Con un poco de imaginación y mucho trabajo, hasta la casa más normal y corriente puede transformarse en algo extraordinario. Así lo demuestran estos proyectos de renovación de Estados Unidos. Lo que antes eran casas para reformar, ahora son hermosas obras maestras que celebran la vida moderna.

Sigue leyendo para ver estas increíbles fotos del antes y el después. No te dejarán indiferente…

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.

Este modesto bungalow de madera de Seattle, Washington, que data de 1921, fue diseñado originalmente para albergar a la floreciente población activa de la zona. Su planta compacta y rectangular se dividía en pequeñas habitaciones que no eran propicias para la vida moderna.

El estudio de diseño SHED Architecture and Design, con sede en Seattle, asumió el reto de integrar los 220 metros cuadrados de espacios habitables de la casa para crear un interior abierto y fluido. También reformaron el exterior de la propiedad para crear una conexión visual con los jardines delantero y trasero.

La transformación es notable. Las descoloridas tablillas azules y los adornos blancos se han cambiado por una espectacular fachada negra. Los cálidos detalles de madera ofrecen un contraste con el tono oscuro, desde los marcos de las ventanas y puertas hasta la terraza del patio trasero, uniendo la casa y su entorno.

En la parte delantera de la casa, se añadió una entrada independiente hundida al nivel inferior. Sus propietarios querían utilizar el sótano como oficina en casa o alojamiento independiente para invitados, por lo que el acceso privado amplió el potencial de la planta.

En el interior, las pequeñas habitaciones que definían el interior se combinaron para crear una gran sala de estar principal llena de luz. El espacio multifuncional permite que la luz natural entre por casi todos los lados, enmarcando las vistas del jardín y la vegetación circundantes. Mientras tanto, el uso de separadores de ambientes permeables ayuda a dividir la gran superficie sin obstruir la luz ni el flujo de aire.

Se instalaron nuevas ventanas y aislamiento para optimizar la eficiencia energética de la casa, mientras que se colocó un ventilador de recuperación de calor y un nuevo sistema de calefacción y refrigeración para garantizar que el interior se mantenga a una temperatura agradable.

En la cocina, una columna ancla la isla de preparación en su sitio. Más que un simple elemento estético, este elemento es portante. Su inclusión en el diseño permitió eliminar las paredes internas sin comprometer la estabilidad estructural de la casa.

Las grandes puertas correderas de cristal abren la cocina a la nueva terraza, creando una fluidez perfecta entre el interior y el exterior y estableciendo un pintoresco comedor al aire libre para los meses más cálidos.

Situada en el barrio de Glassel Park de Los Ángeles, esta casa madera tenía un aspecto más que deteriorado, con ventanas oxidadas, revestimiento dañado y un camino de entrada descuidado.

En 2021, el propietario contrató al estudio de diseño californiano Byben, encabezado por el arquitecto Ben Warwas, para reimaginar la propiedad de 113 metros cuadrados. El proyecto se centró en elevar el interior y aumentar la sensación de espacio y luz, así como en reelaborar el paisajismo exterior.

Lo que antes era el camino de entrada se ha transformado ahora en un pintoresco patio. Un camino bordeado de plantas autóctonas conduce a un conjunto de puertas dobles que se abren a la sala de estar.

La casa ha sido completamente renovada, con nuevos acristalamientos que salpican la fachada y un nuevo revestimiento de yeso. Se ha tallado un porche enmarcado por aberturas curvas en la estructura original, lo que confiere carácter arquitectónico a la propiedad.

La casa data de los años veinte y los guiños a la época se han incorporado hábilmente al diseño. Las líneas curvas y las geometrías de arco se repiten en todo el interior, entrelazando juguetonamente el pasado de la casa con su presente.

Un cambio vital que tuvo el mayor impacto fue el abovedado de los techos en las principales zonas de estar. El espacio del ático sin explotar se utilizó para añadir volumen y proporciones grandiosas.

La decisión de eliminar varias paredes interiores ha dado como resultado una cocina-comedor amplia y abierta, bañada por la luz natural.

Se ha utilizado roble blanco en todos los armarios. Las encimeras de Caesarstone apagadas y los azulejos neutros de gran formato en el salpicadero permiten que el rico grano ocupe un lugar central. La carpintería a medida, que se extiende hasta la isla, presenta motivos recurrentes de cuarto de círculo que equilibran las líneas rectas con un toque caprichoso y retro.

Uno de los detalles de diseño más ingeniosos de este espacio son los zócalos de los armarios. Revestidos con tiras de laminado negro, el contraste crea una ilusión óptica, como si las unidades estuvieran flotando sobre el suelo.

Esta casa en Phoenix, Arizona, necesitaba desesperadamente una renovación. La casa fue construida en un estilo neocolonial español, lo que limitaba el potencial de una reforma moderna. Al mirarla, te preguntarás cómo se pudo transformar el diseño tradicional en una mansión moderna. Vamos a verlo.

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La renovación, dirigida por el estudio de arquitectura local de Arizona The Ranch Mine, se centró primero en despojar el edificio de sus características de diseño de estilo español. Eso dejó una caja de estuco de dos pisos.

Se reorganizó la planta para asegurarse de que cada habitación tuviera unas vistas impresionantes, y los espacios principales de la vivienda obtuvieron lo mejor de las vistas de la ladera de la montaña. El rediseño añadió más de 185 metros cuadrados de patios sombreados y una terraza en el primer piso con mamparas de acero plegables.

En toda la casa se utilizó una paleta de colores blancos limpios combinados con suelos de madera de nogal, toques de cuarzo y mármol.

Las franjas de vidrio aumentan el flujo de luz a través de los espacios principales. En este salón, un separador acristalado separa el entresuelo superior de la habitación de abajo. Mientras tanto, una hilera de ventanales corona cuatro paneles de puertas de vidrio, enmarcando las vistas de las rocas rojas circundantes.

Arriba, se añadió un dormitorio adicional en una extensión del segundo piso, que sobresale en voladizo sobre la montaña. Esta inteligente decisión de diseño permitió ampliar la superficie de la casa sin perder un valioso espacio exterior. Además, la altura adicional crea la ilusión de que la habitación está flotando entre el paisaje rocoso de Arizona.

Los propietarios de esta propiedad en Mar Vista, un barrio del Westside de Los Ángeles, necesitaban más espacio. En lugar de ampliar su casa principal, Ben Warwas de Byben los convenció de convertir una dependencia existente en su terreno en una unidad de vivienda accesoria.

La estructura original comprendía una cochera y un garaje para un solo coche, que se había reutilizado como oficina en casa. Sin embargo, Warwas vio el potencial del edificio y supo cómo convertir este caparazón ordinario en un hogar extraordinario.

El garaje se amplió y se añadió un segundo piso. Sin embargo, la invasión de las líneas eléctricas aéreas, junto con las restricciones de zonificación, exigieron un diseño especialmente creativo. Para superar los retos del lugar, el nivel superior se desplazó con respecto al inferior, lo que dio lugar a una cubierta en un extremo y un espectacular voladizo que forma un porche cubierto en el otro.

Se instaló madera dura de ipé, una madera tropical de Brasil conocida por su durabilidad, como pantalla de lluvia en los dos lados visibles de la fachada. Además de mejorar la circulación del aire en la pared, el tono del revestimiento cambiará con la exposición a los elementos.

Con una superficie de 87 metros cuadrados, el interior de la casa incluye una amplia sala de estar multiusos, un tocador y un lavadero en el primer nivel. Mientras, el segundo nivel alberga un baño y un espacio combinado de dormitorio y oficina.

En la foto, los altos techos se utilizan en la zona de la cocina, con armarios de dos tonos en madera clara y azul marino intenso instalados hasta la altura total de la pared.

En el baño de arriba, los azulejos verde salvia chocan con un tocador de madera cuadrado para crear una sensación claramente de mediados de siglo, mientras que una mampara de cristal envuelve la gran ducha a ras de suelo.

El acristalamiento se utiliza de forma ingeniosa y divertida en toda la casa. En la cálida escalera amarilla, una claraboya canaliza la luz natural hacia la planta baja. En otra parte, una ventana en forma de “U” en el despacho se extiende más allá de la línea del techo hasta el parapeto en la parte superior de la casa. Desde el exterior, la ventana parece llegar hasta el cielo que la rodea.

Esta casa de estilo normando francés en el barrio de Capitol Hill de Seattle está llena de historia. Sin embargo, a sus nuevos propietarios no les gustaba su interior oscuro y formal. En su lugar, querían actualizar con sensibilidad la propiedad de 445 metros cuadrados para iluminar y ampliar los espacios habitables e integrarlos mejor con el pintoresco patio trasero.

El proyecto trajo consigo sus desafíos. Dada la arquitectura patrimonial de la casa, la renovación debía respetar su encanto de época y, al mismo tiempo, llevar la propiedad al siglo XXI.

El estudio de arquitectura del noroeste del Pacífico Chadbourne + Doss Architects dirigió el ambicioso proyecto de remodelación, que consistió en añadir una extensión contemporánea de dos pisos de vidrio y aluminio en la parte trasera de la casa. La nueva estructura, una reinterpretación del invernadero moderno, cuenta con puertas correderas acristaladas que dan a una terraza recién construida.

En otras partes de los terrenos, otras nuevas incorporaciones incluyen una casa de huéspedes reformada, un pabellón comedor cubierto, una casa de baños y un cobertizo para macetas.

Esta sala de estar rinde homenaje al pasado al tiempo que abraza el futuro. La chimenea de acero ennegrecido encarna la estética atrevida y moderna de la casa. Sin embargo, las líneas rectas y los acabados minimalistas del espacio se suavizan con la pared encalada, que celebra el ladrillo texturizado del exterior original.

La estructura existente de la casa se trató con cuidado durante la renovación. Los elegantes acabados en piedra y acero ennegrecido unen la casa con su nueva adición, mientras que la carpintería y el enlucido originales se muestran en el rediseño.

En este vestidor, se eliminaron las paredes divisorias para abrir el espacio y aumentar el flujo de luz natural. Las ventanas con vidrios emplomados y una chimenea de época, ahora revestida de acero, son los principales puntos focales arquitectónicos.

Enclavada en el desierto de Joshua Tree, California, esta casa de campo de los años sesenta llamó la atención de Elaine y Stanley Yang, propietarios del estudio de diseño y empresa promotora inmobiliaria Mini Inno, con sede en Los Ángeles. La pareja decidió comprar la casa abandonada y transformarla en un refugio tranquilo donde los huéspedes puedan escapar del ajetreo y el bullicio de la vida urbana.

Su reforma fue exhaustiva. Además de renovar el interior, decidieron darle un cambio de imagen espectacular al exterior…

Tras su extensa renovación, el cansado exterior blanco ya no existe. En marcado contraste, el ladrillo se ha pintado de negro y se ha salpicado con tramos de revestimiento de madera cálida.

Se han añadido grandes ventanales y franjas de puertas correderas de cristal para llevar el escarpado terreno desértico al interior de la casa, creando una conexión visual entre el aire libre y el interior.

Ahora conocida como Villa Kuro, la casa de dos dormitorios se define por sus tonos neutros y nítidos y sus texturas y materiales terrosos, desde las rústicas vigas vistas del techo hasta las lámparas colgantes de ratán que iluminan las encimeras de la cocina.

Además de este hermoso espacio abierto, otros aspectos destacados incluyen el antiguo garaje, que se ha convertido en un salón de té. El vidrio del suelo al techo recorre dos aspectos del espacio y conduce a un patio con jardín de cactus.

La pareja se dejó influir en gran medida por la estética japonesa del wabi-sabi, una filosofía que enfatiza la belleza en la imperfección. Adoptando este espíritu, Elaine y Stanley llevaron a cabo gran parte de las obras de renovación ellos mismos. Incluso aplicaron un acabado de tadelakt, un enlucido marroquí impermeable a base de cal, a las paredes y suelos de este baño.

No contentos con mantener este extraordinario refugio en el desierto para ellos solos, Villa Kuro está disponible para alquileres vacacionales a través de Airbnb.

Cuando sus actuales propietarios compraron esta extensión de terreno en la ciudad de Kirkland, Washington, el establo de la propiedad había caído en un estado de deterioro terrible.

En lugar de derribarlo, la pareja, que son un pintor y un diseñador digital, decidieron contar con la ayuda de SHED Architecture and Design para convertir el edificio de la granja abandonada en un espacio habitable polivalente que pudiera funcionar como estudio de arte y casa de huéspedes. No te vas a creer cómo quedó…

El antiguo establo es ahora una espaciosa y moderna casa de vacaciones. Una ventana de suelo a techo permite que, entre mucha luz en el espacio diáfano, mientras que el revestimiento gris fresco y la puerta roja añaden un toque moderno a esta estructura patrimonial.

Anteriormente, el bloque de establos tenía una configuración en forma de “U”, pero la remodelación vio cómo el espacio entre los dos lados se unió para crear una sola vivienda.

El largo espacio interior y las puertas estilo granero son las únicas pistas de que esta estructura fue una vez el hogar de caballos.

El nuevo plano de planta incluye un dormitorio, un baño completo, un lavadero, un estudio, un vestíbulo y un garaje. Ingeniosamente, las habitaciones están separadas por puertas correderas sobre raíles que recorren todo el edificio. Esto significa que se pueden crear diferentes combinaciones de espacios en función de la funcionalidad requerida.

El dormitorio doble se encuentra justo al lado del gran estudio de planta abierta, que cuenta con una chimenea de acero para mantener la casa de invitados a una temperatura agradable durante todo el año.

Los muebles y acabados de inspiración de mediados de siglo hacen un guiño a la arquitectura de la casa principal de la propiedad y crean cohesión entre las estructuras.

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