Beyoncé y Jay-Z, tal vez la pareja más poderosa del espectáculo, han acumulado entre los dos un impresionante número de premios a lo largo de su carrera musical, así como una lista de exitosos negocios. Como resultado, el talentoso dúo tiene un patrimonio neto combinado de más de $2.600 millones (unos 2.400 millones de euros).

Con mucho dinero en sus cuentas bancarias, no es de extrañar que hayan adquirido algunas propiedades increíbles durante su ascenso a la cima, incluida una mansión de $200 millones (unos 186 millones de euros) en Malibú y otra lujosa propiedad en Bel Air.

Haz clic o desplázate para echar un vistazo a las extraordinarias casas de Beyoncé y Jay-Z...

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.

Tras casarse en 2008, Beyoncé y Jay-Z empezaron a construir una cartera de propiedades repleta de estrellas a medida que sus carreras iban viento en popa. Su cartera incluye ahora opulentas casas en Los Ángeles, Malibú, los Hamptons y Nueva York.

La familia Carter también creció con el nacimiento de su hija Blue Ivy en 2012 y de los mellizos Sir y Rumi en 2017. Se cree que la prole sigue pasando la mayor parte del tiempo en una megamansión de $88 millones (unos 81,8 millones de euros) en Bel Air, a pesar de que se dice que en 2023 invirtieron $200 millones (unos 186 millones de euros) en una nueva mansión en Malibú.

A pesar de sus numerosas casas de lujo, la trayectoria inmobiliaria de Beyoncé y Jay-Z tuvo unos comienzos bastante más humildes.

Para Beyoncé Giselle Knowles, nacida el 4 de septiembre de 1981, todo empezó en esta encantadora casa de ladrillo de Houston, Texas. Se dice que la familia Knowles compró la casa de tres dormitorios en 1986 y vivió aquí hasta que Beyoncé tuvo cinco años.

En 2019, la casa cambió de manos por $450.000 (unos 418.500 €). Trágicamente, cinco años después de la venta, la propiedad se incendió una mañana de Navidad. El tejado y el piso superior parecen haber sido los más afectados, pero por suerte nadie resultó herido y los daños parecen subsanables.

A mediados de la década de los noventa, la familia Knowles se mudó a esta gran casa de los años treinta situada a poco más de 1,6 km de distancia, en los suburbios de Houston. La impresionante propiedad tiene ventanas enrejadas y un pórtico palaciego de dos pisos que enmarca la puerta principal.

La residencia tiene más de 370 m² de espacio habitable, incluidos cuatro dormitorios y tres cuartos de baño y medio. La joven familia habría tenido espacio de sobra para estirarse y Beyoncé, sin duda disfrutó, de una infancia cómoda en esta casa.

Un reportero del canal de noticias local Fox 26 Houston volvió a visitar la casa en 2018 y entrevistó a su actual propietario, quien reveló que los fans peregrinan regularmente a la propiedad para ver dónde empezó la vida de la estrella.

Aunque algunos elementos de la casa, como el suelo de madera y la chimenea originales, permanecen inalterados desde la época de Beyoncé, a lo largo de los años se han llevado a cabo numerosas reformas. En la foto, aparece el dormitorio principal, que originalmente era el dormitorio de la infancia de Beyoncé y su hermana pequeña Solange, antes de que se derribara la pared divisoria.

Está claro que Beyoncé sigue teniendo mucho cariño a su antiguo barrio y al lugar donde comenzó su carrera musical. En 2016, la estrella regresó al barrio que la vio crecer y compartió una instantánea con sus fieles seguidores de Instagram.

Al año siguiente, volvió para participar en labores de voluntariado para ayudar a las familias locales afectadas por el huracán Harvey, lo que demuestra que la cantante sigue llevando a Houston en el corazón.

En el éxito de 2009 "Empire State of Mind", Jay-Z inmortalizó su antiguo apartamento de Brooklyn. En la canción, el icónico músico canta: "Took it to my stash spot, 560 State Street. Catch me in the kitchen, like a Simmons whippin' pastry". Con estas palabras, Jay-Z convirtió la propiedad en algo tan legendario como él.

Se cree que el músico vivió en el apartamento 10C del 560 de State Street durante algunos años antes de saltar al estrellato.

Al parecer, el rapero y neoyorquino llamado Shawn Corey Carter se mudó al edificio a finales de la década de los noventa, más o menos cuando fundó la discográfica Roc-A-Fella Records con dos amigos.

A lo largo de los años, se han puesto a la venta viviendas del complejo de apartamentos por un precio notablemente superior al que el rapero pagó por su propiedad original. En 2023, este apartamento de dos dormitorios (en la foto) del mismo edificio salió al mercado por la asombrosa cantidad de $1,4 millones (unos 1,3 millones de euros).

Con una superficie de poco más de 90 m², la distribución de la unidad bien podría haber sido similar a aquella en la que vivió Jay-Z. El elegante espacio tiene una sala de estar de planta abierta con una pequeña cocina y mucho espacio para una zona de estar y comedor. Sin embargo, los mayores atractivos de la casa son sus elegantes suelos de madera y sus espaciosos techos de 3 metros.

En declaraciones a la revista para adolescentes Seventeen en 2008, Beyoncé reveló que la pareja, notoriamente reservada, empezó a salir a principios de la década de 2000, cuando ella tenía 19 años, por lo que es concebible que la propia Queen Bey haya pasado algún tiempo en el edificio.

Sin embargo, Jay insiste en que el complejo no era tan bonito cuando él vivía allí. En 2012, el músico visitó su antiguo apartamento y subió a la azotea para disfrutar de las vistas y recordar su época en la zona. Su viaje por el baúl de los recuerdos fue capturado por Ron Howard en el documental de 2013 Made in America. Durante el rodaje, el rapero reveló que el edificio era visto, en su día, como un lugar indeseable para vivir, aunque eso ha cambiado claramente desde entonces.

¿Te gusta? Haz clic en el botón “Seguir” para ver más historias de loveMONEY.

Tras publicar su primer álbum en solitario Dangerously in Love en 2003, Beyoncé compró un piso en Manhattan por algo más de $5 millones (unos 4,7 millones de euros) en 2005, el año en que Destiny's Child se separaron.

Situada en el codiciado rascacielos One Beacon Court, entre Lexington y la Tercera Avenida, la vivienda se encuentra en el piso 44. El apartamento de unos 250 m² goza de unas impresionantes vistas de Central Park y del resplandeciente paisaje urbano de la Gran Manzana.

Cuando se hizo con el piso, Beyoncé ya había ganado la friolera de nueve premios Grammy, así que sin duda necesitaba más espacio para exhibir sus galardones.

Aireado y lleno de luz natural, el piso cuenta con ventanales que van del suelo al techo, altísimos techos de 3 metros y sistemas domésticos inteligentes de última generación. Todas las habitaciones tienen un acabado inmaculado, gracias al diseñador de interiores parisino Jacques Grange, desde las puertas de paneles macizos hasta las molduras contemporáneas y la iluminación empotrada.

El increíble piso ofrece una cocina gourmet comedor, equipada con armarios a medida, encimeras de piedra italiana Basaltina, suelos de granito brasileño y electrodomésticos de acero inoxidable de calidad profesional.

También hay tres dormitorios ensuite, mientras que la suite principal incluye ducha de vapor, bañera con vistas, lavabos para dos y amplios armarios. ¡Todo lo que la superestrella podría haber necesitado!

Durante su estancia, Beyoncé también habría tenido acceso a aparcamiento privado en el patio, portero 24 horas, servicio de conserjería personalizado, gimnasio y servicio de aparcacoches.

No es de extrañar, pues, que Beyoncé conservara el piso durante bastante tiempo, y que solo se desprendiera de él en 2017, cuando lo puso a la venta por algo menos de $10 millones (unos 9,3 millones de euros). Como era de esperar, se vendió en solo 11 días por el precio total de venta.

Mientras tanto, la siguiente compra inmobiliaria de Jay-Z en Nueva York en 2004, el año en que la pareja debutó junta en la alfombra roja de los MTV VMA, resultaría ser un lugar muy importante para el reservado dúo.

El rapero se hizo con este lujoso ático de Tribeca por algo más de $6,8 millones (unos 6,3 millones de euros), pero sería algo más que un hogar para la pareja. De hecho, fue el lugar de la boda íntima de Beyoncé y Jay-Z cuando se casaron en 2008. Fue un pequeño acontecimiento al que solo asistieron amigos íntimos y familiares, y al parecer se prohibieron los teléfonos para garantizar la privacidad del día especial de la pareja.

Un año antes de su boda en 2007, Jay-Z empezó a alquilar este ático del piso 76 del Time Warner Center, en el Upper West Side de Nueva York. Por aquel entonces, su carrera musical estaba alcanzando cotas estratosféricas, con seis premios Grammy en su haber, dos de ellos por "Crazy in Love", su colaboración con su futura esposa.

Alquiló el apartamento durante varios años a un precio que se rumoreaba era de $40.000 (unos 37.200 €) al mes, antes de que lo vendiera la inmobiliaria Douglas Elliman por la considerable suma de $31 millones (unos 28,8 millones de euros).

Con sus casi 1.500 m², el fenomenal ático ofrece desde vistas panorámicas de la ciudad hasta un acuario suspendido en el salón. Tan extravagante como cabría esperar, el piso tiene un elegante suelo de madera, iluminación empotrada, ventanas que van del suelo al techo, un centro de entretenimiento integrado y una gramola, perfecta para celebrar fiestas repletas de estrellas.

Las vistas son, sin duda, lo mejor de la casa, con vistas de 360 grados de la Estatua de la Libertad, el Empire State Building y el río Hudson. Muchas de las habitaciones, como el salón y el dormitorio principal, tienen también acceso directo a balcones exteriores privados, donde Jay-Z sin duda pasó muchas noches empapándose del icónico horizonte de la ciudad.

Por lo demás, el apartamento ofrece un elegante despacho en casa y una espaciosa cocina con zona de comedor y acabados de mármol.

La suite principal habría sido el espacio ideal para que el rapero se relajara, gracias a su cama tamaño king, su acogedora zona de estar y su cuarto de baño privado.

Tras el nacimiento de su hija Blue Ivy en 2012, el matrimonio decidió que había llegado el momento de ampliar su cartera de propiedades. La pareja empezó a buscar un hogar permanente, pero el proceso les resultó sorprendentemente difícil, a pesar de su elevado presupuesto. Beyoncé y Jay intentaron hacerse con un puñado de propiedades distintas, pero salieron perdiendo en cada ocasión.

Tras las dificultades por comprar una casa propia, empezaron a alquilar esta espectacular mansión por unos $200.000 (unos 186.000 euros) al mes en 2014.

La finca de Holmby Hills, de nueva construcción, tiene una superficie de unos 1.500 metros y dispone de siete dormitorios y ocho cuartos de baño. La casa, de tres plantas, cuenta con una piscina infinita, una bodega, dos bibliotecas, una cocina de catering, una galería de arte de unos 23 metros, un cine en casa y una pista de tenis.

En la foto, se ve la entrada segura de la casa, protegida por altas puertas opacas y densos árboles y follaje.

Se dice que Beyoncé y Jay-Z utilizaban la propiedad como base cuando no estaban de gira, pero en mayo de 2014, la casa salió al mercado por la friolera de $45 millones (unos 41,9 millones de euros). En aquel momento, era una de las casas en venta más caras de Los Ángeles y, cuando se vendió en 2015, la familia solo dispuso de 60 días para encontrar otro lugar donde vivir.

Obligados a abandonar su casa de alquiler, los Carter empezaron a alquilar otra mansión en Holmby Hills, donde permanecieron un año. La propiedad fue, en su día, el hogar del antiguo propietario de los Dodgers de Los Ángeles, Frank McCourt, que la vendió en 2014 por $45 millones (unos 41,9 millones de euros), justo antes de que la familia se mudara a ella.

Según el medio TMZ, varios objetos de la casa de alquiler se pusieron a la venta en eBay en 2023. Eric's Architectural Salvage LA se hizo con los objetos tras la reforma de la casa en 2017, que incluían un bidé dorado, varias ventanas y un par de puertas francesas arqueadas.

Desviando su mirada de California a Luisiana, se rumorea que Beyoncé y Jay-Z hicieron una compra bastante inusual en 2015. Se dice que la propiedad, situada en el Garden District de Nueva Orleans, fue comprada por los Carter en 2015. Según los registros de la ciudad, Sugarcane Park LLC, una sociedad limitada vinculada a la madre de Beyoncé, adquirió la casa.

Construida en 1925, la propiedad de unos 5.500 m² se conoce localmente como “La Casa de Castille”. A lo largo de su vida ha pasado por muchas iteraciones, desde iglesia presbiteriana a escuela de ballet y lugar de bodas y eventos, antes de transformarse en vivienda en 2001.

De cerca, la ornamentada arquitectura de estilo barroco español es aún más impresionante.

Además de sus siete dormitorios y ocho cuartos de baño, la residencia tiene altísimos techos de 6 metros, grandes ventanales y un increíble tejado verde vivo. La casa de tres plantas combina toques modernos con muchos elementos de época, como suelos de madera, detalles de mármol, columnas originales y atractivas yeserías.

Sin embargo, en julio de 2021, se produjo un desastre al declararse un incendio en la casa. Se pensó que había sido un incendio provocado, por lo que la pareja decidió poner la casa en venta ese mismo mes. Aunque se dijo que inicialmente se puso a la venta por $3,5 millones (unos 3,3 millones de euros), la casa se retiró misteriosamente del mercado meses después, en octubre. Se cree que la pareja sigue siendo propietaria de la casa.

Evidentemente conmocionados por la terrible experiencia, la pareja ha borrado la casa de Google Maps y en las imágenes tomadas en junio de 2023, la propiedad aparece rodeada de una valla metálica.

Los Carter decidieron ampliar su familia y su cartera de propiedades en el verano de 2017. Justo antes de dar la bienvenida a los mellizos Sir y Rumi, Beyoncé y Jay-Z decidieron alquilar una villa costera en la autopista de la Costa del Pacífico, en Malibú, conocida como La Villa Contenta. La pareja alquiló la residencia durante todo el embarazo de Bey, desembolsando unos $400.000 (unos 372.000 €) al mes por ella.

Esta impresionante finca de playa tiene todo lo que una superestrella puede necesitar para una tranquila luna de miel, incluida una casa principal, alojamientos para invitados y 2,4 hectáreas de jardines frente al mar.

Con unos 1.400 m² de espacio habitable de lujo, la residencia combina la arquitectura clásica europea con todas las comodidades posibles. Hay espacio suficiente para alojar a 18 personas gracias a los 10 dormitorios y 14 cuartos de baño de la finca, distribuidos entre la casa principal y las diversas dependencias.

En cuanto a comodidades, la opulenta villa lo tiene todo, desde una piscina infinita de agua salada, pista de tenis, pistas para croquet y un montón de salones de ocio al aire libre hasta una sala de billar, biblioteca, bodega y sala de cine.

Sobre todo, muchos fans recordarán la icónica sesión de fotos del embarazo de Beyoncé, algunas de las cuales tuvieron lugar en los extensos terrenos de la villa.

Pudimos echar un vistazo al interior de la opulenta casa cuando se utilizó para celebrar el Día de la Madre para la organización de voluntarios sin ánimo de lucro Best Buddies International en 2019. En la foto, la terraza está bordeada de palmeras y zonas para sentarse, mientras que los salones cubiertos al aire libre se difuminan en el interior y el exterior.

Aunque la casa ya no está en el mercado, hace poco salió a la venta por $54,5 millones (unos 50,7 millones de euros) en Christie's International Real Estate. Ahora la villa se puede alquilar para eventos y estancias más largas.

Tras pasar de un alquiler a otro, la creciente familia hizo una impresionante inversión inmobiliaria en el verano de 2017 y cerró la compra de esta finca recién construida en Bel Air, que les costó la asombrosa cifra de $88 millones (unos 81,8 millones de euros).

Compuesta por seis estructuras, la colosal residencia está hecha de cristal, acero y exquisita piedra caliza jaspeada, y cuenta con tejados habitables en terrazas.

Beyoncé ha publicado un montón de fotos francas en Instagram de la asombrosa mansión, incluida esta imagen con su vasta colección de zapatillas.

La casa, hecha a medida, tiene ocho dormitorios y 11 cuartos de baño, así como una espectacular escalera arquitectónica de madera oscura y piedra caliza italiana. Las ventanas tienen cristales antibalas y también hay un sistema de seguridad de última generación para garantizar que la familia pueda relajarse con total privacidad.

Amplios patios, numerosas terrazas para tomar el sol y cuatro piscinas conforman el jardín de casi 1 hectárea de la casa.

La venta de esta residencia de unos 2.800 m² fue una de las transacciones inmobiliarias más caras de Los Ángeles en 2017. Según el periódico Los Angeles Times, la pareja suscribió una hipoteca de $52,8 millones (unos 49,1 millones de euros) para comprar la casa, lo que equivale a unos $252.000 (unos 234,4 millones de euros) al mes de amortización durante un periodo de 30 años.

En 2019, una investigación de Los Angeles Times descubrió también que la pareja pagaba $1 millón (unos 930.000 €) al año en impuestos sobre la propiedad de la mansión de Bel Air. No es que Beyoncé y Jay Z deban preocuparse, dado que se encuentran entre las parejas de famosos más ricas del mundo.

Como era de esperar, la mansión está repleta de lujosas instalaciones, como una cancha de baloncesto, un spa y dependencias independientes para el personal, así como un garaje seguro para hasta 15 vehículos.

Aproximadamente un mes después de comprar su mega mansión de Bel Air, los Carter hicieron otro gran derroche inmobiliario, esta vez en un refugio vacacional de $26 millones (unos 24,2 millones de euros) en los Hamptons, Nueva York. La mansión está situada en la localidad costera de East Hampton, un centro inmobiliario de famosos famoso por sus playas vírgenes y sus grandes mansiones. Conocida como Pond House, la residencia permaneció estancada en el mercado inmobiliario durante ocho años hasta que la poderosa pareja la reclamó.

La casa tiene una superficie de 1.100 m² y ofrece un total de siete dormitorios y siete cuartos de baño y medio. Incluso hay una casita de invitados independiente de 170 m² para los visitantes.

Diseñada por Stanford White hace más de 100 años, Pond House se asienta en una parcela elevada de 1 hectárea y fue ampliamente renovada durante dos años por el promotor inmobiliario de lujo Jeffrey Collé. Como parte de las obras, Collé giró toda la propiedad 90 grados para mejorar las vistas.

Está claro que la extensa casa de vacaciones de los famosos es una de las favoritas de Beyoncé, ya que poco después de comprar la propiedad, la cantante acudió a Instagram para presumir de las nuevas moradas de la familia. En la foto, en la terraza de la mansión, tenemos la sensación de que será un refugio familiar muy querido durante muchos años.

La pareja vuelve a la propiedad la mayoría de los veranos y, en junio de 2024, fueron fotografiados aquí en un barco de lujo durante una visita a su retiro de los Hamptons.

Además de estar idealmente situada para aprovechar al máximo esta pintoresca región y su impresionante belleza natural, la casa rebosa de comodidades para mantener entretenida a la familia. Entre ellas, una sala de proyecciones, una sala de juegos, un garaje para tres coches, una piscina de borde infinito, una terraza envolvente y una cocina exterior. ¡No querríamos irnos nunca!

En 2020, Beyoncé lanzó una película musical y un álbum visual titulados Black Is King en colaboración con Disney+. Para el proyecto, la cantante decidió alquilar una propiedad que hiciera justicia a su música. Para el trabajo, eligió el Beverly Estate, una propiedad emblemática de Hollywood que apareció en películas icónicas como El Padrino y El Guardaespaldas.

Cargada de historia, la mansión de estilo renacimiento mediterráneo ha acogido a muchas caras famosas a lo largo de las décadas. Construida en 1926, fue propiedad del magnate de la prensa William Randolph Heart y también fue el lugar donde John F. Kennedy y Jackie Kennedy Onassis pasaron su luna de miel en 1953.

Con un espacio interior de más de 15.000 m², todas las habitaciones rebosan detalles de diseño fascinantes, como techos abovedados, paredes con paneles decorativos y muebles dorados. No es de extrañar que Beyoncé eligiera esta mansión como telón de fondo para su álbum visual.

La espectacular extensión cuenta con 18 dormitorios, 29 cuartos de baño, una biblioteca de dos plantas, dos salas de proyección, una cocina comercial, una sala de billar con una chimenea de piedra tallada a mano y un salón formal con el techo pintado. También hay un pasillo de 25 metros de largo, que aparece en numerosas escenas del álbum visual.

En los cuidados terrenos de la casa hay una piscina olímpica y una pista de tenis iluminada.

La casa palaciega es una de las más caras de Estados Unidos. En 2016. causó sensación cuando salió al mercado por la friolera de $195 millones (unos 181,4 millones de euros). Tras luchar por encontrar un comprador, la propiedad volvió a ponerse en venta en 2020 por $125 millones (unos 116,3 millones de euros), antes de venderse finalmente en una subasta en octubre de 2021 a un precio reducido de $63,1 millones (unos 58,7 millones de euros).

La gira mundial Renaissance de Beyoncé, que batió todos los récords, duró de mayo a octubre de 2023 y la llevó a 39 ciudades de todo el mundo. En varios de los conciertos, Beyoncé deleitó a sus fans haciendo que su hija Blue Ivy se uniera a ella en el escenario como miembro honorario de su cuerpo de baile. La novena gira de conciertos de la superestrella recaudó $579 millones (unos 538,5 millones de euros), lo que la convierte en su gira más taquillera y en la segunda más taquillera de una artista femenina en la historia.

Los proyectos empresariales de la estrella también han sido noticia. Beyoncé es propietaria de la empresa de producción y gestión Parkwood Entertainment y tiene varios negocios en los sectores de la moda, las fragancias y la salud.

El mismo mes en que Beyoncé estaba a punto de embarcarse en su gira mundial, la pareja también estaba a punto de hacer su mayor compra inmobiliaria hasta la fecha. En mayo de 2023, el matrimonio saltó a los titulares de todo el mundo cuando compró su última casa por el asombroso precio de $200 millones (unos 186 millones de euros). En aquel momento, era la casa más cara jamás vendida en California y la segunda operación inmobiliaria más cara de la historia de Estados Unidos

Sin embargo, es posible que la pareja la comprara a precio de ganga. Aunque la casa nunca estuvo estrictamente en el mercado abierto, se rumorea que el vendedor pedía originalmente $295 millones (unos 274,4 millones de euros) por esta joya arquitectónica.

Las imágenes de la casa son difíciles de conseguir, pero estas fotos de los terrenos de la mega mansión brutalista de Pacific Pervious Concrete, que llevó a cabo las obras de la residencia en 2015, ofrecen un vistazo al interior del recinto fortificado.

Encaramada en el borde de un acantilado de Malibú, la casa tiene vistas despejadas del resplandeciente océano Pacífico, sin duda uno de los principales motivos de su altísimo precio de venta. La residencia de unos 3.800 m² se extiende a lo largo de más de 3 hectáreas, con una gran piscina y acceso directo a una de las playas más pintorescas de Malibú.

La ubicación de la mansión no es su único atractivo. La icónica estructura es una de las pocas residencias estadounidenses diseñadas por el venerado arquitecto japonés Tadao Ando. La casa está impregnada de su característico estilo monolítico de hormigón e incluye un estanque reflectante ornamental, un elemento que se ha convertido en una de las cartas de presentación del arquitecto.

Conocida como la “Casa Bell”, Bill y Maria Bell encargaron su construcción a finales de los años noventa, y tardaron más de 15 años en terminarla. La pareja es una de las coleccionistas de arte más prolíficas del mundo, y la casa se encargó en parte para albergar su gran colección de arte moderno, que incluye obras de artistas como Andy Warhol y Damien Hirst.

A lo largo de los años, la mansión ha suscitado tanto elogios como críticas del público: algunos la consideran una inspirada obra de arte y otros la comparan con la guarida de un villano de James Bond.

Te pongas del lado que te pongas, no se puede negar que la escala de la estructura es impresionante. Desde muros de bloque de hormigón visto hasta franjas de cristal y nítidas líneas modernistas, es una de las residencias brutalistas más espectaculares de California.

En la foto, una amplia terraza con vistas al cuidado césped de la mansión y al océano. Como es lógico, el mantenimiento de la casa ha sido meticuloso a lo largo de los años. Esta imagen se tomó tras la instalación de unos 2.000 m² de hormigón pulido en todo el terreno.

Esta no es la única obra maestra de Ando en la zona. En 2021, el rapero Kanye West compró otra residencia en Malibú diseñada por el famoso arquitecto, que comparte características similares a la nueva casa de Beyoncé y Jay-Z, aunque a menor escala.

Aprovechando su educación tejana, el octavo álbum de estudio de la estrella, Cowboy Carter, conmocionó a la industria musical cuando se publicó en marzo de 2024. Beyoncé se convirtió en la primera mujer negra en alcanzar el nº 1 en Estados Unidos con una canción country por su sencillo Texas Hold 'Em, que encabezó tanto la lista Hot Country Songs como la Hot R&B/Hip-Hop Songs.

En la foto, el legendario músico Stevie Wonder entregó a Beyoncé el Premio al Innovador en los iHeartRadio Music Awards de abril de 2024, pocos días después del lanzamiento del álbum.

Mientras tanto, su marido Jay-Z ha disfrutado también de mucho éxito. Fotografiado aquí en la Super Bowl de 2024 con sus hijas Blue Ivy y Rumi, el rapero y su empresa de entretenimiento, Roc Nation, han ayudado a producir el icónico espectáculo del descanso del acontecimiento deportivo desde 2019. Jay-Z fue incluso reconocido con un premio Emmy a la Mejor Dirección por su trabajo en el espectáculo del descanso de Rihanna en 2023.

Jay-Z posee otras muchas empresas, desde plataformas multimedia hasta marcas de bebidas. Vendió su participación mayoritaria en la empresa de licores de lujo D'Ussé Cognac a Bacardi por $750 millones (unos 697,5 millones de euros) en 2023, con lo que su patrimonio neto ascendió a $2.500 millones (unos 2.325 millones de euros), según la revista Forbes. No es de extrañar que él y Beyoncé hayan podido comprar algunas de las propiedades más valiosas de Estados Unidos.

Desde sus humildes raíces en los suburbios de Austin y un pequeño loft de Brooklyn hasta una asombrosa mega mansión de $200 millones (unos 186 millones de euros) a orillas de Malibú, esta pareja de celebridades ha recorrido un largo camino en su periplo inmobiliario.

Como sus carreras siguen viento en popa, no nos cabe duda de que su colección inmobiliaria crecerá y se diversificará. ¡Estamos impacientes por ver cuál será su próximo destino!

¿Te ha gustado? Haz clic en el botón Seguir de arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY.