La familia real británica ha sido conocida como amante de los animales durante generaciones. La reina Isabel II sentía un afecto especialmente profundo por todos los seres vivos, una pasión que se extendió a lo largo de toda su vida. Los corgis no eran solo mascotas; formaban parte de la familia y ella estaba profundamente implicada en sus vidas, supervisando personalmente su cría y cuidado. A lo largo de los años, los miembros del clan real han tenido una gran variedad de mascotas, desde ponis y cachorros hasta una tortuga e incluso un camaleón.
Haz clic o desplázate para conocer a las mascotas reales peludas, emplumadas -e incluso escamosas- que adoraban los soberanos británicos...
Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.