Lo sabe todo el mundo: los funerales son muy caros. Hay que tener en cuenta gastos de todo tipo: desde pagar a la funeraria hasta comprar (o alquilar) el lugar del entierro-sin olvidar el velatorio-, el coste medio de un funeral en EE.UU. asciende a la friolera de $9.420 (8.785 €), según la agencia de seguros Choice Mutual, mientras que en España, la cifra asciende hasta los 3.500 € de media, según la web de estadísticas Selectra. No obstante, como era de esperar, para las personas más ricas y poderosas, un funeral se convierte en el reflejo del lujo con el que han vivido, traducido: puede llegar a costar millones.

Desde el rey del pop hasta la monarquía británica, sigue leyendo para conocer algunos de los funerales más caros de la historia, incluidos los recientes funerales de la reina de Inglaterra Isabel II y del líder japonés Shinzo Abe.

Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.

Cuando el Rey del Pop murió en 2009 de una parada cardiaca causada por una sobredosis de drogas, el mundo quedó conmocionado, sobre todo cuando el médico personal de Jackson fue condenado por homicidio involuntario. Sin embargo, la estrella se fue con tanto estilo como con el que desprendió en vida. Se cree que la ceremonia funeraria de la familia Jackson costó 1 millón de dólares (758.000 €), mientras que el gobierno de Los Ángeles gastó 1,3 millones de dólares (986.000 €) más en el funeral público televisado.

No es de extrañar que la ceremonia costara tanto, teniendo en cuenta que solo el ataúd de oro en el que fue enterrada la estrella valía $25.000  (23.000 €) El acto fue visto por 31 millones de personas.

El funeral de Winston Churchill llevaba en proyecto más de 10 años antes de que muriera de una parada cardiaca en 1965. La "Operación Hope Not" (operación “esperamos que no”, en español) fue un plan meticuloso para el funeral de estado del ex Primer Ministro en la catedral de San Pablo de Londres. Fue un acontecimiento espectacular televisado, con una procesión por las calles y el honor, sin precedentes, de la asistencia de la Reina.

La factura de 285.000 dólares de entonces equivale hoy a 4,2 millones de dólares (3,9 millones de euros). Tras la ceremonia, el féretro de Churchill fue transportado en tren a Bladon, Oxfordshire, cerca de su finca familiar del palacio de Blenheim.

La primera mujer en convertirse en Primera Ministra británica falleció el 8 de abril de 2013 tras sufrir un derrame cerebral. Nueve días después fue honrada con un funeral de Estado. La ceremonia, que la propia Thatcher había planeado antes de su muerte, tuvo lugar en la catedral de San Pablo de Londres, con la asistencia de 2.000 invitados.

Se calcula que el funeral, de 5,3 millones de dólares (4 millones de euros), costó 6 peniques a cada contribuyente. En otros lugares del país, sin embargo, muchos celebraron la muerte de la controvertida figura pública.

En 1997, la princesa Diana – apodada en Reino Unido como la "princesa del pueblo"- murió trágicamente a los 36 años en un accidente de coche en París, lo que provocó una gran conmoción en todo el mundo. Su funeral, el 20 de septiembre de ese año, fue televisado y seguido por unos 2.500 millones de personas en todo el mundo.

El funeral de Diana costó 6,6 millones de dólares (5 millones de euros), el equivalente a 8,5 millones de dólares (7,9 millones de euros) en dinero de hoy. Incluyó una actuación especial de Elton John cantando Candle in the Wind y contó con la presencia de personalidades como George Michael, Imran y Jemima Khan, y Sting.

La madre de la reina Isabel II, también llamada Isabel, era conocida en Inglaterra como la “reina madre”. Cuando murió a los 101 años, su funeral de estado, en 2002, fue televisado.  Se calcula que costó unos 5,8 millones de dólares (5,4 millones de euros), el equivalente a unos 8,6 millones de dólares (8 millones de euros) de hoy en día.

Millones de personas salieron a las calles para ver el cortejo fúnebre y en todo el Reino Unido se guardaron dos minutos de silencio a las 11.30 horas, momento en que su féretro llegó a la Abadía de Westminster.

Veinte años después de su madre, la propia reina Isabel II falleció el 8 de septiembre a la edad de 96 años. El Reino Unido inició un periodo de luto de 10 días durante el cual el féretro de la reina estuvo expuesto en la Abadía de Westminster de Londres. Los dolientes hicieron cola durante horas -y en algunos casos días- para presentar sus respetos a la monarca antes de su funeral de Estado, el 19 de septiembre, declarado festivo nacional.

El coste exacto del funeral se ha mantenido en secreto, pero las estimaciones sugieren que es probable que haya costado hasta 10,8 millones de dólares (10 millones de euros). Asistieron líderes mundiales como Joe Biden, Jacinda Ardern, el emperador Naruhito o los Reyes de España, Don Felipe y Doña Leticia.

El líder japonés Shinzo Abe fue asesinado el 8 de julio mientras pronunciaba un discurso de campaña. Abe, el primer ministro más longevo del país, era una figura un tanto controvertida, y el coste de su funeral de Estado, poco más de una semana después del de la reina Isabel II, ha resultado igual de divisivo.

Al parecer, el funeral costó 1.660 millones de yenes, el equivalente a 11,5 millones de dólares (10,6 millones de euros). Según una encuesta de la agencia de noticias Kyodo, muchos japoneses creen que el gobierno gastó demasiado en el funeral de Abe, que contó con una lista de 700 invitados, incluida la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris. Sin duda, una parte considerable del coste se destinó a los 20.000 agentes de policía desplegados para mantener la seguridad del acto.

Desde 1978 hasta su muerte en 2005, el Papa Juan Pablo II dirigió la Iglesia Católica. Cuando falleció, su funeral se convirtió en la mayor reunión de jefes de Estado jamás celebrada, con 70 presidentes y primeros ministros, cinco reinas, cuatro reyes y otros 14 líderes religiosos. El entonces príncipe Carlos de Inglaterra, ahora rey Carlos III, incluso pospuso 24 horas su boda con Camilla Parker Bowles para poder asistir.

El funeral formó parte de los novemdiales, un periodo de nueve días de luto. El Papa fue enterrado en una sencilla cripta subterránea. Su Polonia natal había pedido que se enterrara allí su corazón, pero el Papa Juan Pablo II había expresado su deseo de que no se extrajera ninguna parte de su cuerpo.

El muy querido 35º Presidente de Estados Unidos fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 mientras se encontraba en Dallas, Texas. La noticia de su asesinato conmocionó no solo a Estados Unidos, sino al mundo entero.

Después de que el cuerpo de Kennedy fuera trasladado a Washington DC, cientos de miles de personas acudieron a verle y presentarle sus respetos. El funeral de Estado se celebró el 25 de noviembre y costó la friolera de 15 millones de dólares (13,8 millones de euros) en moneda actual.

El Líder Supremo de Corea del Norte falleció en 2011, desatando una atmósfera de histeria colectiva y dolor. Como parte del funeral, que al parecer costó 40 millones de dólares (37 millones de euros) en total, se gastó 1 millón de dólares (925,6 millones de euros) en traer a embalsamadores rusos para que se ocuparan de su cuerpo, que luego se colocó en un ataúd de cristal.

Millones de afligidos dolientes salieron a ver la procesión del cuerpo de su líder. Tras el funeral, se gastaron 10 millones de dólares (9,3 millones de euros) en una estatua conmemorativa de Kim Jong-Il, así como en añadir su nombre a los principales cruces junto al de su padre, Kim Il-Sung.

Se calcula que el funeral de Alejandro Magno en el año 323 a.C. costó el equivalente a la friolera de 600 millones de dólares (555 millones de euros). Sin embargo, el precio no es tan sorprendente si tenemos en cuenta que iba en un ataúd de oro, en un carruaje de oro tirado por 60 caballos...

Se ha informado de que el carro funerario tardó dos años en diseñarse y construirse. No se sabe cómo se conservó el cuerpo del rey macedonio de 32 años, pero algunos han sugerido que podría haber estado sumergido en una cuba de miel.

Ronald Reagan luchó contra la enfermedad de Alzheimer durante 10 años antes de morir de un ataque de neumonía en 2004. Su funeral de estado fue uno de los más caros de todos los ex presidentes, y se calcula que costó más de 800 millones de dólares (620 millones de euros). ¿La razón principal del elevado coste? La seguridad, debido a que fue el primer gran acto celebrado tras los atentados del 11 de septiembre, y los 400 millones de dólares (310 millones de euros) que se perdieron por el Día Nacional de Luto, cuando se dio el día libre a los trabajadores federales y se cerró la bolsa.

Al funeral de Estado asistieron 700 invitados, entre ellos la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, el también actor reconvertido en político Arnold Schwarzenegger y actores de Hollywood como Kirk Douglas, Mickey Rooney, Tom Selleck y Charlton Heston.

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