Descubre la inquietante ciudad Disney fantasma con castillos de cuentos de hadas
La ciudad fantasma sacada de Disney

El complejo turístico Burj Al Babas prometía elegantes castillos de inspiración europea y lujosas comodidades para sus acaudalados compradores. Ahora bien, lo que debería haber sido un desarrollo de ensueño pronto se convirtió en una pesadilla.
Más de una década después, el lugar sigue abandonado.
Explora esta inquietante ciudad abandonada de Turquía, donde mansiones de cuento de hadas inspiradas en Disney se encuentran vacías en un mar de escombros.
Sigue leyendo para descubrir la extraña historia que se esconde detrás de este complejo abandonado...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Congelado en el tiempo

Que no te engañen los castillos de cuento de hadas. La historia de este asentamiento en decadencia no tiene un final feliz, al menos por ahora.
Escondido en las colinas del noroeste de Turquía, Burj Al Babas tenía que ser lo último en viviendas de lujo, pero ahora es un lugar realmente inquietante.
El lugar está situado cerca de la histórica ciudad de Mudurnu, famosa por su arquitectura bizantina y otomana, digna de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El insólito complejo fue recibido con sentimientos encontrados por los lugareños. Mientras que el alcalde de Mudurnu apoyaba plenamente el proyecto, otros consideraban que los grandiosos minicastillos de inspiración europea chocaban con la estética tradicional de la zona.
De sueño a desastre financiero

Cientos de casas idénticas con torretas se alinean en filas ordenadas. Lo que pretendía ser una nueva y bulliciosa comunidad llena de residentes acomodados es ahora una surrealista ciudad fantasma, abandonada a los caprichos de la madre naturaleza.
El caso de Burj Al Babas es una apasionante historia de grandes ambiciones, controversia y pérdidas devastadoras, que deja su futuro en un delicado equilibrio.
Inspiración francesa

El Sarot Group invirtió una fortuna en un idílico terreno de 101 hectáreas a las afueras de la histórica ciudad de Mudurnu, en el noroeste de Turquía.
Animados por un mercado inmobiliario en auge, imaginaron un caprichoso y romántico complejo balneario con 732 villas, inspirado, según se dice, en el castillo de Chenonceau, en el valle del Loira (Francia), y en la torre cónica de Gálata, en Estambul.
La construcción de este fantasioso complejo de $200 millones (183 millones de euros) comenzó alrededor de 2011.
Espectacular propaganda

Dirigido por los hermanos Mezher y Mehmet Yerdelen, junto con su socio comercial Bulent Yilmaz, el Sarot Group elaboró un folleto espectacular para atraer a su mercado objetivo: los turistas adinerados del Golfo.
Esta zona concreta de Turquía es muy popular entre los visitantes del Golfo, que se sienten atraídos por su clima agradable, sus paisajes verdes y sus tranquilas ciudades balneario.
La empresa optó por un nombre árabe para el proyecto: "Burj" significa "torre" o "torreón", mientras que "Al Babas" hace referencia a un famoso balneario de la región.
Lo tenía todo para convertirse en una atracción turística…
Atracción turística

En el centro del complejo, iba a haber un extenso complejo de ocio ubicado en un edificio neoclásico, con guiños arquitectónicos al Capitolio de los Estados Unidos, la Basílica de San Pedro del Vaticano y la Catedral de San Pablo de Londres.
Las aguas termales que brotan bajo el complejo son famosas por sus propiedades curativas, y el Sarot Group tenía previsto aprovechar al máximo este extraordinario recurso.
Su intención era decorar el complejo central con una serie de elementos impresionantes, como un parque acuático con toboganes y ríos, piscinas cubiertas, baños turcos, saunas y baños de vapor. Las aguas, un recurso sostenible, se habrían utilizado también para calentar el complejo.
Interiores de lujo

No se iba a escatimar en gastos en el interior de Burj Al Babas. A juzgar por esta imagen de una piscina cubierta bajo una de las cúpulas del edificio, habría estado revestida de mármol caro.
Además de albergar las instalaciones del spa, el centro del complejo cuenta con una gran variedad de lujosas comodidades. Entre ellas, se incluyen boutiques, restaurantes, cines, zonas de juegos para niños, salas de conferencias y salas de reuniones, por no mencionar los centros de fitness y belleza, las pistas de tenis y baloncesto y los campos de fútbol cubiertos.
Cuento de hadas

Mientras tanto, cada una de las 732 residencias propuestas fue diseñada con el mismo estilo arquitectónico caprichoso, como si salieran directamente de un libro de cuentos.
El arquitecto consultor Naci Yoruk declaró a arabianbusiness.com que los clientes insistieron en el característico diseño de castillo. Añadió torres al estilo Disney, tejados abuhardillados, buhardillas, balcones con balaustradas de piedra y abundantes decoraciones.
Habitaciones suntuosas

Las casas se diseñaron inicialmente para ser igual de impresionantes por dentro, si no más. Las habitaciones iban a contar con techos altos, yeserías ornamentadas, suelos de parqué y otros acabados de calidad, incluida una amplia escalera de caracol que conducía a la planta superior y una impresionante terraza en la azotea.
Toques de lujo

Se iba a instalar un jacuzzi en cada planta para que los propietarios pudieran bañarse en aguas termales curativas. Los compradores podían elegir entre una piscina cubierta y un ascensor.
Una vez iniciada la construcción, el Sarot Group abrió una oficina en Kuwait y comenzó a comercializar su visión utópica, con villas a precios que oscilaban entre los $370.000 (339.450 €) y los $500.000 (458.716 €).
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Oposición local

Mientras tanto, la comunidad local se opuso al controvertido proyecto iba en aumento. Aunque se dice que el alcalde de Mudurnu en aquel momento, Mehmet İnegöl, apoyaba al 100% el proyecto, otros miembros de la comunidad lo criticaban, argumentando que los minicastillos estaban completamente fuera de lugar y acabarían afeando el paisaje.
Mudurnu, que podría ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se remonta a la época romana y es famoso por su peculiar arquitectura bizantina y otomana.
Normas más estrictas

Desde entonces, el gobierno turco ha introducido normativas destinadas a preservar la integridad histórica de las ciudades, pueblos y aldeas del país, y a evitar que proyectos similares salgan del papel.
Sin embargo, las normas entraron en vigor después de que se iniciaran las obras en Burj Al Babas y la construcción continuó sin cesar, con una plantilla máxima de 8.000 trabajadores que se afanaban en el desarrollo.
¿Problemas legales?

El entonces alcalde intentó calmar las preocupaciones de los vecinos, asegurándoles que el complejo quedaría oculto en un valle a las afueras de la ciudad.
Según el medio de comunicación turco en inglés Hürriyet Daily News, en 2015 se presentó una denuncia penal contra el Sarot Group por daños medioambientales en Burj Al Babas.
Su informe menciona la destrucción de 82 pinos negros y robles y el vertido de tierra excavada en 2 hectáreas de bosque virgen. Eso enfureció aún más a los residentes de Mudurnu, que ya estaban en pie de guerra por la arquitectura incongruente del complejo turístico.
Grandes esperanzas

Durante las primeras fases del proyecto, los castillos de cuento de hadas se vendían como pan caliente y todo pintaba bien para el proyecto desde el punto de vista financiero.
Compradores adinerados de Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudí hacían cola para invertir en el proyecto y asegurarse su propio castillo de estilo francés.
Pero se avecinaba una tormenta...
Fuertes vientos en contra

La economía turca se estaba hundiendo y la caída de los precios del petróleo estaba afectando duramente al bolsillo del mercado objetivo del promotor. Las ventas comenzaron a agotarse, pero las obras continuaron.
En el verano de 2018, se habían construido 587 mini castillos, aunque en diferentes estados de finalización. Solo se habían vendido unos 350.
Pero una economía en caída eso no fue el único problema…
Dentro de las villas

Para agravar los problemas económicos del promotor, según se informa, algunos compradores tenían dificultades para pagar el coste de las villas.
Según el portal Domusweb.it, el vicepresidente de la empresa, Mezher Yardelen, declaró: "Algunos compradores no han podido pagar [el coste de] la villa".
Con una deuda que ascendía a $27 millones (24,8 millones de euros), la empresa necesitaba deshacerse rápidamente de los minicastillos restantes. Las villas se equiparon, pero el negocio seguía sin levantar cabeza.
Fases finales

El Sarot Group también afirmó en la publicación que el proyecto se encontraba en "fases finales" y que las villas estaban "completadas en un 90%".
Sin embargo, en junio de 2018, el Sarot Group solicitó un concordato, un acuerdo que permite a los deudores "bienintencionados y honestos" pagar parte de lo que deben para apaciguar a los acreedores y evitar la quiebra.
Decreto de quiebra

El tribunal concedió a la empresa tres meses para saldar sus deudas de acuerdo con los términos del acuerdo, pero el Sarot Group no pudo pagar el dinero necesario y se cumplió el plazo.
El Sarot Group solicitó permiso para reestructurar las deudas pendientes, pero el tribunal lo denegó. En noviembre de 2018, dictó una orden de quiebra. La construcción se paralizó a pesar de las peticiones para que continuara.
Superando la crisis

En ese momento, el Sarot Group afirmó que la empresa solo necesitaba vender 100 villas más para saldar sus deudas.
"El proyecto está valorado en $200 millones (183 millones de euros)", comentó el presidente del Sarot Group, Mehmet Emin Yerdelen, en noviembre de 2018. "Solo necesitamos vender 100 villas para saldar nuestra deuda. Creo que podemos superar esta crisis en 4-5 meses e inaugurar parcialmente el proyecto en 2019".
Pueblo fantasma abandonado

Sin embargo, por desgracia para el grupo, no pasó gran cosa en los años que siguieron a los comentarios positivos de Yerdelen.
Burj Al Babas se ha convertido prácticamente en una ciudad fantasma abandonada. Aunque el tribunal finalmente permitió al Sarot Group seguir comercializando los mini castillos terminados después de que los abogados de la empresa presentaran un recurso, el proyecto se paralizó.
¿Era ese el fin de Burj al Babas?
Pasaportes dorados

En 2018, en un intento por atraer a inversores inmobiliarios extranjeros para impulsar el mercado en declive, el gobierno turco tomó medidas para reducir la inversión inmobiliaria mínima necesaria para que un ciudadano extranjero obtuviera la ciudadanía de $1 millón (890.000 millones de euros) a solo $250.000 (223.000 €)
Sin embargo, eso no terminó con las dificultades.
Casas ajustadas

Aunque cada uno tiene un pequeño jardín, los mini castillos están casi uno al lado del otro, con poco espacio entre ellos.
"Piden muros", dijo Mehmet Yerdelen al periódico estadounidense The New York Times, "pero yo les digo que no, que en su lugar habrá árboles".
Voz positiva

El periódico The New York Times también habló con Imad Yousef, un agente inmobiliario de Kuwait, que se mostró optimista sobre el proyecto.
"Espero ganar algo de dinero y lo usaré para mí", dijo. "Cuando el proyecto esté terminado, si Dios quiere, será increíble".
Inversores expectantes

Otros compradores, como puedes imaginar, no son tan optimistas.
"En 2013, compré un estudio en régimen de multipropiedad por 13.000 liras turcas (300 €). Pagué el coste íntegro. Mi multipropiedad debía entregarse en 2015", declaró el inversor Nilüfer Önce al Hürriyet Daily News. Otro pidió que le devolvieran el dinero.
Reanudación de las obras

En noviembre de 2019, se produjo un gran avance.
Para entonces, el Sarot Group había liquidado el 50% de sus deudas, lo que convenció al tribunal para que revocara la decisión de quiebra.
Se concedió el permiso para reanudar la construcción de las villas restantes, para gran alegría del promotor y los inversores del proyecto.
¡Pero llegaron más problemas!
Más retrasos

La construcción se paralizó de nuevo durante el invierno debido a las inclemencias del tiempo y luego llegó la pandemia. Esta situación probablemente añadió un retraso muy significativo debido al confinamiento y otras medidas para mitigar la enfermedad.
Aun así, Burj Al Babas no ha carecido de visitantes en los últimos años. Las casas de ensueño abandonadas se han convertido rápidamente en una atracción de culto.
Iniciativas artísticas

En febrero de 2020, el diseñador conceptual y director Alexandre Humbert rodó un cortometraje en Burj Al Babas, reimaginando el lugar como un parque temático llamado Sleeping Beauties. Allí, los visitantes pagan una pequeña entrada para fotografiar las villas vacías.
Mientras tanto, en otoño de ese mismo año, se rodó en esta moderna ciudad fantasma y sus alrededores el videoclip de "Lose Control", el gran éxito de Meduza, que tiene un aire postapocalíptico y vanguardista.
Lugar de interés

El lugar también ha atraído a muchos entusiastas de la exploración urbana. En diciembre de 2020, el intrépido vloguero y presentador de televisión británico Mike Corey visitó Burj Al Babas con un par de amigos. Publicó un vídeo de la experiencia en su canal de YouTube Fearless & Far, que acumuló más de 2,4 millones de visitas.
Sin embargo, a juzgar por las últimas imágenes que han salido a la luz, poco ha cambiado en los últimos años en este destartalado asentamiento...
Fecha de finalización

Esta imagen muestra las villas cubiertas de nieve en febrero de 2022.
Aunque su arquitectura sigue siendo grandiosa y majestuosa, muchas están expuestas a los elementos y a las heladas invernales. Parece que hay una línea eléctrica que atraviesa el recinto, pero no parece muy estable. Los materiales de construcción abandonados cubren el suelo helado.
Nadie sabe si este complejo abandonado se terminará alguna vez. El director general del Sarot Group, Mezher Yerdelen, prometió que el proyecto estaría terminado en 2021.
Aunque es evidente que esa promesa no se ha cumplido, desde entonces ha habido un cambio de propietario, lo que podría suponer la remodelación del lugar.
Cambio de manos

Según la publicación de viajes Atlas Obscura, Burj Al Babas fue adquirida por la multinacional estadounidense NOVA Group Holdings a finales de 2021.
Mujat Guler, director general de NOVA Türkiye, confirmó la compra a la publicación: "Sí, hemos adquirido este proyecto y algunos más de Sarot. Continuaremos según lo previsto y, al igual que Sarot, estamos buscando activamente futuros clientes en los países del Golfo".
No está claro qué pretende hacer la empresa estadounidense con el terreno. Podría ser completamente remodelado como un nuevo proyecto residencial o comercial.
Alternativamente, NOVA podría optar por salvar lo que pueda del terreno y finalmente llevar a cabo el plan original.
Construcción paralizada

Sin embargo, a juzgar por esta imagen de Google Earth, que muestra Burj Al Babas tal y como estaba el 27 de septiembre de 2023, el lugar se encuentra prácticamente en el mismo estado que en los últimos años, a pesar del cambio de propietario.
Sin embargo, es impresionante ver la magnitud del proyecto desde el cielo. Todas esas hileras ordenadas de villas inactivas, esperando a unos residentes que quizá nunca lleguen.
Futuro incierto

Teniendo en cuenta que la obra lleva tiempo sin avanzar y juzgando por las últimas imágenes del complejo, no parece que los nuevos propietarios de la ciudad tengan prisa por revivir este proyecto tan desafortunado.
Quién sabe si este proyecto fallido llegará a ver algún día su gran plan hecho realidad. Esperemos que, algún día, Burj Al Babas consiga el rescate de cuento de hadas que tanto necesita.
El Sarot Group no respondió a las solicitudes de comentarios para este artículo.
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