Imagina que te despiertas cada día en una bonita cabaña en tu propia isla privada en medio de un hermoso lago. Ahora imagina que cuesta menos que la vivienda familiar media.

Esta es la historia de cómo una joven pareja de emprendedores optó por abandonar la vía tradicional de la propiedad de una vivienda para hacerse con un terreno en ruinas en Florida y transformarlo en un pequeño oasis vital.

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Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, redactora en español para loveMONEY.

Para muchos compradores primerizos, acceder a la propiedad es un proceso desalentador y costoso. En lugar de comprometerse durante décadas a pagar hipotecas y elevadas facturas domésticas, Tim Davidson y Sam Cosner, compradores por primera vez, decidieron reducir su tamaño para alcanzar su sueño de ser propietarios de una vivienda.

Su increíble aventura les llevó desde el acondicionamiento de su primera casa diminuta hasta la construcción de una pequeña isla privada frente a la costa oeste de Florida.

En 2017, Sam y Tim empezaron a buscar su primera casa juntos en Florida. "El contrato de alquiler de Sam había terminado y yo estaba lista para comprar y quería invertir en algo", explica Tim.

Aunque ya conocían las casas diminutas, nunca las habían considerado una opción práctica. Pero al hacer los cálculos, Tim se dio cuenta de que vivir en una casa diminuta tenía mucho sentido desde el punto de vista económico, y la pareja se sintió atraída por la promesa de un estilo de vida más sencillo y significativo.

Se toparon con Tiffany, su primera casita, en un lugar insólito: Craigslist. Al principio, Tim se mostró incrédulo: "Es una casa preciosa y estaba mirando en Craigslist pensando que esto tiene que ser una estafa o algo así".

Construida por Adam, de A New Beginning Tiny Homes, la pareja compró la inmaculada casita sobre ruedas de 25 m² por $72.000 (69.231 €).

Llamada así en honor del legendario artista de las vidrieras Louis Comfort Tiffany, el diseño de la pequeña casa se basa en un bungalow de estilo Craftsman de los años veinte. La influencia del icónico artista es evidente, desde las exquisitas vidrieras de colores hasta los apliques de pared, las lámparas y la intrincada carpintería.

"Con las vidrieras, cuando entra la luz por la mañana proyecta una sombra de luz por el techo y es una locura", añade Tim.

Sorprendentemente, Tim y Sam se mudaron a Tiffany con solo cuatro cajas de pertenencias. Aunque desprenderse de objetos sentimentales fue duro, Tim digitalizó las fotografías más queridas y compró un marco digital. "Ahora las veo más que antes", confiesa.

En un intento de reducir el tamaño de sus armarios antes de la mudanza, giraron todos los ganchos de las perchas en la misma dirección. Cuando usaban las prendas y las lavaban, los ganchos se giraban en sentido contrario. Al cabo de 90 días, la ropa que quedaba sin girar tenía un nuevo hogar.

Aunque Tiffany venía muy bien amueblada, Tim y Sam hicieron un par de cambios funcionales cuando se mudaron, incluida la creación de una caja de arena empotrada bajo la escalera para Oliver, su gato.

Tim dice que los toques decorativos de la casita resultaron ser un gran éxito para el miembro felino de su familia: "Hay vigas de madera en Tiffany para que pueda trepar a lo alto y observarlo todo".

Enclavada junto a la entrada, la cocina de la casa se ha planificado cuidadosamente, con espacio suficiente para colocar un frigorífico-congelador, un hornillo de gas propano y un fregadero profundo estilo granja. Sobre el espacio de trabajo cuelgan lámparas colgantes Tiffany, mientras que una gran ventana de bajo consumo permite que la luz entre a raudales en la pequeña vivienda.

En cuanto a las comodidades, una lavadora-secadora compacta combinada resultó ser una de las compras estrella de Sam y Tim, ya que les ahorra espacio y tiempo cuando llega el día de la colada.

Situado en la parte trasera de la pequeña casa, lo que le falta de tamaño al cuarto de baño lo compensa con creces su estilo. Revestido con baldosas de mármol italiano, la ducha de lluvia a ras de suelo es el centro de atención, mientras que los ingeniosos detalles de diseño, como el lavabo esquinero, aprovechan al máximo el espacio disponible.

Uno de los elementos favoritos de Sam en el pequeño cuarto de baño es la magnífica bañera de estilo japonés hecha con madera recuperada.

"Originalmente era un viejo poste de teléfono, así que se cortó en bloques y se encoló, y luego se le añadió una capa de poliuretano", dice Tim. Cuando no se usa, la preciosa bañera puede encajarse sobre el inodoro para liberar espacio en el suelo.

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En una vivienda de tamaño reducido, es esencial aprovechar cada centímetro disponible, especialmente los espacios superfluos que a menudo se dan por sentados en las casas tradicionales.

El truco de almacenaje más ingenioso de Tiffany son los cajones empotrados bajo los peldaños de la escalera, donde se guarda la ropa de Tim. Además de la caja de arena de Oliver, la escalera también oculta el depósito de agua caliente y un hueco para guardar cepillos de dientes y artículos de aseo.

En el nivel superior de la casita, hay un práctico altillo de almacenamiento o espacio para invitados sobre la cocina, mientras que enfrente, en la parte trasera de la propiedad, está el altillo principal, el dormitorio de Tim y Sam.

Sorprendentemente, el espacio acogedor alberga cómodamente una cama de matrimonio, flanqueada por dos hermosos apliques de estilo Tiffany a cada lado. El profundo cabecero hecho a medida es un añadido creativo que alberga prácticos armarios que ayudan a mantener el desorden a raya.

Sentados en un remolque Tumbleweed de 7,3 m de largo, Tim y Sam instalaron a Tiffany en un camping de la bahía de Tampa, en Florida, un lugar al que llamaron hogar dulce hogar durante más de un año.

"La idea de que vaya sobre ruedas nos da mucha más flexibilidad : si cambia el trabajo, puedo llevarla a otro sitio", dice Tim. Esto resultó especialmente útil cuando la pareja hizo su siguiente compra inmobiliaria...

Navegando por Zillow, Sam y Tim se toparon con una intrigante perspectiva de inversión: una isla de 0,60 ha en venta en Sarasota, Florida, que llevaba dos años en el mercado. Sin servicios públicos, la isla pertenecía a la misma familia desde 1918 y se había convertido en un vertedero de materiales sobrantes de los contratistas.

En busca de un lugar más permanente al que llamar hogar, Tim visitó al propietario, negoció el precio a la baja y consiguió la isla por $200.000 (192.308 €) en 2018.

Enclavada en medio de un lago de 4,80 hectáreas, en la propiedad, ahora conocida como Isla Shellmate, solo había unos cuantos edificios de almacenamiento destartalados. Pero con su entorno idílico y sus abundantes árboles frutales, el lugar, fotografiado aquí tras la reforma, era sin duda especial. "Costó mucho trabajo -era oro oxidado-, así que quitas el óxido y tienes oro", explica Tim.

Con Tiffany todavía en el antiguo camping, la pareja empezó las obras de construcción en la isla y se embarcó en lo que sería su segunda casa diminuta, esta vez construida desde cero sobre cimientos.

Sin embargo, tras un roce con un mal contratista general, Tim se vio obligado a aprender por sí mismo los entresijos, desde los fundamentos de la construcción hasta los códigos y reglamentos de planificación, para asegurarse de que el trabajo estaba a la altura. Por suerte, el departamento de planificación del condado de Sarasota resultó ser un recurso inestimable para ayudarle a navegar por el proceso.

Diseñada por Deltec Homes, conocida por sus casas resistentes a huracanes, la carcasa octogonal costó entre 30.000 y $40.000 (38.462 €).

"Conseguimos el armazón y personalizamos la distribución; de hecho, somos los primeros habitantes de Deltec en este modelo de casa diminuta. Mucha gente las utiliza para estudios y cobertizos, pero nosotros somos los primeros en vivir en una... Podría decirse que es la casa diminuta más fuerte jamás construida por su diseño", dice Tim.

Con sus 30 m², la pareja dice que la casita de la isla Shellmate parece mucho más grande que la Tiffany, de 25 m². El interior, aireado y elegante, es agradable a la vista y aún más asequible para el bolsillo.

La casa Deltec cuesta $30 (29 €) al mes de electricidad, mucho menos que la media estadounidense de $138 (133€), según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU. a finales de 2023. En el futuro, Sam y Tim tienen previsto añadir un paquete de baterías a la casa para que toda la propiedad funcione con electricidad.

Con armarios verde menta, encimeras de bloque de carnicero y elegantes azulejos blancos, la colorida cocina es un verdadero cambio con respecto al acogedor rincón culinario de Tiffany. La isla peninsular puede incluso abatirse para abrir la zona cuando sea necesario. "Al ser un octógono, podemos aprovechar el espacio mucho mejor que con un cuadrado, así que tenemos más espacio de encimera y armarios", añade Tim.

Recurriendo de nuevo a Craigslist, la pareja de ahorradores consiguió incluso un frigorífico Whirlpool de segunda mano, valorado en $500 (481€), por solo $100 (96 €): ¡una ganga!

Representante mayorista de iluminación, la característica favorita de Tim en la nueva casita son las luces adaptables colocadas en las vigas de madera del techo: "Tengo unos siete millones de opciones de color para elegir. Lo mejor es que puedo elegir diferentes temperaturas (de color) Kelvin, ya sea una luz cálida o muy blanca. Puedo hacer que cambie a lo largo del día para que coincida con el color natural del sol en el exterior, lo que ayuda con los patrones de sueño y los niveles de energía."

Uno de los mayores cambios para Sam y Tim en la casita de Shellmate Island es el tabique y la puerta corredera entre el salón y el dormitorio. Con el desván de Tiffany abierto a las zonas de estar, tener una separación sólida entre las habitaciones era algo muy importante. "Puedo ir al dormitorio y cerrar la puerta y es privado", dice Tim.

Con un gran ventanal que enmarca las vistas de la isla, el dormitorio de la pareja es luminoso y espacioso. Aunque en Tiffany era importante guardar todo lo que sobraba, la nueva casita no requería las mismas soluciones para ahorrar espacio : toda la ropa de Tim y Sam cabe debajo de la cama de matrimonio.

El moderno cuarto de baño alberga aún más hallazgos ahorradores, desde un inodoro de alta gama, completo con cisterna activada por ondas, embolsado gratis en Craigslist, hasta la puerta con espejo de $15 (14€), valorada en $300 (288€), recogida en la tienda benéfica Hábitat para la Humanidad.

"Teníamos una encimera de bloque de carnicero sobrante de la cocina, así que pude coger un trozo y crear una encimera encima de la lavadora-secadora para poder doblar la ropa y demás", añade Tim.

Sin embargo, tratar con una estructura octogonal tenía sus dificultades. Como la ducha tenía una forma inusual, la pareja no podía colocar un revestimiento estándar en el espacio, por lo que Tim tuvo que encargarse él mismo del proyecto: "Hice todo el trabajo de alicatado , fue una buena experiencia de aprendizaje. Todo el mundo dice que queda bien, pero yo sé dónde están los errores".

Antes de que el bloqueo llegara a Florida, Sam trabajaba desde casa en su papel de entrenadora personal y coach de salud, sin embargo, cuando llegaron las restricciones, Tim también se encontró trabajando en su pequeña casa. "Yo me siento en el sofá y trabajo en la mesa de café, Sam trabaja en el dormitorio con una mesa plegable", explicó Tim cuando habló con loveMONEY allá por 2020.

En su mayor parte, se consideran afortunados de haber tenido su propio paraíso privado en medio de la pandemia, aunque con menos salidas para hacer la compra, almacenar comida durante periodos más largos fue al principio una lucha.

Cuando compraron la propiedad, la isla Shellmate albergaba un cobertizo de almacenamiento destartalado y un puerto para barcos en mal estado. Tras terminar su nueva casita y trasladar a Tiffany a la isla en junio de 2020, Tim y Sam decidieron que había llegado el momento de darle un lavado de cara al destartalado puerto.

"Averigüé cómo añadirle soporte estructural, sellé el tejado, lo pinté, añadí una puerta y un par de vigas, añadí revestimiento y mosquiteras", dice Tim. Ahora es una elegante zona de estar al aire libre para la pareja, sus amigos y su familia: ¡una ganga!

En el interior, el puerto renovado es el lugar perfecto para pasar el rato, con dos hamacas, sillones, un sofá, una nevera, luces de colores e incluso un Jenga gigante.

Recibir invitados en una casa diminuta puede ser un suplicio, así que esta zona exterior adicional ha supuesto una verdadera diferencia, dice Tim: "Nos permite tener un bonito espacio de vida al aire libre donde podemos entretenernos".

Además de las casitas, la isla es pródiga en recursos naturales. Hay una gran variedad de sabrosos árboles frutales, como mangos, aguacates, lichis, higueras, moreras y plátanos, e incluso plantas de piña. Por desgracia, los huracanes Helene y Milton de 2024 dañaron algunos de los árboles, que tardarán años en recuperarse.

A pesar de los difíciles fenómenos meteorológicos, la pareja se esfuerza por conseguir que la isla sea lo más autosuficiente posible, e incluso han instalado una torre aeropónica para cultivar fruta y verdura fresca. Ingeniosamente, el sistema ahorrará un 90% más de agua que los métodos de cultivo tradicionales.

Para quien quiera vivir su propio sueño de isla paradisíaca, la isla Shellmate está abierta al público para estancias cortas y Tim ha puesto en marcha un sitio web de reservas directas.

Las casas de tamaño bolsillo comparten el hermoso patio trasero de la isla, además de beneficiarse del acceso a una hoguera, barbacoa, bicicletas gratuitas, kayaks y equipo de playa, garantizando a los huéspedes una estancia llena de diversión.

Reflexionando sobre su viaje, su inusual camino hacia la propiedad de la vivienda resultó ser un gran paso para Tim y Sam desde el punto de vista financiero. Impresionantemente, la hipoteca de Tiffany se liquidó en 2020, solo tres años después de haberla contratado.

"Construimos este estilo de vida para tener libertad financiera y menos estrés y ansiedad, y para centrarnos en las cosas correctas", dice Tim. Desde entonces, la pareja ha puesto en marcha un negocio de consultoría para ayudar a otros aspirantes a habitantes de casas diminutas a llevar a cabo sus propios proyectos.

Con la libertad económica y emocional que ofrece la vida diminuta, Tim y Sam no se ven cambiando su isla por una casa tradicional a corto plazo. En cuanto al futuro, están meditando las opciones.

"Ahora mismo lo estamos disfrutando: es un experimento genial, pero no nos vamos a estancar", dice Tim.