Conocida a menudo como "la primera familia de Hollywood", quizá te sorprenda saber que el clan Barrymore lleva cientos de años en el mundo de la interpretación. Sin embargo, el impresionante viaje de la dinastía, desde intérpretes de teatro indigentes a superestrellas de Hollywood, no ha sido ni mucho menos un camino de rosas.

Sigue leyendo para descubrir cómo los Barrymore alcanzaron la fama y la fortuna.

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Adaptado al español por Ana Sabin Paz, redactora en español para loveMONEY.

Empezaremos con Herbert Blythe (en la foto), que nació en la India en 1849. Su padre, William Edward Blythe, era un rico topógrafo de la Compañía Británica de las Indias Orientales, y envió a su hijo a Inglaterra para que se educara en la elitista Harrow School y, más tarde, en la Universidad de Oxford.

El padre de Herbert esperaba que su hijo se convirtiera en abogado. En lugar de ello, el rebelde joven Blythe se convirtió en boxeador aficionado y, finalmente, en actor de teatro, para consternación de su familia.

Herbert Blythe viajó a América en 1875, donde adoptó el nombre artístico de "Maurice Barrymore" para proteger a su familia del escándalo que suponía su carrera como actor.

Se unió a la compañía del renombrado dramaturgo Augustin Daly, donde conoció a su compañera Georgiana Drew cuando coprotagonizaron una producción de Pique. La pareja se casó en Nochevieja de 1876.

Aunque Maurice fue el primero de su familia en intentar actuar, su esposa Georgiana era miembro de la familia teatral Drew, cuyas raíces se remontan a la Gran Bretaña del siglo XVIII.

Los padres de Georgiana eran los actores John (en la foto) y Louisa Lane Drew. Ambos estaban muy implicados en la compañía Arch Street Theatre de Filadelfia. John la dirigió durante años y más tarde pasó a llamarse "Mrs. John Drew's Arch Street Theatre" cuando Louisa se convirtió en la gerente tras la muerte de su marido en 1862.

Louisa Lane Drew (en la foto) era nieta de Thomas Haycraft Lane y Louisa Rouse Lane, actores ambulantes de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Fue considerada una niña prodigio y compartió escenario con muchos de los mejores actores de la época, como John Wilkes Booth, de la ilustre familia teatral Booth, que llegó a asesinar a Abraham Lincoln.

Georgiana y Maurice (en la foto) tuvieron tres hijos juntos: Lionel Barrymore, nacido en 1878; Ethel Barrymore, nacida en 1879; y John Barrymore, nacido en 1882.

La línea Barrymore de actores casi termina aquí, ya que la nueva generación de Barrymore no tenía planes de convertirse en actores. Ethel aspiraba a ser pianista, y los chicos querían ser pintores, pero los tres hijos se vieron obligados a entrar en el negocio familiar en circunstancias trágicas.

En 1891, Georgiana tuvo que dejar de actuar tras caer enferma de tuberculosis. En 1893, viajó al oeste con su hija Ethel (en la foto) para encontrar una cura, pero no tuvo éxito y sucumbió a su enfermedad solo unas semanas después. Tenía 36 años.

La prematura muerte de su madre obligó a los dos hijos mayores, Lionel y Ethel, a buscar trabajo, pues la familia aún no había hecho fortuna. Ethel observaría más tarde: "Siempre quise ser pianista, pero tenía que comer, y actuar me pareció lo más natural, puesto que la familia ya se dedicaba a ello".

Maurice Barrymore también tuvo un final trágico. Mientras actuaba en un escenario de Nueva York en 1901, según The New York Times, "de repente dejó sus líneas y empezó a delirar".

Más tarde se descubrió que Maurice -conocido por sus muchas aventuras mientras estaba casado- tenía sífilis en fase avanzada. Su hijo John lo internó en el hospital Bellevue de Nueva York y más tarde fue trasladado a Amityville, donde murió en 1905.

Con sus padres muertos, a los tres hijos Barrymore les tocó abrirse camino en el mundo. Siguiendo los pasos de sus padres, el hijo mayor, Lionel (en la foto), empezó como actor de teatro, y rápidamente se ganó la aclamación por sus papeles en obras como Peter Ibbetson (1917) y The Copperhead (1918).

Lionel se trasladó a Hollywood en 1926 y empezó a hacerse un nombre como estrella de cine. A lo largo de su carrera, apareció en más de 150 películas y quizá sea más conocido por interpretar al Sr. Potter en Qué bello es vivir (1946). También ganó el Oscar al Mejor Actor tras protagonizar Un alma libre, estrenada en 1931.

Lionel Barrymore alcanzó el estrellato durante la "Edad de Oro" de Hollywood y tenía un contrato con MGM, uno de los "ocho grandes" estudios de la época. Fue un periodo de intensa prosperidad para la industria; entre 1930 y 1945 se estrenaron más de 7.500 películas, y la impresionante cifra de 80 millones de estadounidenses veían al menos una película a la semana en el cine.

Ni que decir tiene que fue una época lucrativa para ser actor. Se dice que cuando Barrymore murió en 1954, a los 76 años, había amasado una fortuna de $3 millones, lo que equivale a unos $35 millones en dinero de hoy (unos 32,6 millones de euros).

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La hermana de Lionel, Ethel Barrymore (en la foto), prefería el escenario a la pantalla y fue apodada "La Primera Dama del teatro estadounidense".

A pesar de ello, actuó en más de 30 películas, e incluso ganó el Óscar a la mejor actriz de reparto por su interpretación en 1944 en Un corazón en peligro.

Ethel (en la foto) era considerada una gran belleza y tenía muchos admiradores, incluso llamó la atención de Winston Churchill. Al parecer, este le propuso matrimonio en 1900. Ella lo rechazó porque no deseaba convertirse en una esposa política.

En 1909, Ethel se casó con Russell Griswold Colt, a quien The New York Times describió en una ocasión como "uno de los jóvenes ricos de Nueva York". La pareja tuvo tres hijos, que se dedicaron al mundo del espectáculo con un éxito entre escaso y moderado.

Barrymore y Colt se divorciaron en 1923, y Ethel nunca volvió a casarse.

El hermano menor de Lionel y Ethel, John Barrymore (en la foto), fue considerado uno de los mejores actores de su generación. Famoso por películas como Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1920) y Sherlock Holmes (1922), el apuesto aspecto de John le valió el sobrenombre de "El Gran Perfil".

A pesar de su evidente talento, John Barrymore odiaba ser actor. Profundamente afectado por la muerte de su madre, empezó a beber en exceso a los 14. Su alcoholismo le impedía desempeñar trabajos normales y, al hablar de su futuro con su hermano, observó: "Parece que tendré que sucumbir a la maldición familiar, la actuación".

Tras divorciarse de su primera esposa, Katherine Corri Harris, John Barrymore se casó en 1920 con la dramaturga, poetisa y sufragista Blanche Oelrichs (en la foto). Es famosa sobre todo por publicar poesía bajo el seudónimo de Michael Strange y por la producción de Broadway de Clair de Lune, que protagonizó su marido.

La pareja tuvo una hija, Diana, nacida en 1921.

Un año después de terminar su matrimonio con Oelrichs, John Barrymore conoció a la estrella del cine mudo Dolores Costello (en la foto) en el plató de La fiera del mar. Rica y famosa por derecho propio, la talentosa Costello era conocida como la "Diosa de la Pantalla Muda".

La pareja se casó en 1928 y tuvieron dos hijos: Dolores "DeeDee" Barrymore y John Drew Barrymore, nacidos en 1930 y 1932 respectivamente. Barrymore y Costello acabaron divorciándose cuando el alcoholismo de John se descontroló. En 1942, falleció de cirrosis hepática, insuficiencia renal y neumonía.

Aunque se desconoce el patrimonio neto de Barrymore en el momento de su muerte, en la década de 1920 había firmado un contrato de cinco películas con Warner Bros. con el que ganaba $150.000 por película (unos 139.500 euros por película). Eso equivale a unos $2,4 millones por película hoy en día (unos 2,2 millones de euros por película).

La "maldición familiar" a la que se refería John volvió a golpear a la siguiente generación. Sus dos hijos, que aspiraban a ser estrellas como su padre, lucharon contra la adicción.

Su hija mayor, Diana (en la foto), puso sus miras en una carrera en el mundo del espectáculo y apareció en numerosas películas, como Noche de Pesadilla (1942) y Matrimonio de inconveniencia (1943). Sin embargo, sus problemas con el abuso de sustancias impidieron que su carrera despegara realmente. Murió de sobredosis en 1960, con solo 38 años.

Dolores, la hermana menor de Diana, fue la única de los tres hijos de John que no persiguió la fama y sigue viva a la edad de 94 años.

Diana y Dolores también tenían un hermano menor, John Drew Barrymore (en la foto). Decidió dedicarse a la interpretación y protagonizó películas como Thunderbirds, de 1952, y La guerra de Troya, de 1961.

Sin embargo, sus problemas de adicción le impidieron alcanzar un verdadero éxito en su carrera. Murió de cáncer en 2004, a los 72 años.

John Drew Barrymore se casó -y divorció- cuatro veces.

Su primera esposa fue la actriz Cara Williams, con quien se casó en 1952. La pareja tuvo un hijo, John Blyth Barrymore (en la foto con su padre). Se divorciaron en 1959, y al año siguiente Barrymore se casó con Gabriella Palazzoli. Su hija, Blyth Dolores Barrymore, nació en 1960, y la pareja estuvo casada durante una década antes de separarse en 1970.

En 1971, Barrymore se casó con la actriz alemana Ildikó Jaid Makó, que dio a luz a Drew Barrymore en 1975. Más tarde, Barrymore se casó con la actriz Nina Wayne, aunque se separaron en 1994 tras nueve años de matrimonio.

Aunque John Drew Barrymore solo consiguió un éxito moderado como actor, su hija Drew (en la foto) se convertiría en el miembro de más éxito de la dinastía.

Deseosa de que su hija pequeña entrara en el negocio familiar, Jaid Mako se convirtió en su representante, y Drew apareció en un anuncio de comida para perros a la tierna edad de 11 meses.

Al igual que su tatarabuela Louisa Lane Drew, la joven Drew Barrymore (en la foto con su madre en 1982) era considerada una especie de niña prodigio.

Drew se hizo famosa a la tierna edad de siete años cuando consiguió el papel de la adorable Gertie en el éxito de taquilla de 1982 E.T., de su padrino Steven Spielberg, y ese mismo año también se convirtió en la persona más joven de la historia en presentar Saturday Night Live.

Pero mientras el futuro parecía brillante, la vida personal de Drew se desmoronaba entre bastidores.

Tras la separación de sus padres en 1984, John, el padre de Drew, estuvo ausente de su infancia y su madre la llevaba regularmente al infame club nocturno Studio 54 de Nueva York. Con solo nueve años, Drew conoció las drogas y el alcohol en el lugar de moda de los famosos, e incluso la animaron a bailar con jóvenes estrellas masculinas.

Recordando este periodo de su vida en un episodio de Norm Macdonald Has a Show, Barrymore dijo al cómico: "Tenía una madre, pero era más como mi mejor amiga. Me decía: '¿Quieres ir al colegio y que te acosen todo el día, o quieres ir a Studio 54? Y yo decía: '¡Sí, claro!'".

A los 12 años, la autoproclamada "chica fiestera" era adicta a las drogas y al alcohol, y a los 13 empezó una temporada de 18 meses en rehabilitación. Al año siguiente intentó suicidarse, por lo que su madre la internó.

Hablando de su experiencia en rehabilitación en una entrevista de 2015 con el periódico británico The Guardian, dijo: "Fue como un serio entrenamiento de reclutamiento y un campo de entrenamiento, y fue horrible y oscuro y duró mucho, un año y medio, pero lo necesitaba. Necesitaba toda esa disciplina demencial".

Siguiendo el consejo de sus médicos, Barrymore se emancipó de su madre tras salir del hospital y se propuso dar un giro a su vida. Su hermanastro, John Blyth Barrymore, observó en una ocasión: "Todos en mi familia tuvimos una mala racha. Mi hermana Drew fue la única inteligente. Superó la suya antes de cumplir los 18".

Jessica, la hermanastra de Drew, tuvo menos suerte. Víctima de la supuesta "maldición familiar", murió de una sobredosis de drogas en 2014, con solo 47 años.

Aunque había superado valientemente sus adicciones, Barrymore afirmó que se había convertido en una "paria" en Hollywood, revelando que los directores se reían de ella cuando se presentaba a las audiciones.

En su entrevista de 2015 con The Guardian, explicó: "Tener una carrera tan importante a una edad tan temprana y luego no hacer nada durante años -la gente dice, eres un desastre inempleable- es un viaje duro para cuando tienes 14 años. Tener acceso a tantas cosas, y luego a nada".

A los 16 años, la ex estrella infantil trabajaba en restaurantes y "limpiando retretes" para llegar a fin de mes.

La joven y decidida Barrymore decidió finalmente tomar las riendas de su malograda carrera y fundó la productora Flower Films cuando tenía 20 años.

Flower Films está detrás de algunos de los mayores éxitos de taquilla de Barrymore, como Nunca me han besado (1999), Los ángeles de Charlie (2000) y 50 primeras citas (2004). Así de fácil, Barrymore volvió a ser la chica de oro de Hollywood.

Una vez superados sus días oscuros, Barrymore ha seguido disfrutando de una próspera carrera cinematográfica, y protagonizó películas como Tú la letra, yo la música (2007) y Qué les pasa a los hombres (2009).

Debutó como directora con la comedia deportiva Roller Girls (2009), que también protagonizó. Ha tenido éxito en la pequeña pantalla, apareciendo en Santa Clarita Diet de Netflix entre 2017 y 2019, y ha puesto voz a personajes de Padre de Familia y Los Simpson.

Y Drew no solo ha hecho fortuna con la actuación. La emprendedora Barrymore tiene su propia marca de belleza y ropa, una gama de vinos de autor e incluso una línea de utensilios de cocina inspirada en las flores silvestres.

La actriz convertida en autora también ha publicado varios libros, entre ellos su autobiografía Wildflower (2015) y la guía de estilo de vida Rebel Homemaker (2021).

Las fuentes estiman que el patrimonio neto actual de Drew oscila entre $85 millones (unos 79,1 millones de euros) y $125 millones (unos 116,3 millones de euros), lo que la convierte, con diferencia, en el miembro más exitoso de la dinastía Barrymore.

Tras toda una vida en el centro de atención, Barrymore se está tomando un descanso de la actuación, aunque sigue presentando su programa de entrevistas homónimo en la CBS.

Actualmente, Drew se centra en criar a sus dos hijas pequeñas, Olive y Frankie (nacidas en 2012 y 2014, respectivamente). En una entrevista de 2014 con Today, admitió que "es difícil estar presente cuando te levantas antes que ellas y vuelves a casa después de que se hayan acostado. Esa no es la forma en que quiero vivir este viaje con mis hijas en este momento de su vida".

¿Y piensa Drew dejar que sus hijas se introduzcan en el mundo del espectáculo? Digamos que, si por ella fuera, la dinastía de actores Barrymore acabaría con ella...

Drew (en la foto con su hija Frankie) declaró a The Guardian: "Vengo de una familia que lleva 400 años actuando. Pero los platós de cine son un mundo extraño. Para mí fue mejor que mis circunstancias. Fue un salvador. Para mis hijos, no será mejor que sus circunstancias. Estarán tan salvados y serán tan amados que no necesitarán un plató de cine para mejorar su vida".

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