No nacen suficientes bebés: Cómo la crisis de natalidad podría impactar la economía
El posible impacto financiero de la gran crisis de la natalidad

Las tasas de fecundidad están cayendo en picado en todo el mundo y descenderán a niveles escandalosamente insostenibles a finales de siglo, lo que supondrá un reto enorme para la economía mundial. Así lo afirma, al menos, un nuevo e importante estudio publicado en la revista médica The Lancet.
La tasa de fecundidad ya está por debajo del nivel de reemplazo necesario en innumerables naciones y, para el año 2100, el 97% de los países serán incapaces de mantener su población.
Haz clic o desplázate para descubrir las posibles consecuencias económicas de la gran caída de la natalidad y entérate de lo que están haciendo los gobiernos, incluido el estadounidense, para atajar el problema. Además, exploramos si los últimos avances tecnológicos pueden salvar el día...
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.
¿Qué significa la caída de la natalidad?

El concepto conocido como "gran caída de la natalidad" hace refrencia al descenso marcado y progresivo de la tasa de fecundidad en todo el mundo.
La tasa de fecundidad es el número medio de hijos que tienen las personas gestantes durante su edad reproductiva. Para que la población de un país o zona se mantenga estable, se requiere una tasa de fecundidad de 2,1. La tasa mundial de fecundidad ha caído en picado desde 1965, cuando se situaba en más de cinco nacimientos por persona gestante. En 2021, había descendido a 2,4, apenas por encima de la tasa de reemplazo de 2,1. Si avanzamos hasta 2050, los expertos predicen que no habrá un número suficiente de nacimientos para mantener la población mundial.
Para entonces, se prevé que la tasa habrá descendido a 1,83 y volverá a caer a 1,59 en 2100.
¿Cuáles son las causas de la gran caída de la natalidad?

De forma paralela a las tasas de fecundidad, los niveles de pobreza han descendido desde la década de 1960.
Cuando los países se hacen más ricos, aumenta también el acceso a la educación, la atención sanitaria, el trabajo y los métodos anticonceptivos. En consecuencia, se tiende a tener menos hijos, y esta tendencia se reproduce en todo el mundo desde finales del siglo XX. Además, la decisión de no tener hijos se acepta positivamente en muchas sociedades.
Otros factores en juego son las decisiones gubernamentales, como la ya desaparecida política china del hijo único, el coste de criar hijos en los países desarrollados y una ola de precupación por el cambio climático que disuade a muchas personas de tener hijos. La disminución del número de espermatozoides también desempeña un papel importante en el problema.
¿Qué países son los más afectados?

Más de la mitad de los países y territorios del mundo tienen ya tasas de fecundidad inferiores al nivel de reemplazo de 2,1, según el estudio publicado en la revista médica The Lancet.
Casi todas las economías avanzadas son ahora incapaces de mantener a su población. Según las cifras de 2021, Corea del Sur tiene la tasa de fecundidad más baja, con 0,82, seguida de Taiwán y Andorra, con 0,98 cada una.
La de Singapur es de solo 1,20, mientras que la de Italia es de 1,21. La de China es de 1,23, la de Japón de 1,26 y la de Canadá asciende a 1,46. El del Reino Unido es de 1,49, el de Nueva Zelanda de 1,62, el de Australia y el de Estados Unidos de 1,64, y el de Irlanda de 1,76.
¿Qué países son los menos afectados?

En el lado opuesto, las naciones en vías de desarrollo, donde las personas tienen un acceso extremadamente limitado a la educación, la atención sanitaria y los métodos anticonceptivos, registran las tasas de fecundidad más elevadas.
Chad es el número uno, con una tasa de 6,99 en 2021, mientras que Níger ocupa un cercano segundo lugar (6,97,) y Somalia (6,54) el tercero. De hecho, África Subsahariana representará la mitad de los nacimientos mundiales en 2100, y algunos países de la región experimentarán un baby boom en lugar de una caída, según la revista médica The Lancet.
En teoría, esto debería situar a estos países más pobres en mejor posición para negociar políticas migratorias más justas con las naciones más ricas, que podrían necesitar a más jóvenes talentos extranjeros a medida que su población en edad de trabajar empieza a disminuir.
¿Qué más reveló el estudio?

El importante estudio fue dirigido por el Instituto de Métrica y Evaluación Sanitarias (IHME), que se encuentra en la Universidad de Washington en Estados Unidos y está financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
Otras conclusiones del informe incluyen la revelación de que las políticas pro natalidad, como las guarderías gratuitas, la ampliación del permiso parental y los créditos fiscales familiares, están haciendo poco por animar a las personas de los países desarrollados a tener más hijos.
Los autores del estudio también han expresado su preocupación por la posibilidad de que algunos países introduzcan "medidas draconianas" al estilo del libro, y también serie, distópica de El cuento de la criada para limitar los derechos reproductivos, como restringir el acceso a los anticonceptivos y los abortos.
¿Cuáles son las posibles consecuencias de la gran crisis de la natalidad?

Los autores del estudio sugieren que la gran caída del número de la natalidad va a provocar cambios sociales y económicos "asombrosos", que transformarán nuestra forma de vivir. De hecho, "reconfigurará por completo la economía mundial y el equilibrio internacional de poder, y hará necesaria una reorganización de las sociedades", según Natalia Bhattacharjee, coautora principal del estudio y principal investigadora científica del IHME (citada por el diario Financial Times).
Los países pueden tener dificultades para atender y pagar a sus poblaciones ancianas, con menos contribuyentes en edad de trabajar disponibles para financiar la asistencia sanitaria y la seguridad social de los mayores. (Sin embargo, un menor gasto en educación podría compensar esto en cierta medida).
La actividad empresarial podría disminuir significativamente. Es probable que la escasez de mano de obra afecte a la mayoría de las naciones desarrolladas, y también habrá menos consumidores para impulsar el crecimiento.
¿Cuáles son otras posibles consecuencias económicas de la gran crisis de la natalidad?

Con un número de compradores cada vez menor, los precios de la vivienda podrían acabar desplomándose. Las recesiones pueden ser un acontecimiento demasiado familiar a medida que las economías se contraen y, si la actividad fiscal se silencia, es probable que el mercado bursátil siga el mismo camino, provocando rendimientos decrecientes.
La caída de las tasas de fertilidad también puede provocar el hundimiento de la inversión en innovación empresarial, ya que los inversores se protegen contra la disminución de la demanda de los consumidores, según un artículo que la economista Katica Roy escribió para Fast Company en 2021.
¿Cuáles son las posibles ventajas de la gran crisis de la natalidad?

Sin embargo, no todo es negativo. De hecho, el descenso de las tasas de fecundidad se considera desde hace tiempo un signo de capacitación de la mujer y puede decirse que es muy positivo.
El descenso de las tasas de fecundidad puede derivar en grandes beneficios para el medio ambiente, además de salarios más altos, dado el menor número de trabajadores. Es probable que la vivienda se abarate al caer la demanda (aunque una corrección sustancial del mercado sería dolorosa), y también debería haber menos presión sobre los servicios públicos y las infraestructuras.
¿Podría la tecnología salvarnos?

En cualquier caso, la tecnología puede acabar acudiendo al rescate. Según el Dr. Christopher Murray, autor principal del estudio publicado en la revista médica The Lancet, la inteligencia artificial (IA) y los robots avanzados podrían atenuar el impacto de la disminución de las plantillas sustituyendo a los trabajadores humanos que van desapareciendo.
Además, los avances médicos y la mejora de los estilos de vida podrían hacer que las personas mayores se mantuvieran más sanas y capaces de trabajar durante más tiempo, aliviando la presión de los sistemas sanitarios y de los contribuyentes más jóvenes.
¿Te gusta? Haz clic en el botón Seguir de arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY.
¿Es la inmigración masiva la respuesta?

La inmigración masiva desde los países del baby boom del África Subsahariana a naciones desarrolladas con mayores dificultades demográficas tendría beneficios mutuos para las naciones implicadas y ayudaría a moderar los efectos de la gran caída de la natalidad.
Sin embargo, una serie de países, sobre todo los que tienen gobiernos populistas de derechas, se han opuesto a la inmigración en los últimos años, y algunas pruebas sugieren que las sociedades acogen peor a los inmigrantes a medida que envejecen.
¿Qué están haciendo los países para aumentar las tasas de fecundidad?

Un informe de la ONU de 2020 reveló que, para entonces, dos tercios de los países europeos habían introducido medidas para impulsar las tasas de fertilidad.
Otras muchas naciones, desde Corea del Sur a Canadá, tienen políticas pro natalistas, aunque, como hemos mencionado, el estudio ha constatado que su efecto es relativamente mínimo.
Van desde "primas por bebé" en metálico y desgravaciones fiscales hasta guarderías gratuitas o subvencionadas y permisos parentales ampliados. Los países recurren incluso a citas patrocinadas por el Estado, exención del servicio militar para los padres, asesoramiento para la orientación matrimonial y campañas patrióticas que instan a las parejas a procrear por el bien de la patria.
Corea del Sur

Considerada, de forma oficial, una crisis nacional, la tasa de fertilidad de Corea del Sur es la más baja del mundo, con un 0,82%. Se espera que la tasa se mantenga en ese nivel hasta 2100, aunque se prevé que la población se reduzca a la mitad para entonces.
La antigua política de dos hijos del país (que finalizó en 2021), la falta de derechos de la mujer en el lugar de trabajo y el exorbitante coste de criar a un hijo en la nación se han citado como las causas fundamentales del la gran caída de la natalidad de Corea del Sur.
Desde 2006, el gobierno ha gastado más de 270.000 millones de dólares (unos 251.883 millones de euros) en intentar abordar el problema, con un éxito limitado. Las iniciativas y propuestas han incluido guarderías subvencionadas, ayuda doméstica barata en el extranjero y exención del servicio militar para los padres jóvenes con tres hijos o más.
Taiwán

Con un 0,98, la tasa de fertilidad de Taiwán es casi tan baja como la de Corea del Sur. Se prevé que descienda a 0,90 en 2050, una tasa que se espera que se mantenga en el próximo siglo.
La baja tasa de fertilidad del país puede atribuirse a diversos factores, como las campañas pasadas que pretendían limitar las familias a dos hijos, el elevado coste de la vivienda, las bajas tasas de nupcialidad e incluso la ansiedad ante la posibilidad de una invasión china.
Una vez más, los esfuerzos gubernamentales para abordar el problema, como la ampliación del permiso parental, las exenciones fiscales y las subvenciones para guarderías, han resultado infructuosos.
Singapur

La tasa de fertilidad de Singapur es de 1,20. Se prevé que esa cifra descienda a 1,15 a mediados de siglo y se reduzca a 1,12 en 2100.
Entre otras cosas, el ministro del gobierno Indranee Rajah culpa a la preocupación por el coste de criar a los hijos y a la presión por ser un padre excelente de la escasez de nacimientos en la nación.
Las antiguas políticas que desincentivaban las familias numerosas también han contribuido a la baja tasa de fertilidad de la ciudad-estado. Las iniciativas del gobierno para invertir el declive han incluido primas en metálico para las nuevas madres, ampliación del permiso parental e incluso un rap que animaba a las parejas a "cumplir con su deber nacional" y procrear. Hasta ahora, estas medidas no han conseguido el efecto deseado.
Italia

La tasa de fecundidad de Italia es una de las más bajas de Europa, con solo 1,21, y los nacimientos han alcanzado un mínimo histórico. Se espera que la cifra disminuya a 1,18 en 2050, y que siga cayendo hasta 1,09 en 2100.
La falta de empleos estables, unida al elevado coste de criar a un hijo, está en el centro de la crisis de fertilidad de Italia, donde las madres italianas se encuentran entre las de mayor edad de Europa.
Los últimos gobiernos han introducido varios incentivos económicos, como una prestación mensual por hijo, pero estas medidas se están quedando cortas y los nacimientos siguen cayendo en picado en el país. El problema se agrava aún más por la reticencia del actual gobierno populista de derechas a ampliar la inmigración.
China

La tasa de fecundidad en China es de 1,23. Como ocurre en Italia, los nacimientos en la República Popular han caído a mínimos históricos. Se prevé que la tasa de fertilidad descienda a 1,14 en 2050, aunque se prevé que repunte ligeramente hasta 1,16 en 2100.
Entre los factores que explican este descenso figuran el elevado coste de la vida y la falta de ayudas a las madres trabajadoras. Y, por supuesto, también está el efecto de la infame política china del hijo único, que estuvo en vigor de 1979 a 2015 y limitó a un hijo a la mayoría de las familias urbanas y a dos a la mayoría de las familias rurales.
El gobierno intenta desesperadamente evitar la despoblación ofreciendo a las parejas fecundación in vitro gratuita, incentivos en metálico, exenciones fiscales, etc., y promueve enérgicamente las familias "tradicionales". Pero es muy discutible que estas iniciativas funcionen...
Japón

Japón tiene la población más envejecida del mundo y una tasa de fecundidad de solo 1,26. Se espera que esta cifra se mantenga sin cambios de aquí a 2050, pero para 2100 se prevé que descienda a 1,21.
El gobierno japonés ha reconocido que la llamada "bomba de relojería demográfica" es el mayor problema al que se enfrenta el país. Su origen se encuentra en el descenso de la tasa de nupcialidad, el elevado coste de la vida y la escasa conciliación de la vida laboral y familiar (entre otros factores).
Es dudoso que sus esfuerzos sirvan para algo, pero el gobierno está haciendo todo lo posible para fomentar los nacimientos con prestaciones económicas para los padres, mejor acceso a guarderías e incluso búsqueda de pareja patrocinada por el estado y potenciada por la IA. Japón también está apostando fuerte por la IA para ayudar a resolver su creciente problema de escasez de mano de obra.
España

La tasa de fecundidad de España es de 1,26 y su tasa de natalidad está cayendo a nuevos mínimos. La tasa de fecundidad en el país está a punto de caer a 1,23 en 2050 y descender aún más hasta 1,11 a finales de este siglo.
La falta de guarderías asequibles, la precariedad del mercado laboral español y el aumento constante del coste de la vivienda son algunos de los principales factores que contribuyen a ello. Y, aunque el gobierno ha tomado algunas medidas para abordar el problema, como el aumento del permiso parental, siguen siendo necesarias acciones de mayor alcance para abordar las causas subyacentes.
Austria

La tasa de fertilidad en Austria es de 1,46. Se espera que descienda a 1,42 en 2050 y a 1,34 en 2100.
El Estado austriaco ofrece ayudas comparativamente generosas a las familias en forma de una prestación infantil periódica en metálico que incluye una ayuda para el inicio escolar, una ayuda para guarderías, créditos fiscales para los padres, transporte escolar gratuito, etc. Sin embargo, la baja tasa de natalidad puede atribuirse a otros factores, como la normativa que dificulta que las mujeres solteras tengan hijos.
Canadá

La tasa de fecundidad de Canadá también se sitúa en 1,46, según las cifras de 2021, y recientemente ha alcanzado un mínimo histórico. Para 2050, se prevé que haya descendido a 1,39, antes de hundirse aún más hasta 1,32 en 2100.
La experta en demografía Kate Choi atribuye la bajísima tasa de fecundidad del país a "problemas de asequibilidad", sobre todo en relación con la vivienda, que disuaden a la gente de tener hijos (según reveló Choi al canal de noticias CTV a principios de año).
Los sucesivos gobiernos han introducido políticas pro-natalistas, con Quebec especialmente abierto, aunque esto todavía no ha invertido la tendencia. Es posible que Canadá tenga que centrar sus esfuerzos en aumentar la inmigración e impulsar la productividad con la IA y otras tecnologías.
Rusia

La tasa de fecundidad de Rusia es de 1,48, y el año pasado el país registró su número más bajo de recién nacidos desde la Segunda Guerra Mundial. La actual guerra en curso en Ucrania ha agravado el descenso, y se prevé que la tasa descienda a 1,33 en 2050 y a 1,21 en 2100.
El presidente Putin ha hecho un llamamiento para que las parejas rusas tengan al menos ocho hijos, aunque los esfuerzos de su régimen por abordar el problema de la baja fertilidad han dado pocos resultados en una sociedad que desde hace mucho tiempo se ve asolada por el alto coste de la vida.
La serie de iniciativas ha incluido llamamientos patrióticos a la reproducción, pagos en efectivo, comidas escolares gratuitas y la reactivación de la medalla "Heroína: Madre", que fue introducida originalmente por Stalin tras la Segunda Guerra Mundial para las mujeres que tuvieran 10 o más hijos. Junto con esta condecoración, Putin ofrece también un "premio" de 16.000 dólares (unos 14.926 euros) a las mujeres que alcancen el doble de hijos.
Reino Unido

La tasa de fertilidad en el Reino Unido ha alcanzado un mínimo histórico de 1,49. Se prevé que siga bajando hasta 1,38 en 2050 y descienda hasta 1,30 en 2100.
Criar a un hijo es caro en Gran Bretaña, con guarderías especialmente costosas y políticas pro-natalistas relativamente escasas. Ya en 2015, el gobierno conservador del entonces primer ministro David Cameron llegó a poner un tope a las familias que solicitaban prestaciones por hijos y ayudas sociales para familias con tres o más hijos. Mientras tanto, el plan del actual gobierno conservador para ampliar las guarderías gratuitas se ha visto acosado por problemas.
En la foto, se ve un cartel de un anuncio en el que puede leerse: "Hay plazas disponibles financiadas por el gobierno para niños de 2, 3 y 4 años. ¡No te lo pierdas! Llama para hablar de las necesidades de tu hijo".
Alemania

La tasa de fecundidad de Alemania es de 1,53. Se prevé que descienda a 1,47 en 2050 y acabe el siglo en 1,40.
El descenso de la tasa de fecundidad del país puede atribuirse a varias razones, desde el elevado coste de la vida en Alemania hasta las presiones que sufren las madres trabajadoras.
Aun así, la cifra prevista para 2100 es una de las más altas de Europa. Esto podría tener algo que ver con las cuantiosas prestaciones parentales de Alemania y su disposición a aceptar inmigrantes, aunque las actitudes públicas y la política oficial se han endurecido últimamente.
Nueva Zelanda

La tasa de fertilidad de Nueva Zelanda es de 1,62, un mínimo histórico. Se prevé que en 2050 se reduzca aún más, hasta 1,45, y que llegue a 1,35 en 2100.
El coste de la vida, sobre todo los elevados precios de la vivienda y los alquileres, es en parte responsable de la baja tasa de fecundidad del país.
Para abordar el problema de frente, el gobierno neozelandés acaba de poner en marcha Fertility Counts, una colaboración con el sector privado y el mundo académico que estudiará formas de impulsar los nacimientos, como la financiación de la fecundación in vitro, la introducción de primas por nacimiento y créditos fiscales para los padres, la ampliación del permiso parental y la subvención de guarderías.
Australia

La tasa de fecundidad de Australia es superior a la de Nueva Zelanda, con 1,64, pero está previsto que la iguale en 2050, cuando se prevé que descienda a 1,45. Para 2100, se prevé que Australia quede por detrás de Nueva Zelanda, con una tasa de fecundidad de solo 1,32.
Entre las razones de la baja tasa de natalidad de Australia figuran la preocupación por el coste de la vida y el cambio climático. Las ayudas prenatales, que no son nada nuevo para la nación, han resultado infructuosas. En 2004, se introdujo una bonificación de 2.000 dólares (unos 1.866 euros) por bebé, y el ex tesorero Peter Costello instó también a las parejas a tener "un [bebé] para mamá, otro para papá y otro para el país".
De cara al futuro, es probable que Australia tenga que suavizar sus duras normas de inmigración para mantener su población y la economía en marcha.
EE.UU.

La tasa de fertilidad de EE.UU. es de 1,64. Para 2050, se prevé que descienda a 1,52 y para 2100 a 1,45.
En comparación con otros países desarrollados, el descenso hasta 2100 no será tan pronunciado, quizás gracias a la apertura general de Estados Unidos a la inmigración. EE.UU. también está a la vanguardia de la innovación, por lo que el país estará mejor situado que la mayoría para mitigar la bomba de relojería demográfica con la IA, la robótica avanzada y otras tecnologías.
A menudo se sugiere el gasto que supone criar a los hijos en Estados Unidos como una de las causas fundamentales del descenso de la tasa, al igual que la falta de permisos parentales y otras ventajas, aunque las familias con ingresos bajos disponen de guarderías subvencionadas y otras prestaciones.
Francia

La tasa de fecundidad de Francia está en el lado alto de Europa, con 1,75, aunque muy por debajo del nivel de reemplazo. Se espera que descienda a 1,56 en 2050 y a 1,43 en 2100.
Durante años, Francia ha promovido políticas que animan a las parejas a tener hijos, como las primas por nacimiento, los permisos de maternidad más generosos y las guarderías gratuitas, lo que puede explicar su tasa de fertilidad relativamente alta.
Dicho esto, el presidente Macron pidió un "rearme demográfico" a principios de este año, con planes anunciados para reformar el permiso parental y poner en marcha pruebas de fertilidad gratuitas para los mayores de 25 años.
Irlanda

Irlanda tiene una de las tasas de fecundidad más altas de Europa, con 1,76, aunque se prevé que esta cifra descienda a 1,54 en 2050 y acabe el siglo en 1,40.
Este país de la UE ofrece una serie de prestaciones en favor de la familia, como un permiso parental comparativamente justo, pagos de prestaciones por hijos y guarderías gratuitas, pero, según el estudio de The Lancet, ni siquiera estos incentivos bastarán para evitar la espiral descendente de su tasa de fecundidad.
Al igual que otros países, es probable que Irlanda tenga que ampliar aún más la inmigración para paliar los peores efectos del descenso de la tasa.
Emiratos Árabes Unidos

La tasa de fertilidad de los EAU es de 1,90. Se prevé que descienda a 1,53 en 2050 y siga bajando hasta 1,31 en 2100.
Un mayor acceso a la educación, el elevado coste de criar a los hijos y los matrimonios tardíos son algunas de las razones por las que la tasa está descendiendo. El gobierno de EAU ha puesto en marcha incentivos para animar a las parejas a tener hijos, como prestaciones por matrimonio y vivienda, primas por nacimiento, educación gratuita y asistencia sanitaria complementaria, aunque estas medidas no han tenido un efecto marcado hasta ahora.
India

Se prevé que India experimente uno de los descensos más drásticos de la tasa de fecundidad, que pasará de 1,91 a 1,29 en 2050 y terminará el siglo en 1,04, lo que estaría entre las tasas más bajas del mundo. En contraste, la tasa llegó a ser de 6,18 en 1950.
La caída en picado de la tasa de natalidad puede atribuirse a una serie de factores, como el aumento de la tasa de educación entre las mujeres, los matrimonios más tardíos y un mejor acceso a los anticonceptivos a medida que el país se ha ido haciendo más próspero.
Otro factor importante son los programas de esterilización masiva del país, y un informe de la cadena británica BBC de 2014 sugiere que solo entre 2013 y 2014 se llevaron a cabo cuatro millones de operaciones.
De hecho, parece que las políticas gubernamentales se han centrado más en impedir que la gente tenga muchos hijos que en animarla a ello. La futura economía de India podría sufrir un duro golpe como consecuencia del descenso de su tasa de fecundidad, y el país también podría tener que hacer frente a pronunciados desequilibrios sociales debido a la preferencia generalizada por los hijos varones.
Sudáfrica

Con 2,07, la tasa de fertilidad de Sudáfrica está casi en el nivel de reemplazo. Pero se prevé que descienda a 1,69 en 2050 y a 1,45 en 2100, en marcado contraste con el resto del África subsahariana, donde se espera que las tasas sigan siendo altas.
Las tasas de fecundidad están disminuyendo en Sudáfrica por las mismas razones que en otros lugares: mejor acceso de las mujeres a la educación, mayor disponibilidad de anticonceptivos, retraso del matrimonio y aumento del coste de criar a un hijo.
Existen incentivos pro-natalidad, como el Subsidio de Ayuda a la Infancia, pero están más dirigidos a aliviar la pobreza que a aumentar la tasa de fecundidad. Es probable que Sudáfrica tenga que abordar la cuestión de forma mucho más significativa a medida que avance el siglo.
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón Seguir de arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY.
Comments
Do you want to comment on this article? You need to be signed in for this feature