Me gusta" arriba. Y haz clic en el botón "Seguir" arriba para leer más historias interesantes de loveMONEY.
Primera Guerra Mundial: el caucho sintético

El caucho sintético, que cuenta con innumerables aplicaciones industriales, se sintetizó por primera vez durante el siglo XIX, pero no se fabricó a gran escala hasta la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania, que sufría una escasez de caucho natural debido al bloqueo aliado, comenzó a producir en masa este material tan versátil.
Primera Guerra Mundial: el banco de sangre

Hacia el final de la Primera Guerra Mundial, el descubrimiento de los grupos sanguíneos y la mejora de los métodos de refrigeración permitieron el almacenamiento a largo plazo de la sangre y llevaron las transfusiones a las masas, algo que no era posible antes del conflicto.
De hecho, el capitán Oswald Hope Robertson, médico del ejército estadounidense, creó el primer banco de sangre del mundo en 1917 en el frente occidental.
Primera Guerra Mundial: el dron

Aunque los drones parecen un invento reciente, los primeros vehículos aéreos no tripulados (UAV) se desarrollaron en realidad durante la Primera Guerra Mundial.
Entre los primeros ejemplos se encuentran el avión automático Hewitt-Sperry, controlado a distancia, y el Kettering Bug (en la imagen), diseñado por el pionero de la aviación Orville Wright junto con el ingeniero Charles F. Kettering.
Primera Guerra Mundial: el fertilizante industrial

Aclamado como una de las innovaciones más importantes del siglo XX, el proceso de transformación del nitrógeno del aire en fertilizante de amoníaco fue desarrollado por los químicos alemanes Fritz Haber y Carl Bosch en 1917.
Es increíble pensar que, si estos dos científicos no hubieran inventado este proceso, solo podríamos producir dos tercios de los alimentos que producimos actualmente.
Gripe española: ADN

La pandemia de gripe española mató a más personas que la Primera Guerra Mundial, causando estragos en todo el mundo en 1918. Tras el brote, el bacteriólogo británico Fred Griffith trató de desarrollar una vacuna. En 1928, llevó a cabo el primer experimento, demostrando que las bacterias pueden transferir información genética.
El experimento de Griffith inspiró al investigador del Instituto Rockefeller Oswald Avery (en la foto), que dirigió el equipo que reveló en 1944 que el ADN contiene el código genético.
La Gran Depresión: la radio para automóviles fabricada en serie

Al igual que su homóloga de finales del siglo XIX, la Gran Depresión estimuló una ola de innovación. Para empezar, la radio para automóviles de producción en masa fue inventada en 1930 por los fundadores de Motorola, Paul y Joseph Galvin, que necesitaban un producto asequible para mantener su negocio a flote tras el crack de Wall Street de 1929.
La Gran Depresión: el supermercado

El empresario Michael Cullen tuvo la idea de crear un nuevo tipo de tienda de comestibles "monstruosa", en su mayoría de autoservicio, mientras trabajaba en Kroger durante la década de 1920.
Cullen abrió el primer supermercado del mundo, King Kullen, en 1930 en el barrio neoyorquino de Queens. Cuando la Gran Depresión comenzó a hacerse sentir, los clientes preocupados por el ahorro acudieron en masa al establecimiento, y el resto es historia.
La Gran Depresión: la fotocopiadora

Otro gran invento de la época de la Gran Depresión, el proceso que subyace a la fotocopiadora, fue ideado por el físico Chester Carlson a finales de la década de 1930.
En aquella época, Carlson, como muchos estadounidenses, "vivía al día" y buscaba una forma de hacer fortuna. El innovador finalmente obtuvo la patente de su técnica de electrofotografía en 1942.
Segunda Guerra Mundial: el ordenador

Podría decirse que en 1943 se produjo un invento mucho más importante: el primer ordenador digital, electrónico y programable del mundo. El Colossus Mark 1, como se le llamó, fue diseñado en su mayor parte por el ingeniero de Correos Tommy Flowers en Dollis Hill, Londres, y se utilizó para descifrar los mensajes enviados y recibidos por el Alto Mando alemán. Aquí se muestra la segunda versión del ordenador, el Colossus Mark 2.
Segunda Guerra Mundial: el superpegamento

La Segunda Guerra Mundial trajo consigo una gran cantidad de innovaciones pioneras. La primera de ellas es el cianoacrilato, también conocido como Super Glue. Este adhesivo extremadamente fuerte fue descubierto accidentalmente en 1942 por un equipo de científicos de Eastman Kodak dirigido por el Dr. Harry Coover, que intentaba fabricar miras de plástico transparente para armas con fines bélicos.
Segunda Guerra Mundial: el aerosol en lata

El concepto de aerosol en lata se concibió ya en 1790, y la primera patente de esta tecnología se concedió en 1927 al inventor noruego Erik Rotheim.
Pero la primera aplicación práctica de esta innovación no se produjo hasta 1943: un bote aerosol presurizado lleno de insecticida para proteger a los soldados aliados contra la malaria, desarrollado por los investigadores del Departamento de Agricultura de los EE.UU. Lyle Goodhue y William Sullivan.
Segunda Guerra Mundial: antibióticos producidos en masa

Aunque la penicilina fue descubierta en 1928 por Alexander Fleming, el primer antibiótico del mundo no entró en producción masiva hasta 1944, cuando Pfizer abrió la primera planta comercial en Brooklyn, Nueva York.
Ese año, EE.UU. produjo 1663 000 millones de unidades de este medicamento milagroso. En los 12 meses siguientes, la producción se disparó hasta alcanzar la impresionante cifra de 6,8 billones de unidades.
Segunda Guerra Mundial: el motor a reacción

La tecnología de los motores a reacción estaba en sus inicios al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, pero al final del conflicto, esta innovación se situó a la vanguardia del avance de la aviación.
Los primeros modelos se desarrollaron en la Alemania nazi. El primer avión a reacción propiamente dicho fue el Heinkel He 178 (en la foto), que debutó en 1939. Le siguió el Messerschmitt Me 262.
Segunda Guerra Mundial: el horno microondas

En 1945, el físico estadounidense Percy Spencer estaba visitando un laboratorio donde se fabricaban tubos magnetrón generadores de microondas (el mecanismo básico del radar durante la guerra) cuando se dio cuenta de que una barra de cacahuete que llevaba en el bolsillo se había derretido.
Intrigado, el científico realizó varios experimentos, entre ellos la creación de las primeras palomitas de maíz cocinadas en el microondas. Spencer registró una patente para esta tecnología. Dos años más tarde, se lanzó al mercado el primer microondas comercial.
Guerra Fría: identificación por radiofrecuencia (RFID)

Durante la Guerra Fría surgieron muchas innovaciones importantes. Entre ellas se encuentra la identificación por radiofrecuencia (RFID), que hoy en día se utiliza en todo, desde tarjetas de crédito hasta libros de biblioteca.
El precursor de esta tecnología fue un dispositivo de escucha pasiva llamado "The Thing". Diseñado por el inventor soviético Léon Theremin, el micrófono oculto se escondió dentro de una réplica en madera del Gran Sello de los EE.UU. en la oficina del embajador estadounidense en Moscú en 1945.
Guerra Fría: el satélite artificial

La feroz rivalidad de la Guerra Fría entre EE.UU. y la URSS dio lugar a la llamada "carrera espacial", en la que ambos países aceleraron sus respectivos programas espaciales para superarse mutuamente.
Los soviéticos ganaron la primera etapa de la carrera cuando lanzaron el primer satélite artificial del mundo, el Sputnik I, en 1957. La tecnología revolucionó las comunicaciones, la predicción meteorológica y mucho más. Hoy en día, miles de satélites artificiales orbitan nuestro planeta.
Guerra Fría: los vuelos espaciales tripulados

Para gran disgusto del Gobierno estadounidense, la URSS dio un gran golpe en 1961 cuando el cosmonauta Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en volar al espacio.
Gagarin orbitó la Tierra durante 108 minutos en la nave espacial Vostok 1. En respuesta, el presidente John F. Kennedy se comprometió a llevar a un hombre a la Luna antes de que terminara la década, una hazaña que la NASA logró en 1969.
Guerra Fría: el microchip

Descrito por el autor de ciencia ficción Isaac Asimov como "el momento más importante desde que el hombre surgió como forma de vida", la invención del poderoso microchip por parte del ingeniero de Texas Instruments Jack Kilby en pleno apogeo de la Guerra Fría en 1958 supuso un gran cambio.
Desarrollado inicialmente con fines militares, el circuito integrado dio lugar a la informática moderna. Hoy en día, es el motor de todo, desde los teléfonos inteligentes hasta los sistemas de control del tráfico aéreo.
Guerra Fría: Internet

El desarrollo de Internet también surgió debido a las preocupaciones de la Guerra Fría, cuando el ejército estadounidense buscaba un sistema de comunicaciones informáticas que careciera de un núcleo central para protegerse de los ciberataques totales de la Unión Soviética.
Como resultado, el Departamento de Defensa de los EE.UU. creó la Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPANET) a finales de la década de 1960, y esta red evolucionó hasta convertirse en la Internet que conocemos hoy en día.
Guerra Fría: el correo electrónico

Otra innovación crucial de la Guerra Fría, el correo electrónico, se inventó en 1965 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El primer mensaje de ordenador a ordenador se transmitió a través de la red ARPANET en 1969, mientras que el primer programa de correo electrónico propiamente dicho fue creado por Ray Tomlinson en 1971.
Por supuesto, la tecnología no se generalizó hasta la década de 1990.
Pandemia de COVID-19: vacunas de ARNm

La pandemia de COVID-19 ha dado lugar a una serie de innovaciones, pero una de las más significativas ha sido el desarrollo de la vacuna de ARNm. El ARNm, siglas de ácido ribonucleico mensajero, es un componente que, cuando se utiliza en vacunas, puede enviar instrucciones a las células de una persona para que produzcan una respuesta inmunitaria a una proteína concreta idéntica a la que se encuentra en un virus: en este caso, la COVID-19.
Los gigantes farmacéuticos Moderna y Pfizer crearon el primer y el segundo producto de ARNm del mercado, respectivamente, en la carrera por desarrollar una vacuna eficaz. Ahora, ellos y otros fabricantes están aplicando la misma biotecnología para crear vacunas contra otras enfermedades.
Pandemia de COVID-19: teletrabajo

Podría decirse que la mayor innovación cultural surgida de la pandemia de COVID-19 ha sido el auge del teletrabajo. Inicialmente necesario para frenar la propagación de la enfermedad, el trabajo a distancia o híbrido es ahora habitual, ya que los empleados se han adaptado a realizar su trabajo fuera de la oficina.
Según Forbes, en 2022, el 25% de los empleados del Reino Unido trabajaba desde casa al menos parte del tiempo, lo que supone un aumento con respecto al 4,7% de 2019. Por otra parte, una encuesta reciente reveló que el 40% de los trabajadores estadounidenses buscaría otro empleo si no pudiera trabajar a distancia.
Pandemia de COVID-19: ayuda económica directa

Históricamente, los gobiernos se han mostrado reacios a conceder ayudas directas en efectivo a los ciudadanos, prefiriendo en su lugar conceder ayudas en forma de vales. Sin embargo, todo eso cambió con la repentina llegada de la pandemia de COVID-19.
Los cheques de estímulo y los subsidios por desempleo generalizados fueron un salvavidas para millones de personas en todo el mundo. Dado que esta forma de ayuda es mucho más fácil y rápida de administrar que los pagos en especie, se ha atribuido a estos planes el mérito de haber mantenido (en su mayor parte) a flote las economías durante y después de la crisis.
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón "Me gusta" de arriba. Y haz clic en el botón "Seguir" de arriba para leer más historias interesantes de loveMONEY.
Comments
Do you want to comment on this article? You need to be signed in for this feature