El impresionante interior de un búnker de la Guerra Fría: Una reliquia histórica
Descubre los secretos de esta curiosa base de misiles de la Guerra Fría

Construido a principios de la década de 1970 para proteger a Estados Unidos de una guerra nuclear, este complejo de defensa multimillonario situado en la remota Dakota del Norte solo estuvo operativo unos meses antes de que se cerrara y se dejara deteriorar. Directamente sacado de una película de ciencia ficción, el emplazamiento abandonado ha llamado mucho la atención a lo largo de los años gracias a su inusual pirámide de radar. Ahora, la reliquia de la Guerra Fría se ha convertido en un centro de datos ultraseguro para una empresa de minería de criptomonedas.
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Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveMONEY.
El complejo Stanley R Mickelsen Safeguard

Apodada "la Pirámide de la Pradera" y "la Pirámide de Nixon", el Radar de Misiles de unas 174,3 hectáreas cerca de Nekoma, Dakota del Norte, formaba parte del Complejo de Salvaguardia Stanley R Mickelsen. Fue el primer emplazamiento del sistema de defensa antimisiles balísticos planeado por EE.UU. en 12 partes, conocido como Programa de Salvaguardia.
La iniciativa militar fue anunciada por la administración del presidente Nixon en 1969 y recibió el visto bueno del Congreso ese mismo año.
Defensa preparada

El objetivo del Programa de Salvaguardia era proteger el centro de población de Estados Unidos y los campos de misiles Minuteman de Grand Forks (Dakota del Norte) y otros lugares en caso de ataque nuclear de la Unión Soviética o China. Los radares detectarían los misiles balísticos intercontinentales que se aproximasen por encima del Polo Norte, que podrían ser lanzados por los aires antes de alcanzar sus objetivos.
Esta foto muestra misiles en la zona de lanzamiento del complejo: un misil Spartan a la derecha y un misil Sprint a la izquierda.
Coste asombroso

La construcción comenzó en 1970 y se terminó en 1975. En aquel momento se preveía que todo el complejo costaría unos $5.400 millones (unos 5.000 millones de euros), pero la estimación no tenía en cuenta los gastos adicionales. Según la página de validación de rumores Snopes, la factura final ascendió a unos $5.700 millones (unos 5.300 millones de euros), lo que se traduce en la asombrosa cifra de $33.000 millones actuales (unos 30.700 millones de euros).
Estructuras de ciencia ficción

Esta foto fue tomada en 1971 y muestra la pared de la torreta del edificio de control del emplazamiento de misiles durante los primeros trabajos de construcción.
Bautizado con el nombre de un Comandante General del Mando de Defensa Aérea del Ejército de EE.UU., el complejo constaba de seis componentes clave. El Radar del Emplazamiento de Misiles albergaba un radar de corto alcance, misiles defensivos Sprint y Spartan y ordenadores que procesarían los datos recogidos por el Radar de Adquisición del Perímetro, de mayor alcance. Este último estaba situado en un terreno de unas 110 hectáreas cerca de Cavalier, a unos 56,5 kilómetros al noreste del complejo principal.
Emplazamientos remotos de lanzamiento Sprint

Las dos instalaciones de radar se complementaban con cuatro Sitios Remotos de Lanzamiento Sprint, cada uno de entre 14,6 y 20,2 hectáreas de tamaño. Diseminados alrededor del Sitio de Misiles Radar a distancias de entre entre 16 y 32 km, cada uno contenía un campo de misiles con 12 a 16 misiles Sprint en silos de lanzamiento, así como una estación centinela y un búnker subterráneo de operaciones remotas revestido de hormigón armado, lo suficientemente robusto como para resistir una detonación nuclear en las proximidades.
Tiempos de cambio

Mientras se construía el complejo, EE.UU. y la Unión Soviética entablaron las Conversaciones sobre Limitación de Armas Estratégicas (SALT I.). Las negociaciones, que cambiaron las reglas del juego, desembocaron en el Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972.
El acuerdo limitaba el número de misiles interceptores que cada país podía desplegar y limitaba a ambos países a dos emplazamientos de misiles antibalísticos cada uno (y más tarde, a uno solo).
Expulsado sin contemplaciones

Entretanto, el desarrollo de misiles con ojivas múltiples y señuelos dejó prácticamente obsoleto el complejo. El sistema, que fue diseñado para repeler misiles de una sola ojiva, se vería desbordado si estallara una guerra nuclear. Y el coste de modernizarlo para adecuarlo a su finalidad habría sido astronómico.
Ni que decir tiene que el proyecto -que fue descrito como "un sistema en busca de una misión" por sus oponentes en el Senado- estaba en terreno pedregoso, a pesar de las enormes sumas de dinero que se habían gastado en él. Y el 2 de octubre de 1975, un día después de que el complejo fuera plenamente operativo, el Congreso lo desconectó y puso fin al Programa de Salvaguardia.
Una ciudad en miniatura

El complejo y sus instalaciones, que se habían inaugurado en abril de 1975, estuvieron en funcionamiento unos ocho meses. Durante ese tiempo, el Radar del Emplazamiento de Misiles fue un hervidero de actividad, con cientos de militares y civiles trabajando allí a tiempo completo.
Alta tecnología

Además de la pirámide de control de radares y los silos, el emplazamiento contaba con una central eléctrica subterránea, edificios administrativos, viviendas, un centro comunitario, una capilla, una oficina de correos, un gimnasio, una bolera, una gasolinera y mucho más.
Esta foto nos permite echar un vistazo al interior de una sala de control de la central eléctrica y muestra la consola de la estación central de control en primer plano. Aunque hoy nos parezca anticuada, en los años 70 era la cúspide de la tecnología.
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Centros clausurados

El desmantelamiento comenzó el 10 de febrero de 1976. Sin embargo, el Radar de Adquisición Perimetral se reactivó al año siguiente y el emplazamiento, que ahora forma parte de la Estación Espacial Cavalier, sigue en funcionamiento.
Los otros cinco componentes del Complejo de Salvaguardia Stanley R Mickelsen, el Radar de Emplazamiento de Misiles y los cuatro emplazamientos de Lanzadores Sprint Remotos, se dejaron en la práctica abandonados a su suerte.
Radar de emplazamiento de misiles abandonado

Después de retirar el armamento, los ordenadores y demás, y de reducir la pirámide a su exterior de hormigón y su valla a prueba de explosiones, el Radar de Misiles fue abandonado y prácticamente olvidado.
Así fue hasta 1989, cuando el descubrimiento de altos niveles de bifenilos policlorados tóxicos o PCB -compuestos químicos altamente cancerígenos- impulsó la limpieza del emplazamiento. Aun así, el mantenimiento desde entonces ha sido mínimo. Al acercarse hoy a la pirámide, las instalaciones no parecen estar en su mejor estado.
Pésimo estado de conservación

Hubo intentos de revivir el complejo en los años siguientes. La Autoridad de Desarrollo Laboral del Condado de Cavalier desveló por primera vez planes para reurbanizar el emplazamiento en 2006, aunque éstos permanecerían inactivos durante más de una década.
En 2012, se anunció que el Radar de Misiles y los terrenos circundantes se venderían mediante una subasta en línea de la Administración de Servicios Generales. En ese momento, el complejo se encontraba en un estado desastroso.
Según el periódico de Dakota del Norte Jamestown Sun en el momento de la subasta, la Administración de Servicios Generales, propietaria de las instalaciones, insistió en que el adjudicatario pagara la limpieza del lugar. Al parecer, cerca de 1.587.600 litros de agua subterránea se habían filtrado en los silos subterráneos de misiles y se habían contaminado.
Vendido a una colonia religiosa

La Autoridad de Desarrollo Laboral del Condado de Cavalier no tuvo éxito en la subasta de 2012. La puja ganadora de $530.000 (unos 493.000 euros) fue cortesía de la Colonia Huterita de Spring Creek, una comunidad agrícola perteneciente a la secta cristiana anabaptista huterita. A menudo comparada con los amish, la secta propugna creencias pacifistas, lo cual es apropiado ya que la pirámide ha sido calificada de "monumento de la paz", dado que fue un catalizador de los tratados de control de armamentos.
Los miembros de la colonia pronto se pusieron a trabajar cultivando la tierra. Aprovechando los fértiles suelos de Dakota del Norte, que figuran entre los más ricos del mundo, plantaron soja y alfalfa en los campos que rodean la instalación.
Hito enigmático

De vuelta a nuestro recorrido por el emplazamiento, el vasto complejo de hormigón resulta especialmente espectacular de cerca.
Como era de esperar, la pirámide y sus chimeneas monolíticas de ventilación y escape han atraído mucha atención a lo largo de los años y se han cimentado en el folclore local.
Los transeúntes curiosos suelen quedar fascinados por lo que algunos han apodado la "pirámide con un ojo" que se eleva en medio del remoto paisaje, lo que hace que se arremolinen los rumores sobre el misterioso origen y uso de las estructuras.
Radar de última generación

Por supuesto, el verdadero propósito del edificio de control piramidal del emplazamiento no es nada siniestro ni de otro mundo, pero eso no hace que la estructura sea menos fascinante. Aunque el interior esté oxidado y desierto, la instalación fue una maravilla durante su breve apogeo.
A la vanguardia de la tecnología militar, el sofisticadísimo radar contaba con más de 20.000 antenas. Se dice que el centro de procesamiento informático que procesaba los datos del radar era el mayor procesador del mundo en aquella época, según Carol Goodman, consultora para el desarrollo del emplazamiento en la Autoridad de Desarrollo Laboral del Condado de Cavalier.
Carcasa a prueba de explosiones

El radar estaba situado en las dos plantas subterráneas principales de la estructura para tener una mayor protección.
La verdadera escala de la instalación y su extraordinaria ingeniería quedan patentes en esta imagen. El armazón a prueba de explosiones del edificio, que estaba hecho de unos 12.375 kilogramos de acero y unos 20.218 metros cúbicos de hormigón, se construyó para resistir una guerra nuclear. No es de extrañar que su construcción costara tanto.
Una poderosa moneda de cambio

Sin embargo, hay argumentos de peso para afirmar que el complejo ahorró al contribuyente estadounidense sumas incalculables de dinero. Se dice que el tremendo coste de la instalación impresionó y conmocionó a los soviéticos. De repente, la idea de construir 12 instalaciones de defensa antimisiles balísticos para estar a la altura de los estadounidenses pareció una tontería, y el complejo resultó ser una poderosa moneda de cambio en las negociaciones SALT. El acuerdo resultante de limitar las instalaciones a una por nación ahorró a EE.UU. decenas de miles de millones de dólares que, de otro modo, se habrían gastado en 11 instalaciones adicionales.
También merece la pena señalar que casi la mitad del asombroso presupuesto del complejo de Dakota del Norte se gastó en investigación y desarrollo que tenían innumerables aplicaciones útiles más allá del Programa de Salvaguardia por lo que se habría aprobado de todos modos.
Cambio de manos

En 2017, la Autoridad para el Desarrollo Laboral del Condado de Cavalier llegó finalmente a un acuerdo con la Colonia Huterita de Spring Creek para adquirir la parte táctica del Radar de Misiles, que incluye la pirámide, dos búnkeres, el campo de misiles y la central eléctrica subterránea.
La autoridad pagó $462.900 (unos 430.500 €), tras haber obtenido una financiación de $600.000 (unos 558.000 €) del Departamento de Comercio de Dakota del Norte y otras subvenciones diversas.
Plan original de reurbanización

Tras albergar aspiraciones para el emplazamiento desde 2006, por fin volvieron a ponerse sobre la mesa los planes de la agencia de empleo. Consistían en transformar el emplazamiento en una instalación polivalente con un parque de investigación, desarrollo y negocios especializado en tecnología de aviones no tripulados, un centro de historia de la Guerra Fría y un centro de educación y formación para organizaciones militares, gubernamentales y civiles.
Ideas innovadoras

A la autoridad laboral también se le ocurrió la idea de convertir la pirámide en un centro de datos extraseguro para el almacenamiento de datos en línea o en la nube. Incluso contrataron a una empresa de ingeniería en 2012 para realizar un estudio de viabilidad, que demostró que el concepto podía funcionar.
Aunque siguió adelante con el plan del museo de la Guerra Fría, la agencia acabó desechando las propuestas del parque de drones y el centro de entrenamiento para centrarse en el concepto de almacenamiento de datos y atraer a una empresa tecnológica que lo hiciera realidad.
El comprador perfecto

La decisión de hacer pivotar los planes fue astuta. En julio de 2022, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, anunció que la agencia de empleo había encontrado al comprador perfecto para la parte táctica del emplazamiento: Bitzero Blockchain Inc, una empresa de minería de criptomonedas y desarrolladora de centros de datos respaldada por el gran inversor y estrella de Shark Tank Kevin O'Leary.
Centro de criptominería sostenible

Al parecer, Bitzero pagó $250.000 (unos 232.500 €) por el sitio, que planea convertir en un centro de datos de criptominería de alta seguridad alimentado con energía verde. En términos sencillos, la minería de criptomonedas implica el procesamiento, la seguridad, la verificación y la sincronización de todas las transacciones relacionadas con criptomonedas, como Bitcoin, por parte de un gran número de ordenadores.
Bitzero prometió canalizar el calor residual y el dióxido de carbono de las instalaciones hacia invernaderos que cultiven frutas y verduras durante todo el año, compensando así la huella de carbono del centro. El plan ecológico de la empresa encaja perfectamente con el objetivo de Dakota del Norte de convertirse en el primer estado neutro en carbono de Estados Unidos para 2030.
Inversión importante

De hecho, Bitzero eligió Dakota del Norte como centro de operaciones para Norteamérica. Cuando se hizo cargo del emplazamiento, la empresa con sede en Noruega esperaba invertir $500 millones (unos 465 millones de euros) en el proyecto del centro de datos piramidal y crear hasta 50 puestos de trabajo en la zona local una vez que el complejo estuviera operativo.
Tenía previsto construir 200 megavatios de centros de datos en los años siguientes, junto con un centro de ensamblaje y distribución de baterías de grafeno. Según su sitio web, el emplazamiento de Bitzero en Dakota del Norte tiene 2,5 de megavatios activos a partir de 2024, con 30 megavatios disponibles y otros 100 que podrían desbloquearse con actualizaciones de la red, por lo que parece que los planes avanzan.
Un largo camino por delante

El proyecto requirió una importante operación de limpieza para eliminar el amianto, reparar los daños causados por el agua y realizar otros trabajos de saneamiento en toda la propiedad.
Además de las renovaciones cruciales, la empresa acordó construir el tan esperado museo de la Guerra Fría, que parece haber sido una condición de la venta, así como algunos otros servicios inesperados. No está claro cuántos de estos planes se harán realidad.
¿Futuro punto turístico?

Josh Teigen, el entonces director de Desarrollo Económico y Finanzas del Departamento de Comercio de Dakota del Norte, anunció en julio de 2022: "Además del museo histórico y el centro de interpretación, Bitzero también planea convertir la planta superior de la pirámide en una galería de arte con esculturas y obras de arte de todo el mundo y una suite de oficinas ejecutivas que estará abierta al público en ocasiones.
"La joya de la corona será un enorme telescopio que se añadirá a través de uno de los antiguos radares [sic] en el lateral de la pirámide. Será realmente un lugar emblemático para que todo el mundo viaje y lo vea".
Consideración de Monumento Histórico Nacional

La guinda del pastel llegó en octubre de 2022, cuando el Servicio de Parques Nacionales publicó un estudio en el que nombraba el Radar del Emplazamiento de Misiles como propiedad merecedora de la consideración de Monumento Histórico Nacional, lo que ha aumentado enormemente las posibilidades del emplazamiento de conseguir el galardón, que garantizaría su conservación para las generaciones venideras.
Se cree que la enorme tarea de remodelación del emplazamiento militar está actualmente en curso.
Vender el sitio

Mientras tanto, otros elementos del complejo histórico se han vendido a lo largo de los años. En 2013, la Administración de Servicios Generales subastó los cuatro Sitios de Lanzamiento Sprint Remoto, que al parecer fueron adquiridos por compradores privados.
El RSL-1, de unas 16,6 ha, fue subastado por $64.111 (unos 59.600 €). El comprador no fue revelado y el destino del emplazamiento sigue siendo incierto, aunque se cree que la propiedad puede haber sido abandonada.
Sitio de Lanzamiento Remoto Sprint 2

RSL-2 con unas 14,6 hectáreas, el más pequeño de los emplazamientos de lanzamiento, fue adquirido por Anna y Jim Cleveland por $ 85.000 (unos 79.000 €). La pareja, que tiene 13 hijos, quería mudarse a una propiedad poco convencional lo bastante espaciosa para alojar a su familia. Con unos generosos 1.338 metros cuadrados de espacio potencial para vivir y trabajar, la antigua instalación de misiles resultó ideal.
Una conversión ambiciosa

La idea original de la pareja era convertir el centro de operaciones de lanzamiento a distancia subterráneo de unos 1.115 metros cuadrados en una casa familiar con espacios de taller para su negocio, Frenchman River Model Works, que suministra kits de barcos a la industria del modelismo ferroviario.
El extraordinario búnker subterráneo cuenta con paredes de 30 pulgadas (unos 76,2 centímetros) de grosor, techos de 15 pies de altura (unos 4,6 metros) y un túnel de acceso reforzado por puertas antiexplosiones ultrarresistentes.
Hogar dulce hogar

Resultó que la familia decidió instalarse en el puesto de centinela de la superficie, el otro edificio principal del emplazamiento, y utilizar el búnker estrictamente para trabajar.
La estructura de hormigón, de unos 223 metros cuadrados, está diseñada, como el búnker, para resistir una explosión nuclear en las proximidades. Equipado con todas las comodidades, desde aire acondicionado hasta calefacción central de propano, la pareja transformó el antiguo puesto militar en una acogedora casa familiar.
Espacios habitables únicos

En cuanto a las habitaciones, el puesto de centinela consta de un garaje para tres coches, que sirve también de dormitorio y sala de estar, una cocina equipada con un sistema de filtración por ósmosis inversa, un cuarto de baño recientemente remodelado, un despacho y el mostrador y el torniquete de seguridad originales.
Otros elementos destacados de la propiedad son el antiguo campo de misiles y dos torres de hormigón.
Base de misiles en venta

Aunque el lugar guarda muchos recuerdos felices -por ejemplo, una de las hijas de la pareja se casó allí-, los Cleveland decidieron venderlo para estar más cerca de sus hijos adultos, que desde entonces se han mudado.
La propiedad se puso a la venta en 2018 por $1,5 millones (unos 1,4 millones de euros), y el precio de venta se redujo a $799.500 (unos 743.500 euros) en febrero de 2022.
Sitio de Lanzamiento Remoto Sprint 3

Mientras tanto, el Sitio de Lanzamiento Remoto Sprint 3, que abarca unas 17,4 hectáreas, fue comprado por Melbourne Sann en 2013 por $64.050 (unos 59.600 €). Sann, natural de Rome, Nueva York, llevaba años queriendo construir un búnker bajo su casa y aprovechó la oportunidad de comprar la instalación nuclear desmantelada.
Sann ha pasado todos los veranos desde que compró el emplazamiento haciendo obras de renovación en él y empezó a ofrecer visitas guiadas en 2018 para financiar el proyecto.
El RSL-3 aparece aquí en 1992 en una antigua imagen de archivo del emplazamiento.
Sitio de Lanzamiento Remoto Sprint 4

El cuarto y último Sitio de Lanzamiento Sprint Remoto 4 (RSL-4) tiene una extensión de unas 20,2 hectáreas, lo que lo convierte en el más grande. Esta foto aérea muestra el emplazamiento durante su construcción en 1973.
El manitas Leslie Volochenko, de Mandan, al sur de Dakota del Norte, superó la oferta de otros cinco en 2013 para hacerse con la propiedad por $54.104 (unos 50.300 €). Volochenko tenía grandes esperanzas de restaurar el lugar, pero sus planes se quedaron en el camino y la propiedad se sacó a subasta en agosto de 2020, en plena pandemia. La subasta desencadenó una guerra de ofertas, en la que participaron más de 70 personas. Lamentablemente, la oferta más alta fue de solo $52.500 (unos 48.800 €) y Volochenko, que pensaba utilizar los beneficios para trasladarse a Texas, rechazó la oferta.
Un nuevo comienzo para una reliquia de la Guerra Fría

Es justo decir que el Complejo de Salvaguardia Stanley R. Mickelsen ha tenido una historia agitada. A pesar de su cierre efectivo un día después de su inauguración, el legado de esta inusual reliquia de la Guerra Fría ha perdurado.
Ahora que el lugar recibe por fin la atención que tanto necesita y que la pirámide inicia un nuevo capítulo como centro de datos de minería de criptomonedas, el futuro parece prometedor para el antiguo emplazamiento militar.
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