El gasto militar mundial se disparó hasta alcanzar la cifra sin precedentes de 2,7 billones de dólares (2,5 billones de euros) en 2024, lo que supone un aumento real del 9,4% con respecto a 2023. Increíblemente, se trata del mayor aumento anual desde, al menos, el final de la Guerra Fría.

Con el mundo sumido en una nueva carrera armamentística costosa y peligrosa, sigue leyendo para conocer los 25 países que más gastaron en defensa el año pasado, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que lleva 76 años haciendo un seguimiento del gasto militar.

Todas las cantidades están expresadas en dólares estadounidenses. Las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.

Adaptado al español por Ana Sabin Paz, redactora en español para loveMONEY.

Los presupuestos de defensa se dispararon en más de 100 países en 2024, con el crecimiento más notable en Europa y Oriente Medio. Impulsados por la guerra en Ucrania y la continua amenaza rusa, los países europeos aumentaron su gasto militar en un 17% en total. Todos los países de la OTAN aumentaron sus presupuestos, y 18 de los 32 miembros gastan ahora el 2% del PIB o más.

El gasto de Oriente Medio se disparó un 15%, impulsado principalmente por los conflictos de Israel. El aumento del gasto militar de China continuó a buen ritmo, lo que llevó a sus vecinos a aumentar también su gasto, por no hablar de EE.UU., que está haciendo todo lo posible por mantener su posición como primera potencia militar mundial.

Singapur, un firme aliado de EE.UU. que también mantiene relaciones cordiales con China, se lleva bien con prácticamente todos los países, una posición pacífica que ayuda a salvaguardar mediante el mantenimiento de un ejército robusto. Como dice el ministro de Defensa, Ng Eng Hen: "Las vallas fuertes hacen buenos vecinos".

El año pasado, el gasto de la ciudad-estado aumentó un 3%, hasta representar el 2,8% de su PIB. Y con el aumento de las tensiones mundiales, Singapur ha aumentado su presupuesto de defensa para el año fiscal 2025 en un 12,4%. Las principales adquisiciones incluyen aviones de combate F35 estadounidenses y submarinos de clase Invencible de fabricación alemana.

El gasto militar de Colombia se centra principalmente en la seguridad interna, más que en amenazas externas. El país latinoamericano se enfrenta a retos persistentes, como los grupos insurgentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las redes criminales vinculadas al tráfico ilegal de drogas, entre otras amenazas internas.

El año pasado, el gasto del país creció un 14%, aumentando hasta el 3,4% de su PIB. El fuerte aumento se produjo cuando el Gobierno intensificó la acción militar en algunas partes del país después de que los grupos rebeldes se retiraran de las conversaciones de paz.

En 2024, el presupuesto de defensa de Taiwán creció un 1,8% y aumentó un 48% con respecto a 2015. La nación insular sigue reforzando sus defensas en medio de las crecientes tensiones con China. Su estrategia consiste tanto en adquirir armas estadounidenses como en mejorar los sistemas nacionales. El año pasado se presentaron nuevos vehículos aéreos no tripulados (UAV) y sistemas antidrones de fabricación taiwanesa, mientras que aproximadamente el 18% del presupuesto se destinó a la adquisición de equipo naval estadounidense y a la mejora de los aviones de combate F-16.

Aun así, con un 2,1%, el gasto de Taiwán como porcentaje del PIB es sorprendentemente modesto, dado el riesgo siempre presente de una invasión china. Los expertos atribuyen esto a diversas razones, desde las luchas políticas internas por los presupuestos hasta los retrasos en la entrega de armas estadounidenses.

El Gobierno mexicano aumentó el gasto militar en un 39% el año pasado. Aunque se trata del tercer mayor incremento relativo a nivel mundial, el gasto total equivale solo al 0,9% del PIB del país. Al igual que en Colombia, el presupuesto militar de México se destina principalmente a la seguridad interna.

El aumento del año pasado se debió a un incremento de la financiación destinada a la Guardia Nacional y la Armada, que ahora se enfrentan al crimen organizado, incluidos los famosos cárteles de la droga mexicanos. De cara al futuro, el Gobierno de la presidenta Sheinbaum parece más abierto a la participación extranjera que la administración anterior, lo que podría traducirse en un gasto militar aún mayor en los próximos años.

En contra de la tendencia mundial, Brasil redujo su gasto en defensa en un 0,4% en 2024. Fue el único país de los 25 primeros que recortó su presupuesto, con una cifra que representa solo el 1% del PIB.

Curiosamente, el gobierno de izquierda de Lula ha aumentado la inversión a pesar del presupuesto limitado, recortando los gastos de personal y liberando más dinero para proyectos sociales sin comprometer la capacidad militar de Brasil.

Argelia es, con diferencia, el país africano que más gasta en defensa. El año pasado, este país representó el 42% del gasto total en defensa del continente, con una cifra de 21.800 millones de dólares (20.000 millones de euros), lo que supone un aumento del 12% con respecto a 2023.

Este amplio gasto, que supone un 8% del PIB del país, se produce en un momento en que el Gobierno argelino se enfrenta a "amenazas regionales sin precedentes" derivadas de los conflictos en Mali, Libia y otros países vecinos, además de las crecientes tensiones con Marruecos.

Los países de la OTAN representaron el 55% del gasto militar mundial el año pasado. Como hemos mencionado, 18 miembros han cumplido el umbral de gasto del 2% del PIB establecido en 2014, frente a los 11 de 2023. Los Países Bajos aún no se encuentran entre ellos, pero están a punto de hacerlo.

El año pasado, el Gobierno neerlandés aumentó el presupuesto de defensa en un 35%, elevando el gasto al 1,9% del PIB, frente al 1,5% de 2023. Es probable que el país alcance el objetivo este año. Además, los miembros de la OTAN están trabajando para alcanzar un objetivo más ambicioso del 5% para 2032 con el fin de hacer frente a las amenazas de Rusia, China y otros países.

España, el miembro más flojo de la OTAN en términos de gasto, tiene el gasto militar más bajo de la alianza en términos relativos, con solo el 1,4% del PIB. El presupuesto de defensa para 2024 supuso un mero aumento del 0,4% con respecto al año anterior. Sin embargo, el presidente Sánchez se ha comprometido a alcanzar el objetivo del 2% del PIB en 2025, muy por delante del plazo fijado por el Gobierno anterior para 2029.

Este año se gastarán 12.000 millones de dólares (11.000 millones de euros) adicionales, que se destinarán principalmente a aumentar el número de efectivos y a invertir en equipamiento militar, ciberseguridad y telecomunicaciones.

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Turquía, también miembro de la OTAN, también ha aumentado su gasto militar en un esfuerzo por alcanzar el objetivo del 2% del PIB. Según el SIPRI, el presupuesto de defensa del país aumentó un 12% el año pasado, pasando del 1,5% en 2023 al 1,9% del PIB.

No obstante, la OTAN, que utiliza una metodología o criterios diferentes para calcular el gasto militar, informó recientemente de que Turquía sí alcanzó el umbral en 2024, superándolo en un 0,09%. En la imagen, un enorme ejercicio naval llevado a cabo por las fuerzas turcas el año pasado frente a la costa de Marmaris.

El gasto militar de Canadá aumentó un considerable 6,8% en 2024, pero el gasto como porcentaje del PIB se mantuvo sin cambios con respecto a 2023, en el 1,3%.

Bajo la presión de la OTAN y con el presidente Trump poniendo sus ojos en Canadá como 51.º estado, el primer ministro Mark Carney pretende aumentar significativamente el presupuesto de defensa en los próximos años, lo que superaría con creces el umbral del 2% del PIB. Carney ha citado las "amenazas estadounidenses" a la soberanía de Canadá como motivo principal del aumento.

El dinero adicional se destinará a la adquisición de submarinos, rompehielos y otro material que pueda utilizarse en el extremo norte de Canadá, procedente de países distintos de los EE.UU., que ahora parecen hostiles.

Con una China cada vez más desafiante, Australia se ha sumado al grupo de países del Asia-Pacífico que están incrementando con fuerza su gasto en defensa. Solo el año pasado, ese gasto creció un 1,9%, lo que curiosamente equivale al 1,9% de su PIB, la misma proporción que el año anterior.

Y esto es solo el comienzo. Para el período 2025-2026, el gobierno de Albanese adelantará 646 millones de dólares (unos 593 millones de euros) en inversiones militares y planea destinar 37.200 millones de dólares (34.200 millones de euros) a las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF) en los próximos diez años.

Italia aumentó su presupuesto solo un 1,4% el año pasado, aunque cualquier aumento es mejor que ninguno; en 2023, el gasto militar del país se redujo en un significativo 5,9%.

A pesar del aumento del 1,4%, el gasto en términos del PIB se mantuvo en el 1,6%. Sin embargo, la presidenta Meloni anunció en abril que Italia alcanzaría el umbral del 2% del PIB de la OTAN este año, justo a tiempo para su reunión en la Casa Blanca con el presidente Trump. Aún se desconoce cómo lo conseguirá el Gobierno, pero Meloni pretende reclasificar el gasto en la Guardia Costera y otros servicios dentro del presupuesto de defensa, una astuta maniobra contable que ayudaría a lograr el objetivo sin gastar un euro.

Con una Rusia agresiva a sus puertas, Polonia está reforzando sus defensas con un aumento colosal del gasto militar. El año pasado, el presupuesto aumentó un 31%, hasta representar el 4,2% del PIB, más que cualquier otro miembro de la OTAN y la carga más pesada de Europa Central y Occidental.

El ejército polaco se ha dedicado a adquirir sistemas de defensa antimisiles de última generación, aviones de combate, tanques y mucho más de EE.UU. y Corea del Sur, y la fiebre compradora no hace más que aumentar. El presidente Duda se ha comprometido a destinar hasta el 4,7% del PIB del país a defensa en 2025.

El gasto militar de Israel se disparó un 65% en 2024, el mayor aumento interanual desde la Guerra de los Seis Días en 1967. La cifra como porcentaje del PIB se infló hasta el 8,8%, lo que convierte a Israel en el segundo país con mayor gasto militar del mundo. Estas cifras no son nada sorprendentes.

Con la implacable guerra en Gaza, la intensa escalada de octubre con Hezbolá en el Líbano y el nuevo y volátil frente abierto por los rebeldes hutíes en Yemen, Israel se ha visto envuelto en múltiples conflictos que están resultando extraordinariamente costosos, además del devastador coste humano para todas las partes.

La principal prioridad de Corea del Sur en materia de defensa es contener la amenaza persistente y cambiante que supone su archienemigo comunista del norte. El año pasado, el país siguió reforzando sus defensas contra Corea del Norte con sistemas de ataque preventivo, como misiles balísticos y cazas F-35.

El presupuesto militar aumentó solo un 1,4%. Sin embargo, la cifra de 47.600 millones de dólares (43.700 millones de euros) supone un aumento del 30% desde 2015, y Corea del Sur soporta ahora la mayor carga militar de Asia Oriental, con un 2,6% del PIB.

El año pasado, el presupuesto de defensa de Japón se disparó un 21%, el mayor aumento anual desde 1952. El gasto militar creció hasta el 1,4% del PIB, una cifra que tampoco se veía desde la década de 1950.

Este aumento refleja un cambio estratégico para contrarrestar las crecientes amenazas de China, Corea del Norte y otros adversarios. Marcando un alejamiento de su constitución pacifista, Japón está reinterpretando su postura de "autodefensa". La nación se embarcó en un rearme en 2022 con su mayor refuerzo militar desde la Segunda Guerra Mundial. Se gastarán un total de 320.000 millones de dólares (294.000 millones de euros) en cinco años, centrándose en la capacidad de ataque a largo alcance y los sistemas de defensa aérea.

Al igual que sus compañeros de la OTAN en Europa, la principal preocupación de Francia en materia de seguridad internacional es contener la agresión de Rusia.

El gasto en defensa del país superó el 2% del PIB, el objetivo de la OTAN, en 2023, y el gasto aumentó un 6,1% en 2024 para garantizar que se mantuviera por encima del umbral. El aumento del gasto está en consonancia con la Ley de Planificación Militar 2024-2030 de Francia, cuyo objetivo es impulsar la autosuficiencia en materia de defensa y la industria armamentística nacional. Esta medida parece muy acertada en estos momentos, dadas las recientes dudas sobre el compromiso futuro de EE.UU. con la alianza transatlántica.

La invasión de Rusia ha supuesto un coste enorme para Ucrania, tanto en términos de vidas perdidas como de dinero gastado. El año pasado, este país devastado por la guerra dedicó un asombroso 34,5% de su PIB a defensa, lo que supone, con diferencia, la mayor carga militar de cualquier país.

El gasto de Ucrania como porcentaje del PIB se redujo del 37%, pero el gasto real aumentó un 2,9%. En cualquier caso, el país en conflicto recibió al menos 60.000 millones de dólares (55.000 millones de euros) en ayuda militar extranjera en 2024, que no se incluye en el total del SIPRI. Si se incluyera, Ucrania ocuparía el cuarto lugar entre los países que más gastan en defensa.

Arabia Saudí lleva mucho tiempo siendo el país que más gasta en defensa de Oriente Medio, y el año pasado no fue una excepción. Pero, aunque el presupuesto de defensa del país equivale a un formidable 7,3% de su PIB, la asignación solo aumentó un 1,5% en 2024 y sigue siendo un 20% inferior a la de 2015, cuando Arabia Saudí nadaba en la abundancia gracias a los ingresos del petróleo.

El país está dispuesto a aumentar considerablemente su gasto este año y recientemente ha acordado un contrato de armas con EE.UU. por valor de 142.000 millones de dólares (130.000 millones de euros), que la Administración Trump ha calificado como el mayor de este tipo en la historia.

El Reino Unido es uno de los 18 miembros de la OTAN que han cumplido el umbral de gasto militar del 2% del PIB establecido por la alianza. El año pasado, el presupuesto de defensa del país aumentó un 2,8%, lo que representa el 2,3% del PIB, un nivel que se mantiene desde 2023 y que supone un aumento con respecto al 2,2% de 2022.

Con un mundo cada vez más peligroso y el apoyo estadounidense ya no garantizado, el primer ministro Starmer anunció recientemente el mayor aumento sostenido del gasto militar del país desde la Guerra Fría. El Gobierno se ha comprometido a aumentar el presupuesto de defensa hasta el 2,5% del PIB para abril de 2027 y hasta el 3% en la próxima legislatura.

El gasto militar de la India aumentó un modesto 1,6% en 2024, pero la cifra supone un aumento del 42% con respecto a 2015. La cifra del año pasado equivale al 2,3% del PIB del país.

El gasto del país se ha incrementado para el año fiscal 2026. La India se enfrenta a diversos retos militares cada vez mayores, desde la invasión de China a lo largo de su frontera hasta los grupos extremistas en sus regiones septentrionales, con un reciente ataque terrorista en Jammu y Cachemira que desencadenó un breve conflicto militar con su adversario histórico, Pakistán.

Al igual que Japón, Alemania se está alejando de su espíritu pacifista de posguerra ante las crecientes amenazas de Rusia, China y otros adversarios, y ante un EE.UU. menos dispuesta a apoyar a sus aliados europeos. El año pasado, el presupuesto de defensa del país aumentó un 28%. Según el SIPRI, el gasto representó el 1,9% del PIB, pero el Gobierno alemán afirma que cumplió el objetivo del 2% de la OTAN en 2024.

Es fundamental señalar que, a principios de este año, el Parlamento alemán votó a favor de un enorme aumento del gasto militar, lo que demuestra el compromiso del país con el rearme y con un papel más activo en la seguridad de Europa.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia está resultando astronómicamente cara tanto para la víctima como para el agresor. El año pasado, el Kremlin gastó aproximadamente 149.000 millones de dólares (137.000 millones de euros) en su ejército, lo que supone un aumento del 38% con respecto a 2023 y el doble del gasto total de la década anterior. El gasto equivalía al 7,1% de su PIB y al 19% del gasto público total. Pero el gasto real podría ser mucho mayor.

Como ha señalado el SIPRI, el gasto público ruso se ha envuelto en un velo de secretismo y es probable que gran parte del coste real de la guerra se oculte.

El gasto militar de China aumentó un 7% en 2024, el trigésimo año consecutivo de crecimiento, con un gasto equivalente al 1,7% del PIB, una cifra que se mantuvo sin cambios con respecto a 2023.

China está modernizando su ejército y últimamente ha presentado una serie de armas futuristas, desde una nueva y aterradora bomba de hidrógeno hasta un gigantesco dron nodriza capaz de lanzar un enjambre de 100 drones kamikazes en cuestión de segundos. Es importante señalar que el gasto de China es mucho mayor en términos de poder adquisitivo, ya que, según una estimación, alcanzará los 567.000 millones de dólares (520.000 millones de euros) en 2024. Además, según The Economist, los datos precisos sobre el gasto en defensa son poco claros en el caso de China, por lo que la cifra real podría ser aún mayor y mucho más cercana al gasto de EE.UU. en términos relativos.

La primera potencia militar mundial aumentó su gasto en defensa un 5,7% el año pasado, manteniendo la cifra en un generoso 3,4% del PIB y representando el 37% del gasto total mundial.

Puede que el presidente Trump se centre más en proteger a EE.UU. que en actuar como policía del planeta, pero está tratando de aumentar el presupuesto del Pentágono, proponiendo un paquete de 1 billón de dólares (0,9 billones de euros) para el año fiscal 2026. Los planes futuros del presidente incluyen un sistema de defensa antimisiles Golden Dome que cubriría todo el país y que podría costar hasta 542.000 millones de dólares (497.000 millones de euros).

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