Visita la ciudad que construyó el rey Carlos de Inglaterra: Bienvenidos/as a Poundbury
La ciudad ideal del rey

Cuando era príncipe de Gales y duque de Cornualles, el ahora rey Carlos III creó una ciudad modelo en sus tierras de Dorset, en la costa sur de Inglaterra. Famoso por su amor a la arquitectura clásica, soñaba con crear un lugar de belleza y llenó la ciudad con un popurrí de casas georgianas, casitas de Dorset e incluso una réplica en miniatura del Palacio de Buckingham. La llamó Poundbury.
Tres décadas después, haz clic o desplázate para ver cómo se ha desarrollado el experimento urbano del rey...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
¿Por qué construyó el rey su propia ciudad?

La construcción de esta urbanización de 160 hectáreas, cuya finalización está prevista para 2028, comenzó en 1993. En la actualidad, Poundbury acoge a más de 5.000 personas, y otras 2.730 trabajan en sus tiendas, oficinas, fábricas y cafés.
Desde que el rey Carlos ascendiera al trono, su hijo, el príncipe Guillermo, tomó las riendas. Pero, ¿dónde empezó todo y por qué decidió el rey construir su propia ciudad?
Los orígenes del sueño

El entonces príncipe de Gales (también conocido como duque de Cornualles) era conocido por sus críticas abiertas a la arquitectura modernista.
Calificó de “monstruoso carbunclo” los planes de ampliación de la Galería Nacional de Londres y, cinco años más tarde, expuso sus opiniones sobre urbanismo en su libro A vision of Britain (Una visión de Gran Bretaña), que defendía la arquitectura tradicional, las comunidades más cercanas y la sostenibilidad. Este libro sería el modelo de su visión de la idílica ciudad de Poundbury.
Maestros de obras

En 1988, encargó al visionario teórico urbanista Leon Krier (de pie a la izquierda del rey en la foto) que elaborara un plan para desarrollar Poundbury.
Su encargo consistía en crear una extensión autónoma de la cercana ciudad de Dorchester que se integrara en la arquitectura tradicional de Dorset, utilizando los principios de diseño urbano descritos en A vision of Britain (Una visión de Gran Bretaña), libro escrito por Carlos en 1989.
El diseño general refleja una aldea tradicional inglesa con una mezcla de espacios residenciales, comerciales y de venta al por menor, todos a poca distancia a pie.
El plan maestro

The resulting Poundbury master plan, which was shared with local residents, divided Poundbury into four distinctive quarters, each one designed by handpicked architects.
The first phase, which began in 1993, was completed in 2001, while the final section, the North-West Quadrant, is expected to be finished by 2028.
Poundbury will have increased the population of Dorchester by about one quarter, with an eventual community of about 5,800 people.
Pasión por la arquitectura tradicional

Un elemento central del diseño es su arquitectura. Desde hace tiempo, el rey cree que uno de los mayores puntos fuertes de Gran Bretaña es la variación regional de sus ciudades y pueblos.
Desde sus casitas de sílex de Dorset hasta sus casas adosadas de estilo georgiano y Regencia, Poundbury se inspira en una rica tradición de estilos arquitectónicos, utilizando materiales y artesanos locales siempre que es posible.
“Hay arquitectos capaces de diseñar con sensibilidad e imaginación para que la gente pueda vivir en un entorno más agradable”, declaró el rey Carlos a la cadena británica BBC.
Viviendas asequibles

El objetivo primordial era construir viviendas integradas y asequibles en las que la gente realmente quisiera vivir, en lugar de las urbanizaciones aisladas y sin alma que habían surgido en los bordes de las ciudades de todo el Reino Unido.
“Cuando me embarqué en este plan, estaba decidido a que Poundbury rompiera el molde de la construcción de viviendas convencional en este país”, afirma el que fuera duque de Cornualles en el sitio web del Ducado de Cornualles.
Sentimiento comunitario

Los y las residentes dicen que les encanta vivir en Poundbury porque se siente como una comunidad. La gente vive y trabaja aquí, por lo que tienen contacto regular con sus vecinos y vecinas, y el trazado de sus calles y carriles, intercalados con pequeñas plazas, se ha diseñado para fomentar los desplazamientos a pie y en bicicleta.
“Todo el plan maestro se basó en situar al peatón, y no al coche, en el centro del diseño”, dijo el rey.
Edificios de uso mixto

Asimismo, la apuesta por el uso mixto ha hecho que Poundbury combine usos residenciales, comerciales y empresariales con servicios públicos, de modo que mucha gente puede vivir y trabajar aquí sin salir de la ciudad ni utilizar el coche, lo que también la hace ecológica.
Se han construido oficinas y talleres entre las viviendas, mientras que una plétora de tiendas y pequeñas empresas han florecido y contribuido a crear esta singular comunidad sostenible.
Una Disneylandia feudal

La acogida inicial de Poundbury fue desigual. Algunos la calificaron de “Disneylandia feudal”, según informó el periódico británico The Guardian. Otros se refirieron a ella como un proyecto de vanidad o de capricho del entonces príncipe de Gales, y tuvo dificultades para atraer residentes.
Quienes fueron críticos/as sostenían que Poundbury no era más que una “ciudad fantasma”, una versión artificial e idealizada de una ciudad tradicional que carecía de la diversidad o el alma que caracterizan a los asentamientos más antiguos.
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Críticas

A lo largo de los años, Poundbury se ha enfrentado a importantes críticas por parecer artificial y carente de alma. En un artículo para el sitio especializado ArchDaily, el crítico Andy Spain lo describe como “un batiburrillo de estilos de diferentes siglos” que, en última instancia, parece “una ciudad de juguete, un museo de un pasado mítico”. El difunto escritor británico AA Gill compartía esta opinión y, en 2006, lo calificó de “suburbio neurótico, irritablemente suspirante, obsesivamente comisariado y voluntariamente cegato” en un artículo para The Coracle.
Por si fuera poco, el Parque de Bomberos de Dorchester (en la foto) fue nominado para la Copa Carbuncle en 2009, un premio de arquitectura irónico para los edificios menos atractivos.
Elogios

Pero no todo el mundo es crítico... Uno de sus notables admiradores, Witold Rybczynski, catedrático emérito de Arquitectura de la Universidad de Pensilvania, elogió el compromiso de la ciudad de reducir la dependencia del automóvil y dar prioridad a los peatones: “Poundbury encarna innovaciones sociales, económicas y de planificación que solo pueden calificarse de radicales”.
El periodista especializado en arquitectura del periódico The Guardian, Oliver Wainwright, admitió que Poundbury está “haciendo muchas cosas bien” con su desarrollo de uso mixto y su creciente y diversa comunidad. Precisamente de esto se hizo eco el filósofo inglés Roger Scruton, que alabó la ciudad por sus proporciones a escala humana y sus principios arquitectónicos tradicionales en un documental de la cadena británica BBC titulado Why beauty matters (Por qué importa la belleza). En él, dijo: “No es una arquitectura grandiosa ni original, ni lo intenta. Es un modesto intento de hacer las cosas bien siguiendo pautas y ejemplos establecidos por la tradición”.
Demostrar que los y las escépticas se equivocan

Ahora, más de tres décadas después, Poundbury es una próspera ciudad de éxito que ha sido copiada tanto en el Reino Unido como en el extranjero. “Mucha gente dijo que nunca podría tener éxito, pero me complace decir que los escépticos estaban equivocados”, afirma el ex duque de Cornualles en su sitio web.
Pero, ¿cómo es realmente Poundbury? ¿Está a la altura de la visión del rey del pueblo inglés perfecto?
Una plaza de inspiración medieval

La sala del mercado de Pummery Square, que es el centro de la Fase Uno de la construcción de Poundbury, no estaría fuera de lugar en una aldea medieval. Diseñado por el arquitecto John Simpson, se terminó en 2001 y se utiliza para actos públicos y teatrales.
Otros edificios de la plaza son las tiendas del pueblo, el pub The Poet Laureate (llamado así en honor de Ted Hughes) y otras pequeñas tiendas y cafés.
Vivienda social

La segunda fase del proyecto obtuvo el permiso de obras en 1999 y proporcionó 900 viviendas y seis hectáreas de espacio de empleo durante un periodo de desarrollo de diez años.
En Poundbury, el 35 % de las viviendas que se están construyendo son viviendas asequibles para alquiler o propiedad compartida por la población local. Las viviendas asequibles se integran con las viviendas privadas y se construyen con el mismo alto nivel de calidad, de modo que casi no se distinguen.
Ambiente artesanal

El centro neurálgico del cuadrante suroeste de la ciudad es el Buttermarket, una urbanización de uso mixto con nueve edificios con carácter que albergan 18 tiendas boutique y talleres en torno a una plaza principal, incluida una oficina de correos y una peluquería.
Forma parte de la segunda fase, a la que se concedió permiso de obras en 2006, y es un centro de actos comunitarios regulares, como mercados navideños y cazas de huevos de Pascua.
Pequeñas empresas

Según el sitio web del Ducado de Cornualles, en Poundbury operan más de 250 empresas individuales, que dan empleo a más de 2.700 personas. Entre ellas, hay tiendas de comestibles, panaderías, carnicerías, salones de belleza, talleres de reparación de bicicletas y jugueterías.
Muchas personas se han animado a establecerse aquí por la calidad del entorno, los precios asequibles y el sentido de comunidad.
Carlos y la fábrica de chocolate

En el mismo cuadrante se encuentra la fábrica de chocolate de Poundbury, que abrió sus puertas en 1998 y fue adquirida en 2014 por el destacado chocolatero Charbonnel et Walker, que suministra a minoristas como John Lewis, Harrods y Selfridges, según informa la revista británica The Grocer.
El entonces príncipe Carlos visitó la fábrica varias veces, incluso en 2015, después de que se ampliara para satisfacer la demanda.
Plaza de la Reina Madre

En el corazón de las Fases Tercera y Cuarta, y del propio Poundbury, se encuentra la Plaza de la Reina Madre, inaugurada formalmente por la difunta reina Isabel II en 2016 y que cuenta con una estatua de su madre realizada por el escultor Philip Jackson. Los edificios fueron diseñados por el arquitecto Quinlan Terry, que renovó el número 10 de Downing Street para Magaret Thatcher y del que se dice que era el arquitecto favorito del rey Carlos, su hijo Francis Terry y Ben Pentreath.
A finales de los noventa, durante su estancia en el Instituto Príncipe de Arquitectura, Ben Pentreath ganó un concurso para diseñar la fase inicial de Pummery Square. Desde entonces, la empresa ha participado en el diseño de más de 1.000 viviendas en Poundbury, incluido el Pabellón Real.
Posada de la duquesa de Cornualles

Toda ciudad necesita un abrevadero local, y Poundbury no es una excepción, con un gran establecimiento público y hotel de 20 habitaciones llamado The Duchess of Cornwall Inn, situado orgullosamente en la Plaza de la Reina Madre. Se dice que la gran fachada está inspirada en el Ritz de Londres, lugar favorito de la Reina Madre, con sus columnas, ventanas arqueadas y piedra cremosa.
Réplica del Palacio de Buckingham

En el lado este de la plaza está Strathmore House que, con sus columnas corintias y su escudo real, ha recibido el apodo de “Buck House” por su parecido con el original londinense. El edificio neoclásico, que lleva el nombre del padre de la Reina Madre, el XIV conde de Strathmore, también fue diseñado por Quinlan Terry e incluye ocho grandes apartamentos sobre dos locales comerciales.
Los apartamentos de Strathmore House

Los apartamentos son elegantes y superespaciosos, pero, como era de esperar, no son baratos. Los apartamentos más grandes rara vez salen al mercado y, si lo hicieran, costarían mucho más de $1,3 millones (unos 1,2 millones de euros).
Hay ocho apartamentos en el bloque, todos con techos altos, grandes ventanales y balcones con vistas a la Plaza de la Reina Madre. Este apartamento de dos dormitorios se venció hace poco por $760.000 (unos 707.000 €).
Viviendas a precios razonables

En el extremo más asequible, está esta moderna casa de estilo georgiano con terraza al final, a un corto paseo de The Great Field. Tiene tres dormitorios y una cocina contemporánea, y recientemente se puso a la venta por $488.000 (unos 454.000 €).
El precio medio de un piso en Poundbury en 2024 era de $375.000 (unos 349.000 €), y el de las casas adosadas, de $627.000 (unos 583.000 €), según la agencia inmobiliaria Rightmove.
Estilo georgiano moderno

En la planta baja, un hall de entrada conduce a un luminoso y espacioso salón-comedor, mientras que en el exterior hay un jardín con césped y un patio.
Cerca está la plaza de la Reina Madre, que ofrece una gran variedad de servicios, como un supermercado, cafeterías y la posada de la Duquesa de Cornualles, con 20 habitaciones.
Escuelas locales

Poundbury está rodeada de una serie de colegios públicos, todos ellos muy bien valorados, incluido el Thomas Hardye School & Sixth Form, que es uno de los de mayor rendimiento del Reino Unido. Cuenta con dos escuelas primarias, la Prince of Wales First School y la Damers First School, que se trasladó a un nuevo edificio en 2017.
El traslado permitió a la escuela mejorar sus credenciales medioambientales, cultivando sus propios alimentos y reduciendo los residuos y el reciclaje.
Lugares para jugar

La escuela tiene acceso directo al Great Field, el mayor espacio verde de Poundbury, con 12 hectáreas de praderas con una red de caminos y más de 450 árboles y 26.000 arbustos.
La parte sur del campo cuenta con campos de deportes, una zona de gimnasio al aire libre y una magnífica zona de juegos nueva para niños pequeños hasta adolescentes, que fue inaugurada por el rey en mayo de 2022.
Credenciales ecológicas

Apasionado ecologista, era importante que la ciudad estuviera a la altura de los valores ecológicas del rey. Se ha asegurado de que los edificios tengan elementos de conservación de la energía, como aislamiento eficiente, doble acristalamiento, calderas de condensación y contadores de agua, así como paneles solares de pizarra, sistemas de recuperación del calor del suelo y reciclaje del agua de lluvia, según el periódico The Daily Mail.
También hay capacidad para cargar vehículos eléctricos en todos los garajes que se construyan. Françoise Ha, anterior presidenta de la Asociación de Vecinos de Poundbury, dijo al periódico The Big Issue: “Poundbury es una idea interesante. Antes era como Marmite porque eran campos verdes, pero creo que es buena en lo que intenta hacer”.
Energías renovables

Y por si esto no bastara para que Poundbury obtuviera su tarjeta verde, la Rainbarrow Farm fue la primera planta de digestión anaerobia y biometano a red a gran escala del país.
Construida a propósito por el Ducado de Cornualles como empresa conjunta con granjas locales, proporciona gas biometano 100 % renovable procedente de fuentes sostenibles de cultivos y lo introduce en la red nacional de distribución de gas para calentar Poundbury y más de 90.000 hogares del oeste de Dorset.
Vida de jubilado/a

Para los y las más mayores, hay una gran variedad de alojamientos para todos los gustos y presupuestos, incluida la propiedad de McCarthy Stone para jubilados/as, que parece un almacén victoriano reconvertido.
Desde su lanzamiento en 2016, la urbanización Bowes Lyon Court de McCarthy Stone ha demostrado ser tan popular entre los jubilados y jubiladas que hoy hay incluso lista de espera.
Réplicas de Poundbury

El rey está orgulloso, y con razón, de sus logros en Poundbury, que han atraído la atención de expertos y expertas en arquitectura y urbanismo de todo el mundo, incluidos dignatarios como el príncipe Alberto de Mónaco, visto en la foto en 2006.
Según el Ducado de Cornualles, un informe de 2018 concluyó que la ciudad ya aporta más de $124 millones (unos 115 millones de euros) a la economía local, mientras que sus principios se han incorporado a la Política de Planificación del gobierno británico y se han reproducido en todo el país, según informa el periódico The Telegraph.
Un jardín paradisíaco

Pero no todo es armonía en Poundbury, por supuesto. Un informe reveló una riña entre vecinos cuando un entusiasta jardinero se vio obligado a retirar una gran colección de plantas colocadas en terreno comunal, según informó el periódico The Sun.
Sin embargo, es un problema que se espera evitar en la fase final de la construcción, que se ha inspirado en el Movimiento de Jardines Eduardianos: “A Su Majestad el Rey le encantan las cosas extravagantes”, dice el arquitecto Ben Pentreath.
Una vez terminada la construcción de Poundbury, el Ducado de Cornualles dejará que Poundbury funcione por sí mismo, según informa el periódico The Guardian.
El vecindario de Poundbury celebra al rey

Leon Krier, que elaboró el plan maestro de Poundbury, había insinuado hace varios años que, una vez terminada Poundbury, él y el entonces príncipe Carlos construirían otra pequeña ciudad modernista, “para enseñarles cómo se hacen las cosas”, pero eso parece poco probable ahora que el rey ha tomado al trono.
El vecinadrio de Poundbury, que puedes ver en la foto celebrando el día de la coronación del rey, estará contento de que al menos tuviera tiempo de construir su ciudad inglesa ideal...
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