50 errores comunes que debes evitar al diseñar tu cocina
No cometas estos errores en la cocina

Diseñar la cocina de tus sueños requiere una cuidadosa planificación y consideración. Desde el espacio de almacenamiento y la zona de trabajo hasta los artilugios y acabados, hay un amplio abanico de decisiones que tomar antes de lanzarse de cabeza a una reforma.
Para ayudarte a que tu proyecto se desarrolle sin problemas, hemos reunido los errores más comunes en el diseño de cocinas que debes evitar si quieres ahorrarte tiempo, dinero y estrés.
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Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
No preguntar a los expertos y expertas

La cocina es la estancia de la casa más complicada (y cara) de diseñar, por lo que pagar por un poco de asesoramiento experto al principio del proyecto puede eliminar el estrés del proceso y ahorrarte dinero a largo plazo. Incluso si ya tienes una buena idea de lo que quieres, un/a diseñador/a de cocinas profesional puede ayudarte a afinar tu esquema y a evitar errores costosos.
Pasarse de presupuesto

Las cocinas son caras y los gastos pueden acumularse muy rápidamente, por lo que es importante fijar un presupuesto realista y ceñirse a él. Una buena regla general es no gastar más del 10 % del valor de tu casa en una reforma de la cocina.
También es prudente dejar un 10 % de ese presupuesto para un fondo de contingencia que permita hacer frente a cualquier gasto inesperado. Si pides presupuestos a diferentes profesionales, estarás en una buena posición para negociar y conseguir el mejor precio.
Bloquear vías de paso

Cuando diseñes tu cocina ideal, es importante que también tengas en cuenta el plano general de tu vivienda. Algunas cocinas son vías de acceso a otras habitaciones de la casa, por lo que el acceso debe ser una prioridad absoluta.
Si se trata de una cocina estrecha, asegúrate de que los armarios no impidan el paso por la habitación. Los armarios estilizados y las puertas correderas que se empotran en la pared en lugar de abrirse hacia fuera son una forma perfecta de hacer más manejable un espacio estrecho.
Intentar abarcar demasiado

Al planificar la cocina de tus sueños, puede resultar tentador intentar incluir hasta el último lujo. Pero antes de gastarte un dineral en una isla o en un frigorífico-congelador al estilo americano, planifica bien y asegúrate de que tendrás espacio suficiente para moverte cómodamente por el espacio. Por ejemplo, cuando coloques muebles y electrodomésticos uno frente a otro, deja un espacio de metro y medio entre ellos para que las puertas puedan abrirse y la gente pueda pasar.
No considerar todos los ángulos

Si vas a abrir la cocina o a diseñar una nueva para obtener un espacio diáfano, merece la pena considerar la habitación en su conjunto. Piensa en la combinación de colores: por ejemplo, ¿chocarán los armarios con una pared de la habitación?
Piensa también en el aspecto que tendrá tu nueva cocina cuando estés sentado en el sofá: ¿quedará a la vista la parte inferior de los armarios y quieres que los utensilios de cocina estén expuestos en estanterías abiertas? Otra consideración para los espacios abiertos es el ruido de los electrodomésticos, así que opta por diseños más silenciosos, con certificación Quiet Mark.
Descuidar los armarios esquineros

Sin una planificación adecuada, tus armarios esquineros pueden reducirse fácilmente a un vertedero o a un espacio muerto inservible. Aunque puede resultar complicado trabajar con ellos, hay toda una serie de soluciones de almacenamiento inteligentes para que puedas aprovechar hasta los rincones más inaccesibles.
Una unidad extraíble escalonada es una forma ideal de tener las sartenes y los platos al alcance de la mano. Otra opción son los cajones especialmente diseñados para encajar en muebles rinconeros.
No pensar en un espacio libre de puertas

Aunque es tentador dar prioridad a la apariencia de tu nueva cocina, no olvides tener en cuenta los elementos existentes ya en el espacio. Especialmente importante en las habitaciones más pequeñas, el espacio libre de las puertas (la cantidad de espacio necesario para el movimiento de una puerta batiente) puede tener un gran impacto en el diseño de tu cocina. De lo contrario, podrías acabar con muebles a los que no se puede acceder correctamente o una puerta que solo se abre hasta la mitad. Si tienes poco espacio, considera una puerta corredera que no requiera espacio libre.
Ignorar la integración

Pregúntate cuántos electrodomésticos pueden terminar convirtiendo en un auténtico caos esas preciosas encimeras nuevas. Si es poco probable que dejen espacio suficiente para preparar la comida, considera la posibilidad de integrar algunos de tus aparatos en otras zonas de la cocina.
Desde cambiar el hervidor de agua por un elegante grifo de agua caliente hasta acondicionar los armarios con espacio para empotrar el microondas, lo mejor es considerar la integración antes de finalizar el diseño de la cocina.
No priorizar la accesibilidad

Está muy bien dar vida a la hermosa cocina de tus sueños, pero pronto podría convertirse en una pesadilla si no puedes acceder fácilmente a lo esencial. Desde tazas hasta cubiertos y platos, un esquema bien planificado garantizará que los objetos que utilizas con frecuencia estén a mano siempre que los necesites.
Las estanterías abiertas con alimentos secos de uso habitual en recipientes bien etiquetados agilizarán la preparación de las comidas, mientras que los utensilios colgados convenientemente de ganchos sobre la placa de cocción te permitirán cogerlos fácilmente mientras cocinas.
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Olvidar medir los electrodomésticos

Es fácil centrarse en las dimensiones de las encimeras y los armarios, y asumir simplemente que los electrodomésticos que has elegido encajarán perfectamente en tu nuevo esquema. Esto puede dar lugar a frigoríficos y hornos que sobresalgan y perturben el flujo de trabajo de tu cocina, haciendo que ese acabado aerodinámico resulte antiestético.
Además de las dimensiones estándar, no olvides medir el espacio libre que necesitarán para abrirse, para asegurarte de que no impiden el acceso a los cajones ni chocan con otros electrodomésticos.
Añadir extras más adelante

Si recurres a una empresa de diseño de cocinas para que diseñe e instale tu cocina, vale la pena que te hagan un presupuesto completo y que el proyecto se complete en la fase de montaje.
Decídete por el diseño, ya que instalar complementos más adelante, como azulejos o estanterías, a un precio individualizado, puede acabar costándote más a la larga.
Instalar el suelo equivocado

Las cocinas son zonas muy transitadas, por lo que debes elegir un suelo resistente y duradero con un acabado antideslizante. Los materiales finos y baratos no durarán, sobre todo si soportan el peso de electrodomésticos pesados durante años.
Impermeable, duradero y disponible en una gama de elegantes acabados, el vinilo moderno es una gran elección para un suelo de cocina que resistirá el paso del tiempo.
Elegir muebles que no encajan

Como en cualquier otra habitación de la casa, tienes que asegurarte de que cualquier mueble independiente que encargues se adapte bien a tu cocina, dejando espacio suficiente para que la gente camine cómodamente por la habitación. Artículos como los taburetes de bar deben tener la altura adecuada para tu encimera.
También tienes que asegurarte de incluir suficiente espacio para las piernas: la cantidad de espacio que necesitas depende de la altura del taburete, ya que afecta a cuánto sobresalen las rodillas.
No planificar una despensa

Estas soluciones de almacenamiento para alimentos secos y en conserva, un accesorio popular en las cocinas de antaño, son una forma estupenda de mantener organizadas tus provisiones a largo plazo.
¿No tienes espacio para un armario? Una despensa extraíble puede funcionar igual de bien o, si tienes mucho espacio libre por encima, plantéate incluir un armario-despensa alto en el diseño de tu cocina.
Olvidar un salpicadero

Nunca subestimes la importancia de un salpicadero de cocina de calidad. No solo protegen las paredes y desvían la suciedad de los fogones y las encimeras, sino que el color, el material y el acabado pueden marcar la diferencia a la larga.
En la cocina de la foto, los azulejos grises efecto cemento añaden un toque contemporáneo, combinados con armarios verde oscuro y detalles de latón.
No hacer sitio a la basura

No olvides planificar un lugar para tu cubo de basura. Un cubo empotrado en un armario es una forma estupenda de mantener a raya los olores desagradables, al tiempo que ocupa menos espacio en el suelo que un cubo de pedal.
Optar por un modelo segmentado también te facilitará mucho la vida a la hora de separar los residuos generales del reciclaje.
Olvidar la campana extractora

La ventilación es especialmente importante en los espacios abiertos, ya que los olores de la cocina pueden perdurar e impregnar los muebles, y el exceso de humedad puede provocar moho y humedad.
Asegúrate de incluir una campana extractora en el diseño de tu cocina para evitar que queden olores rancios. Un extractor con conductos transportará las partículas del aire al exterior, mientras que un diseño sin conductos recirculará el aire a través de un filtro de carbono.
Insistir en una isla de cocina

Un elemento común en la mayoría de los espacios culinarios, las islas de cocina son una forma estupenda de aumentar la superficie de preparación. Sin embargo, si se trata de un espacio estrecho, meter una isla puede hacer que la habitación parezca enclenque. Tal vez sea mejor no incluirla en el diseño u optar por un modelo compacto que ahorre espacio y disponga de mucho espacio de almacenamiento, como la práctica unidad de la foto.
Descuidar el carácter de tu casa

Es importante tener en cuenta la antigüedad y el estilo de tu propiedad antes de decidirte por un diseño de cocina. Trata de respetar su personaldiad y opta por un aspecto que complemente las características arquitectónicas prominentes en lugar de chocar con ellas.
Una estética de estilo Shaker encaja perfectamente en una casa antigua con vigas rústicas, mientras que un diseño moderno y minimalista le irá perfecto a un espacio contemporáneo.
No configurar una cocina temporal

Si piensas quedarte en tu casa mientras reforman la cocina, necesitarás un lugar donde preparar la comida mientras tanto. Puedes arreglártelas con un frigorífico, un hervidor de agua y un microondas durante unas semanas, pero si las obras van a durar meses, puede merecer la pena invertir en una cocina de camping y pedir al constructor o constructora que instale temporalmente el lavavajillas y la lavadora en otra habitación.
Elegir tiradores poco prácticos

Los accesorios de cocina de moda, como los elegantes tiradores, pueden parecer elegantes, pero no sirven de nada cuando intentas abrir una puerta rígida de frigorífico o lavavajillas con las manos mojadas. Reserva los diseños elegantes o sin tirador para los armarios estándar e instala tiradores en los que puedas meter los dedos en todo lo que requiera un poco más de peso para abrirse.
Elegir pintura de mala calidad

Utilizar combinaciones de colores atrevidas en la cocina puede ser especialmente llamativo. Sin embargo, antes de coger la brocha, es importante asegurarse de que el producto que elijas resista el desgaste diario que sufren los espacios culinarios.
Busca pinturas especializadas resistentes a la grasa y que aguanten los lavados y fregados regulares.
Hacer hueco en un comedor

Si vas a diseñar una cocina para que quepa en un espacio reducido, no intentes meter a la fuerza una mesa de comedor de tamaño normal. Solo conseguirás bloquear las vías de paso y convertirla en un estorbo a la hora de comer.
En lugar de eso, opta por una barra de desayuno delgada con taburetes que puedan colocarse debajo cuando no se utilicen, o por un diseño de mesa de hojas abatibles que pueda plegarse y convertirse en un aparador estrecho.
Desordenar las superficies

Además de planificar el acabado de tus encimeras, asegúrate de planificar lo que colocarás sobre ellas. Si es probable que abarrotes las superficies con tablas de cortar y utensilios de cocina, considera la posibilidad de añadir barras colgantes o estantes abiertos encima de las encimeras para mantener la zona de preparación lo más ordenada posible.
Elegir mal las cortinas

Aunque una cocina se beneficiará enormemente de la luz natural, no olvides tener en cuenta la intensidad del sol a lo largo del año e incorporar los revestimientos de ventana adecuados.
Por ejemplo, las persianas enrollables fácilmente ajustables son una forma estupenda de mantener a raya el resplandor mientras cocinas. Por otra parte, las cortinas venecianas pueden bloquear la luz directa del sol, pero permitiendo que la luz entre en la habitación.
Desperdiciar espacio en la pared

Aunque resulte tentador concentrar toda tu energía en la planificación de encimeras y electrodomésticos, no olvides que el espacio de las paredes de tu cocina es tu arma secreta. En una cocina de galera estrecha, unas paredes bien aprovechadas pueden convertirse en una extensión de tus encimeras, además de aumentar la capacidad de almacenamiento.
Si tu espacio tiene techos altos, construye y utiliza armarios elevados para exponer, por ejemplo, esa valiosa cristalería que usas poco, como en esta imagen cortesía de Searle & Taylor.
Ignorar la disposición en triángulo

Una mala planificación del flujo de trabajo puede dejarte una cocina poco práctica que la convierta en un caos. Los fogones, el fregadero y el frigorífico deben estar al alcance de la mano, idealmente a no más de un metro de distancia. Una disposición en triángulo entre estos tres elementos clave suele funcionar mejor.
No pensar en el espacio alrededor de la cocina

Antes de empezar a rediseñar tu cocina compacta, echa un vistazo a la distribución de tu vivienda. Tal vez tu cocina esté flanqueada por un comedor poco utilizado o una pequeña sala de estar. Si la derribas, podrías crear un gran espacio social diáfano que se utilizaría mucho más. Como algunas paredes pueden ser estructurales, asegúrate de buscar asesoramiento profesional para tu proyecto.
Subestimar la cantidad de almacenamiento que necesitarás

Nunca se tiene demasiado espacio para guardar cosas en la cocina, y es fácil calcular mal cuánto vas a necesitar. Haz un inventario de todo lo que querrás guardar en tu nueva cocina (desde la vajilla y las tablas de cortar hasta esa máquina de hacer pan que vas a utilizar algún día). Así, asegúrate de asignar un lugar para cada cosa antes de empezar a planificar. Si estás diseñando tu cocina en un espacio reducido, una barra de colgar en la pared es una forma inteligente de aumentar la capacidad de almacenamiento.
No prestar atención a los detalles

Elegir los armarios, los azulejos y los herrajes de tu nueva cocina puede ser muy divertido, pero no te olvides de lo que hay dentro de los muebles. Separadores de cajones, alacenas extraíbles y armarios carrusel son solo algunas de las soluciones de almacenamiento inteligentes que te ayudarán a mantener tu cocina organizada, aprovechando al máximo cada centímetro cuadrado de espacio.
Ser esclavo de las tendencias

Es bueno estar al día de las últimas tendencias, pero la mayoría de la gente solo renueva su cocina aproximadamente una vez cada 10 años, así que tienes que idear un diseño que resista el paso del tiempo. Si quieres incorporar el último acabado o un color espectacular, lo más seguro es añadirlos a través de los accesorios y los pequeños electrodomésticos, que pueden cambiarse fácilmente y a bajo coste si cambian tus gustos.
Desperdiciar espacio de almacenamiento

Aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento de tu cocina es esencial. Cada cocina es única, así que da un paso atrás y piensa cómo y dónde puedes introducir más espacio de almacenamiento. Aprovecha al máximo una cocina alta con armarios empotrados del suelo al techo.
En los espacios más pequeños, el almacenaje oculto en los zócalos debajo de los muebles es un lugar inteligente para guardar platos y utensilios adicionales.
Mala comunicación con la empresa constructora

Los “errores” que cometen los constructores y constructoras suelen deberse a la falta de comunicación. La mejor forma de asegurarse de que todo va sobre ruedas es acordar un calendario de obras detallado antes de que empiece la construcción y hablar con tu constructor/a con regularidad (todos los días, si es posible) para estar al tanto del proyecto y detectar cualquier problema antes de que surja. Los planos detallados son de gran ayuda, así que tal vez quieras contratar a un/a arquitecto/a o diseñador/a de cocinas para que los elabore.
Dejar la iluminación para el final

Una iluminación bien planificada, versátil y elegante es más importante en la cocina que en cualquier otra habitación de la casa. Necesitarás una iluminación de trabajo puntual para preparar las comidas, una iluminación de ambiente más suave para las zonas de comedor y una iluminación de acento LED para mostrar tus bonitos muebles nuevos o tu colección de vajilla. El diseño de la imagen equilibra ambiente y practicidad, con una inteligente iluminación empotrada bajo los armarios.
No preocuparse por la caldera

A menos que la tengas en un cuarto aparte, lo más probable es que la caldera tenga que ir en la cocina. Al ser voluminosa y, por lo general, poco atractiva, es importante encontrar una solución lo más elegante posible para ocultarla, asegurándote al mismo tiempo de que sigue siendo accesible para su mantenimiento.
Un armario empotrado suele ser la mejor opción, idealmente situado en una pared exterior para que el conducto de ventilación recorra la menor distancia posible.
Gastar de más en lo que no ves

Antes de empezar una reforma de cocina, pregúntate si es absolutamente necesario arrancarlo todo y empezar de cero. Si tienes muebles de buena calidad, por ejemplo, puedes reutilizar las carcasas interiores y sustituir simplemente las puertas y los tiradores. Esto te dará un aspecto completamente nuevo por una fracción del coste, además de ser mejor desde un punto de vista medioambiental. También puedes personalizar los muebles IKEA y conseguir igualmente un aspecto elegante.
Elegir el diseño equivocado para tu estilo de vida

Es una triste realidad que algunos diseños parecen impresionantes en un catálogo, pero, en realidad, no son compatibles con tu estilo de vida diario. Esto es especialmente cierto en el caso de los suelos y las encimeras. En una cocina familiar, por ejemplo, puede ser más sensato optar por un suelo de cuarzo indestructible que por el mármol, que se mancha con facilidad. Mientras tanto, las islas angulosas con bordes afilados no son prácticas si tienes pequeños en casa.
Comprar sin probar

Pedir muestras es absolutamente imprescindible antes de hacer un pedido, sobre todo si compras por Internet. Ver muestras en la tienda ayuda, pero lo ideal es que veas los acabados elegidos in situ, ya que los colores, e incluso las texturas, pueden parecer muy diferentes según los tonos y la iluminación del entorno.
Dejar los electrodomésticos para el final

Puede que elegir los electrodomésticos no sea la parte más emocionante del diseño de una cocina nueva, pero es una buena idea hacerlo antes de empezar a mirar muebles. Te permitirá colocar los muebles en torno a los electrodomésticos y no al revés, lo que te dará un aspecto sin fisuras, inteligente y que ahorra espacio.
Ir a lo seguro

La cocina es, ante todo, un espacio práctico, pero eso no significa que tengas que olvidarte del estilo. Aunque es fácil vivir con muebles y paredes blancos, pueden resultar un poco planos y clínicos, sobre todo cuando se combinan con electrodomésticos de acero inoxidable. Dales un toque alegre con un salpicadero llamativo, tiradores vistosos o un suelo de baldosas estampadas.
Exagerar con las estanterías abiertas

Las estanterías abiertas pueden quedar muy bien en una cocina, sobre todo si tienes una vajilla impresionante para exponer. Pero si lo dejas todo a la vista, el espacio puede parecer caótico y desordenado, y además tus utensilios de cocina acumularán polvo con facilidad.
Incluye tanto almacenamiento abierto como cerrado para que puedas guardar los electrodomésticos y utensilios menos atractivos fuera de la vista, dejando solo lo mejor a la vista.
Descuidar la fontanería

Al planificar una cocina, lo mejor es empezar por los aspectos prácticos y construir tu diseño en torno a lo que es posible, en vez de a lo que es estéticamente ideal. Cambiar las tuberías puede ser complicado y caro, así que consulta a un/a experto/a en fontanería antes de cambiar la posición del fregadero, el lavavajillas o la lavadora. Puede que tengas que replantearte un poco el diseño de tus sueños, pero mejor eso que encargar tus muebles y descubrir que no te cabe todo donde pensabas.
Equivocarse en la altura de la encimera

Preparar la comida en encimeras que no tienen la altura adecuada es una experiencia frustrante: demasiado bajas y te dolerá la espalda de agacharte, demasiado altas y no podrás alcanzarlas cómodamente.
La altura estándar de las encimeras es de unos 90 cm, pero puedes adaptarla a tus necesidades dentro de un margen de entre 87 y 100 cm. Si hay una gran diferencia de altura entre los miembros de tu familia y dispones de espacio, puedes incluso considerar encimeras de dos niveles.
Olvidar la calefacción

La calefacción es otro detalle importante que es fácil pasar por alto en el diseño de tu cocina. Los radiadores son eficaces, pero los diseños anticuados ocupan un espacio valioso, así que quizá quieras considerar un radiador moderno y aerodinámico que ocupe menos metros cuadrados. Otras alternativas menos intrusivas son la calefacción por suelo radiante o la calefacción por zócalo ventilado oculta bajo los muebles.
Escatimar en pequeños electrodomésticos

Has invertido en una preciosa cocina nueva y todo tiene un aspecto espectacular, hasta que enchufas el viejo y sucio hervidor que tienes desde que eras estudiante. Regálate unos electrodomésticos nuevos y relucientes para terminar el trabajo con estilo. Hay muchas opciones asequibles y atractivas entre las que elegir.
No incluir suficientes tomas de corriente

No solo necesitarás tomas de corriente para los electrodomésticos de uso cotidiano, como tostadoras y hervidores de agua, sino que también necesitarás tomas adicionales para artículos menos utilizados, como batidoras. Para los aparatos que no se usan en la cocina, como cargadores de smartphones y tablets, las tomas de corriente USB resultan útiles al final de los muebles o en las paredes.
Olvidar los toques finales

Ya has planificado tu espacio de trabajo, organizado la zona de paso e incorporado todo el almacenamiento que necesitas, pero no te olvides de los últimos detalles que harán que tu cocina deje de ser puramente práctica y se convierta en un espacio vivo en el que te guste pasar el tiempo.
Las obras de arte y los accesorios son una forma fácil de inyectar color y personalidad, al igual que los azulejos y tapicerías estampados si tu cocina incluye una zona de estar. Nos encanta la inclusión de estampados coloridos en este esquema botánico.
Desperdiciar espacio en la encimera

En una cocina ajetreada, es imprescindible disponer de un amplio espacio de trabajo. Con menos de un metro de encimera, tendrás problemas de espacio. Lo ideal es tener al menos 45 cm a cada lado del fregadero y mucho espacio alrededor de los fogones.
Toma nota del diseño de la imagen y despeja el desorden con ganchos de pared y estanterías bien colocados. Si es posible, elige también un microondas integrado.
Optar por acabados poco prácticos

Los intrincados diseños de azulejos de cocina y las superficies tridimensionales de las paredes pueden parecer fabulosos en la sala de exposiciones, pero no siempre son la opción más práctica. Los derrames de comida, la grasa y el polvo pueden acumularse rápidamente en una cocina, y limpiar los azulejos facetados es engorroso y lleva mucho tiempo. Para las zonas de preparación y cocción, busca materiales duraderos y fáciles de limpiar.
Suponer que necesites un nuevo diseño

Es tentador cambiar la distribución al comprar una cocina nueva, pero si tu triángulo de trabajo actual te funciona, puedes ahorrarte mucho dinero manteniendo la fontanería y la electricidad en los mismos sitios.
Unos armarios, encimeras y azulejos nuevos pueden crear un aspecto muy diferente, sin gastos de mano de obra innecesarios. Puede que lo único que necesites sea modificar la distribución, por ejemplo, con electrodomésticos integrados.
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