El gasto sanitario público y privado varía enormemente en todo el mundo. Mientras que algunos países apenas gastan un par de cientos de euros por persona al año, otros están dispuestos a desembolsar miles. 

De hecho, te sorprenderá descubrir que el país que más derrocha en sanidad pública ni siquiera ofrece cobertura universal, pero hablaremos de ello más adelante... 

Sigue leyendo para descubrir cuánto gastan per cápita en sanidad 30 países seleccionados, clasificados desde los más modestos hasta los que más gastan. Además, infórmate sobre los sistemas sanitarios que ofrecen la mejor y la peor relación calidad-precio. Las cifras de gasto per cápita proceden de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), salvo que se indique lo contrario. Todos los importes están en dólares y convertidos a euros en el momento de publicar este artículo.  

Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveMONEY.

Burundi tiene oficialmente el gasto sanitario per cápita más bajo del mundo, con unos escasos 16$ (15€) en 2020. Sin embargo, el país que menos gasta de nuestra lista es India, que gasta bastante más, aunque su gasto médico ha sido calificado de "lamentablemente insuficiente" por el sitio de noticias indio Business Today. 

El gasto de India ascendió a 212$ (197€) por persona en 2022. Esta cifra, que representa alrededor del 2% del PIB del país, está muy por debajo del promedio mundial del 7% y del promedio de la OCDE del 9,2%. El país solo tiene 0,6 médicos y 0,9 camas de hospital por cada 1.000 habitantes. 

La asistencia sanitaria pública, que es gratuita y está a disposición de todos los ciudadanos, es irregular y está gravemente infradotada. Aunque la asistencia privada es relativamente barata y de calidad razonable – por lo que India es un importante centro de turismo médico – los costos son exorbitantes para la clase baja, que a menudo tienen que elegir entre prescindir de ella o endeudarse para acceder a la asistencia sanitaria privada. 

No es sorprendente que las enfermedades diarreicas, que son fáciles de prevenir, sigan siendo una causa importante de muerte en India, sobre todo entre las mujeres. 

Aunque es casi el doble, el gasto sanitario de Indonesia no es mucho mejor que el de India. Con 405$ (377€) per cápita, supone alrededor del 3% del PIB nacional, y solo hay 0,7 médicos por cada 1.000 habitantes. 

Indonesia está avanzando hacia la asistencia sanitaria universal, y el gobierno ha introducido recientemente un nuevo sistema en los hospitales del país que debería mejorar los niveles en el futuro. 

Dicho esto, el gasto de bolsillo sigue siendo comparativamente elevado, ya que el régimen de seguro médico Jaminan Kesehatan Nasional (JKN) del país rara vez cubre el coste total de los medicamentos y los procedimientos médicos. 

El gasto sanitario per cápita de China fue de 979$ (913€) en 2022, lo que equivale al 7,1% del PIB del país. Esta cifra se sitúa en torno al promedio mundial, y el país ha aumentado drásticamente su gasto sanitario en los últimos años. 

Aunque cabría esperar que un país comunista ofreciera cobertura sanitaria universal, la República Popular aún no lo ha conseguido. Sin embargo, el 95% de la población está cubierta por el régimen de seguro médico básico financiado con fondos públicos y dos regímenes de seguro voluntario. Éstos se complementan con planes privados de asistencia sanitaria y donaciones benéficas. 

Aunque el sistema sanitario chino obtiene buenas puntuaciones en las clasificaciones internacionales, la prestación sigue siendo deficiente en las zonas rurales y los servicios se están recortando en las ciudades, ya que los gobiernos locales tienen que lidiar con presupuestos más reducidos como consecuencia de la tambaleante economía del país.  

El gasto sanitario per cápita de México alcanzó los 1.181$ (1.101€) en 2022. La nación latinoamericana dedica alrededor del 5,5% de su PIB a la sanidad, cifra muy inferior a los promedios mundial y de la OCDE, y también tiene un bajo número de médicos (2,5) y camas de hospital (1) por cada 1.000 habitantes. 

Dicho esto, sus hospitales siguen siendo de una calidad relativamente alta, y la mayoría se adhieren a los mismos estándares que sus homólogos de EE.UU. Los ciudadanos mexicanos pueden acceder a una cobertura sanitaria universal y el sistema sanitario público del país se complementa con el sector privado. 

La mayoría de los mexicanos optan por utilizar el sistema público. Dicho esto, el país es famoso por su asistencia sanitaria privada de bajo costo, cuyos precios de los procedimientos médicos y los medicamentos son una fracción de los de EE.UU., por lo que no es de extrañar que unos impresionantes 780.000 estadounidenses viajaran a México en busca de servicios sanitarios económicos en 2022. 

Según las estadísticas de la OCDE, Sudáfrica gasta 1.184$ (1.104€) por persona y año en asistencia sanitaria. Esto representa alrededor del 9% del PIB del país. 

Sudáfrica no proporciona asistencia sanitaria universal como tal, aunque alrededor del 80% de los ciudadanos del país dependen del sistema sanitario público, que está infradotado y es de baja calidad. 

Dado que Sudáfrica es el país económicamente más desigual del mundo, la minoría afluente y mayoritariamente blanca suele disfrutar de una asistencia sanitaria privada muy superior. En un intento de mejorar la situación de la mayoría de los ciudadanos que tienen bajos ingresos, y que es predominantemente negra, el gobierno tiene previsto establecer un sistema nacional de seguro de enfermedad en 2026. 

El gasto sanitario per cápita de Brasil fue de 1.573$ (1.467€) en el último recuento. Esto constituye un generoso 13% de su PIB. 

Brasil presume de una cobertura sanitaria universal a la que tienen derecho todos los habitantes del país, incluso los no residentes. Pero, aunque incluso los más pobres de la sociedad tienen acceso a la asistencia sanitaria, ésta suele ser de dudosa calidad en las zonas más desfavorecidas, sobre todo en las favelas urbanas y en las áreas rurales más empobrecidas. 

Por otro lado, cerca del 23% de la población disfruta de una excelente sanidad privada, en la que destaca la odontología privada brasileña. 

El gasto sanitario per cápita de Colombia es de 1.640$ (1.529 €), lo que representa el 8,1% de su PIB. 

Aunque los servicios en las zonas rurales suelen ser deficientes, Colombia es, en general, considerada como excelente en lo que respecta a la asistencia sanitaria. El país tiene el sistema de seguro de enfermedad y protección financiera médica más extenso de América Latina, y su sistema sanitario es más eficiente que el de Estados Unidos y Canadá. 

Los niveles de calidad en las zonas urbanas son excelentes y la sanidad privada es muy asequible, lo que convierte al país en un destino popular para el turismo sanitario. Sin embargo, se ha convertido en un tema controversial recientemente mientras el país debate una nueva reforma al sistema de salud del país, impulsada por el actual presidente, Gustavo Petro.  

El gasto sanitario per cápita de Turquía ascendió a 1.827$ (1.703€) en 2022, lo que equivale al 4,3% de su PIB. Aunque esta cifra es comparativamente baja, la asistencia sanitaria del país es famosamente asequible y ofrece una magnífica relación calidad-precio. 

Turquía proporciona asistencia sanitaria universal desde 2003 a través de su Institución de Seguridad Social (SGK), aunque, como en otros lugares, la prestación rural puede ser deficiente. Tiene un sistema privado bien desarrollado, con niveles en sus mejores instalaciones equivalentes a los de EE.UU. y otras economías avanzadas. Como centro principal del turismo médico, Turquía atrae a legiones de visitantes de Europa y EE.UU. 

Entre sus principales atractivos están la cirugía plástica, los trasplantes capilares, la cirugía cardiaca y la odontología. De hecho, la moda de viajar a Turquía en busca de servicios dentales baratos ha recibido el sobrenombre de "dientes de Turquía", y el hashtag asociado acumula más de 100 millones de visitas en TikTok. 

Según algunas fuentes, Turquía es ahora el primer destino de turismo médico del mundo. Pero las normas pueden variar drásticamente y, desde 2019, al menos 25 ciudadanos británicos han muerto a causa de procedimientos médicos realizados en el país. 

El gasto sanitario per cápita de Rumania es el más bajo de la UE, con solo 2.385$ (2.224€). Su gasto como porcentaje del PIB también es bajo, entre el 5% y el 6%. 

El país ofrece cobertura sanitaria universal, pero la calidad es notoriamente deficiente. Con una financiación limitada y la corrupción como problema importante, el sistema sanitario rumano se enfrenta a disparidades regionales, infraestructuras inferiores y escasez tanto de personal médico como de equipos. 

Debido a las malas condiciones salariales, los médicos han abandonado el país en masa, mientras que los pacientes más afluentes suelen buscar tratamiento en el extranjero. 

Chile gastó 2.699$ (2.517€) por persona en asistencia sanitaria en 2022, lo que equivale al 9% de su PIB. 

El país tiene un sistema sanitario mixto público-privado y una cobertura casi universal, con el 94% de la población cubierta al menos para "un conjunto básico de servicios" (citando a la OCDE). 

Aunque los hospitales públicos suelen estar mal equipados, el personal médico es de alto nivel y los resultados suelen ser favorables. Los niveles de calidad son especialmente altos en los hospitales privados, pero tienen un alto costo; a diferencia de otros países latinoamericanos, la sanidad privada suele ser cara en Chile. 

Bajo para los estándares de la UE, el gasto sanitario per cápita de Polonia fue de 2.973$ (2.772€) en 2022, lo que equivale al 6,7% de su PIB. 

El país ofrece una cobertura universal basada en el seguro social de enfermedad (SHI). Sin embargo, su sistema sanitario público no tiene la mejor reputación, siendo la falta de financiación una de las razones principales. De hecho, un número relativamente considerable (8%) de ciudadanos contrata un seguro sanitario privado voluntario. 

El gasto sanitario per cápita de Italia alcanzó los 4.291$ (4.000€) en 2022, lo que representa el 9% de su PIB. 

Los ciudadanos italianos y los residentes legales extranjeros disfrutan de asistencia sanitaria universal desde 1978. Los pacientes que reúnen los requisitos deben cubrir ciertos copagos, como las visitas a especialistas y las prescripciones, pero los costos son bajos. 

Como la asistencia sanitaria pública suele ser de alta calidad y las primas de los seguros privados no son desgravables, la mayoría de los ciudadanos tienden a quedarse con el sistema público. Sin embargo, el sector privado ha ido creciendo en los últimos años a medida que el sistema público se ha visto sometido a una presión cada vez mayor. 

El gasto sanitario de España alcanzó los 4.432$ (4.133€) por persona en 2022. Esto equivale al 10% del PIB del país. 

El sistema sanitario universal español, financiado principalmente por la Seguridad Social, es uno de los mejores del mundo. Está ampliamente considerado como el más eficiente de Europa y ofrece la mejor relación calidad-precio del continente. 

Mientras tanto, el sistema sanitario privado del país está bien desarrollado, con un gasto en este ámbito significativamente mayor que el promedio europeo. 

Corea del Sur gastó 4.570$ (4.267€) per cápita en asistencia sanitaria en 2022, lo que supone alrededor del 9,7% de su PIB. 

El Estado proporciona asistencia sanitaria universal de alta calidad, financiada mediante impuestos sobre el trabajo y el tabaco, subvenciones públicas y aportaciones externas. Entre las naciones de la OCDE, Corea del Sur tiene el mayor número de camas de hospital (12,8) por cada 1.000 habitantes, aunque el número comparativo de médicos (2.6) sigue siendo bajo.  

Otro inconveniente son los numerosos gastos de bolsillo, ya que el país alberga el porcentaje más alto de los países de la OCDE. Debido a la prevalencia de los copagos, los surcoreanos suelen tener que contratar un seguro privado para cubrir los gastos adicionales, que pueden resultar sustanciales en caso de caer gravemente enfermos. 

Aun así, el sistema sanitario de Corea del Sur está clasificado como el tercero mejor del mundo por el Instituto Legatum, un grupo de expertos con sede en Londres. 

El gasto sanitario per cápita de Japón ascendió a 5.251$ (4.897 €) en 2022, lo que corresponde al 11,5% de su PIB. Esta cifra está muy por encima de los promedios mundial y de la OCDE. 

Japón proporciona asistencia sanitaria universal a través del seguro médico obligatorio, financiado principalmente con impuestos y contribuciones individuales, aunque Expatica informa de que alrededor del 70% de los ciudadanos contratan planes de seguro médico privados. 

Japón tiene tanto la población más envejecida del mundo como la mayor esperanza de vida, gracias en parte a su ejemplar sistema sanitario, que se centra mucho en la atención preventiva. Según el Instituto Legatum, el sistema sanitario japonés es el segundo mejor del mundo, después del de Singapur. 

El Reino Unido gastó 5.493$ (5.122€) por persona en asistencia sanitaria en 2022. Esto representa el 11,3% del PIB de la nación. 

El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido se financia con los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social. Creado en 1948, el NHS fue el primer sistema sanitario del mundo occidental en ofrecer asistencia médica gratuita a toda la población. 

Aunque el servicio ha sido aclamado por su eficacia y su buena relación calidad-precio, años de financiación inadecuada bajo sucesivos gobiernos conservadores han dado lugar a menos recursos y a escasez de personal médico. Las listas de espera para procedimientos electivos se han disparado y la odontología se ha visto especialmente afectada. En consecuencia, un número récord de pacientes británicos pagan ahora por la asistencia sanitaria privada. 

El gasto sanitario per cápita de Finlandia alcanzará los 5.599$ (5.221€) en 2022, lo que equivale aproximadamente al 10% de su PIB. 

El país ofrece asistencia sanitaria universal que se financia con los impuestos y los pagos de la seguridad social. El sistema sanitario público ofrece una asistencia de alta calidad, aunque, al igual que en el Reino Unido, los tiempos de espera para los procedimientos electivos pueden ser largos. 

Sin embargo, el sistema sanitario privado de Finlandia es comparativamente pequeño gracias a la excelencia del sistema público. 

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Irlanda gastó 6.047$ (5.639€) por persona en asistencia sanitaria en 2022. Esto representa un relativamente bajo 6% de su PIB, aunque vale la pena señalar que las cifras del PIB irlandés están sesgadas por las empresas multinacionales que declaran sus ingresos en el país. En consecuencia, el modesto porcentaje no significa estrictamente que la nación sea tacaña en lo que se refiere al gasto sanitario. 

El sistema sanitario público de Irlanda es de primera clase, pero sólo parcialmente universal, y gran parte de la población paga muchos gastos de su bolsillo. Esto significa que la contratación de seguros médicos privados está muy extendida: el 40% de los residentes irlandeses tienen planes privados, lo que, según International Citizens Insurance, es la tasa más alta de Europa. 

El gasto sanitario per cápita de Nueva Zelanda ascendió a 6.061$ (5.652€) en 2022, lo que supone el 11% de su PIB. 

Desde 1938, Nueva Zelanda ofrece una asistencia sanitaria pública de alta calidad que se paga con los impuestos. Sin embargo, los pacientes tienen que pagar ellos mismos la factura de ciertas cosas, como ir al médico de cabecera. 

Debido a esto y a otros factores (como las largas listas de espera), se calcula que un tercio de los neozelandeses tienen un seguro médico privado; estos planes son cada vez más populares, sobre todo entre los jóvenes. 

Dinamarca gastó 6.280$ (5.856€) por persona en asistencia sanitaria en 2022. Esto equivale al 9,5% de su PIB. 

El país ofrece asistencia sanitaria universal y su sistema sanitario público, financiado con los impuestos, es de alto rendimiento. Con 3,5 días (frente a los 6,6 días de promedio de la OCDE), Dinamarca tiene el menor tiempo de estancia hospitalaria de los países de la UE, y las listas de espera son también relativamente cortas. 

En cuanto a las desventajas, sin embargo, los daneses tienen que pagar sus propias facturas por servicios como la fisioterapia, mientras que los resultados de tratamientos de cáncer de mama y de intestino son comparativamente malos. Esto puede explicar el aumento de pacientes con seguro privado: el número se duplicó entre 2010 y 2020. 

El gasto sanitario per cápita de Canadá se situó en 6.319$ (5.893€) en 2022. Esto se traduce en el 11,2% del PIB de la nación. 

A diferencia de su vecino del sur, Canadá ofrece cobertura sanitaria universal a través de su sistema Medicare de primera calidad, que cubre al 100% de la población y se financia mediante impuestos. 

Sin embargo, no todos los servicios son gratuitos en el punto de uso. Entre las excepciones están los medicamentos recetados, que pueden resultar caros; de hecho, alrededor del 10% de los canadienses han declarado no seguir su medicación recetada debido a los elevados costos. 

Dado que el sistema sanitario público no lo cubre todo, alrededor de dos tercios de los canadienses optan por contratar un seguro médico privado. 

En 2022, Australia gastó 6372$ (5.942€) por persona en asistencia sanitaria, más que su vecina Nueva Zelanda. Dicho esto, su gasto como porcentaje del PIB fue inferior, situándose en torno al 9%. 

Aunque el sistema sanitario de Nueva Zelanda se considera mejor en cuanto a calidad de la asistencia, el de Australia sigue siendo excelente. Presume de tener más camas de hospital per cápita, aunque, como se ha visto en otros lugares, las personas que viven en zonas rurales aisladas a menudo tienen dificultades para acceder a unos servicios sanitarios decentes. 

Medicare, el sistema sanitario universal de Australia no cubre todos los gastos, y las personas con ingresos más altos pagan un recargo del 1% al 1,5% si no contratan un seguro médico privado. Por este motivo (entre otros), alrededor de la mitad de los australianos tienen pólizas privadas. 

Suecia gastó 6.438$ (6.004€) por persona en asistencia sanitaria en 2022, lo que equivale aproximadamente al 10,7% de su PIB. 

Suecia tiene el sistema sanitario público universal mejor desarrollado del mundo, según U.S. News & World Report. La calidad de la asistencia es extraordinaria, al igual que los resultados. Las tasas de supervivencia del cáncer son especialmente impresionantes, aunque los pacientes tienen que sufragar algunos gastos. 

Aunque la mayoría depende del sistema público para todas sus necesidades sanitarias, alrededor del 10% de los suecos tiene un seguro médico privado. 

Francia gastó 6.630$ (6.183€) per cápita en asistencia sanitaria en 2022, lo que supone cerca del 13% del PIB del país. 

Aunque los costos generales son elevados, el sistema sanitario francés sigue siendo el mejor del planeta según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tanto su estelar sistema sanitario público, que proporciona cobertura universal, como el sistema privado del país tienen una calificación alta, y Francia destaca en todos los aspectos, desde la proporción de médicos por paciente hasta los tiempos de espera. 

Países Bajos gastó 6.729$ (6.275€) por persona en asistencia sanitaria en 2022. En términos de porcentaje del PIB, esto equivale a algo menos del 10%. 

El sistema sanitario holandés es uno de los mejores del mundo y su nivel es excepcionalmente alto. El país ofrece cobertura universal, pero confía en el sector privado en lugar del modelo socializado que predomina en otras naciones europeas. 

Los pacientes tienen que contratar un seguro médico privado obligatorio, subvencionado por el Estado, y pueden complementarlo con planes privados más caros. 

El gasto sanitario per cápita de Austria ascendió a 7.275$ (6.784€) en 2022. Esto equivale al 11,4% de su PIB. 

Austria tiene una sanidad universal financiada por las cotizaciones a la seguridad social, y su sistema sanitario público está muy bien valorado. Entre los países de la OCDE, tiene el mayor número de médicos (5,3) por cada mil habitantes, mientras que el número de enfermeras y de camas de hospital por cada mil habitantes es bastante superior al promedio de la OCDE. 

No obstante, el sistema público no es perfecto y más de un tercio de los austriacos cuentan con un seguro médico privado. 

El gasto per cápita de Noruega en asistencia sanitaria ascendió a los $7,771 en 2022, lo que equivale a algo menos del 8% de su PIB. 

El país ofrece asistencia sanitaria universal desde 1978. El sistema público se financia mediante impuestos, además de las cotizaciones salariales, y las rentas más altas pagan un recargo. 

El sistema es famoso por su calidad, eficacia y énfasis en la asistencia sanitaria preventiva. Otra ventaja del sistema en general es la asequibilidad de la sanidad privada, que es más barata en Noruega que en cualquier otro país. Alrededor del 10% de la población tiene un seguro médico privado. 

Alemania gastó 8.011$ (7.471€) per cápita en asistencia sanitaria en 2022. Esto equivale al 12,7% del PIB nacional, lo que le convierte en el tercer país de la OCDE que más gasta. 

Alemania ofrece una amplia cobertura sanitaria universal, financiada por seguros médicos obligatorios y privados. La atención médica es del más alto nivel y se presta mucha atención a la elección del paciente, que se extiende incluso a los tratamientos holísticos, con medicina complementaria y alternativa proporcionada habitualmente por los médicos. 

El gasto sanitario de Suiza por persona se situó en Suiza: 8.049$ (7.506€) en 2022. Esto representa el 11.3% del PIB de esta próspera nación. 

Suiza gasta una enorme cantidad per cápita en sanidad privada. Su seguro médico privado es obligatorio y la cobertura universal es inexistente, aunque el Estado subvenciona algunos servicios. 

Las normas son muy estrictas, al igual que la proporción de personal médico por paciente. Las instalaciones médicas están muy bien equipadas, y los tiempos de espera para los procedimientos suelen ser cortos. 

En 2022, EE.UU. gastó la impresionante suma de 12.555$ (11.708€) per cápita en asistencia sanitaria, más que ningún otro país. Su gasto como proporción del PIB fue también el mayor entre los países de la OCDE, con un 16,6%. 

Aunque los ancianos, las personas con discapacidad y los ciudadanos con bajos ingresos están cubiertos hasta cierto punto por Medicare y Medicaid, EE.UU. carece de asistencia sanitaria universal, y el grueso de la población depende de costosos seguros médicos privados. A pesar de ello, Estados Unidos sigue siendo el país del mundo que más gasta en sanidad pública. 

EE.UU. tiene la esperanza de vida más baja entre los países de renta alta, así como la mayor tasa de personas con múltiples enfermedades crónicas. 

Abundan los excelentes niveles de asistencia sanitaria y los hospitales de categoría mundial, pero sólo pueden beneficiarse de ellos quienes pueden pagar sus astronómicos precios, y la relación calidad-precio es escasa en comparación con otros países. 

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