Salvadas de la demolición: 8 asombrosas casas en ruinas que fueron transformadas
Una nueva vida

Es doloroso ver cómo un edificio antiguo, lleno de historia, queda abandonado y, en ocasiones, enfrenta la temida bola de demolición. Afortunadamente, gracias al esfuerzo incansable de conservacionistas y renovadores apasionados, muchas de estas fascinantes casas, mansiones y castillos han sido salvados del olvido y restaurados a su antigua gloria, permitiendo que las generaciones futuras disfruten de su esplendor.
Haz clic o desplázate y echa un vistazo a estas fascinantes residencias históricas rescatadas de la ruina...
Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveMONEY.
Casa McClain: antes

Cuando Betsy Sweeny, de 27 años, se trasladó a Wheeling, Virginia Occidental, por motivos de trabajo en 2019, obtuvo mucho más de lo que esperaba. Paseando por su nuevo barrio, quedó inmediatamente cautivada por una preciosa casa antigua que había quedado abandonada a su suerte. Betsy se puso en contacto con el propietario, que accedió a venderle la propiedad abandonada por solo $18.000 (unos 16.700 €).
La casa en ruinas estaba lejos de ser habitable y no cumplía los requisitos para una hipoteca tradicional. En su lugar, Betsy consiguió un préstamo para la construcción y buscó financiación en una organización local de conservación para que le ayudara a financiar el ambicioso proyecto de renovación.
Casa McClain: una sombra de lo que fue

Conocida como la Casa McClain, data de 1892, pero había sufrido graves daños por el agua a lo largo de los años. En la foto de antes de que empezara la reforma, se aprecia claramente el lamentable estado de la vivienda, desde la estructura de las paredes a la vista y las ampollas del enlucido hasta el enorme agujero del suelo.
Sin embargo, Betsy reconoció el potencial de la casa. Con una planta de 3.025 pies cuadrados (unos 281 metros cuadrados), tres dormitorios y un baño y medio, tenía todos los ingredientes para volver a ser un hogar acogedor.
Casa McClain: después

Durante 10 meses, Betsy dedicó su tiempo y energía a resucitar la casa. Reparó toda la estructura con su pareja, un arduo proceso que le llevó seis meses y le ahorró unos $30.000 (unos 27.900 euros). Se arregló el tejado y se reparó la mampostería dañada por el agua antes de poder empezar a trabajar en el interior.
Al encargarse ella misma del diseño de los espacios habitables, Betsy conservó tantos elementos históricos de la casa como le fue posible. El salón terminado incluye la chimenea victoriana original, suelos de madera restaurados y réplicas de ventanas de cristal curvado.
Casa McClain: revivida y restaurada

La cocina fue una de las últimas habitaciones que Betsy completó, pidiendo un préstamo extra de $35.000 (unos 32,6k €) para dar vida a su visión. Dinero bien gastado, el oxidado techo de hojalata se remendó y pintó, y se recuperaron los suelos de madera en espiga originales. Un vibrante papel pintado de flores define ahora este magnífico espacio culinario, compensado por una campana extractora y unos armarios negros: la fusión perfecta de estética antigua y nueva.
En diciembre de 2021, Betsy se mudó finalmente de su apartamento de alquiler cercano a la Casa McClain.
Casa McClain: un homenaje al pasado

Aunque aún quedan algunos proyectos por acometer en la casa, incluido el ajardinamiento del patio trasero, Betsy ha dado a la Casa McClain un nuevo soplo de vida.
Además de adecuar la propiedad a la vida moderna, la cuidadosa renovación ha dado protagonismo a la historia de la casa. Por ejemplo, en el encantador dormitorio principal, se ha conservado la escayola original en la pared que flanquea la alcoba con cortinas.
Para estar al día del proyecto de renovación de Betsy, puedes seguir sus progresos en Instagram.
Granja de Pensilvania: antes

Como sus hijos adultos se habían marchado de casa, Jean y DeWitt Paul buscaban una casa de segunda mano a la que hincarle el diente. La pareja decidió dejar atrás su casa de los suburbios de Las Vegas y poner sus miras en una propiedad en proyecto en Pensilvania, adonde viajaban regularmente por negocios.
En 2018, navegando por Zillow, Jean se topó con una granja abandonada que iba a ser subastada. La ruinosa propiedad de unas 12,5 hectáreas estaba en mal estado, pero era una oportunidad que los Paul no podían dejar pasar. Aunque al principio les superaron en la puja, finalmente consiguieron la finca por solo $220.000 (unos 204.600 euros).
Granja de Pensilvania: visitantes inesperados

La propiedad agrícola data de 1890 y cuenta con seis edificios, entre ellos la casa principal, una granja más pequeña, tres graneros y un garaje.
Deseosos de meterse de lleno en las reformas, Jean y DeWitt se mudaron a la propiedad apenas tres días después de cerrar la venta. Se centraron en la casa principal, que desprendía un olor horrible y persistente, que luego descubrieron que era causado por los gatos, que se habían adueñado de los espacios habitables. La pareja pasó dos meses vaciando la casa y limpiando a fondo el interior.
Granja de Pensilvania: después

Tras una profunda reforma, la casa principal, de unos 1.524 m2, vuelve a ser una hermosa vivienda familiar. En el exterior se eliminaron montones de madera podrida y se pintó la fachada de tablas de madera de un blanco nítido.
Durante el proyecto, los Pauls descubrieron algunos secretos ocultos de la vida pasada de la propiedad. Cuando limpiaron la maleza circundante, descubrieron un hermoso camino de losas que había permanecido oculto durante décadas.
Granja de Pensilvania: rediseños ingeniosos

En el interior, la cocina está irreconocible. Uno de los lugares favoritos de Jean y DeWitt para recibir invitados, la luminosa estancia cuenta con armarios blancos, un salpicadero de azulejos y electrodomésticos nuevos.
La pareja diseñó ella misma el espacio, pero no todo fue coser y cantar. Una viga centrada sobre la placa de cocción amenazaba con desbaratar sus planes, ya que bloqueaba la nueva posición de la manguera de ventilación. La ingeniosa pareja volvió a la mesa de dibujo y diseñó una nueva campana de ventilación que se adaptara a la arquitectura de la casa.
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Granja de Pensilvania: la vida al aire libre

En el salón, el mirador original y los bonitos revestimientos se conservaron cuidadosamente y se reincorporaron al proyecto renovado. Sin embargo, los Pauls introdujeron un cambio significativo en el espacio derribando la pared entre el salón y la cocina para crear una sala familiar de planta abierta.
Aunque la mayor parte de la casa principal y la granja más pequeña están ya renovadas, la pareja sigue trabajando en algunos proyectos pendientes en las propiedades. También han centrado su atención en renovar otras zonas de la finca, incluida la antigua pocilga. ¡Mira este espacio!
Château Le Fleur: antes

Anna, diseñadora de moda, y Philipp, cineasta, querían cambiar el ajetreo y el bullicio de París por una buena vida y se arriesgaron a comprar este impresionante castillo en la región francesa de Calvados. La pareja se hizo con esta extraordinaria propiedad en 2019 y estaba decidida a restaurarla para devolverle su antiguo esplendor, documentando sus progresos en su canal de YouTube.
En la foto, en su estado anterior a la renovación, no es difícil entender por qué Anna y Philipp quedaron encantados con la propiedad. Con sus proporciones majestuosas y sus altísimas ventanas enrejadas, parece sacada de un cuento de hadas.
Château Le Fleur: un proyecto prometedor

En el interior, el castillo aún conservaba vestigios de su grandiosa vida pasada. Un papel pintado de brocado rojo desteñido cubría el rellano, donde había una librería de cristal repleta de tomos. La estructura era sólida y no le faltaban elementos arquitectónicos impresionantes, desde la amplia escalera hasta las intrincadas molduras y cornisas originales.
Durante los cuatro años siguientes, Anna y Philipp dedicaron tiempo, energía y dinero a Le Fleur. Algunas de sus primeras reformas aparecieron incluso en el programa de televisión Chateau DIY del Canal 4.
Château Le Fleur: después

El proyecto fue una empresa ardua, tanto mental como físicamente, pero el amor compartido de Anna y Philipp por la renovación y el diseño garantizó su éxito.
Solo en el primer año, conectaron el castillo a la red de agua y alcantarillado -lo que supuso excavar el suelo bajo la estructura-, restauraron franjas de la fachada y repararon y reinstalaron muchas de las ventanas y puertas originales.
Más tarde se añadió a la finca una gran entrada con pilares de piedra, adoquines del siglo XIX y puertas de hierro forjado tradicional.
Château Le Fleur: bellamente reimaginado

En toda la casa se sustituyó la fontanería y se añadieron nuevos radiadores para adaptarla a la vida moderna, mientras que el interior se rediseñó con sensibilidad, con una bella estética patrimonial.
La pareja trabajó con su carpintero, Benoit, para dar una nueva vida a la cocina, que ahora tiene armarios de color arena y una rica isla verde. El intrincado salpicadero azul y blanco detrás de la cocina está revestido de azulejos ornamentados que Anna hizo ella misma.
Château Le Fleur: interiores artesanales

Anna también puso en práctica sus habilidades de diseño en otras zonas de la casa. Este exquisito dormitorio, conocido ahora como la Habitación Verde, está decorado con papel pintado botánico que Anna imprimió en lino. En otro lugar, un aseo de nueva creación presenta un impresionante mural pintado a mano que refleja el idílico entorno rural del castillo.
Anna y Philipp aún tienen algunos proyectos en marcha, como la renovación de la suite principal, y también se han dedicado a ajardinar los ondulados terrenos de la finca. Puedes seguir sus progresos en Instagram.
Casa Rockwell: antes

La Casa Rockwell de Milledgeville, Georgia, estaba oculta entre arbustos crecidos y se deterioraba lentamente tras 70 años de abandono. Era un destino horrible para esta hermosa casa, diseñada en 1838 por el arquitecto Joseph Lane y fotografiada aquí por Leland Kent, de Abandoned Southeast.
En su día fue el epítome de la grandeza, y se construyó para el coronel Samuel Rockwell en estilo neoclásico federal con elementos del renacimiento griego.
Casa Rockwell: una serie de acontecimientos desafortunados

A lo largo de las décadas, la casa fue abrasada por el fuego y asolada por los daños causados por el agua. Puedes ver lo grave que era el deterioro en esta foto del dormitorio principal.
La vieja casa estuvo a punto de no sobrevivir a la década de 1970, ya que un hombre de la zona quiso comprar la mansión y despojarla de los finos detalles interiores que quedaban. Por suerte, fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1978, por lo que se impidió el saqueo, pero la propiedad siguió desmoronándose.
Casa Rockwell: después

Para cambiar la suerte de esta belleza sureña, los inversores Ross Sheppard, Jacob Hawkins y Will Walker compraron la mansión abandonada por una ganga de $319,5 millones (unos 297,1 millones de euros) en 2019. El trío son habitantes de Georgia apasionados por las casas históricas; de hecho, Sheppard es agente inmobiliario especializado en la conservación de casas históricas.
En un principio, el equipo devolvió al exterior de la casa su color amarillo soleado original, pero ahora lo han pintado de un blanco nítido. También se restauraron minuciosamente los empinados escalones y las imponentes columnas jónicas.
Casa Rockwell: se conservan los elementos originales

El renovado salón también se ha restaurado con esmero, prestando especial atención a todos los elementos originales, incluidas las fabulosas ventanas altas de guillotina.
Las suaves paredes azul claro realzan maravillosamente la carpintería blanca, incluido el intrincado marco tallado que enmarca la puerta. La impresionante reforma ha conseguido sin duda preservar el espíritu histórico del espacio.
Casa Rockwell: proyecto de conservación considerado

Este es el dormitorio principal, muy dañado, ¡totalmente transformado! El albañil local Sr. Woodrow ayudó a restaurar la habitación en ruinas, conservando la fina cornisa sobre las ventanas de guillotina. El equipo también contó con la ayuda del experto en conservación de propiedades Kyle Campbell, de Preservation South.
Tras la renovación, la casa se alquiló a veraneantes y se comercializó como lugar para celebrar bodas. Sin embargo, la mansión se puso a la venta a finales de 2023 y cambió de manos en marzo de 2024, según los registros de propiedades de Zillow. ¿Quién sabe lo que deparará el futuro a esta belleza histórica?
Mansión Page: antes

Esta mansión de Carolina del Norte era un espectáculo lamentable, pues llevaba vacía unos 40 años. La Mansión Page es una enorme casa de ladrillo de estilo colonial de unos 557 metros cuadrados diseñada en 1913 para el magnate de la madera Frank Page. Tiene una enorme escalera, salones y comedores, seis dormitorios y dependencias para el servicio. Pero sus propietarios originales fueron aplastados por la Gran Depresión y la mansión empezó a enmohecerse.
Mansión Page: una ruinosa reliquia de antaño

Abandonada durante décadas, la casa era un cuadro espeluznante: en la foto, en el comedor, las paredes derruidas rodeaban una mesa de comedor aún puesta con cristalería fina.
Sin embargo, el siguiente capítulo de la casa estaba a la vuelta de la esquina. La salvación de la Mansión Page llegó de la mano de Abby y Trey Brothers. Abby encontró la casa por casualidad en Zillow en abril de 2018, mientras buscaba casa. La pareja dio el paso y compró la propiedad en julio de 2018 por $155.000 (unos 144.000 €).
Mansión Page: después

La pareja abordó el ambicioso proyecto de renovación con gusto. Optaron por una distribución moderna, derribando paredes interiores para crear un comedor y una cocina fluidos. A pesar del cambio en la planta baja, el comedor conserva su aspecto tradicional y sus elementos originales, como la gran chimenea y las grandes ventanas de guillotina.
Mansión Page: lo antiguo se une a lo nuevo

Antes, el estudio estaba cubierto por una gruesa capa de mugre. Tras la reforma de la pareja, está irreconocible. La pared principal tiene ahora un aspecto impresionante, con una llamativa pintura ocre y armarios empotrados que enmarcan la chimenea. Las estanterías también ocultan las nuevas unidades de fontanería y el aire acondicionado de la casa, mientras que el techo empotrado oculta las antiestéticas tuberías.
Mansión Page: triunfando contra viento y marea

Al principio estaba lleno de escombros y restos, ¡apenas se podía entrar en el dormitorio principal y mucho menos dormir en él! Pero después de que Abby y Trey hicieran magia, ahora parece un paraíso de relajación.
A pesar de graves contratiempos, como las inundaciones causadas por un huracán, la pareja ha conseguido convertir este edificio en ruinas en una casa familiar llena de encanto histórico. Sigue su viaje en Instagram y Facebook.
Casa McDonald: antes

En su apogeo, esta casa de mediados de siglo en Birmingham, Alabama, fue el culmen del diseño moderno de los 60, con amplios planos horizontales utilizados para crear un interior espacioso. Adoptando los principios de la arquitectura orgánica, la casa celebra su pintoresca ubicación con enormes ventanales y una paleta de materiales naturales. Fotografiada aquí por Leland Kent, de Abandoned Southeast, el arquitecto de la casa, John Randal McDonald, pretendía construir espacios de vida asequibles e informales para las familias.
Casa McDonald: un diamante en bruto

En su día fue una querida casa familiar, pero se deterioró tras la muerte de su propietario. Sin embargo, incluso en este estado ruinoso, puedes ver la visión del arquitecto de una vivienda diáfana llena de luz y espacio.
Los edificios de McDonald eran versiones más asequibles de la obra del visionario arquitecto Frank Lloyd Wright. Los diseños de McDonald incluían tejados salientes, rectángulos que se repetían, ventanas de lazo y líneas horizontales, pero sin la costosa mampostería, cristalería o carpintería de Wright.
Casa McDonald: después

Afortunadamente, la casa de dos dormitorios fue rescatada de la ruina por unos inversores locales que vieron su potencial. A pesar de haber sido construida en 1960, la casa sigue pareciendo ultramoderna hoy en día, con un exterior en el que se han restaurado los cristales de las ventanas y un cuidado césped con arbustos. Toda la propiedad se adaptó a los códigos energéticos de 2019, con electricidad, fontanería y fosa séptica actualizadas.
Casa McDonald: una maravilla moderna de mediados de siglo

Fiel a la visión de McDonald, este salón superrelajante te envuelve en materiales naturales y ladrillo visto. La pintura verde y los amplios ventanales contribuyen al efecto interior-exterior. Una mecedora de listones de madera completa el conjunto.
Con una planta de 139 metros cuadrados, la casa renovada tiene una sala de estar abierta, dos dormitorios, dos cuartos de baño, un estudio familiar, un vestidor y una despensa.
Casa McDonald: inspiración interior orgánica

La madera oscura confiere a este elegante dormitorio principal un aspecto inconfundible. Los techos bajos resultan acogedores y las obras de arte del fondo crean la juguetona ilusión de un bosque al otro lado de la pared. Mientras tanto, el inteligente uso de luces empotradas y lámparas de mesa añade ambiente sin necesidad de una lámpara central.
La restauración conservó cuidadosamente la visión original de McDonald para la casa, al tiempo que actualizaba la residencia para la vida moderna. No es de extrañar que se vendiera por unos 209.300 euros.
Casa victoriana de Arkansas: antes

Una belleza victoriana abandonada a su suerte durante décadas llamó la atención de los restauradores de casas históricas Kevin y Laine Berry. Habiendo admirado durante años la propiedad en su ciudad natal de Conway, Arkansas, fue un sueño de infancia cumplido para Laine cuando la pareja compró la casa por $106.000 (unos 98.600 €) en 2011.
Sin embargo, no fue ni mucho menos una renovación sencilla. Tras unos 70 años de abandono, la casa estaba destinada a la demolición, plagada de daños por termitas y podredumbre seca en los cimientos.
Casa victoriana de Arkansas: un reto de reparación

Kevin y Laine, que han reformado 20 casas históricas, tienen talento para devolver la vida a las casas antiguas. Pero ésta era todo un reto. En la foto, faltaban elementos originales de la época en el salón, con feos listones de madera y azulejos en el techo que cubrían el encanto natural de la casa.
Aun así, la pareja estaba enamorada de la historia de la casa. Aunque la casa se construyó en 1909, el propietario original cambió de opinión sobre su ubicación. En 1925, la casa fue levantada de sus cimientos, colocada sobre troncos y arrastrada por mulas a través de la manzana para girarla 180 grados hasta su posición definitiva.
Casa victoriana de Arkansas: después

Aunque no se parecía tanto a trasladar la casa de manzana, la primera reparación de la pareja consistió en levantar toda la estructura para poder remediar los cimientos podridos que había bajo la propiedad.
Como puedes ver en el renovado exterior azul aciano, toda la sangre, el sudor y las lágrimas merecieron la pena. Pero no fue barato: los primeros 16 meses del enorme proyecto costaron unos $120.500 (unos 112.100 €).
Casa victoriana de Arkansas: desenterrando tesoros históricos

La antigua casa estaba llena de sorpresas ocultas. La pareja descubrió techos de unos 3,7 metros disimulados bajo paneles, además de puertas de bolsillo originales de unos 2,4 metros ocultas en el garaje y un fino fregadero de cocina en un montón de basura.
En la foto, el comedor es ahora grandioso y palaciego, con las ventanas originales del suelo al techo restauradas. En las paredes se exhiben chalecos bordados enmarcados, junto con un armario lleno de la vajilla de la abuela de Laine, para añadir un auténtico aire histórico al interior.
Casa victoriana de Arkansas: antigüedades exquisitas

Toda la pared trasera de este dormitorio estaba infestada de termitas y hubo que remodelarla. Ahora presenta una combinación de colores de ensueño acentuada por curiosas antigüedades, como los baúles vintage junto a la cama.
Por otra parte, en el suelo de toda la casa se ha utilizado una pintura duradera diseñada para embarcaciones de agua salada, para que los perros rescatados de la pareja puedan corretear sin estropear el acabado.
Laine y Kevin están ocupados restaurando otras propiedades históricas, pero han hecho de esta encantadora casa su hogar.
Castillo de Kilmartin: antes

Renovar una destartalada fortaleza del siglo XVI no fue tarea fácil para el matrimonio formado por Stef Burgeon y Simon Hunt. El castillo de Kilmartin, en la hermosa costa oeste de Escocia, en Argyll & Bute, es una casa torre de planta en Z que consta de un bloque principal de tres plantas, con torres redondas salientes en las esquinas opuestas.
La pareja se enamoró de Escocia durante unas vacaciones allí. Por eso, cuando Steph vio un anuncio de un castillo escocés por $470.000 (unos 437.100 euros), decidieron arriesgarse.
Castillo de Kilmartin: desenterrando desagradables sorpresas

Durante la reforma, la pareja se encontró con manchas de humedad en la planta baja, por lo que no tuvieron más remedio que levantar las losas originales para investigar, y descubrieron bajo el suelo bolsas de abono con fugas, que se habían utilizado como solución improvisada para detener la humedad invasora. Siguiendo el consejo de un albañil, tuvieron que excavar unos 0,3 metros para instalar un aislamiento moderno y calefacción por suelo radiante, antes de volver a colocar el suelo. Aquí puedes ver a Simon en plena tarea, que duró ocho semanas.
Afortunadamente, la fortaleza, antes derruida, es ahora muy acogedora.
Castillo de Kilmartin: después

Mira cómo se han integrado las paredes de piedra que parecían cuevas en la nueva y hermosa cocina, conservando el carácter de la propiedad. Puedes ver cómo la enorme chimenea original se ha convertido en una cabina para sentarse, con una mesa y bancos recuperados de un antiguo pub. La cocina tiene una isla central con dos hornos y un ingenioso "huerto" de hierbas suspendido del techo.
Castillo de Kilmartin: historia conservada

La cantería original dejada a la vista alrededor de las ventanas y la chimenea del salón convierte los gruesos muros de piedra de 500 años de antigüedad en elementos decorativos. Las hermosas vigas de madera del techo conservan el carácter del antiguo edificio.
Se cree que el castillo fue el hogar de John Carswell, destacado reformador protestante durante el reinado de María, reina de Escocia. Más tarde estuvo en manos del clan Campbell durante unos 200 años.
Castillo de Kilmartin: un trabajo de amor

La reforma es notable, dada la envergadura del proyecto. La planta superior del castillo tenía moqueta enmohecida por todas partes, incluso en el único cuarto de baño que servía a todo el edificio. Por suerte, las tablas del suelo estaban bien por debajo y se han restaurado de maravilla.
El diálogo entre lo antiguo y lo nuevo se aprecia en este dormitorio renovado, en el que la mampostería original asoma bajo el enlucido de cal. Las telas de diseño patrimonial del cabecero y la colcha dan a la habitación un aire de época sin sobrecargar el espacio compacto.
Tras siete años de duro trabajo, Stef y Simon lograron transformar esta fortaleza de 500 años en un hotel boutique de lujo.
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