25 disputas por herencias de famosos que acabaron MUY mal
Disputas hereditarias

Tener un pariente superrico puede parecer un sueño, pero lo que demuestran estas infames disputas por la herencia es que, a veces, puede acarrear muchos problemas.
Desde emblemas de la música a magnates de los negocios, sigue leyendo para descubrir algunas de las disputas hereditarias más amargas de todos los tiempos.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Jimi Hendrix

El legendario guitarrista Jimi Hendrix murió en 1970 con solo 27 años. No dejó testamento, y su abogado gestionó su patrimonio durante 20 años, hasta que el padre de Jimi, Al, demandó con éxito el derecho a gestionar su música.
Cuando Al murió en 2002, la herencia de Hendrix, estimada en $80 millones ($140 millones en dinero de hoy, unos 130 millones de euros), quedó en manos de Janie, la hija adoptiva de Al. Sin embargo, Leon, el hermano de Jimi, reclamó que tenía derecho a la herencia, lo que dio lugar a una batalla judicial que terminó perdiendo. Desde entonces, Leon ha tenido que presentarse ante los tribunales por venta ilegal de mercancías supuestamente hecha con el dinero de la herencia de Jimi.
Pablo Picasso

El famoso artista español Pablo Picasso falleció en 1973 a los 91 años. Se creía que el patrimonio del pintor constaba de cinco casas, oro, bonos y más de 45.000 obras de arte. En 1980, estos bienes se habían valorado en unos $250 millones (unos 232,5 millones de euros), el equivalente a $950 millones actuales (unos 883,5 millones de euros), aunque otras fuentes creen que el patrimonio neto de Picasso había sobrepasado los miles de millones.
Durante seis años hubo una disputa por la herencia, ya que Picasso había tenido varios hijos fuera del matrimonio, lo que significaba que algunos de sus nietos biológicos no estaban reconocidos legalmente. Su vasto patrimonio se repartió finalmente entre seis herederos, incluidos sus hijos Claude, Maya y Paloma.
Joan Crawford

La icónica Joan Crawford murió en 1977, dejando uno de los testamentos más explosivos de la historia de Hollywood. La formidable actriz y empresaria desheredó a sus dos hijos mayores, Christina y Christopher, de su herencia de $2 millones ($10 millones actuales, unos 9,3 millones de euros) “por razones que ellos conocen bien”.
Los hermanos demandaron una parte de la herencia, alegando que la hija menor, Cathy, y su marido, Jerome, habían manipulado a Crawford para que los desheredara. Finalmente, Christina y Christopher obtuvieron una indemnización relativamente mísera de $55.000 ($238.000 hoy en día, unos 221.000 €). Después, Christina escribió Mommie Dearest, un estremecedor relato que describía a su madre como una sádica maniática del control.
John Lennon

Cuando John Lennon fue asesinado en 1980, a su viuda Yoko Ono y a su contable se les dio el control de su patrimonio, que al parecer estaba valorado en más de $840 millones en dinero de hoy (unos 781 millones de euros). Se dijo que los principales beneficiarios eran Ono y su hijo con Lennon, Sean.
Julian, el hijo de Lennon de su primer matrimonio, solo recibió un fondo fiduciario que se había creado en el momento del divorcio de Lennon. Julian impugnó el testamento y, 16 años después, llegó finalmente a un acuerdo extrajudicial con Ono. Aunque la cifra nunca se publicó, se rumoreaba que rondaba los $40 millones actuales, unos 37 millones de euros.
Bob Marley

Cuando Bob Marley falleció en 1981 con solo 36 años, el mundo de la música perdió a una de sus mayores estrellas. Pero para la familia de Marley, su muerte no fue solo una tragedia, sino que también desencadenó años de batallas judiciales. Al parecer, en el momento de su muerte, Marley tenía una fortuna de $30 millones (unos 28 millones de euros), o $104 millones en dinero de hoy (unos 97 millones de euros). Sin embargo, nunca redactó un testamento.
Según la ley jamaicana, su patrimonio debería haberse dividido entre su esposa Rita y sus 11 hijos. Sin embargo, los compañeros de banda de Marley y algunos de sus parientes más lejanos quisieron a reclamar su parte. Rita tardó unos 10 años en hacerse con el control de la herencia de su marido, lo que al parecer le costó una fortuna en honorarios de abogados.
Sonny Bono

El cantante Salvatore Phillip “Sonny” Bono, que saltó a la fama como miembro del dúo Sonny y Cher, falleció en un accidente de esquí en 1998. El cantante reconvertido en político no dejó testamento, por lo que su esposa, Mary Bono, tuvo que apelar para que se ejecutara su herencia.
Cher, que había estado casada con Bono antes de que este conociera a Mary, demandó entonces a su sucesión por impago de la pensión alimenticia. No fue la única persona que enturbió las aguas legales. Un hijo ilegítimo también intentó reclamar parte de la fortuna de Bono, pero más tarde retiró su reclamación y la herencia se dividió entre Mary y sus dos hijos.
The Koch brothers

Los cuatro hijos de Fred Koch se pasaron casi 20 años disputándose la enorme fortuna de su padre. La disputa surgió de la afirmación de que dos de los hermanos, Charles (izquierda) y David (derecha), estafaron a William y Frederick $2.300 millones ($7.300 millones de dólares actuales, unos 6.800 millones de euros) cuando vendieron sus acciones en la empresa.
Durante años, los cuatro hermanos solo se comunicaron a través de abogados, pero finalmente se reconciliaron en 2001, aunque no se revelaron los términos del acuerdo.
Johnson & Johnson fortune

Cuando J. Seward Johnson (en la foto), director de la empresa farmacéutica Johnson & Johnson, murió en 1983, dejó la mayor parte de su patrimonio, cuyo valor se calcula en al menos $400 millones ($1.300 millones actuales, unos 1.200 millones de euros), a su tercera esposa, Barbara Johnson. Dado que se había casado con Barbara, 42 años menor que él, a la edad de 76 años, el testamento provocó la indignación de sus hijos.
Sus seis hijos de esposas anteriores impugnaron el testamento. En un acuerdo extrajudicial, se acordó que se repartirían entre ellos $40 millones ($126 millones actuales, unos 117 millones de euros). Barbara Johnson se llevó el resto.
J. Howard Marshall

El multimillonario petrolero tejano J. Howard Marshall tenía 89 años cuando se casó en 1994 con Anna Nicole Smith (en la foto), de 26 años. Murió poco más de un año después sin dejar a Anna ni un céntimo de sus $1.600 millones ($3.300 millones actuales, unos 3.070 millones de euros) de patrimonio.
Pasó el resto de su vida luchando sin éxito por una parte de ese patrimonio, pero murió en 2007. Se dice que los únicos que salieron ganando fueron los abogados implicados.
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Jay Pritzker

Jay Pritzker y su hermano Robert acumularon una fortuna estimada en $15.000 millones ($28.000 millones actuales, unos 26.000 millones de euros) a través de su imperio hotelero Hyatt y diversos negocios relacionados. Jay murió en 1999.
En 2002, su sobrina Liesel, de 19 años, presentó una demanda contra los miembros de la familia, acusándoles de apropiarse de sus fondos fiduciarios y de los de su hermano. Los hermanos ganaron $500 millones ($873 millones actuales, unos 812 millones de euros) cada uno, pero perdieron todas las reclamaciones sobre la parte repartida entre otros miembros de la familia.
Barry White

A diferencia de muchas otras personas de esta lista, el cantante Barry White, ganador de un Grammy, sí redactó un testamento. Pero cuando murió en 2003 a los 58 años, no lo había actualizado desde hacía años. Su novia dio a luz a un bebé solo cuatro semanas antes de la muerte de White y se angustió al darse cuenta de que no recibiría nada de su herencia de $20 millones (34 millones de euros).
Luchó por hacerse con una parte, pero la familia de White le exigió que se sometiera a una prueba de paternidad para demostrar que White era el padre de su bebé. La disputa se resolvió cuando la prueba demostró que White no era el verdadero padre, y su dinero se repartió entre sus ocho hijos biológicos.
Sir Peter Ustinov

La herencia del actor Sir Peter Ustinov fue arrastrada por los tribunales durante años, lo que provocó que la mayor parte de su multimillonario patrimonio fuera engullido por las costas judiciales. Escribió su testamento a lápiz 36 años antes de morir, en 2004, a los 82 años, lo que llevó a un tribunal a dictaminar que había muerto intestado (sin testamento). Se casó tres veces y tuvo cuatro hijos, pero la mayor parte de su fortuna fue a parar a manos de su viuda, Lady Helene Ustinov.
Su descendencia alegó que los fideicomisos que supuestamente creó deberían haber ido a parar a ellos, pero nadie pudo demostrar con éxito su existencia. Se desconoce el resultado final, pero su hijo Igor afirmó en 2013 que el proceso le había dejado prácticamente en la bancarrota.
Stieg Larsson

Puede que el escritor sueco Stieg Larsson escribiera libros superventas como Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, pero nunca redactó un testamento. Cuando murió a los 50 años en 2004, su patrimonio pasó automáticamente a su padre y a su hermano, dejando a su pareja de 32 años, Eva Gabrielsson, sin un céntimo.
Gabrielsson no solo quería una parte de los $27 millones (unos 25,1 millones de euros) de la fortuna de Larsson ($45 millones actuales, unos 41,9 millones de euros). También quería los derechos literarios de su archivo y ha criticado públicamente que se contratara a otro autor para terminar un manuscrito incompleto que Larsson dejó en su ordenador.
James Brown

Conocido como el Padrino del Soul, el cantante James Brown murió en 2006 de un fallo cardíaco a los 73 años. Las estimaciones sobre la cantidad exacta que dejó varían enormemente, y se cree que puede llegar a los $100 millones ($156 millones actuales, unos 145 millones de euros). Se dice que su testamento especificaba que unos $4 millones ($6,2 millones actuales, unos 5,8 millones de euros) se destinarían a sus hijos y nietos, y el resto a la organización I Feel Good Trust, que creó para conceder becas a niños y niñas pobres de Carolina del Sur.
Su esposa, Tommie Rae Hynie, y sus hijos impugnaron el testamento, y la batalla duró 15 años antes de que los tribunales fallaran finalmente a su favor.
Nina Wang

La que fuera la mujer más rica de China, Nina Wang, murió en 2007 y dejó una herencia de $4.000 millones, equivalentes a $6.000 millones actuales (unos 5.580 millones de euros). Su amante, el maestro de Feng Shui Peter Chan, reclamó su herencia, pero se quedó sin nada cuando un tribunal dictaminó que todo debía ir a la beneficencia.
Más tarde se supo que Chan había falsificado su testamento, por lo que fue condenado a 12 años de cárcel.
Ike Turner

Cuando el cantante de R&B Ike Turner murió en 2007, hubo dudas sobre si había dejado un testamento válido. Tenía muy pocos bienes, pero el valor de su patrimonio residía en los derechos de autor de sus canciones.
Sus hijos y exmujeres se enzarzaron en una batalla legal sobre quién tenía derecho a su herencia. Se presentaron testamentos manuscritos, pero se cuestionó su validez. El juez falló a favor de los hijos de Ike en octubre de 2009.
Leona Helmsley

Con una fortuna estimada en $4.800 millones ($7.300 millones actuales, unos 6.800 millones de euros) cuando falleció en 2007, la infame magnate inmobiliaria Leona Helmsley pidió que la mayor parte de su dinero se donara a obras benéficas, así como pequeñas cantidades a varios familiares.
Sin embargo, la mayor sorpresa de todas fue que Helmsley dejó $12 millones ($18 millones de hoy, unos 16,7 millones de euros) a su perro Trouble, pero solo $5 millones ($7,6 millones actuales, unos 7,1 millones de euros) a cada uno de sus dos nietos, David y Walter. Otros dos nietos quedaron totalmente excluidos.
Un juez redujo la fortuna del perro a $2 millones (unos 2,8 millones de euros) y destinó el resto a obras benéficas. Los otros dos nietos desheredados recibieron finalmente $3 millones ($4,6 millones de hoy, unos 4,3 millones de euros) cada uno de la herencia.
Steve McNair

Asesinado por su amante en 2009, el quarterback de la NFL Steve McNair no dejó testamento. Su patrimonio, del que se cree que ascendía a unos $19,6 millones ($29 millones de hoy, unos 27 millones de euros) en el momento de su muerte, se congeló posteriormente hasta que pudieran determinarse los beneficiarios de su fortuna.
Dos años después, un juez dictaminó que su esposa y sus dos hijos recibirían la mayor parte de su patrimonio. Sus dos hijos de relaciones anteriores también fueron nombrados benefactores.
Al parecer, su viuda desalojó a su madre de una casa que él le había comprado, y también la demandó para que le devolviera objetos que, según ella, se habían llevado de la propiedad.
Gary Coleman

El actor Gary Coleman murió en 2010. Su exesposa Shannon Price, que siguió viviendo con él tras su divorcio, impugnó su testamento en el que se nombraba albacea y beneficiaria a su amiga y antigua directora de su empresa, Anna Gray.
Sin embargo, el juez dictaminó que la relación de Price con Coleman no era feliz y ella perdió el caso. Gray fue confirmada como principal beneficiaria de su escaso patrimonio.
Amy Winehouse

La cantautora británica Amy Winehouse tenía solo 27 años cuando murió, dejando tras de sí una fortuna de unos $5,5 millones actuales, unos 5,1 millones de euros. Como no había hecho testamento, no estaba claro quién recibiría su herencia, y entre los posibles demandantes se encontraban su exmarido Blake Fielder-Civil, su hermano Alex y sus padres Mitch y Janis.
A pesar de que la relación con sus padres era difícil, Mitch y Janis acabaron heredándolo todo, lo que provocó la indignación de parte de los y las fans de la cantante. Utilizaron parte de la herencia para crear la Fundación Amy Winehouse, una organización benéfica que apoya a jóvenes que luchan contra la drogadicción.
Nelson Mandela

Nelson Mandela, activista contra el apartheid y ex presidente de Sudáfrica, murió en 2013. Dejó la mayor parte de los $4,3 millones ($5,8 millones actuales, unos 5,4 millones de euros) de su patrimonio a su esposa Graca Machel, sus hijos, nietos y bisnietos.
Su exesposa, Winnie Madikizela-Mandela, acudió a los tribunales alegando que su casa de campo era legítimamente suya, ya que la habían comprado cuando aún estaban casados. Llegó hasta la Corte Suprema de Apelación, pero perdió el caso en enero de 2018 y murió solo tres meses después.
Robin Williams

Cuando el actor Robin Williams murió en 2014, dejó un patrimonio cuyo valor se calcula en $100 millones (unos 93 millones de euros), o $133 millones en dinero de hoy (unos 124 millones de euros). La tercera esposa de Williams, Susan Schneider Williams, acabó en una batalla legal con sus hijos de matrimonios anteriores por el reparto de sus bienes.
Susan pidió a un tribunal que dictaminara que el contenido de la casa que compartía con él debía excluirse de los bienes dejados a los hijos. Llegaron a un acuerdo extrajudicial. Se informó de que Susan pudo quedarse con bienes de valor sentimental, como regalos, ropa y una bicicleta, mientras que sus hijos se quedaron con casi todo lo demás.
BB King

El legendario músico de blues BB King murió de insuficiencia cardiaca en 2015, a los 89 años. Su herencia, cuyo valor se estimó en $30 millones ($40 millones actuales, unos 37 millones de euros), fue entregada a LaVerne Toney, su gestor comercial durante muchos años, pero desde entonces se la han disputado sus 11 hijos supervivientes, todos con madres diferentes.
Se dice que ninguno de los hijos e hijas figuraba como beneficiario en el testamento final de King y reclaman que se revierta en su lugar un fideicomiso anterior creado en 2007, que había beneficiado a cada uno de ellos. No está claro si han tenido éxito.
Prince

Cuando Prince murió en 2016, dejó tras de sí una enorme fortuna y ningún testamento. Un juez dictaminó que sus seis hermanos heredaran su fortuna. Sin embargo, tras su muerte, se han presentado decenas de personas que afirman ser su esposa, hijos y otros parientes, en busca de una parte de su patrimonio.
Las disputas en torno al valor del patrimonio de Prince complicaron aún más las cosas, pero en 2022 se dictaminó finalmente que el patrimonio valía $156 millones (unos 145 millones de euros). Esta suma se dividió entre Prince Legacy LLC, formada por tres hermanastros de Prince, y Prince OAT Holdings LLC, propiedad de la editorial musical Primary Wave.
Prince Legacy LLC también ha sido objeto de una batalla legal, en la que miembros de la familia del cantante intentaron expulsar a dos ejecutivos del patrimonio. En julio de 2024, un tribunal falló en contra de los familiares de Prince, pero parece que la amarga disputa continuará.
George Michael

El cantante George Michael falleció el 25 de diciembre de 2016 a la edad de 53 años. El ex líder de Wham! había redactado un testamento en 2013 en el que decía que dejaba su patrimonio de $164 millones actuales (unos 152 millones de euros) a sus hermanas Yioda y Melanie Panayiotou, a su padre Jack y a varios amigos íntimos. Sin embargo, Michael no dejó nada a su novio de entonces, Fadi Fawaz, que descubrió el cadáver de Michael, ni a su expareja Kenny Goss (en la foto), que salió con Michael entre 1996 y 2011.
Goss afirmó que Michael le mantenía totalmente a pesar de que habían roto años antes de la muerte de Michael. Presentó una demanda en la que reclamaba $25.000 de hoy (unos 23.000 €) al mes. Se dice que en aquel momento la familia de Michael juró que Goss no recibiría “ni un céntimo”. Sin embargo, poco más de cuatro años después, los fideicomisarios de Michael llegaron a un acuerdo con Goss, por el que este recibió una parte de la herencia de Michael. No se han revelado más detalles.
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