Las 10 familias reales más ricas del planeta controlan, entre todas, unos $2,4 billones (unos 2,23 billones de euros), según la web BuyShares.

Sigue leyendo para conocer las familias reales más ricas y sus fortunas.

Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar. 

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.

La dinastía real de Liechtenstein, una de las dos únicas familias reales europeas de nuestra lista, ocupa el puesto número 10 con un patrimonio neto estimado de $4.400 millones (unos 4.100 millones de euros). El príncipe Hans-Adam II (en la foto), el monarca reinante, se lleva la mayor parte de la fortuna.

Hans-Adam II es el último de una larga serie de monarcas que han gobernado el minúsculo principado alpino desde su creación como Estado soberano en 1806. El financiero real, que no paga impuestos, obtiene gran parte de su riqueza del Grupo LTG, el banco privado de la familia, que controla a través de una fundación.

Además del banco, la Fundación Príncipe de Liechtenstein preside una cartera de propiedades de gran valor, prósperas empresas y otras inversiones lucrativas, por no mencionar una colección de arte de categoría mundial con obras maestras de Rafael, Rembrandt y Van Dyck.

El príncipe Hans-Adam II saltó a los titulares en febrero de 2020 tras perder un juicio sobre la propiedad de una de sus fincas, que había sido confiscada por Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial. El tribunal dictaminó que el terreno en litigio debía ser legítimamente de propiedad checa y fue devuelto, aunque es poco probable que la medida haya tenido gran repercusión en la inmensa riqueza de la familia.

La familia reinante de Marruecos es la dinastía alauí, fundada en 1631 pero originaria del siglo XIII. El núcleo familiar está formado por 19 miembros encabezados por el rey Mohammed VI, que ascendió al trono en 1999.

La mayoría de las estimaciones sitúan el patrimonio neto de la familia real marroquí en unos $8.200 millones (unos 7.600 millones de euros), lo que la convierte en la novena familia real más rica del planeta. Además de poseer bienes por valor de miles de millones de euros, la familia real marroquí es una de las que más dinero recibe del gobierno por sus servicios al Estado.

El siguiente en la línea de sucesión al trono es Moulay Hassan, de 20 años (en la foto), el mayor de los dos hijos del rey Mohammed VI y la princesa Lalla Salma. También tienen una hija, la princesa Lalla Khadija, de 17 años. En 2018, se informó de que al joven príncipe heredero le habían regalado un jet privado para viajar por el mundo y que esperaba estudiar aviación tras su escolarización. Sin embargo, Marruecos calificó este informe de “noticia falsa” y afirmó que el avión había sido adquirido por las Fuerzas Armadas Reales para que los altos cargos realizaran viajes.

La Casa de Maktoum manda en Dubái. La dinastía real, que se remonta a 1833, tiene 12 miembros principales y cientos de familiares. En conjunto, su riqueza se ha estimado en unos $18.000 millones (unos 16.700 millones de euros).

El miembro más rico de la familia es, con diferencia, el jefe de la dinastía y gobernante de Dubai: el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum. El jeque, que gobierna desde 2006 y es vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, controla el vehículo de inversión Dubai Holdings y es conocido por su generosidad. Rashid Al Maktoum tiene seis esposas, y se rumorea que se gastó la cifra récord de $100 millones (unos 93 millones de euros) en su boda con su esposa mayor, en 1979.

Rashid al Maktoum posee propiedades de lujo en toda Europa, así como uno de los yates más grandes del mundo, y su nombre es también sinónimo de carreras de caballos. El jeque es propietario de Darley Stud, el mayor criadero de caballos de carreras del mundo, y se ha convertido en la figura más influyente de este deporte. Últimamente, se ha especulado mucho sobre el poder del jeque, tras la publicación de unos vídeos en los que aparecía su hija, la princesa Latifa (en la foto, montando a caballo), en régimen de aislamiento tras intentar escapar de Dubái en 2018.

La dinastía real de Brunéi, la Casa de Bolkiah, se formó en 1363 y ha gobernado el país del sureste asiático de forma intermitente desde entonces. Está encabezada por el sultán Hassanal Bolkiah, en el poder desde hace 54 años.

La familia se ha enriquecido obscenamente gracias a las enormes reservas de petróleo de Brunéi. Según la revista Forbes, el sultán tenía un patrimonio de $20.000 millones (unos 18.600 millones de euros) en 2011. Sin embargo, su patrimonio neto podría estar más cerca de los $28.000 millones (unos 26.000 millones de euros), según el periódico digital Asia Tatler.

Otro miembro notable de la familia es el difunto príncipe Azim (en la foto, a la izquierda), que era el cuarto en la línea de sucesión al trono. Se cree que tenía una fortuna de $5.000 millones (unos 4.650 millones de euros) antes de morir trágicamente en octubre de 2020 tras una larga enfermedad.

Famosamente extravagante, el sultán Hassanal Bolkiah vive en el palacio Istana Nurul Iman, que ostenta el récord Guinness de mayor palacio residencial del mundo, con una superficie total de unos 200.000 m². Su construcción costó la friolera de $1.400 millones (unos 1.300 millones de euros) en 1984. También se rumorea que el jefe de la familia Bolkiah posee 7.000 supercoches, entre ellos 600 Rolls-Royce y 300 Ferrari, así como varios jets privados.

La dinastía Chakri ha sido la casa real gobernante de Tailandia desde 1782 y sigue siendo tratada con la máxima reverencia en el país. El actual rey Maha Vajiralongkorn aceptó el trono en 2016 a la muerte de su padre, el rey Bhumibol Adulyadej.

Con sede en Bangkok, un total de 22 personas componen la familia real tailandesa, incluidos miembros no oficiales y excónyuges. Pero el núcleo de la familia está formado por solo 10 miembros. La riqueza exacta de la familia real no puede declararse públicamente, ya que está protegida por la ley de lesa majestad, una estricta política contra la difamación por la que se ha detenido, y a menudo encarcelado a personas por actos aparentemente inofensivos, como publicar en Facebook imágenes burlonas del perro favorito del rey.

En 2020, en todo el país, estallaron protestas lideradas por estudiantes que exigían una reforma de la monarquía, pero fueron contrarrestadas por muestras masivas de devoción por parte de multitudes de leales (en la foto).

Los y las analistas estiman que el patrimonio neto de la familia real oscila entre $30.000 y $60.000 millones (unos 27.900 y 55.800 millones de euros). El propio rey se hizo cargo de todo ello en 2018, tras haber estado gestionado por la Oficina de Bienes de la Corona del país durante los 80 años anteriores.

Se cree que el rey Maha Vajiralongkorn es el miembro de la realeza más rico del mundo, con una fortuna de $30.000 millones (unos 27.900 millones de euros). Sus activos, que puede gastar a “voluntad del rey”, incluyen enormes extensiones de valiosos bienes inmuebles en el centro de Bangkok, grandes participaciones en varias empresas tailandesas clave y acciones en el grupo hotelero de lujo Kempinski. Al parecer, genera cada año unos ingresos de unos $3.000 millones de dólares (unos 2.790 millones de euros).

Se calcula que la familia real británica tiene un patrimonio de $88.000 millones (unos 82.000 millones de euros), según publicó la revista Forbes en 2017. Esta estimación tiene en cuenta activos concretos, como propiedades, así como el valor de la marca familiar.

Un activo especialmente valioso es el muy lucrativo patrimonio del Ducado de Lancaster. Fundado en 1351, el Ducado de Lancaster es un patrimonio privado que comprende tierras, propiedades y otros bienes, todos ellos pertenecientes directamente al Soberano.

El patrimonio incluye el prestigioso Hotel Savoy de Londres y Somerset Health. En marzo de 2022, el Ducado de Lancaster tenía un patrimonio neto de 652,8 millones de libras (unos 702,5 millones de euros).

Se calcula que el rey Carlos tenía una fortuna personal de unos $100 millones (unos 78,9 millones de euros) antes de acceder al trono. Sin embargo, su fortuna ha aumentado sustancialmente, ya que ha heredado el patrimonio privado de su difunta madre.

La reina Isabel II tenía un patrimonio neto estimado en 350 millones de libras (unos 398,5 millones de euros), según la Lista de ricos del Sunday Times de 2020. Parte de ese patrimonio procede de los beneficios generados por el Patrimonio de la Corona, conocido como la Subvención Soberana, y de los ingresos de propiedades inmobiliarias como el castillo de Balmoral, en Escocia, y la casa de Sandringham, en Norfolk, Inglaterra.

Aunque Carlos ha heredado una fortuna, ha perdido su lucrativo patrimonio del Ducado de Cornualles, la finca privada fundada en 1337 por el rey Eduardo III para su hijo y heredero, el príncipe Eduardo.

Tradicionalmente, el patrimonio financia al heredero del monarca. En el pasado, ha comprendido una lucrativa gama de propiedades, como tierras de labranza, pesquerías de ostras, canteras de granito y minas de estaño. También incluye bienes inmuebles en Londres, e incluso la prisión de Dartmoor.

En la actualidad, el patrimonio ha pasado a manos del príncipe Guillermo y su esposa Catalina, y la pareja ha asumido los títulos de príncipe y princesa de Gales.

La Casa de Nahyan desciende de la misma tribu que la dinastía gobernante Al Maktoum de Dubái, y ha sido la familia real reinante de Abu Dabi desde 1793. El clan cuenta con 200 miembros masculinos. En cambio, se desconoce el número de mujeres de la familia.

Al igual que las demás familias reales de Oriente Medio, los Al Nahyan obtienen su riqueza del petróleo. La familia amasó la mayor parte de su fortuna, estimada en $150.000 millones (unos 140.000 millones de euros), durante la década de los setenta, cuando desviar los beneficios del petróleo del país no estaba mal visto.

El jefe de la familia, el jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan, es emir de Abu Dabi y presidente de los Emirates Árabes Unidos desde 2004, y preside la Autoridad de Inversiones de Abu Dabi, que gestiona unos $696.600 millones (unos 648.000 millones de euros) en activos, incluido el rascacielos Burj Khalifa de Dubái, el edificio más alto del mundo.

El jeque Jalifa también ha sido identificado recientemente como uno de los terratenientes más ricos de Londres, con un extenso imperio inmobiliario valorado en 5.500 millones de libras (unos 6.600 millones de euros) en la capital inglesa. Se calcula que le reporta unos 160 millones de libras (unos 189 millones de euros) de alquiler al año, según reveló el periódico The Guardian.

La Casa de Thani ha estado al mando de Catar desde mediados del siglo XIX y el actual gobernante, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, que a sus 43 años es el soberano más joven del mundo, fue nombrado emir en 2013. Se dice que la familia cuenta con miles de miembros, posiblemente unos 7.000 u 8.000.

En 2017, los Al Thani se enemistaron con sus vecinos del Golfo tras pagar, supuestamente a la organización terrorista Al Qaeda, un rescate de $1.000 millones (unos 930 millones de euros) por la liberación de 28 miembros de una partida de caza real, secuestrados en Irak dos años antes.

La familia gobernante de Catar refutó la acusación, afirmando que el dinero se pagó al Estado iraquí y no a los terroristas. En cualquier caso, la suma era una gota de agua en el océano de la enorme fortuna de la familia, que se estima en $335.000 millones (unos 312 millones de euros).

Los activos del fondo incluyen el rascacielos Shard de Londres (en la foto), la Villa Olímpica de la capital británica y los grandes almacenes Harrods, así como importantes participaciones en el Empire State de Nueva York y en empresas famosas como Volkswagen, Barclays y British Airways.

Pero sus negocios inmobiliarios han sido objeto de críticas recientemente. Según documentos filtrados en los Papeles de Pandora, la familia real catarí eludió 18,5 millones de libras (unos 23,4 millones de euros) en impuestos sobre bienes inmuebles tras comprar dos casas en Cornwall Terrace, en el centro de Londres, por 120 millones de libras (unos 151,8 millones de euros). Aunque no hay pruebas que sugieran que la evasión fuera ilegal, el Crown Estate británico ha dicho que investigará el asunto.

En Kuwait, la familia Al Sabah está al timón. La dinastía gobierna el país de Oriente Medio desde 1752 y el actual emir es el jeque Sabah IV Ahmad Al-Jaber Al-Sabah. En total, se dice que la familia cuenta con unos 1.000 miembros.

Es difícil obtener estimaciones del patrimonio neto de la familia, pero un artículo de la revista TIME de 1991 lo estimaba en la asombrosa cifra de $90.000 millones (unos 83.700 millones de euros). Se cree que gran parte del patrimonio está invertido en acciones y participaciones estadounidenses, cuyo valor se ha disparado a lo largo de los años...

De hecho, los expertos creen que la fortuna de la familia real kuwaití puede haberse cuadruplicado desde principios de la década de los noventa, y la cifra más citada es de $360.000 millones (unos 335.000 millones de euros). Incluso esta estimación puede haberse quedado corta, ya que, según los informes, la familia tiene enormes participaciones en la mayoría de las principales empresas de primera línea de Estados Unidos.

La familia real más rica del mundo es la Casa de Saud, cuyo patrimonio se estima en más de $1,4 billones (unos 1,3 billones de euros). Esta riqueza inimaginable está repartida entre los aproximadamente 15.000 miembros de la inmensa familia.

La Casa de Saud gobierna la nación que lleva su nombre desde 1744. El actual rey Salman ocupa el trono desde 2015 y el poder en el país, y gran parte de su riqueza, reside en el monarca y sus familiares. Se cree que es el miembro individual más rico de la familia, con una fortuna de $18.000 millones (unos 16.700 millones de euros).

El príncipe Alwaleed bin Talal, que fue detenido por el gobierno saudí en 2017 por cargos de corrupción, es el segundo miembro individual más rico de la familia, con un patrimonio neto estimado de $13.400 millones (unos 12.500 millones de euros), aunque el Índice de Multimillonarios de Bloomberg cifra su riqueza en $17.100 millones (unos 15.900 millones de euros).

El patrimonio de Alwaleed se redujo drásticamente a finales de 2018, ya que se dice que su participación en la Kingdom Holding Company ha disminuido un 70 % desde 2014. El príncipe quedó en libertad en enero de 2018, tras varios meses de detención. Se cree que pagó a las autoridades una cantidad para garantizar su liberación, y algunos informes sugieren que ascendió a $6.000 millones (unos 5.600 millones de euros). Describió la situación como un “malentendido” y dijo que “no había necesariamente” una comisión de conciliación.

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