Los países con el mayor producto interior bruto (PIB) son las fuerzas dominantes en la economía global, que alcanza los 115 billones de dólares (111 billones de euros). Estas potencias no solo lideran el comercio internacional y las finanzas, sino que también influyen en la política, la cultura y otros ámbitos clave.

Sigue leyendo para descubrir cuáles son las 40 principales economías de 2025, clasificadas de menor a mayor riqueza, según los datos más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.

Colombia, un país de ingresos medios-altos, tiene una economía diversa basada en servicios como el comercio minorista y el turismo, pero la nación también depende en gran medida de las exportaciones de petróleo. Como ejemplo, la economía del país se desplomó en 2015 junto con la caída de los precios de la materia prima. Sin embargo, desde 2016, le ha ido mejor, impulsada por un histórico acuerdo de paz con el grupo guerrillero de las FARC.

De cara al futuro, se espera que el crecimiento promedie entre el 2,9% y el 3% anual hasta 2039, según la Clasificación de la Liga Económica Mundial (WELT). No obstante, Colombia bajará un puesto en la clasificación mundial del PIB, aunque cabe señalar que los criterios de la WELT para estimar el PIB difieren de los del FMI. Entre los retos se encuentran la escasa eficiencia del gobierno, el alto desempleo, la baja productividad y la alarmante desigualdad de ingresos de Colombia, que es la peor de las 40 principales.

Aunque Hong Kong es técnicamente una región administrativa especial de China, el FMI la reconoce como una entidad económica diferenciada. Hong Kong, una economía de altos ingresos, está orientada casi en su totalidad a los servicios, sector que representa el 93,5% del total. Hong Kong funciona como un importante centro financiero y turístico, pero también mantiene un papel significativo en la fabricación de productos electrónicos y el comercio internacional. Eso la sitúa como la décima potencia comercial más relevante a nivel mundial. También es la economía más dependiente de las exportaciones entre las 40 principales.

Hong Kong es un lugar rico, con el 14.º PIB per cápita más alto. Según la WELT, se prevé que Hong Kong registre un crecimiento anual de entre el 2,1% y el 2,5% hasta 2039, lo que supondría una caída de tres puestos en la clasificación mundial del PIB.

Dinamarca, una nación próspera de altos ingresos con una productividad laboral impecable, tiene una economía centrada principalmente en los servicios, aunque depende del comercio exterior. Por lo tanto, la oferta del presidente estadounidense Donald Trump de comprar el territorio danés de Groenlandia y su amenaza de imponer aranceles punitivos a la nación nórdica si no coopera representa un importante desafío económico para Dinamarca.

Dejando a un lado las amenazas de Trump, se espera que la economía danesa crezca entre un 1,4% y un 1,5% anual durante los próximos 14 años aproximadamente, con un PIB que alcanzará los $693.000 millones (666.000 millones de euros) en 2039. Dado que se prevé que otras economías crezcan más rápidamente, se espera que Dinamarca caiga seis puestos en la clasificación mundial del PIB, según la WELT.

En 2023, Irán pasó de ser un país de ingresos medianos bajos a ser un país de ingresos medianos altos. Aunque el país cuenta con sólidos sectores manufacturero, agrícola y de servicios, depende de los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo y gas natural. Al igual que en el caso de Dinamarca, Trump representa una amenaza para el bienestar económico de Irán. El presidente de Estados Unidos ordenó recientemente a los funcionarios que intensificaran la presión económica sobre la represiva república islámica, que ya está sujeta a duras sanciones occidentales.

Si las amenazas de Trump no se hacen realidad, la economía de Irán crecerá entre un 2% y un 2,4% anual hasta 2039, y el país bajará dos puestos en el ranking de WELT para entonces.

Bangladesh, un país de ingresos medio-bajos, ha experimentado un crecimiento impresionante en las últimas décadas. Además, los niveles de pobreza han disminuido significativamente en este país del sur de Asia. La fabricación textil, ahora el centro de producción de moda rápida del mundo, ha sido una bendición para la economía de la nación.

Sin embargo, Bangladesh tiene el PIB per cápita más bajo de las 40 naciones más potentes, por lo que etiquetarlo como un país rico es un poco exagerado. No obstante, su futuro parece brillante, con la diversificación de la economía del país y la previsión de un crecimiento robusto continuo. Se espera que el PIB de Bangladesh ascienda a más de &1,6 billones (1,5 billones de euros) en 2039, con lo que el país se disparará 14 puestos en el ranking de WELT.

Malasia, un país de ingresos medios-altos que aspira a alcanzar el estatus de país de ingresos altos, ha desarrollado una formidable economía basada en la manufactura y los servicios desde que obtuvo la independencia en 1957. Las exportaciones de aparatos eléctricos, piezas y componentes han sido los principales motores del crecimiento, desempeñando un papel protagonista en la elevación del país de su estatus de país de bajos ingresos.

De cara al futuro, se espera que el crecimiento anual de Malasia oscile entre el 3,8% y el 4,3% durante los próximos 14 años, aunque se prevé que el país baje un puesto en la clasificación mundial del PIB.

Vietnam se ha beneficiado enormemente del traslado de la producción de las empresas occidentales fuera de China. Las exportaciones, principalmente en forma de productos manufacturados, representan ahora el 86,4% del PIB de este país de ingresos medios-bajos.

La economía de Vietnam tiene mucho a su favor, incluida la tercera tasa de desempleo más baja de las 40 naciones más potentes. Sin embargo, la perspectiva de que Estados Unidos, el principal socio exportador del país, imponga aranceles a sus productos podría mermar en gran medida el crecimiento futuro. El superávit comercial de Vietnam con Estados Unidos es el tercero más grande del mundo, con $123.500 millones (119.000 millones de euros), lo que lo deja especialmente vulnerable.

En cualquier caso, la economía de Vietnam está programada para una rápida expansión hasta 2039, lo que debería impulsar al país nueve puestos en la WELT.

Noruega, un país próspero y de altos ingresos, debe gran parte de su éxito económico a su floreciente sector del petróleo y el gas natural, que es el más grande de Europa después del de Rusia. Sin embargo, el país escandinavo se está alejando de los combustibles fósiles, con aspiraciones de convertirse en un líder de las energías renovables. La economía de Noruega se ve reforzada por su excelente productividad laboral, que la sitúa en el tercer puesto a nivel mundial, y el PIB per cápita del país es el segundo más alto de los 40 primeros.

Se prevé que el crecimiento anual de Noruega se sitúe entre el 1,4% y el 1,6% hasta 2039. Debido al crecimiento más rápido previsto de otras economías, se espera que la posición de Noruega en la WELT disminuya siete puestos para entonces.

Filipinas es un país de ingresos medianos-bajos con una de las economías más dinámicas de la región, impulsada por factores como una población joven, fuertes remesas y un sector de servicios en rápida expansión, según el Banco Mundial.

Sin embargo, el país tiene muchos retos económicos por delante, como aumentar su PIB per cápita, que es el tercero más bajo de las 40 naciones más potentes. En el lado positivo, la economía filipina está preparada para experimentar un excelente crecimiento hasta 2039, con una subida prevista de nueve puestos en la clasificación mundial del PIB.

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Tailandia es una economía industrializada, basada en la exportación y de ingresos medios-altos, con un floreciente sector de servicios impulsado en gran parte por la extensa industria turística del país. Entre sus ventajas más notables se encuentra la tasa de desempleo más baja de los 40 primeros. Pero al igual que Filipinas, el PIB per cápita de Tailandia es relativamente bajo, el quinto más modesto de este resumen.

Durante los próximos 14 años, se prevé que la economía tailandesa crezca una media del 2,7% anual y suba tres puestos en la WELT.

Austria, un país de renta alta que presume de un elevado nivel de vida, tiene una economía basada principalmente en los servicios, como la mayoría de las naciones de renta alta, con sofisticados servicios financieros, comercio minorista, turismo y otras industrias lucrativas. El comercio internacional también es importante, sobre todo con la vecina Alemania. Al igual que otros países de la Unión Europea, es probable que Austria se vea muy afectada por los posibles aranceles del presidente Trump al bloque, lo que puede socavar su crecimiento económico. Estados Unidos es el tercer socio comercial más relevante de Austria.

Según el pronóstico de la WELT, se espera que Austria registre un crecimiento moderado hasta 2039. Por esta razón, se prevé que el país retroceda nueve puestos en el ranking mundial del PIB durante los próximos 14 años.

Singapur tiene una economía de renta alta, extremadamente productiva y ferozmente competitiva y el tercer PIB per cápita más alto de los 40 principales, por no mencionar la segunda tasa de desempleo más baja. Conocida por su entorno favorable a los negocios y su infraestructura de primera clase, el avanzado sector manufacturero de la ciudad-estado es un motor clave de su economía y las exportaciones representan el 187,6% en relación con el PIB.

Durante los próximos 14 años, se espera que el crecimiento anual promedie entre el 2,3% y el 2,5%. Estas cifras son muy respetables para una economía avanzada, pero se prevé que Singapur baje seis puestos en la WELT.

La economía de los Emiratos Árabes Unidos está clasificada como de renta alta. El país, que durante mucho tiempo ha dependido del petróleo, se ha vuelto menos dependiente de los hidrocarburos en los últimos años, a medida que servicios como el turismo y la aviación han ido ganando importancia. En la actualidad, los EUA siguen dependiendo en gran medida del comercio, y las exportaciones representan el 98% de su PIB.

De cara al futuro, se espera que los EAU mantengan su posición actual en la WELT hasta 2039, con un crecimiento anual previsto de entre el 4,3% y el 4,7%.

Argentina, un país de ingresos medios-altos, ha sido bendecida con abundantes recursos naturales, desde tierras de cultivo fértiles hasta amplias reservas de gas natural y litio. El país también cuenta con sectores de fabricación y servicios altamente desarrollados. Sin embargo, Argentina ha sido un caso perdido en lo económico desde hace bastante tiempo. Muy endeudada, tiene el octavo PIB per cápita más bajo de los 40 principales y la tasa de inflación más alta, superando un asombroso 120% en 2024. Las drásticas reformas económicas del presidente Milei buscan abordar estos y otros problemas. Aunque están empezando a dar sus frutos, el desempleo y la pobreza se han disparado.

Durante los próximos 14 años, se prevé un crecimiento de entre el 2,3% y el 3,9% anual. Esto sería suficiente para que Argentina subiera nueve puestos en el ranking de WELT.

Irlanda, una economía de altos ingresos que supera con creces su peso, tiene el segundo PIB per cápita más alto de los 40 principales y la mejor productividad laboral. Sin embargo, el PIB de la nación y otros indicadores económicos se ven afectados por el gran número de multinacionales que declaran beneficios allí. No obstante, Irlanda mantiene una economía fuerte orientada a la exportación, con notables puntos fuertes en los productos farmacéuticos y electrónicos, respaldada por una mano de obra altamente cualificada y formada. La mala noticia es que Irlanda probablemente sufra más que la mayoría de los países de la Unión Europea si el presidente Trump impone aranceles punitivos al bloque, ya que tiene un superávit comercial de $86.700 millones (83.400 millones de euros) con Estados Unidos, el cuarto más grande del mundo.

De cara al futuro, se prevé que Irlanda experimente un crecimiento anual del PIB de entre el 1,9% y el 2% hasta 2039, pero con otras economías creciendo más rápido, el país está a punto de caer ocho puestos en la WELT.

Suecia, un país próspero de renta alta con el sexto PIB per cápita más grande de la Unión Europea, tiene una economía basada en los servicios. El comercio internacional es crucial para el bienestar económico de la nación nórdica. Suecia exporta $17.600 millones (16 900 millones de euros) en bienes y servicios a Estados Unidos, su tercer socio comercial más importante. Sin embargo, solo importa de Estados Unidos por valor de $7.300 millones (7.000 millones de euros), por lo que los aranceles de la UE propuestos por el presidente Trump probablemente le perjudiquen.

Durante los próximos 14 años, se espera que el PIB de Suecia crezca entre un 1,9% y un 2,2% anual, lo que es más que satisfactorio para una economía avanzada. Sin embargo, el país está a punto de caer seis puestos en el ranking mundial del PIB, ya que otras naciones, en su mayoría en desarrollo, están demostrando un mejor rendimiento económico.

Bélgica es una nación próspera y de altos ingresos con niveles relativamente bajos de desigualdad de ingresos. Aunque el país tiene una economía basada en los servicios, la industria manufacturera es importante, siendo la farmacéutica y la electrónica las más significativas. Bélgica depende más del comercio que Suecia, y las exportaciones representan el 84% de su PIB. Con un superávit comercial de $6.400 millones (6.200 millones de euros) con Estados Unidos, la amenaza de los aranceles estadounidenses es una preocupación especial.

Desde una perspectiva a largo plazo, la economía belga está preparada para crecer modestamente hasta 2039, con una caída prevista de nueve puestos en la WELT.

Taiwán, una economía dinámica, de altos ingresos y orientada a la exportación, es conocida por su industria tecnológica y se ha convertido en los últimos años en líder mundial en la fabricación de semiconductores. Sin embargo, se cierne la amenaza de un conflicto total con China, que sin duda sería devastador para la nación insular. Según una estimación, la guerra con la República Popular reduciría su PIB en un 12%. Y esa proyección podría ser muy conservadora.

Si esto no sucede, se prevé que la economía de Taiwán crezca entre un 2,1% y un 2,5% anual entre 2025 y 2039, lo que se traduciría en un descenso de dos posiciones en la WELT.

Polonia ha disfrutado de un crecimiento excepcional en las últimas décadas, pasando de ser un país de renta media a uno de renta alta a una velocidad vertiginosa y consolidándose como la sexta economía más grande de la Unión Europea. Curiosamente, Polonia importa más de Estados Unidos de lo que exporta al país, por lo que no está tan expuesta a posibles aranceles estadounidenses.

De cara al futuro, se prevé que el crecimiento anual se sitúe entre el 2,8% y el 3,2% de media hasta 2039. Gracias a este crecimiento comparativamente saludable, se prevé que Polonia suba un puesto en la clasificación mundial del PIB, a diferencia de muchos otros países europeos que se prevé que permanezcan en la misma posición o desciendan en la clasificación.

Suiza, un país superrico y de altos ingresos con un nivel de vida superior, tiene el PIB per cápita más alto de las 40 naciones principales. Altamente competitiva, la economía del país se sustenta en un envidiable sector de servicios, en particular los servicios financieros, y en una industria manufacturera avanzada, que incluye productos farmacéuticos y electrónicos. Aunque no es un objetivo directo del presidente Trump, la economía de Suiza depende en gran medida del comercio, y los efectos colaterales de sus políticas aún podrían afectarla profundamente.

Mirando en la bola de cristal económica, se espera que Suiza experimente un crecimiento del PIB moderado hasta 2039, con una caída de dos puestos en la WELT anticipada.

El petróleo y el gas natural siguen alimentando la economía saudí de más de un billón de dólares, pero la nación de altos ingresos está dando pasos importantes hacia el desarrollo y la diversificación de la energía verde a través de su mega ambiciosa iniciativa Visión 2030 de Arabia Saudí.

Con la economía saudí expandiéndose a nuevas áreas, el crecimiento se prevé que alcance una media del 3,9% anual hasta 2029 y del 3,5% anual durante la década de 2030, y se espera que el país ascienda dos puestos en la WELT.

País de renta alta con la mejor igualdad de ingresos entre los 40 primeros, los Países Bajos tienen una economía impulsada por los servicios, con puntos fuertes en logística, finanzas y turismo. Sus industrias petroquímicas, tecnológicas y de procesamiento de alimentos son mundialmente reconocidas, y el país es el segundo mayor exportador mundial de productos agrícolas. De hecho, como potencia exportadora con el mayor déficit comercial del mundo con Estados Unidos, de $55.000 millones (52.900 millones de euros), es probable que los Países Bajos estén muy protegidos de los aranceles propuestos por Trump a la Unión Europea.

Aunque se prevé un crecimiento anual de entre el 1,4% y el 1,6% hasta 2039, se espera que el país pierda dos posiciones en la WELT.

Turquía, de ingresos medios-altos, tiene una economía diversa respaldada por sólidos sectores manufacturero y de servicios. Sin embargo, el sector agrícola sigue empleando a una cuarta parte de la población activa y una serie de indicadores son deficientes. Turquía tiene la tercera tasa de desempleo más alta de los 40 principales países, la segunda tasa de inflación más alta, del 42%, y altos niveles de desigualdad de ingresos y deuda externa.

Dados estos desafíos, el crecimiento durante los próximos 14 años no será tan sorprendente para un país de ingresos medianos altos, situándose entre el 2,9% y el 3,2% anual. Como resultado, se espera que Turquía permanezca en la misma posición en la WELT para 2039, a diferencia de muchos de sus pares de ingresos medianos altos, que están a punto de ascender en el ranking.

Indonesia, un país de ingresos medios-altos, es una potencia económica en alza, con amplios recursos naturales, una población joven y una industria de servicios en crecimiento, con el turismo como motor clave de crecimiento. Aun así, el país tiene el cuarto PIB per cápita más bajo de los 40 principales y una necesidad apremiante de diversificar aún más su economía.

A pesar de estos aspectos negativos, se espera que Indonesia registre un crecimiento anual de entre el 4,3% y el 4,7% hasta 2039, cuando se prevé que emerja como la décima economía más grande del mundo, según la WELT.

México, otro país de ingresos medios-altos, tiene una sólida base manufacturera, una mano de obra cada vez más cualificada y muchas otras ventajas. Por desgracia, su bienestar económico se ve empañado por una productividad obstinadamente lenta, una baja competitividad, altos niveles de desigualdad de ingresos, un empleo informal desenfrenado y unas tasas de criminalidad alarmantes vinculadas a los cárteles de la droga.

Además, su superávit comercial con Estados Unidos, que es el segundo más grande a nivel mundial con $171.800 millones (165.000 millones de euros), lo hace especialmente vulnerable si el presidente Trump decide imponer aranceles punitivos al país. Con un crecimiento modesto previsto para los próximos 14 años, México está programado para ascender una posición en el ranking WELT a finales de esta década, solo para ceder esa ganancia en 2039.

Los pilares económicos de España incluyen la fabricación industrial, los servicios financieros y los productos químicos, junto con la confección y el turismo (España es el segundo país más visitado del mundo). Nuestro país tiene mucho a su favor, incluida una mano de obra altamente cualificada y una excelente infraestructura. Sin embargo, el desempleo es un problema importante y persistente, y la tasa de desempleo de España es la más alta de los 40 primeros.

De cara al futuro, se espera que el crecimiento oscile entre el 1,8% y el 2,1% anual durante los próximos 14 años. Esto no será suficiente para mantener la posición del país en el ranking WELT, con una caída de dos puestos prevista.

La minería es clave para el bienestar económico de Australia, un país de altos ingresos, pero el país también cuenta con sectores de servicios, manufactura y agricultura bien desarrollados. Las exportaciones de Australia a Estados Unidos no son tan significativas, por lo que los aranceles sobre los bienes y servicios australianos no tendrían un gran impacto económico. Pero, si los aranceles del presidente Trump sobre China perjudican su economía de manera notable, Australia probablemente sentirá el impacto, dado que la República Popular es su principal socio comercial.

Durante los próximos 14 años, se espera un crecimiento constante y, según la WELT, Australia debería mantener su posición en la clasificación mundial del PIB.

Corea del Sur es una nación de altos ingresos con un boyante sector de servicios y puntos fuertes en la industria manufacturera, especialmente en lo que respecta a productos tecnológicos. Entre sus retos se encuentran el rápido envejecimiento de la población, la inestabilidad política, las tensiones con Corea del Norte y la perspectiva de que Estados Unidos aplique aranceles a sus exportaciones. Dado que Corea del Sur tiene un superávit comercial de $66.000 millones (63.500 millones de euros) con Estados Unidos, estaría más expuesta en comparación con países con un déficit comercial o un superávit menor.

De cara al futuro, se espera que Corea del Sur mantenga su posición como la duodécima economía más grande del mundo, con un crecimiento anual previsto de alrededor del 2%.

En 2023, Rusia pasó de ser un país de renta media-alta a uno de renta alta debido al aumento del gasto militar a medida que continuaba su invasión de Ucrania. Aunque fuertemente sancionada por los países occidentales, la economía rusa ha demostrado una notable capacidad de recuperación, con un aumento del comercio con países como China y la India que contribuye a sostenerla. Sin embargo, la inflación se ha convertido en un problema importante y, aislada de Occidente, la perspectiva económica de Rusia es sombría. También cabe señalar que Rusia ocupa el décimo lugar en el ranking de PIB per cápita más bajo de las 40 naciones más potentes.

Se prevé que el crecimiento medio sea de solo un 1,2% anual durante el resto de esta década, y de solo un 1% anual en la década de 2030. Como consecuencia, Rusia está a punto de caer tres puestos en la WELT para 2039.

La economía de Brasil se sustenta en su riqueza de recursos naturales, su robusto sector manufacturero y su fuerte mercado laboral, pero se ve obstaculizada por la elevada deuda pública y la falta de competitividad. Además de los aspectos negativos, Brasil tiene el séptimo PIB per cápita más bajo de las 40 naciones principales y la segunda peor desigualdad de ingresos.

Se espera que el crecimiento sea de un promedio de alrededor del 2% anual hasta 2039, lo cual es decepcionante para un país de ingresos medios-altos. Aun así, se espera que Brasil suba tres posiciones en la WELT para entonces.

Los abundantes recursos naturales de Canadá, especialmente sus vastas reservas de petróleo y gas natural, han sido fundamentales para su salud económica, y la nación de altos ingresos también tiene un sector de servicios de alto valor. Pero no todo es color de rosa en el Gran Norte Blanco. La deuda se ha convertido en un problema importante y, si se hacen realidad, los aranceles propuestos por la administración Trump serán enormemente perjudiciales para el país debido a su excesiva dependencia de Estados Unidos y al abultado superávit comercial de $63.300 millones (60.900 millones de euros) con la nación.

Dejando a un lado los posibles aranceles de Trump, se espera que Canadá registre un crecimiento anual de entre el 1,6% y el 1,8% durante los próximos 14 años. En cuanto a la WELT, se prevé que el país baje una posición en el ranking para 2029, pero que la recupere durante la década siguiente.

La economía diversa de Italia, un país de renta alta, abarca un vibrante sector empresarial y de servicios financieros, una importante producción agrícola e industrial, investigación científica y en tecnologías de la información, y unas industrias de turismo, moda y diseño de renombre mundial. Sin embargo, el país está muy endeudado, tiene una gran economía informal y su población es una de las que más rápidamente envejece a nivel mundial. Además, dado el superávit comercial de Italia con Estados Unidos, de $44.000 millones (42.300 millones de euros), está más expuesta que la mayoría a los posibles aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de la Unión Europea.

De cara al futuro, se espera que el PIB del país crezca entre un 0,7% y un 0,8% anual hasta 2039. Como era de esperar, Italia está a punto de caer tres puestos en la WELT en los próximos 14 años.

Entre los puntos fuertes de la economía francesa se encuentran sus sólidos sectores de servicios, manufactura y agricultura. Este país de renta alta es especialmente experto en aviación, energía y producción de artículos de lujo. El turismo, la nación más visitada del planeta, es uno de los principales motores de la economía francesa. Entre los problemas se encuentran los niveles de desempleo y deuda, comparativamente altos.

Se prevé que el crecimiento anual entre 2025 y 2039 sea de poco más del 1% de media. No obstante, se espera que Francia siga siendo la séptima economía más grande del mundo durante todo el período de previsión.

La economía del Reino Unido, de altos ingresos, está enormemente orientada a los servicios, con servicios financieros, comercio minorista, ocio y actividades culturales como principales fuentes de ingresos, mientras que el país solo es superado por Estados Unidos en lo que respecta al poder blando. Aunque los servicios dominan, el Reino Unido sigue fabricando cosas útiles y de alta calidad que el resto del mundo quiere comprar, gracias a sus industrias automotriz, aeronáutica y farmacéutica de primer nivel. Entre sus puntos débiles se encuentran las consecuencias económicas del Brexit. Como nota positiva, el Reino Unido no tiene mucho que perder con los posibles aranceles de Trump, ya que tiene un déficit comercial de $11.900 millones (11.400 millones de euros) con Estados Unidos.

De cara al futuro, se espera que el crecimiento anual se sitúe entre el 1,3% y el 1,8% de media durante los próximos 14 años. Aunque no es un dato muy impresionante, se prevé que el Reino Unido se mantenga como la sexta economía más grande del mundo hasta 2039.

En pleno auge, la India está volando económicamente a medida que la rápida industrialización del país y el floreciente sector de servicios continúan impulsando un crecimiento que otras naciones solo podrían desear. Ahora la nación más poblada del mundo, el país de ingresos medios-bajos se beneficia de una fuerza laboral joven altamente educada y cada vez más calificada. Sin embargo, la India tiene la tercera tasa de desempleo más alta entre las 40 economías principales y el segundo PIB per cápita más bajo, y aunque la pobreza extrema está disminuyendo, sigue siendo una realidad para millones de indios.

Sin embargo, el futuro parece brillante. Con un excelente crecimiento anual previsto para los próximos años, se espera que la India ascienda en la WELT y se convierta en la tercera economía más grande del mundo ya en 2029.

Japón, con sus altos ingresos, es famoso por sus productos tecnológicos de vanguardia, junto con su fuerte sector manufacturero no tecnológico y sus diversos servicios. Pero el crecimiento ha sido anémico durante décadas, la deuda se sitúa en el 255% del PIB y la población japonesa es una de las que más rápidamente envejece en todo el mundo. Si se imponen aranceles a las exportaciones del país, las consecuencias serán dolorosas, dado que Japón tiene un superávit comercial de $68.500 millones (65.900 millones de euros) con Estados Unidos.

De cara al futuro, se espera que la economía de Japón crezca entre un 0,6% y un 0,9% anual hasta 2039, según la WELT, aunque debería mantener su posición en esa tabla de clasificación del PIB en particular.

La potencia manufacturera de Europa y la mayor economía de la Unión Europea, Alemania, con sus altos ingresos, ha estado plagada de dificultades económicas desde la crisis de los precios de la energía de 2022 causada por la invasión rusa de Ucrania. Mientras que el mercado laboral sigue siendo ajustado, los altos costes energéticos y la débil demanda han obstaculizado su rendimiento económico. Los aranceles sobre sus exportaciones son lo último que necesita Alemania, ya que su superávit de $84.800 millones (81.500 millones de euros) con Estados Unidos significa que sufrirá más que muchas otras naciones de la UE.

Durante los próximos 14 años, el crecimiento del PIB se situará de media entre el 0,8% y el 1% anual, y se prevé que el país pierda su condición de tercera economía mundial.

El desarrollo económico de China en las últimas décadas ha sido espectacular, ya que el país se ha consolidado como la principal potencia manufacturera y exportadora del mundo. Y en los últimos años, la nación de ingresos medios-altos se ha convertido en pionera en innovación. Sin embargo, China se enfrenta a problemas económicos y sociales, como un mercado inmobiliario deprimido, una baja confianza de los consumidores, una deuda pública excesiva, altos niveles de desempleo juvenil y un rápido envejecimiento de la población. Además, el PIB per cápita de China sigue siendo relativamente escaso.

Los recientes aranceles estadounidenses sobre las exportaciones chinas no hacen más que empeorar las cosas. China tiene el mayor superávit comercial con Estados Unidos, con la friolera de $294.400 millones (283.000 millones de euros). Si el país invade Taiwán, su economía probablemente se vería dañada de forma irrevocable.

En la década de 2000, se esperaba que China superara a Estados Unidos como la economía número uno del mundo ya en 2020, según algunas estimaciones. Ahora, es dudoso que alguna vez lo haga.

Reinando como número uno mundial, la poderosa economía estadounidense parece intocable. Sorprendiendo con todo, desde abundantes recursos naturales hasta tecnología, servicios financieros, atención sanitaria e industrias minoristas líderes en el mundo, y mucho más, Estados Unidos es el líder del grupo, y algo más. El dólar estadounidense es la moneda de reserva mundial de facto y el mercado de valores estadounidense es el más grande e influyente del mundo.

Sin embargo, la economía estadounidense no está exenta de desafíos, entre los que se incluyen la creciente deuda nacional y la persistente desigualdad de ingresos. Y aunque es probable que los recortes fiscales propuestos por el presidente Trump supongan un impulso, sus amplias propuestas arancelarias y sus normas de inmigración más estrictas pueden acabar obstaculizando el crecimiento. Aun así, se espera que Estados Unidos siga siendo el líder económico en el futuro inmediato.

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