El extraño caso del millonario MÁS extravagante del mundo y su sorprendente castillo abandonado
Visita una mansión sorprendente con una historia accidentada

De propiedad familiar imponente a club nocturno estridente, la historia de esta mansión abandonada de Memphis, Estados Unidos, no está exenta de giros dramáticos (y sorprendentes). Fotografiada por Leland Kent, autor de Abandoned Southeast, este falso castillo en ruinas esconde una historia fascinante tras sus grandes puertas. ¿Quieres descubrirla?
Haz clic o desplázate y hagamos un recorrido por su interior…
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Ashlar Hall: Una finca familiar

Tras licenciarse en Princeton en 1890, Robert Brinkley Snowden regresó a su ciudad natal de Memphis, Tennessee, para construir su finca familiar. Destacado promotor inmobiliario, terminó Ashlar Hall en 1896, llamada así por su construcción en piedra de sillería.
El coste final de la gran casa fue de $25.000 (unos 23,300 €), que hoy serían unos $936.000 (unos 870.500 €).
Nuevos comienzos

Tras su muerte en 1942, Ashlar Hall pasó a manos de los herederos de Snowden. Pero el mantenimiento resultó excesivo y la familia presentó una solicitud a la ciudad para el uso no residencial del edificio.
En la década de los cincuenta, se había transformado en un restaurante.
Un comprador excéntrico

Sin embargo, hacia 1990, el excéntrico millonario de Memphis Robert Hodges, también conocido como Prince Mongo, compró la sala. Este extravagante comprador es conocido por su estilo de vida poco convencional: afirma ser un refugiado de 333 años de un planeta llamado Zambodia, que tiene 33 esposas y 33 hijos. Incluso apareció como estrella invitada en el programa de televisión estadounidense History's American Pickers.
"Estoy aquí con la misión de salvar a los terrícolas, y lo haré a su debido tiempo", declaró al periódico local Memphis Flyer. La Tierra se está autodestruyendo y, cuando llegue el momento, salvaré a algunas personas y me las llevaré conmigo. La gente no se da cuenta de lo mucho de lo que ya les he salvado".
Candidato a la alcaldía de Memphis

También conocido por presentarse a múltiples elecciones a la alcaldía de Memphis desde finales de los años setenta, saltó a los titulares en 2009 cuando se le vio haciendo campaña sin su estrafalario disfraz.
No se rindió y, en 2020, aparecieron pegatinas a favor de Prince Mongo por las calles de la ciudad.
Celebridad local

De hecho, como informó en su momento la emisora local de noticias ABC24 Memphis, el autoproclamado príncipe llegó a solicitar una petición para presentarse como alcalde en 2019.
A pesar de sus numerosos intentos, el pintoresco personaje no ha ganado unas elecciones hasta la fecha. En 2023, los habitantes de la ciudad acudieron a las redes sociales para denunciar la llamativa ausencia de Prince Mongo en la papeleta de las elecciones a la alcaldía de Memphis, que se celebraron el 5 de octubre.
"Tenemos 17 candidatos y el príncipe Mongo no es uno de ellos", dijo un usuario de X (antes, Twitter). Otro respondió: "Retrato de una sociedad en declive".
El lugar para estar

Aspiraciones políticas aparte, Prince Mongo convirtió Ashlar Hall en un próspero local nocturno llamado The Castle (“El Castillo”) o Prince Mongo’s Castle (“Castillo de Prince Mongo”).
Sin embargo, en estas imágenes captadas en 2017 por el fotógrafo Leland Kent y publicadas en Abandoned Southeast, la sala estaba muy lejos de su apogeo, con el papel pintado desconchado, las paredes grafiteadas y un piano abandonado en el pasillo.
Un próspero club nocturno

Con la promesa de cerveza barata y concursos de camisetas mojadas, los fiesteros de Memphis inundaron el inusual nuevo local.
Este viejo cartel que languidece en la propiedad muestra los horarios de apertura: la piscina tenía que vaciarse a las ocho de la tarde, pero la discoteca permanecía abierta hasta altas horas de la madrugada.
Una finca en expansión

En el interior, la costosa mansión abandonada tiene más de 1.000 m2 de espacio repartidos en dos plantas, que abarcan ocho habitaciones, un sótano, un gran desván e incluso dependencias para el servicio.
En el exterior, la propiedad de terreno, que antaño ocupaba más de 1.200 hectáreas, ahora solo tiene unas 0,05 hectáreas. Eso incluye una piscina de forma inusual.
Marchitarse

El vestíbulo de doble altura habría sido una entrada regia al club nocturno para muchos juerguistas.
A pesar de haber sido incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1983, en los últimos años la piedra de sillería se ha vuelto mugrienta, la pared está cubierta de grafiti y el techo se está desconchando por haber estado expuesto a la intemperie.
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Grandeza descolorida

Arriba, la moqueta estaba llena de escombros y la decoración está desgastada por el tiempo. El pasillo principal se ramifica hacia numerosas habitaciones que en otro tiempo habrían sido el centro de las fiestas nocturnas.
El fin de una era

Finalmente, a finales de la década de los noventa, en medio de la creciente presión del vecindario circundante, el club fue clausurado. Sin embargo, según la leyenda local, Prince Mongo no se amilanó. Se dice que vertió 800 toneladas de arena en la entrada y continuó la fiesta en el exterior.
Un estado lamentable

Sin embargo, una vez cerrado, el castillo permaneció desocupado durante años y cayó en un estado de deterioro.
Aquí se ve claramente que estuvo abandonado durante mucho tiempo, con basura amontonada en los rincones y capas de mugre acumuladas con el tiempo: una verdadera historia de riqueza a ruinas.
Los años pasan

Tras muchos años vacío, lo que una vez fue la vida y el alma de Memphis se convirtió en una mansión ruinosa, con la naturaleza arrastrándose y los murales de antaño desconchados. El castillo de pega parecía necesitar una limpieza a fondo antes de poder devolverle su antigua gloria.
Pertenencias desechadas

Muchas de las posesiones de Prince Mongo quedaron atrás tras la estridente fiesta final de The Castle, incluida esta vieja grabadora de carrete que sin duda se utilizó mucho.
El fin de una era

En 2013, una organización sin ánimo de lucro adquirió Ashlar Hall mediante una escritura de renuncia de Prince Mongo. La organización buscó financiación para transformar el edificio en un centro de rehabilitación para veteranos y el cambio marcó el final de una era para el “príncipe” (visto aquí en imágenes extra del programa de televisión American Pickers) y su castillo.
Joyas arquitectónicas

Por las intrincadas vidrieras, es fácil ver lo hermosa que fue la sala en otro tiempo. Por desgracia, cuando se tomaron estas fotos en 2017, el edificio histórico ya no tenía el mejor aspecto, y el polvo y la suciedad se colaban por todos los rincones.
Este mirador habría sido en otro tiempo el lugar perfecto para sentarse y disfrutar de una bebida, pero se convirtió en poco más que el marco de un cascarón vacío.
Lo que una vez fue

Desde las escaleras en ruinas y los vestíbulos descoloridos hasta las paredes cubiertas de grafiti, como se ve en la foto, la propiedad estaba casi irreconocible de su época regia y necesitaba una revisión completa.
Nos preguntamos qué pensaron los promotores cuando cruzaron la puerta por primera vez...
Un obstáculo en el camino

Sin embargo, no todo salió según lo previsto. Según un relato que el entonces propietario hizo al periódico local Memphis Daily News, un contratista que contrató se llevó trozos de cobre del tejado, junto con la mampostería y las vigas originales, que no se recuperaron.
Fuera de los límites

La lona azul que antaño cubría parte del tejado colgaba delante del edificio, dejando la sala expuesta a los elementos. Las puertas estaban bien cerradas, pero las ventanas habían quedado entreabiertas, casi como si alguien se hubiera marchado con prisas.
Un nuevo comienzo

La enorme extensión de hormigón de la parte trasera del castillo se habría llenado en otro tiempo con cientos de juerguistas, pero se convirtió en un espacio abandonado que la maleza reclama lentamente. Sin embargo, no todo es pesimismo para esta otrora gran casa.
En 2016, el contratista inmobiliario e inversor Juan Montoya compró la propiedad abandonada por $59.000 (unos 54.900 €) y se pusieron en marcha las obras.
En la cuerda floja

En otro giro de los acontecimientos, el periódico local Daily Memphian informó de que, en febrero de 2020, se emitió una orden de "paralización de las obras" por no haber obtenido un permiso de obras para reparar la propiedad. Las reformas se paralizaron y el futuro de la antigua mansión parecía sombrío...
Un futuro brillante

Por suerte, las obras se reanudaron y, como puedes ver en esta foto reciente, la renovación está casi terminada. Según la hija de Montoya, el proyecto ha sido una "labor de amor". El agua se había filtrado por la torre occidental, muy dañada, y había afectado gravemente a la entrada principal y al vestíbulo central, según informó el portal Commercial Appeal.
La restauración de la torre costó unos $270.000 (unos 251.100 euros) y, según se informa, la familia ha gastado hasta ahora más de $1 millón (unos 930.000 euros) en reformas, incluido un laborioso proceso de tres años para restaurar las tallas de madera del vestíbulo. Aunque calculan que el edificio necesitará un año más de obras antes de que puedan celebrar actos en él, en agosto solicitaron nuevos permisos y el futuro parece por fin más prometedor para el histórico edificio.
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