La suite principal, a la que se accede por una puerta acorazada de acero de 30 cm, es especialmente llamativa. Con su techo catedralicio de vigas vistas, sus lámparas de araña doradas, su enorme chimenea antigua y sus cortinas a medida, la habitación es grandiosa.

Sin embargo, la verdadera pieza central es el cabecero de la cama, que consiste en un altar de iglesia austriaco de 250 años de antigüedad que la pareja compró por $45.000 (unos 41.900 €).

A pesar de su grandeza, los Rivanis decidieron desprenderse de esta casa única en enero de 2023. Cotizada inicialmente en algo menos de $22 millones, sufrió un par de bajadas de precio. Según el anuncio, finalmente se vendió por $16,8 millones (unos 15,6 millones de euros).

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