Taylor Swift ha recorrido un largo camino desde la granja de Pensilvania en la que creció. La superestrella es ahora la mujer más rica del mundo. Lo ha conseguido gracias a su impresionante catálogo musical y a sus giras mundiales con entradas agotadas. La última, de hecho, la ha convertido en multimillonaria.

Como era de esperar, en su camino hacia el estrellato, la artista estadounidense ha acumulado una enorme colección de propiedades inmobiliarias, valorada en unos $95 millones (87,2 millones de euros).

Sigue leyendo para explorar el extraordinario imperio inmobiliario de Taylor Swift...

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.

Han sido unos años trascendentales para Taylor Swift. Su relación con el jugador de fútbol americano Travis Kelce ha acaparado los titulares, al igual que su éxito financiero. La gira Eras Tour catapultó a Taylor al estatus de multimillonaria, con un patrimonio neto de $1.600 millones (1.500 millones de euros).

A pesar de pasar 21 meses de gira, Taylor es bastante hogareña y tiene una increíble colección de propiedades en las que descansar. Sin embargo, su hogar dulce hogar parece un poco diferente de lo que solía ser.

Echemos la vista atrás para ver dónde empezó todo.

Taylor Swift nació el 13 de diciembre de 1989, hija de Scott y Andrea Swift. Su hermano menor, Austin, se unió a la familia dos años después.

Taylor tuvo unos primeros años de vida bastante idílicos y pasó sus años de formación en una granja de árboles de Navidad de 4,45 hectáreas cerca de Reading, Pensilvania.

En la foto, la estrella aparece de niña con sus padres en la finca, conocida como Pine Ridge, que inspiró su éxito navideño de 2019, Christmas Tree Farm.

El padre de Swift, Scott, era asesor financiero y su madre, Andrea, ejecutiva de marketing, por lo que Taylor disfrutó de una infancia relativamente cómoda en Pensilvania.

Durante su gira mundial Reputation en 2018, la cantante hizo un viaje nostálgico a Pine Ridge. En la foto, la vemos delante de un cobertizo rústico de la propiedad, sosteniendo un viejo álbum de fotos en el que aparece de pequeña jugando delante de la misma estructura más de una década antes.

Durante la misma visita, Taylor posó en su antigua habitación infantil con algunos amigos famosos que la acompañaron en el viaje. La acogedora habitación cuenta con ventanas de guillotina, paneles en las paredes y espacio suficiente para una cama individual.

El interés de Taylor por la música comenzó cuando era joven. De niña, su madre la llevaba a la Berks Youth Theatre Academy después del colegio y llegó a protagonizar numerosas producciones, entre ellas Grease y Sonrisas y lágrimas.

Pero no vivió siempre en esta casa y, de hecho, la familia se trasladó a otra propiedad para ayudar a Taylor a despegar en el mundo de la música. ¿Quieres saber cómo era?

Cuando Taylor tenía nueve años, la familia se mudó a esta casa de cinco dormitorios en la cercana localidad de Wyomissing, supuestamente para estar más cerca de sus ensayos teatrales. La estrella aprendió a tocar la guitarra aquí a los 11 años y comenzó a escribir canciones y a grabar maquetas.

Los Swift vivieron en la casa hasta que Taylor tenía 14 años, cuando se mudaron a Hendersonville, Tennessee, para apoyar su carrera musical.

Un año antes, la cantante había firmado un contrato de desarrollo con RCA, propiedad de Sony, convirtiéndose en la compositora más joven en firmar con el sello discográfico.

Taylor dio el salto al mercado inmobiliario en Nashville, Tennessee, donde comenzó su carrera en la música country con su álbum homónimo en 2006.

Después de que "You Belong with Me", de su segundo álbum, Fearless, alcanzara el número 3 en las listas de éxitos, Taylor compró su primera casa en 2009, cuando solo tenía 20 años.

El apartamento de 300 metros cuadrados está situado en el corazón del Music Row de Nashville. Le costó casi $2 millones (1,8 millones de euros), el equivalente a unos $3 millones (2,8 millones de euros) en la actualidad.

Según se dijo, el lujoso interior del ático se muestra aquí en una imagen tomada antes de que Taylor comprara la propiedad. El apartamento, situado en una esquina, tiene tres dormitorios y cuatro baños, paredes con ventanas de suelo a techo y un balcón para que Taylor disfrute de su café matutino.

Taylor renovó el ático por completo durante 18 meses, sustituyendo la estética minimalista por una decoración colorida y caprichosa inspirada en Tim Burton, Alicia en el País de las Maravillas y Peter Pan.

Con el lanzamiento de su álbum Speak Now en 2010, la carrera musical de Taylor se disparó. Su éxito le permitió comprar esta preciosa casa en Beverly Hills por $3,6 millones (3,3 millones de euros) al año siguiente. Hoy en día, su valor ronda los $5,1 millones (4,7 millones de euros).

Protegida por una verja, la casa de 260 metros cuadrados tiene cuatro dormitorios, cuatro baños y una pista deportiva.

La estrella conservó la propiedad durante un tiempo antes de venderla en 2018 por $4 millones (3,7 millones de euros) en una operación fuera del mercado.

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Esa no fue la única compra inmobiliaria de Taylor en 2011. En junio de ese mismo año, también compró esta enorme mansión de estilo neogriego de 464 metros cuadrados para sus padres, Andrea y Scott.

Situada en casi 2 hectáreas de terreno, la propiedad de cuatro dormitorios se conoce como Northumberland Estate. La casa se encuentra en el lujoso barrio de Forest Hills, en Nashville.

La mansión le costó a la cantante $2,5 millones (2,3 millones de euros), lo que supone alrededor de $3,6 millones (3,3 millones de euros) si se ajusta a la inflación actual.

La finca cuenta con una espaciosa casa de invitados, que ocupa 186 metros cuadrados y da a la piscina.

Swift sigue siendo propietaria de la mansión, aunque no está claro quién reside en ella.

En 2012, el año en que Taylor lanzó su cuarto álbum, Red, compró esta magnífica casa de estilo moderno de mediados de siglo en Los Ángeles por $1,8 millones (1,7 millones de euros), lo que equivale a unos $2,5 millones (2,3 millones de euros) en dinero actual.

Construida en 1959, esta propiedad de líneas aerodinámicas supuso un cambio en el estilo arquitectónico de la estrella.

Según el periódico LA Times, la elegante casa se utilizaba como lugar de acogida para los invitados de Taylor mientras vivía en otra residencia de Beverly Hills.

La casa de una sola planta habría sido una encantadora base en Los Ángeles para los visitantes de la estrella. Cuenta con cuatro dormitorios y cinco baños en más de 275 metros cuadrados, espacio más que suficiente para alojar a una familia.

Más allá de su elegante interior, el frondoso jardín trasero cuenta con una piscina estilo laguna, mientras que la terraza y el patio central ofrecen espacios adicionales al aire libre.

Swift vendió la casa en 2018 por $2,7 millones (2,5 millones de euros), obteniendo un buen beneficio con la venta.

2012 fue un año muy ajetreado para la cartera inmobiliaria de Taylor. Además de comprar una nueva residencia en Los Ángeles, adquirió esta magnífica finca frente al mar en Hyannis Port, Massachusetts, por $5 millones (4,6 millones de euros). Alrededor de $7 millones (6,4 millones de euros) si se ajusta a la inflación actual.

Con vistas al resplandeciente estrecho de Nantucket, la casa se encuentra junto a la famosa finca de la familia Kennedy.

Taylor compró la propiedad durante su breve relación con Conor Kennedy, hijo del secretario de Salud de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.

Con una superficie de más de 0,4 hectáreas, la mansión cuenta con 470 metros cuadrados de espacio habitable. El salón es luminoso y espacioso, con techos con vigas blancas y puertas francesas que enmarcan la impresionante costa.

El interior aparece aquí cuando la casa se puso a la venta en mayo de 2025 por $14,5 millones (13,3 millones de euros) con Robert B. Kinlin, de Berkshire Hathaway HomeServices Robert Paul Properties.

La mansión está rodeada de cuidados jardines, una hoguera y una piscina estilo resort, además de 60 metros de playa privada.

Durante la estancia de Taylor, habría sido el refugio perfecto para escapar de la mirada del público.

Sin embargo, la estrella no conservó la propiedad costera durante mucho tiempo. La vendió en 2013 por unos $5,7 millones (5,2 millones de euros), lo que equivale a $7,8 millones (7,2 millones de euros) en la actualidad.

En 2013, la carrera musical de Taylor había explotado con múltiples premios Grammy, People's Choice Awards, Billboard Music Awards y Entertainer of the Year Awards. Mientras tanto, su cartera inmobiliaria seguía creciendo.

Tras vender su casa de Cape Cod, en Massachusetts, la cantante compró esta magnífica mansión costera en Watch Hill, Rhode Island.

La casa frente al mar le costó a Taylor $17,8 millones (16,3 millones de euros), lo que equivale a $24,5 millones (22,5 millones de euros) en la actualidad. Según se dijo, pagó en efectivo por la casa de siete dormitorios y nueve baños.

Por ella, han pasado las amistades más famosas de la artista. ¿Quieres saber cuáles?

La casa cuenta con un comedor para ocho personas con vistas al mar, así como numerosas zonas de estar al aire libre, incluida esta hoguera donde Taylor y sus amigas posaron durante una fiesta del 4 de julio.

A principios de 2025, se solicitaron los permisos para añadir una suite para invitados al plano de la casa, quizás para alojar a los frecuentes invitados famosos de la estrella.

La mansión tiene 213 metros de costa con vistas a Block Island Sound y Montauk Point. Es una casa de vacaciones de ensueño, el lugar perfecto para que la ajetreada estrella se aleje de todo y se relaje con el aire fresco del mar.

La mansión, que en su día fue el hogar de la socialité Rebekah Harkness, inspiró incluso la canción "The Last Great American Dynasty" del octavo álbum de estudio de Swift, Folklore, publicado en el verano de 2020.

En febrero de 2014, Taylor puso sus ojos en Nueva York. El imperio de la estrella en la Gran Manzana comenzó con la compra de no uno, sino dos áticos al director de El señor de los anillos, Peter Jackson.

Las propiedades le costaron algo menos de $20 millones (18,3 millones de euros), alrededor de $27 millones (24,8 millones de euros) en la actualidad.

Tras la venta, Swift fusionó los dos áticos independientes en una enorme vivienda urbana y se mudó a una propiedad alquilada en la zona West Village de Nueva York mientras se realizaban las obras.

Los apartamentos fusionados abarcan un total de 770 metros cuadrados, con diez baños, diez dormitorios y terrazas privadas que añaden 557 metros cuadrados adicionales a la ya amplia superficie.

A lo largo de los años, el Instagram de Taylor ha dado a conocer algunos detalles de la decoración de la casa. Su dormitorio tiene un aire neoclásico, con espejos ornamentados y un mueble de televisión revestido de encaje.

Por su parte, el salón cuenta con paredes de un intenso color rojo, paneles de madera oscura, suelos de tablones anchos y techos con vigas de 3 metros de altura.

Abigail, amiga de la infancia de Taylor, compartió una foto de la gata de la estrella, Meredith, recostada en un sillón de terciopelo en el gran vestíbulo de la casa, donde se puede ver uno de los Grammy de la cantante en el aparador detrás.

A la derecha, la amiga de Taylor, Karlie Kloss, y su exnovio, Calvin Harris, aparecen en la cocina de la cantante en 2015.

El espacio cuenta con azulejos de color crema y rojo, una campana extractora de metal bruñido y armarios blancos tradicionales con vigas rústicas a la vista en el techo.

Más allá de Nueva York, Los Ángeles es otra de las ciudades con más estrellas del país. ¿Tendrá casa allí Taylor?

En 2015, la cantante trasladó su mirada a Los Ángeles y amplió aún más su cartera inmobiliaria con una magnífica mansión de los años 30.

Swift compró esta casa de siete dormitorios a la familia del legendario productor de Hollywood Samuel Goldwyn por $25 millones (22,9 millones de euros), lo que equivale a unos $33,8 millones (31 millones de euros) en la actualidad.

En 2018, solicitó y obtuvo la condición de edificio emblemático para la finca, lo que garantiza que la casa nunca será modificada ni demolida de forma significativa.

El glamour del viejo Hollywood se puede apreciar en toda la casa, especialmente en la gran escalera y las paredes curvas del pasillo.

Swift es la primera persona en poseer la casa fuera de la familia Goldwyn, cuyas legendarias fiestas fueron asistidas en su día por personajes tan prestigiosos como el actor Clark Gable y el actor cómico y cineasta Charlie Chaplin.

La refinada mansión cuenta con numerosas comodidades de lujo, como una sala de cine, una biblioteca, una sala de juegos, un gimnasio, una piscina, una pista de tenis y un apartamento privado para invitados.

Taylor es una gran admiradora del diseño interior tradicional del país y se dice que ha decorado la casa con una combinación de muebles vintage y obras de arte contemporáneo.

En el exterior, la gran piscina está flanqueada por un patio cubierto, ideal para cenar al aire libre.

Se dice que Swift y su arquitecto llevaron a cabo renovaciones exteriores en 2016, un proceso que incluyó la restauración de elementos decorativos de madera, como paneles enrejados y remates de madera.

La cabaña de la piscina también fue restaurada según su diseño original de 1934.

Y volviendo a Nueva York, si te conoces la discografía de Taylor, te sonará la siguiente propiedad...

Mientras Taylor renovaba su ático de Tribeca, alquiló esta cochera reformada en el glamuroso West Village de Nueva York en 2016.

Situada en Cornelia Street, esta casa de piedra rojiza de 6 metros de ancho le costaba a la cantante $39.500 (36.239 €) al mes. Con sus techos de doble altura, sus suelos de madera noble y sus espectaculares vistas de la ciudad, esta histórica vivienda merecía la pena.

A Taylor, le gustó tanto la propiedad que incluso le dedicó una canción, “Cornelia Street”, incluida en su álbum Lover, publicado en 2019.

La propiedad, de 510 metros cuadrados, data de 1870 y cuenta con cuatro dormitorios y siete baños. A pesar de las numerosas renovaciones a lo largo de los años, lo antiguo se mezcla a la perfección con lo nuevo.

El medio de entretenimiento Entertainment Tonight visitó la casa cuando estaba disponible para alquilar en el verano de 2023 por $45.000 (41.284 €) al mes.

En la foto, se ve una de las tres grandes chimeneas de la casa, que es el elemento central del salón contemporáneo.

En 2017, justo antes de lanzar su álbum Reputation, Taylor amplió su imperio en la ciudad de Nueva York con esta casa adosada de $18 millones (16,5 millones de euros), situada junto a su ático de Tribeca.

Según algunas fuentes, Taylor convirtió la casa adosada en una entrada privada y un garaje interior para su casa vecina, lo que le permite evitar la entrada pública del edificio de apartamentos.

La casa adosada se convirtió en la puerta de entrada a la mayor inversión inmobiliaria combinada de Swift hasta la fecha, un extenso complejo de varios pisos que mide más de 1.490 metros cuadrados.

La casa adosada de 465 metros cuadrados cuenta con cuatro dormitorios y cuatro baños distribuidos en tres plantas, una sala de cine, un gimnasio y un dormitorio principal con vestidores y una bañera de hidromasaje de piedra caliza.

También hay una suite para invitados en la primera planta con entrada independiente, ideal para alojar a amigos famosos y familiares.

Por su parte, en la azotea, hay una terraza al aire libre con una pared de papel japonés y una barbacoa de última generación.

Sin embargo, las propiedades de Taylor en Tribeca no terminan ahí. En febrero de 2018, compró otro apartamento en el mismo edificio que sus áticos.

La última incorporación a su complejo, Swift compró el apartamento de 328 metros cuadrados al financiero Jeremy Phillips por algo menos de $9,8 millones (9 millones de euros) en una operación fuera del mercado.

Esto eleva el gasto total de la cantante en la misma manzana de Nueva York a unos $48 millones (44 millones de euros).

¿Quieres ver su interior?

La distribución del apartamento incluye tres dormitorios y tres baños.

Esta imagen de otro loft del edificio da una idea de la estética de la vivienda, que probablemente incluye techos con vigas, columnas de hierro fundido, paredes de ladrillo y enormes ventanas con marcos de roble.

Tras numerosas reformas, se cree que las cuatro propiedades de Taylor se han unido para formar una gran residencia. La coherencia de los interiores debe de haber facilitado la fusión de las numerosas unidades.

Desde la costa este hasta el sureste, en mayo de 2025 se supo que Taylor se había alojado con su novio, Travis Kelce, en su mansión alquilada en Boca Ratón, Florida.

Kelce se mudó para asistir a los entrenamientos de fútbol americano en la zona y, según se dice, Taylor lo visita con frecuencia.

La mansión aparece en la foto de 2020, cuando la casa se puso a la venta en Royal Palm Properties por $22,5 millones (20,6 millones de euros).

Situada frente al mar, la casa cuenta con seis dormitorios, una piscina y una sala multimedia.

Tras unos años muy ajetreados con su gira mundial, que ha batido todos los récords, parece que Taylor por fin se está tomando un descanso. Además de sus escapadas a Florida, la estrella habría estado relajándose con Travis en su complejo de Tribeca mientras él no tiene entrenamiento.

Ahora que parece haber adoptado un ritmo de vida más tranquilo, quizá Taylor centre su atención en ampliar aún más su colección de propiedades e invertir más de su fortuna multimillonaria.

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