A Ash y Terry siempre les ha gustado ir de vacaciones a Francia, pero cambiar su casa de dos camas de Middlesborough (Inglaterra) por un castillo francés no siempre había sido su plan. Hasta que se dieron cuenta de la cantidad de metros cuadrados que podían permitirse al otro lado del canal de la Mancha. Tras años buscando la casa perfecta, la pareja compró un castillo de 300 años de antigüedad en Baja Normandía y se dispuso a transformarlo en la casa familiar definitiva para varias generaciones. Desde el tejado con goteras hasta las ventanas podridas y los suelos ruinosos, les costó mucho trabajo.

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Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveMONEY.

¿Cómo llegó la pareja a poseer este increíble castillo? Pues bien, en 2016 pasaron por delante de una agencia inmobiliaria en Francia y vieron una enorme casa de cinco dormitorios a la venta por 75.000 euros. Eso equivale a unos $80.000.

"Teníamos esa cantidad de capital en nuestra casa, así que podríamos haberla comprado y vivir sin hipoteca", dice Ash. "Además, tenía 1,2 hectáreas de terreno. Nunca podríamos permitirnos algo tan grande en el Reino Unido, y trabajábamos 12 horas al día y teníamos dos negocios. Realmente nos hizo pensar en lo que hacíamos".

La pareja estableció un plan de 10 años para trasladarse, pero, alimentado por la emoción, Terry empezó a buscar casas en Francia casi de inmediato. “Cada vez eran más grandes hasta estuvimos mirando castillos”, dice Terry. “Estaban dentro de nuestro presupuesto, pero nos contuvimos”.

Cuando llegó el Covid-19 y la pareja no pudo ver a su familia ni pasar tiempo juntos, decidieron impulsar su plan. “Ya estábamos hartos de la vida en el Reino Unido y nos encantaba estar en Francia. Sabíamos que mudarnos allí nos permitiría llevar un estilo de vida mucho más relajado y orientado a la familia.”

En diciembre de 2019, Ash y Terry vieron en Internet que Château De Lalacelle estaba en venta. "Nos pusimos en contacto con la agencia inmobiliaria y, en cuanto Francia levantó las restricciones relacionadas con Covid, estábamos en el primer ferry que salía", dice Ash. "Intenté convencer a Terry de que no comprara la propiedad porque estaba fuera de nuestro rango de precios".

El château estaba anunciado por 500.000 euros ($532.000), pero las fotos de la inmobiliaria tenían al menos cinco años. La propiedad tenía muchos desperfectos y el jardín estaba cubierto de maleza. "Fue entonces cuando empecé a entusiasmarme", dice Ash, "vi inmediatamente su potencial y, debido a su estado, pensé que podríamos conseguir un descuento". Así que, mientras Terry echaba un vistazo, hice una oferta baja y descarada". Para su sorpresa, la oferta de 300.000 € ($320.000) de Ash fue aceptada rápidamente.

La pareja vendió sus negocios y su casa y se trasladó a Francia. Con 25 habitaciones, cinco plantas, siete dependencias y 10 hectáreas de terreno, el Château de Lalacelle proporcionó a Ash y Terry mucho más por su dinero que su casa de dos dormitorios del norte de Inglaterra.

"La propiedad estaba en un estado horrible cuando la compramos", dice Ash. "Nadie había vivido allí desde los años sesenta. Estaba expuesta a la intemperie, le faltaban ventanas y puertas, los canalones no funcionaban, el tejado estaba dañado y no tenía alcantarillado" Esta imagen muestra el vestíbulo cuando la pareja recibió las llaves a finales de 2020.

A pesar de sus paredes derruidas, ventanas rotas y manchas de moho, Ash y Terry quedaron asombrados por las bellas características de cada habitación: "Mientras paseábamos, podíamos ver cómo quedaría cada habitación y cómo se utilizaría en el futuro", dijo Terry a sus seguidores de Instagram en mayo de 2021.

Desde las impresionantes baldosas de arenisca incrustadas en el suelo del vestíbulo hasta los elegantes paneles de madera y las 12 chimeneas de mármol fino, la mansión abandonada rebosaba factor sorpresa, y esto es esencialmente lo que vendió el lugar a la pareja.

Aunque algunas partes de la finca datan del siglo XIII, la estructura principal del castillo se construyó en 1724 y la imponente torre central se añadió en 1806. Con una historia fascinante, la propiedad perteneció a una importante familia local a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

"El propietario era un corpulento monárquico y llegó a convertirse en jefe de la Vieja Guardia, sirviendo a las órdenes de Napoleón Bonaparte", dice Ash. "Napoleón vino a la zona a visitarle, pero cuando descubrió que seguía siendo un monárquico activo, le condenó a muerte".

El propietario del castillo acabó saliendo de la cárcel y su sentencia fue anulada, pero cuando Napoleón recuperó el trono en 1815, volvió a condenarle a muerte. Esta vez, huyó de Francia a Jersey.

Esta imagen histórica muestra el castillo durante su apogeo. Incluso en esta pequeña fotografía en blanco y negro, puedes ver lo hermoso que era el edificio en otros tiempos, con su refinada arquitectura, sus grandes proporciones y sus impresionantes puertas.

Tras convertirse en los nuevos propietarios del castillo, la pareja se puso inmediatamente manos a la obra con la restauración. "Sabíamos lo duro que sería el trabajo, pero estructuralmente el edificio estaba bastante bien", dice Terry. "Había algo de carcoma y podredumbre seca, así que nos ocupamos de esos problemas el primer año".

Durante esta primera fase del proyecto, la pareja arregló el tejado roto, instaló un sistema séptico para evacuar los residuos, ordenó los terrenos salvajes y cubiertos de maleza y abordó el problema del moho de la casa. Durante los primeros 18 meses, la pareja vivió en una caravana en el jardín.

Por supuesto, el dúo también tuvo que limpiar la fachada del edificio, reparar las ventanas rotas y pintar todos los marcos de las ventanas. Las escaleras de entrada de granito originales y la mampostería exterior también tuvieron que limpiarse con una hidrolimpiadora: "El edificio estaba siendo reclamado poco a poco por la naturaleza, con el musgo esparcido por el tejado y transformando lentamente la fachada a lo largo de los años", dice Ash.

Una vez limpiado el exterior, Terry rejuntó la piedra. A la izquierda de esta imagen, la piedra se ha limpiado, mientras que la torre y el lado derecho del edificio siguen llenos de mugre.

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Con cinco plantas para jugar, la pareja decidió convertir el tercer nivel (la última planta) en su propio apartamento privado. La segunda planta se transformaría en dos suites para invitados, mientras que las habitaciones de la planta baja se restaurarían y utilizarían como espacios comunes.

Empezaron por sus espacios privados para adquirir las habilidades esenciales, antes de pasar a las zonas que iban a ver otras personas. "Hacerlo así nos dio la confianza que necesitábamos", dice Ash.

En su nuevo piso, la pareja retiró los viejos armarios empotrados y el papel pintado, y quitó toda la madera vieja y podrida y el yeso alrededor de la ventana abuhardillada. Luego añadieron una capa de aislamiento térmico, seguida de otra capa de aislamiento y placas de yeso, para garantizar que la vivienda se mantuviera caliente durante todo el invierno.

Tras mucho trabajo y tiempo, se terminó la suite privada de la pareja. El dormitorio, que antes era una habitación fría y cansada, es ahora un lugar impresionante y cómodo para relajarse.

"Desde lijar los suelos y colocar el techo hasta el aislamiento y la electricidad, fue un año de trabajo, pero estamos muy contentos con los resultados", dice Ash. "Tenemos un sitio precioso para vivir y pudimos despedirnos de la caravana".

En la cocina, la pareja aisló las paredes y el techo, instaló pladur y barnizó las preciosas vigas vistas que decoran el espacio del techo.

"Como todas las demás habitaciones del tercer piso tienen techos bajos, cuando entras en la cocina te quedas asombrado al instante por la doble altura y toda la hermosa carpintería vista", dice Terry, "El espacio muestra la verdadera artesanía de la estructura del tejado del castillo" Terry también reparó secciones del suelo que necesitaban atención e instaló tomas de corriente para los electrodomésticos esenciales.

En marzo de 2023 llegó la cocina de la pareja. La diseñaron ellos mismos para que se adaptara perfectamente a la forma de la habitación y les proporcionara mucho espacio de almacenamiento y encimera. "Solo pesaba 600 kg", dice Ash. "¡A los pobres repartidores casi les da un ataque cuando les dijimos que estaba en el tercer piso! Terry y yo lo hicimos todo con ellos, para facilitarles las cosas".

A continuación, Ash instaló los muebles, alicató el salpicadero, enmarcó una de las ventanas y añadió los rodapiés a todo el perímetro de la habitación.

Esta imagen muestra el cuarto de baño del apartamento de la pareja. "Como soy yo, quería que todas las tuberías estuvieran ocultas para que todo en el cuarto de baño quedara bien colocado", dice Ash. "Pero tuvo un coste. Hubo que excavar toda la tierra utilizada para el aislamiento para dejar paso a las tuberías de desagüe, que se ocultaron bajo un nuevo suelo."

Equipado con muebles antiguos y sanitarios de inspiración vintage, el nuevo cuarto de baño de la pareja es espacioso, elegante y maravillosamente tradicional.

La bañera de hierro fundido con patas de garra está junto a la ventana, lo que permite a la pareja disfrutar de las vistas del jardín mientras se bañan.

Tras terminar su propio apartamento, Ash y Terry empezaron a trabajar en las suites de invitados. Esta imagen muestra la Suite 400 en enero de 2023, al comienzo de las obras.

"Tras quitar los paneles originales, descubrimos más problemas: vigas podridas, ventanas y falta de electricidad", dice Terry. "Como muchos de los paneles estaban dañados en el dormitorio, decidimos quitarlos".

Despojada de todo, Ash y Terry pudieron aislar las paredes e instalar placas de yeso. También se restauró una sección podrida del suelo alrededor de la ventana. "Todo lo que hemos hecho ha sido nuevo para nosotros, así que hemos tenido que aprender", dice Ash. "Hemos hecho el 95% del trabajo en familia".

Terry también creó molduras para las paredes, utilizando una resina transparente: "Como el dormitorio azul es la habitación más grande que tenemos, queremos crear algo único y memorable para cuando la gente se aloje", dice Terry, "así que hice nuestras propias molduras con la ayuda de una impresora 3D. Esta máquina nos ha permitido crear unas molduras increíbles, que son exclusivas del Château De Lalacelle".

Tras algo más de un año de duro trabajo, la Suite 400 quedó terminada en marzo de 2024: "Después de meses de trabajo, desde lijar hasta rellenar, preparar y aceitar, los preciosos suelos de parqué originales han recuperado su antiguo esplendor", dice Ash.

Llamada así por la afición de Terry a los transatlánticos de clase Olympic, la Suite 400 rezuma opulencia: "Tomé muchos elementos de diseño del RMS Olympic, el barco gemelo del Titanic, al que sus constructores dieron el número de astillero 400", dice Terry. "Conseguimos una muestra del color de pintura Adam Green que se utilizó en su día en la gran escalera del barco y, con la ayuda de Autentico Paint, recreamos el color para las paredes del salón, dando ese aire de elegante salón de caballeros".

La pareja también recreó los paneles que había en la sala de fumadores del barco. Las molduras se hicieron de poliestireno, con un coste de solo 40 euros (unos 40 €). "Lo combinamos con unos preciosos muebles eduardianos y cortinas de terciopelo verde hechas a mano. El resultado es realmente espectacular".

El elegante dormitorio de la Suite 400 cuenta con una lámpara de araña y apliques de pared antiguos, muebles de época y un dosel de cama hecho a mano por Terry con un precioso trozo de terciopelo.

El asombroso cuarto de baño cuenta con accesorios vintage, una bañera y, con la ayuda de la creadora de contenidos Vivienne, de Château Love, Ash y Terry crearon unos preciosos azulejos pintados a mano para la cabina de ducha, con las palabras Château De Lalacelle, rodeadas de delicados motivos florales.

En cuanto al mobiliario, Ash y Terry pasaron años recorriendo diferentes brocantes (tiendas de segunda mano) de toda Francia, en busca de las piezas perfectas. "Desgraciadamente, cuando compramos el château se habían llevado todos los objetos y muebles, hasta los tiradores de las puertas. Poco a poco hemos ido reuniendo una notable colección de piezas impresionantes para cada estilo de habitación", dice Ash. "Muchos de estos objetos estaban en un estado de deterioro espantoso, necesitaban mucha atención".

Por supuesto, la pareja no tuvo miedo de ponerse manos a la obra y restaurar sus nuevas antigüedades. Desde retapizar sillas hasta limpiar y engrasar hermosos armarios de madera, han creado auténticas joyas únicas.

Durante el proyecto adquirieron muchas habilidades y confianza, que ahora se están poniendo en práctica en la Suite 401, que está al lado. En esta habitación, la pareja aisló y enyesó los techos, retiró todo el cableado antiguo y preparó los radiadores.

Después, tras la enorme tarea de reparar y sustituir los paneles originales, por fin pudieron pintar las paredes. En lugar de optar por una simple pintura, Ash y Terry decidieron crear paredes de imitación de madera de caoba, utilizando un proceso de cuatro pasos...

Muchos pensaron que nos habíamos vuelto locos porque empezamos pintando las paredes de amarillo chillón, pero con cada proceso, desde la pintura hasta el tinte, pasando por el barniz, una capa de cera y la pintura de 2400 crucecitas doradas, esta habitación se ha transformado en una estancia cálida y elegante para disfrute de los invitados", dice Terry.

Cuesta creer que esta impresionante pared se haya pintado realmente. Terry y Tracy reprodujeron los tonos y texturas de las vetas de la madera con pinceles y un práctico secador de pelo.

Una vez terminados los paneles de efecto madera, el equipo madre-hijo empezó a resaltar algunos detalles de toda la habitación con pan de oro. "Estamos asombrados con la transformación de esta habitación, y con mucho más por venir, ésta será una habitación para recordar", dice Ash.

Para terminar la habitación, la pareja añadirá delicados apliques de pared a ambos lados de la chimenea. La Suite 401 está terminada en un 70% y estamos impacientes por ver el resultado.

Ash y Terry no se han enfrentado solos a la restauración del castillo. Además de Tracy, que decidió vender su casa en el Reino Unido y trasladarse a Francia para ayudar en el proyecto, la pareja ha recibido la visita de muchos amigos y familiares para ayudarles en la colosal tarea de restaurar la propiedad.

El sobrino de Terry, Jonathan, también vive en la propiedad y ayuda donde y cuando puede, mientras asiste a la escuela local y juega en el equipo de fútbol del pueblo.

Además de trabajar en el edificio principal y los terrenos, Ash y Terry también han dedicado tiempo a restaurar esta pintoresca dependencia, situada junto al castillo: "Cuando vimos la dependencia por primera vez, supimos enseguida que sería una casita fantástica para Tracy y Jonathan", dice Terry.

"Tracy siempre ha querido tener una casita preciosa, sin nada más que terreno a su alrededor. Aunque este edificio parece relativamente pequeño en comparación con los demás que lo rodean, las habitaciones del interior tienen grandes proporciones, techos altos y unas vistas impresionantes."

No era un trabajo fácil, la casa requería mucho trabajo. Tracy y Tony, el padre de Terry, trabajaron sin descanso levantando miles de baldosas de terracota por toda la casa. Después alquilaron una excavadora y retiraron 15 cm de tierra, lo que permitió instalar aislamiento en el suelo.

Se instalaron nuevas ventanas y se colocó un conducto de humos, listo para una estufa de leña. Tracy también lijó cada una de las vigas del techo del salón principal y rejuntó la pared de piedra vista del vestíbulo. "Tracy es increíble", dice Ash. "No tiene miedo de enfrentarse a nada y se pone manos a la obra".

Tras seis meses de trabajo, la casa, antes abandonada, quedó terminada. Con dos dormitorios, una sala de estar, un cuarto de baño y una cocina, la casa es luminosa y tradicional, con un acogedor aire de granja.

"La cocina es el corazón y el punto central de la casa de campo", dice Terry. "Nos gastamos $769 (unos 715 €) en la cocina y, con la ayuda de amigos y familiares maravillosos, lo conseguimos".

Mientras Terry y Tracy trabajaban duro en el interior del castillo, Ash centró su atención en los terrenos. Con la ayuda de la familia de visita y del paisajista Shayne, Ash creó este impresionante jardín amurallado. "No se me dan bien los detalles y los trabajos intrincados, pero a Terry sí", dice Ash. "Se me dan bien la motosierra, el martillo y el tractor. Soy muy práctico".

Inspirándose en la belleza del Palacio de Versalles, Ash creó caminos, parterres y césped, y dedicó muchísimas horas a plantar bulbos. Se emplearon 700 piedras en crear la forma del jardín y se tardaron 10 días en mover manualmente 100 toneladas de grava para los senderos. Ash también buscó urnas, zócalos y fuentes de segunda mano para completar el espacio.

También quedan muchas habitaciones por restaurar. Serán espacios comunes en la planta baja, donde Ash y Terry y cualquiera de sus invitados podrán pasar el tiempo. Hay un gran salón, un comedor, una sala de billar, una pequeña cocina, un cuarto de botas y, por supuesto, el impresionante vestíbulo de entrada.

"Empezamos las obras en septiembre de 2021 y hasta ahora hemos gastado unos 300.000 euros ($319.000)", dice Ash. "Solo la fosa séptica costó 35.000 € ($37.000, unos 34.400 €)". Con ese dinero, la pareja ha renovado la casa de campo, terminado su apartamento y (casi) las dos suites de invitados, instalado un nuevo camino de acceso al castillo y arreglado casi todo el exterior. "Es mucho dinero, pero podemos ver dónde se ha gastado".

Gracias a este enfoque sensible, obtener la autorización urbanística ha sido pan comido. "Siempre que nos atengamos a la sustitución de elementos iguales, los planificadores locales estarán contentos", dice Terry, "Siempre iba a ser un proyecto de restauración, no de renovación. Todo lo que no hemos podido salvar o reparar nosotros mismos, lo hemos sustituido por réplicas exactas, hechas a mano por artesanos."

El alcalde de la localidad también nos ha apoyado mucho, visitando a la pareja y manteniéndola en el buen camino. “Todos los lugareños han sido muy amables, serviciales y solidarios. Están contentos de que se haya rescatado un edificio que podría haberse derrumbado".

Por supuesto, teníamos que pedir a Ash y Terry que compartieran sus mejores consejos para cualquiera que quiera emprender un proyecto similar: "No pienses demasiado en ello, simplemente hazlo", aconseja Ash. "Si hubiéramos pensado en la cantidad de trabajo que supondría y en lo que costaría llegar a este punto, probablemente nos habríamos asustado. Tampoco tienes que buscar algo tan grande. Hay muchas casas más pequeñas en Francia que necesitan ser rescatadas".

En cuanto al futuro de la pareja, piensan terminar la Suite 401 y abrirlas a huéspedes de pago. "Pensamos alquilarlas en 2026", dice Ash, "aunque no estaremos abiertos para reservas los 365 días del año. Queremos disfrutar del castillo".

No sabemos tú, pero nosotros estamos deseando ver cómo progresan Ash y Terry. Visita su canal de YouTube para ver los vídeos de las transformaciones y síguelos en Instagram para ver las actualizaciones en directo.

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