El lado MÁS íntimo de la familia real británica: Fotos inéditas que muestran su lado más personal
La familia real británica en su privacidad

Si hay algo en lo que casi todos coinciden, es en que la familia real británica es, sin duda, la más conocida del mundo. Sus tradiciones, estilo de vida, residencias y apariciones públicas siempre acaparan la atención de los medios internacionales, incluidos los españoles.
Pero, ¿cómo son realmente cuando se apagan los focos? ¿Qué ocurre cuando se alejan del protocolo y disfrutan de la intimidad de sus castillos y palacios?
Para responder a esta pregunta, hemos buceado en los archivos fotográficos y seleccionado algunas de las imágenes más entrañables y sorprendentes, que nos muestran a los Windsor en su faceta más relajada y personal, a lo largo de distintas etapas de su vida.
Haz clic o desliza para viajar al pasado y descubrir cómo es la vida privada de la realeza británica cuando nadie la observa.
1861: La reina Victoria y el príncipe Alberto en el Palacio de Buckingham

La reina Victoria tenía apenas 42 años cuando perdió al gran amor de su vida, el príncipe Alberto, en diciembre de 1861. Es bien sabido que, devastada por su muerte, vistió de luto riguroso durante los 40 años que le sobrevivió.
Esta emotiva fotografía de la pareja, tomada en el Palacio de Buckingham tan solo nueve meses antes del fallecimiento de Alberto, refleja la serena intimidad y profunda conexión que compartían.
Victoria fue además la primera monarca en establecer su residencia en este icónico palacio neoclásico en 1837, y no tardó en ampliar sus estancias con una cuarta ala para albergar a su creciente familia.
1868: La reina Victoria con su familia en el castillo de Balmoral

Regalo del príncipe Alberto a la reina Victoria en 1852, Balmoral se convirtió en el refugio de verano favorito de la pareja y de su numerosa familia.
En esta fotografía de 1868, la monarca aparece acompañada por cinco de sus nueve hijos, entre ellos el futuro Eduardo VII, vestido con falda escocesa y una tradicional bolsa de cuero, en un guiño al estilo local.
Victoria, al frente del grupo, luce el riguroso traje de luto que no abandonaría jamás tras la muerte de su esposo, ocurrida siete años antes. Una imagen íntima y poderosa de una reina marcada por la pérdida, pero siempre rodeada de los suyos.
1887: La reina Victoria con su familia en Osborne House

Osborne House, en la isla de Wight (la isla más grande de Inglaterra), fue la residencia favorita de la reina Victoria y el lugar donde crio a sus nueve hijos.
Concebida por el arquitecto Thomas Cubitt, sus lujosas estancias reflejan el esplendor de una época en la que el Imperio Británico se extendía por todo el mundo.
En esta imagen, vemos a la reina Victoria celebrando una fiesta familiar en los jardines del palacio, mientras dos sirvientes indios observan la escena.
Tras ser proclamada emperatriz de la India en 1877, Victoria desarrolló una gran fascinación por el país y, con el tiempo, incorporó a varios sirvientes indios a su servicio personal.
Una instantánea que combina la calidez familiar con la representación simbólica de un imperio en su máximo apogeo.
1925: El duque y la duquesa de York en Balmoral

George, por entonces duque de York, y su esposa Elizabeth, duquesa de York, quienes más tarde serían el rey Jorge VI y la querida reina madre aparecen a la derecha en esta fotografía.
Junto a ellos se encuentra la madre del duque, la reina María, y su hermano Jorge, duque de Kent, que falleció trágicamente en un accidente aéreo en 1942.
Posan frente a los muros de granito del castillo, una imponente construcción diseñada por el arquitecto escocés William Smith, con la valiosa implicación del príncipe Alberto, consorte de la reina Victoria.
Fue él quien se encargó de la decoración interior, eligiendo elementos muy representativos de Escocia, como telas de cuadros escoceses (tartán), estampados florales con cardos (la flor nacional escocesa) y trofeos de caza, reflejando así su pasión por la vida rural y el paisaje escocés.
1931: El duque y la duquesa de York en el castillo de Glamis

Los futuros reyes, el duque y la duquesa de York, posan aquí junto a su hija, la princesa Isabel, y Diana, sobrina de la duquesa, en el castillo de Glamis, situado en Angus, Escocia. La familia asistía a la celebración de las bodas de oro del conde y la condesa de Strathmore, padres de la duquesa.
Este castillo tuvo un gran significado personal para ella, ya que fue allí donde pasó su infancia. Tras casarse con el duque en 1923, pasaron parte de su luna de miel en Glamis. Además, fue el lugar donde nació su segunda hija, la princesa Margarita, en 1930.
1932: El duque y la duquesa de York en la Little House, Royal Lodge

El duque y la duquesa de York recibieron un regalo muy especial por parte del pueblo galés con motivo del cumpleaños de su hija, la princesa Isabel, el 21 de abril de 1932: una pequeña casa de juegos a tamaño infantil llamada Y Bwthyn Bach (en galés, “La Casita”).
Esta encantadora cabaña, conocida como la casa de muñecas más lujosa de su época, fue instalada en los jardines de Royal Lodge, cerca del castillo de Windsor. Contaba con techo de paja, luz eléctrica, agua corriente fría y caliente, y una estantería repleta de minilibros de Beatrix Potter. La pareja pasó allí muchos ratos entrañables jugando con sus hijas.
1940: Las princesas Isabel y Margarita en el castillo de Windsor

La princesa Isabel tenía solo 13 años cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el 3 de septiembre de 1939. Al igual que muchos niños que vivían en Londres, ella y su hermana, la princesa Margarita, fueron evacuadas para protegerlas del peligro de los bombardeos.
Un año después, en 1940, pronunció su primer discurso oficial a la nación desde uno de los salones del castillo de Windsor, dentro del programa de radio Children’s Hour (La Hora de los Niños), de la BBC.
El objetivo era claro: animar y consolar a los niños y niñas que, como ellas, habían sido separados de sus familias a causa del conflicto.
1942: Las princesas Isabel y Margarita en Royal Lodge

Las princesas Isabel y Margarita pasaron gran parte de su infancia en Royal Lodge, una residencia campestre situada en la finca de Windsor, que sus padres adquirieron en 1932.
Aunque la decoración ha cambiado con el tiempo, esta encantadora fotografía tomada en 1942 nos permite imaginar el ambiente acogedor y elegante de entonces: en ella vemos a la reina Isabel leyendo junto a la pequeña princesa Margarita en uno de los salones principales, en un momento de tranquilidad familiar en plena Segunda Guerra Mundial.
1946: Las princesas Isabel y Margarita en el Palacio de Buckingham

Las princesas Isabel y Margarita fueron las últimas integrantes de la familia real británica en recibir educación en casa, una práctica habitual entre los miembros de la realeza hasta mediados del siglo XX. Su formación estuvo a cargo de Marion Crawford, una institutriz escocesa a la que ambas llamaban cariñosamente "Crawfie", además de contar con varios tutores privados especializados en distintas materias.
Como parte de su educación, ambas aprendieron a tocar el piano, aunque fue la princesa Margarita quien demostró un talento especial para la música. Era conocida por ser la cantante y pianista de la familia, mientras que Isabel (la futura reina Isabel II) mostraba desde pequeña una fuerte inclinación por la vida al aire libre, los caballos y los perros, pasiones que la acompañaron toda su vida.
En esta imagen las vemos en la sala de estudio del Palacio de Buckingham, donde recibían clases de materias como historia constitucional, francés y alemán, parte de una formación pensada para preparar a Isabel como futura monarca.
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1950: Bautizo de la princesa Ana en el Palacio de Buckingham

El bautizo de la princesa Ana tuvo lugar en el Salón de Música del Palacio de Buckingham, el mismo espacio donde también fueron bautizados los tres hijos mayores de la reina Isabel II.
En la imagen, a la izquierda, vemos a la reina madre atendiendo al pequeño príncipe Carlos, que entonces tenía casi dos años. A su lado se encuentran su padre, el duque de Edimburgo, y la reina María, abuela paterna de la reina.
Conocido originalmente como el Salón de Estado, el actual Salón de Música es una de las estancias más elegantes del palacio. Está decorado con columnas de escayola pintadas de azul, grandes espejos, puertas ornamentadas y dos imponentes lámparas de araña de cristal tallado, que refuerzan su carácter ceremonial.
1951: La princesa Isabel y el duque de Edimburgo en Clarence House

Clarence House se convirtió en la residencia oficial en Londres de la princesa (más tarde reina) Isabel y el príncipe Felipe tras su boda en noviembre de 1947. Situada junto al Palacio de St James, la casa fue construida en la década de 1820 por el famoso arquitecto John Nash para el duque de Clarence.
Aquí vemos al príncipe Carlos, de dos años, en brazos de su padre, el duque de Edimburgo, mientras Isabel sostiene a la princesa Ana mientras pasean por los jardines de la magnífica mansión de estuco blanco.
A pesar de que solo vivieron aquí durante cinco años, la pareja encargó importantes obras de renovación durante su estancia.
1951: El príncipe Carlos y la princesa Ana en Birkhall

Birkhall, una finca privada de la familia real situada junto a Balmoral, en Escocia, ha sido un lugar muy especial para el rey Carlos desde su infancia.
En esta imagen de principios de los años 50, vemos al príncipe Carlos, de casi tres años, y a su hermana la princesa Ana, escuchando las gaitas matutinas, una tradición que el actual monarca sigue manteniendo.
Carlos y Camilla pasaron aquí su luna de miel. En su juventud, el rey solía refugiarse en esta casa para escapar del colegio Gordonstoun, al que llegó a describir como “Colditz con falda escocesa”, en alusión a su dureza.
1965: La familia real en Frogmore House

Frogmore House, situada a poco más de un kilómetro del castillo de Windsor, ya no es residencia oficial, pero sigue usándose para eventos privados. Fue el lugar elegido por los duques de Sussex para la recepción de su boda en 2018.
En esta imagen, los jardines y la fachada blanca sirven de fondo perfecto para una escena familiar con la reina Isabel II y su hijo menor, el príncipe Eduardo, en su cochecito vintage Silver Cross.
La reina Victoria también tenía un fuerte vínculo con esta casa. Allí están enterrados ella y el príncipe Alberto, en un mausoleo dentro del recinto.
1969: La familia real en Sandringham

A diferencia de otras residencias reales, Sandringham es conocida por su ambiente relajado e informal. Ha sido descrita incluso como “la casa más cómoda de Inglaterra”, y no es de extrañar que la familia real pase aquí la Navidad cada año.
En esta imagen, decorada con estilo eduardiano, vemos al príncipe Eduardo leyendo el periódico con su padre, el príncipe Felipe, mientras Carlos y Andrés parecen entusiasmados por jugar con su arco y flechas junto a la chimenea.
1969: La familia real en Windsor

En 1969, el público tuvo un acceso excepcional al interior del castillo de Windsor en un documental sin precedentes de la cadena británica BBC, Royal Family (Familia Real). Se mostró a la familia comiendo, charlando y riendo, incluso viendo la televisión.
En esta fotografía, la reina Isabel II almuerza con el príncipe Felipe y sus hijos, la princesa Ana y el príncipe Carlos, en uno de los comedores del castillo.
El programa fue muy popular cuando se emitió en junio de 1969, pero fue rápidamente prohibido por la reina. Reapareció en YouTube en 2021.
1972: La familia real en el Palacio de Buckingham

Aunque el Palacio de Buckingham no era la residencia favorita de la reina Isabel II, pasaba allí la semana laboral y ocupaba 25 habitaciones en el ala noroeste, con vistas a Constitution Hill.
Para celebrar su 25.º aniversario de boda con el príncipe Felipe en 1972, eligió la suite belga, situada en la planta baja, como escenario para una foto oficial. Esa misma suite fue su hogar en los primeros años de matrimonio y allí nacieron los príncipes Andrés y Eduardo.
En 2011, también alojó al presidente Barack Obama y a Michelle Obama durante su visita oficial al Reino Unido.
1972: La familia real en Balmoral

La reina Isabel II visitaba Balmoral desde niña y mantuvo esa tradición con su propia familia. En esta imagen, la vemos frente al castillo, junto a sus hijos, todos vestidos con kilts, como marca la tradición escocesa.
Los jardines y terrenos del castillo, un magnífico ejemplo de la arquitectura baronial escocesa, han estado abiertos al público durante años. Sin embargo, no fue hasta después de su fallecimiento cuando se permitió el acceso al interior del castillo.
En 2024, Balmoral abrió por primera vez sus estancias privadas al público, algo que no había ocurrido desde que se completó su construcción en 1856.
1981: La princesa Ana y el capitán Mark Phillips en Gatcombe Park

En esta imagen, la princesa Ana y su entonces marido, el capitán Mark Phillips, son entrevistados en el salón de su residencia de Gatcombe Park, en Gloucestershire, por el reconocido periodista Brian Moore, poco antes del nacimiento de su segunda hija, Zara, en mayo de 1981.
La casa, una mansión de nueve dormitorios catalogada como edificio protegido, está situada en pleno corazón de la increíble campiña inglesa y fue un regalo de la reina Isabel II en 1976. La propiedad está rodeada por más de 280 hectáreas de campo.
Además, la princesa Ana mantiene una residencia oficial en Londres, en el Palacio de St James.
1983: el príncipe y la princesa de Gales en el Palacio de Kensington

Tras su boda en 1981, el príncipe Carlos y la princesa Diana se instalaron en el apartamento 8 del Palacio de Kensington, uno de los varios apartamentos reales situados entre Clock Court e Ivy Cottage.
En esta imagen familiar, tomada en el salón de su residencia cuando el príncipe Guillermo tenía ocho meses, se aprecia una decoración tradicional, con papel pintado azul, cuadros y ramos de flores, que aportaban un aire cálido y clásico al hogar.
1985: La princesa Diana y los príncipes Guillermo y Harry en el Palacio de Kensington

Diana, princesa de Gales, dio a luz a Guillermo en 1982 y a Harry en 1984. En esta imagen la vemos tocando el piano en el Palacio de Kensington, rodeada de fotografías familiares.
Transformó los apartamentos en un hogar acogedor, adaptando la planta superior como sala de juegos y dormitorios para sus hijos. Para ello, contó con el diseñador Dudley Poplak, que decoró con muebles de la exclusiva firma infantil Dragons.
Aunque tuvo dificultades para adaptarse al protocolo real, Diana desarrolló un fuerte apego al palacio, al que cariñosamente llamaba por sus inciales en inglés, "KP" (Kensington Palace).
1986: La princesa Diana y el príncipe Harry en Highgrove

Carlos y Diana dividían su vida entre el Palacio de Kensington y su residencia en el campo, Highgrove House, una finca que el príncipe compró en 1980 como refugio rural, un año antes de casarse.
Aunque a Diana no le entusiasmaba la casa, le parecía demasiado pequeña para una propiedad real, se esforzó por convertirla en un lugar donde crear recuerdos familiares felices.
En esta imagen la vemos en el parque infantil de la finca junto al pequeño príncipe Harry, de casi dos años, vestido con el uniforme del Regimiento Paracaidista del Ejército Británico.
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