Recorremos el pueblo fantasma de lujo que fue abandonado de un día para otro
El lujoso refugio de montaña olvidado por el tiempo

Escondido entre los bosques de las Grandes Montañas Humeantes, una grandiosa cadena montañosa ubicada en la frontera entre los estados de Tennessee y Carolina del Norte, en el sureste de Estados Unidos, se encuentra un paraíso vacacional olvidado que en su día fue frecuentado por las familias más adineradas del este de Tennessee. Ahora reducido a un pueblo fantasma, Elkmont bullía antaño de encantadoras cabañas de madera y lujosas comodidades a finales del siglo XIX y siglo XX; la exclusiva comunidad incluso contaba con una “calle de millonarios”.
Haz clic en la flecha de la derecha para viajar en el tiempo y descubrir por qué este refugio de montaña fue abandonado tan precipitadamente y por qué su futuro parece finalmente prometedor…
Escapada a la montaña

Elkmont fue fundada en 1908 por la Little River Lumber Company como una comunidad maderera, aunque los habitantes de las ciudades habían comenzado a visitar la zona a finales del siglo XIX para escapar del calor sofocante de Knoxville y otras ciudades cercanas de Tennessee. Viajaban hasta el idílico entorno rural en caravanas para pasar los calurosos días de verano en el fresco aire de la montaña.
Atracción turística

Sin embargo, el turismo en Elkmont no vivió su verdadero auge hasta 1910, cuando la Little River Lumber Company, una empresa maderera que operaba en la región, comenzó a vender parcelas de tierra a miembros de la élite de Knoxville. Esta compañía había sido fundada a principios del siglo XX para explotar los vastos bosques de los Apalaches, y jugó un papel crucial tanto en el desarrollo económico de la zona como en su posterior conversión en destino turístico.
El año anterior, en 1909, la empresa había establecido un servicio ferroviario diario que conectaba Knoxville con Elkmont, lo que facilitó enormemente el acceso al área. Los excursionistas y veraneantes recorrían la ruta en vagones de observación abiertos, disfrutando de las impresionantes vistas del paisaje montañoso mientras se abría paso entre bosques que, poco a poco, iban dejando de ser solo fuente de recursos y se transformaban en un refugio natural para el descanso y el ocio.
Visitantes adinerados

Los residentes más ricos de Knoxville acudieron en masa a la ciudad, comprando tierras y construyendo lujosas cabañas de verano para pasar las vacaciones.
En 1910, se construyó el club privado Appalachian Club. La estructura de 278 metros cuadrados se utilizó como lugar de reunión para los miembros y sus invitados y acogió muchos eventos deslumbrantes.
Hotel exclusivo

El Wonderland Hotel, un elegante complejo turístico de 50 habitaciones, fue construido en 1912 y comprado en 1919 por un grupo de empresarios de Knoxville, que formaron el exclusivo Wonderland Club. Más grande que el Appalachian Clubhouse, el hotel de dos plantas estaba situado justo encima de la estación de tren de Little River.
Interior rústico

Como puedes ver en esta increíble foto histórica del vestíbulo del Wonderland Hotel tomada en 1938, el hotel, al igual que los demás edificios de Elkmont, estaba decorado con un estilo rústico y contaba con grandes chimeneas de piedra y ladrillo, suelos de madera y paredes de tablas de madera. Las habitaciones estaban llenas de muebles de estilo rústico, como acogedoras mecedoras y sofás de madera.
Lugar pintoresco

Los escalones de piedra conducían desde la estación hasta el hotel y la escalera se convirtió en un lugar popular para los visitantes, que posaban ahí para fotos. Se cementaron rocas del río Little en la parte superior de los escalones, formando la palabra "Wonderland".
Los escalones todavía se pueden ver hoy en día, pero debido al denso crecimiento excesivo y a las malas hierbas, son bastante difíciles de distinguir.
Un gran centro de retiro

Los veraneantes y sus invitados también se congregaban alrededor de la fuente de piedra situada frente al hotel, como se muestra en esta foto tomada en algún momento de los años 20 o 30.
Aunque la fuente ha sobrevivido hasta nuestros días, está perdiendo la batalla contra la madre naturaleza, así que tendrás que tener muy buen ojo para verla.
Una triste ruina

Por desgracia, esto es todo lo que queda del lujoso Wonderland Hotel. El edificio se derrumbó en 2005 y lo que quedó fue pasto de las llamas en 2017 en un presunto incendio provocado. También prendieron fuego a varias cabañas.
Mientras tanto, la sade del Club de los Apalaches sucumbió al fuego en 1934, pero el monumento local fue reconstruido ese mismo año y desde entonces ha sido restaurado para la posteridad.
El apogeo de Elkmont

Una de las principales vías de Elkmont fue capturada aquí en todo su esplendor – desvanecido – en 2017 por el fotógrafo Leland Kent de Abandoned Southeast .
Durante los años veinte y treinta, el apogeo de la ciudad turística, Elkmont fue el principal destino de verano para las altas esferas de la sociedad de Knoxville.
Se construyeron docenas de cabañas a lo largo de la carretera que conducía a la casa club de los Apalaches. Esta sección de Elkmont se conoció como Daisy Town. Otras partes del complejo fueron apodadas Millionaires' Row ("calle de los millonarios") y Society Hill ("colina de la sociedad") debido a sus lujosas residencias de madera.
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La cabaña más antigua

La cabaña de Levi Trentham es la estructura más antigua de la ciudad y una de las casas más venerables que sobreviven en las Grandes Montañas Humeantes.
El edificio de madera se construyó en 1830 y fue el hogar del montañero Levi Trentham, el llamado "Profeta de las Montañas Humeantes", que ejerció de guía para muchos de los veraneantes de Elkmont.
La cabaña estaba situada originalmente en la cercana zona de Jake's Creek, cerca del arroyo del mismo nombre. Fue trasladada a Daisy Town tras la muerte de Trentham en 1932 para servir como casa de invitados.
Diseño tradicional

Trentham puso en práctica sus habilidades de carpintería a pesar de su avanzada edad y ayudó a construir varias cabañas de madera en Elkmont durante las décadas de 1910 y 1920.
Las características arquitectónicas de la antigua casa del montañés, como las esquinas con esamblaje de cola de milano y las chimeneas exteriores de piedra, se incorporaron en muchas de las estructuras erigidas durante esas décadas.
Estudio de artista

La cabaña Avent es la segunda estructura más antigua de la zona de Elkmont. Construida en 1845, la cabaña fue adquirida en 1918 por Frank Avent y su esposa Mayna Treanor Avent, una artista que utilizó la propiedad como estudio y pintó allí algunas de sus obras más famosas.
Society Hill

La zona apodada Society Hill está situada a orillas del Jake's Creek, un arroyo. Los adinerados habitantes de Knoxville construyeron extensas casas de vacaciones con vistas al tranquilo río.
Por desgracia, muchas de las casas abandonadas se han ido deteriorando y arruinando, y la mayoría de las propiedades se deslizan lentamente por la orilla del río.
Abandonadas a su suerte

Esta imagen del interior de una de las casas abandonadas tomada en 2016 muestra el alcance de los daños en muchas de las propiedades de la población.
De gran escala, con un alto techo abovedado y una hermosa chimenea de piedra de río que se extiende a lo largo de toda la altura de la habitación, es evidente que esta residencia fue en su día el refugio de una familia acomodada. Ahora, el espacio es una sombra de lo que fue, arruinado, con las tablas del suelo desmoronadas y un techo colapsado.
Spindle Top

El coronel W. B. Townsend, fundador de la empresa maderera Little River Lumber Company, supervisó la construcción de una de las mejores estructuras de Elkmont, un cautivador chalet de estilo suizo llamado Spindle Top.
El coronel pasó muchos veranos en el chalet con su esposa Alice. La cabaña, también conocida como la cabaña Miller, fue posteriormente alquilada al editor de periódicos Loye Miller.
Interior destartalado

En una historia típica del paso de la riqueza a la ruina, los escombros cubren los suelos y faltan los cristales de las ventanas de las puertas francesas que dan al porche. Aun así, la estructura en sí parece bastante robusta, a diferencia de las destartaladas cabañas de Society Hill a lo largo de la orilla del río.
La calle de los millonarios

El coronel W. B. Townsend y su esposa Alice también alquilaron varias de las cabañas de lujo de los alrededores, incluidas la cabaña Faust y la cabaña Cambier.
Junto con Society Hill, esta parte de la ciudad estaba entre las más codiciadas de Elkmont. Tal era su estatus que la codiciada zona era conocida como Millionaires' Row, "la calle de los millonarios".
Un cementerio espeluznante

Elkmont también tenía zonas menos prósperas, donde se encontraban modestas residencias para los que trabajaban en la industria maderera, así como humildes casas de vacaciones que eran propiedad o estaban alquiladas por los residentes menos acomodados de Knoxville.
No faltaban servicios, la ciudad contaba con una iglesia, una tienda de alimentación, una oficina de correos, un teatro e incluso un cementerio.
Al observar esta inquietante escena hoy en día, no es difícil imaginar por qué Elkmont fue nombrada la ciudad fantasma más espeluznante de Tennessee en 2022 por la plataforma de medios Thrillist.
Campaña de visitantes

Irónicamente, los esfuerzos por preservar Elkmont y la naturaleza salvaje que lo rodea llevaron a su desaparición. Las cosas empezaron a torcerse para la ciudad en 1920, cuando el propietario de una cabaña, William P. Davis, inspirado por el Parque Nacional de Yellowstone, se unió a otro propietario de tierras de Elkmont, David C. Chapman, para hacer una campaña a favor de la creación de un parque nacional en las Grandes Montañas Humeantes.
Estatus de Parque Nacional

El dúo convenció con éxito a los legisladores estatales para que concedieran a la zona la categoría de Parque Nacional y, en 1925, la Little River Lumber Company vendió aproximadamente unas 31.000 hectáreas de terreno al estado de Tennessee.
A un gran número de residentes de largo plazo de los alrededores de Elkwood se les dio la orden de marcharse, pero a los propietarios de Elkmont se les ofreció la opción de vender sus cabañas a mitad de precio a cambio de arrendamientos de por vida.
Un giro a peor

Los arrendamientos de por vida se convirtieron en arrendamientos de 20 años en 1952 y se renovaron de nuevo en 1972. Pero la suerte se estaba acabando para los arrendatarios y en 1992 el Servicio de Parques Nacionales se negó a renovar los contratos.
La decisión fue influenciada por la organización medioambiental Sierra Club, que argumentó que no se debería permitir la propiedad privada de tierras dentro de los Parques Nacionales. Los propietarios fueron efectivamente expulsados y las cabañas y otras estructuras fueron abandonadas.
Demolición frustrada

Un plan ideado en la década de 1980 exigía la demolición de todas las estructuras de Elkmont para devolver la zona a la naturaleza. Sin embargo, esto se frustró en 1994 cuando el Hotel Wonderland y otras estructuras notables se incluyeron en el Registro Nacional de Lugares Históricos. El grupo de edificios patrimoniales se conoce como el Distrito Histórico de Elkmont.
Edificios en ruinas

A pesar de su condición de protegidas, se hizo poco por preservar las casas históricas, que se fueron deteriorando cada vez más en los años posteriores a su inscripción en el registro.
Los poderes fácticos pasaron años debatiendo el futuro de la ciudad fantasma y, como se mencionó anteriormente, el Hotel Wonderland se derrumbó en 2005 como consecuencia de la inacción.
Plan de restauración

Por fin, la decisión de emprender el trabajo de conservación se tomó en 2009, 15 años después de que las mejores estructuras de Elkmont fueran declaradas importantes monumentos históricos.
El Club de los Apalaches, que en su día estuvo abandonado y se encontraba en ruinas, fue el primer edificio de la ciudad en ser renovado y recuperó su antigua gloria en 2012.
Perdido por la bola de demolición

Junto con la restauración del club, el Servicio de Parques Nacionales también anunció planes para renovar 19 cabañas consideradas históricamente significativas en el barrio de Daisy Town del enclave.
La decisión dejó 55 de las 74 cabañas de Elkmont programadas para su demolición. Lamentablemente, 29 estructuras fueron demolidas a lo largo de los senderos Little River Trail y Jake's Creek Trail en 2017.
Proyectos completados

Afortunadamente, un destino más feliz esperaba a varias de las casas. Entre las primeras historias de éxito del esfuerzo de restauración, tanto la cabaña Levi Trentham como la cabaña Avent fueron restauradas en 2017.
Se unieron a la cabaña Spence (en la foto), que fue renovada en 2012 y ahora se puede alquilar para bodas y otros eventos. El albergue renovado cuenta con cuatro salas de reuniones, además de una cocina, dos baños, dos patios y un porche con mosquitero. Aunque la propiedad ha sido restaurada, se ha mantenido fiel a su diseño original, por lo que la cabaña no tiene calefacción ni aire acondicionado, aunque sí tiene una estufa de gas.
Cabañas renovadas

La cabaña Creekmore también fue restaurada en 2017 y se le dio una nueva oportunidad de vida. Construida alrededor de 1910, la propiedad era, como habrás adivinado, propiedad del clan Creekmore.
Además de las casas mencionadas, otras estructuras que se han conservado para las generaciones futuras incluyen la cabaña Mayo y las dependencias de los sirvientes de la cabaña.
Preservar el pasado

La última fase de la restauración de Daisy Town se completó en 2024, cuando se renovó la última de las 19 estructuras: la cabaña Chapman-Byers. La propiedad se muestra aquí antes de su renovación.
El meticuloso proyecto fue financiado por una donación de 9 millones de dólares (8,7 millones de euros). Robert Sanders, un carpintero que trabajó en las ambiciosas restauraciones, reveló a la emisora de noticias local WUOT que los colores de la pintura de las cabañas se habían adaptado minuciosamente a sus tonos originales y que se habían recuperado los materiales originales siempre que fue posible.
Reapertura al público

En abril de 2023, 16 de los edificios se abrieron al público mientras las obras aún estaban en curso, lo que provocó un gran interés. Una vez más un punto de interés turístico, los visitantes pueden explorar ahora la recién resucitada Daisy Town.
El sector restaurado consta de dos hileras de modestas cabañas y casas de campo de vacaciones a lo largo de la carretera central. A lo lejos, se oye el relajante murmullo del agua del Little River, que captura la atmósfera tranquila que atrajo a los primeros veraneantes de la ciudad a principios del siglo XX.
¿Rescatado del abismo?

Así que parece que la historia de Elkmont tiene un final parcialmente feliz. Una franja de este extraordinario y antiguo asentamiento ha sido rescatada de la ruina y se le ha prestado la atención que tanto necesita.
Lamentablemente, otras zonas del asentamiento no han tenido tanta suerte como Daisy Town y la naturaleza sigue reclamando sus estructuras históricas.
Sin embargo, el espíritu de la ciudad y su historia perduran a través de las cabañas salvadas, preservadas para que las generaciones futuras las redescubran.
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