Cuando Cara Brookins, madre de cuatro, huyó de la violencia doméstica con sus hijos, estaba decidida a reunir de nuevo a su familia. Solo nueve meses después, no solo había construido una casa desde cero, con la ayuda de tutoriales de YouTube, sino que también había reconstruido su familia. Sorprendida y encantada con el éxito de su proyecto, convirtió su experiencia en un libro superventas y en una carrera de éxito.
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Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.
Poco después de su huida en 2008, Cara decidió que levantar un proyecto familiar era justo lo que necesitaban ella y sus cuatro hijos pequeños para recuperarse. ¿El reto? Construir una casa nueva en la que pudieran volver a vivir juntos.
“Mis hijos tenían 17, 15, 11 y dos años, y habían pasado por tantos golpes que necesitábamos algo grande, tanto ellos como yo”, explicó Cara en una entrevista de 2018. En la imagen, tomada años después de la construcción, se aprecia cómo el proceso de levantar la vivienda reforzó más que nunca los lazos familiares.
Cara, antigua arquitecta de software, creció en la zona rural de Wisconsin, EE.UU., y siempre albergó una gran pasión por construir cosas, pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo como adulta.
"Después de crecer y tener cuatro hijos, debería haber construido cosas grandes, pero me encontré en varias situaciones que me hicieron sentir más pequeña que nunca, por lo que mis objetivos y mi futuro también se quedaron pequeños", narra Cara.
Cara comenzó el proyecto comprando un acre de tierra en el norte del estado de Arkansas y vendiendo la propiedad que ya poseía. Gastó el dinero de la venta de la casa en materiales de construcción por valor de 130.000 dólares (119.266 euros), pero pronto se dio cuenta de que no le quedaba nada para contratar a trabajadores de la construcción.
Fue entonces cuando decidió construir su nueva casa ella misma, con la ayuda de sus hijos: Roman, Jada, Hope y Drew.
Para reunir los materiales finales, Cara necesitaba pedir un préstamo, pero como no era contratista y no tenía experiencia en construcción, le resultó difícil encontrar una empresa que estuviera dispuesta a prestarle el dinero.
Al final, aceptó terminar la construcción en nueve meses o, de lo contrario, incumpliría el préstamo que había conseguido.
Toda la familia se puso manos a la obra y Cara empezó a investigar y a ver vídeos sobre las diferentes etapas de la construcción de una casa, empezando por cómo colocar los cimientos.
No fue una tarea fácil: el grupo tuvo que bajar una colina hasta el estanque de su vecino en un clima gélido para recoger cubos de agua y poder mezclar el mortero a mano en una carretilla.
Paso a paso, la familia trabajó junta para construir cada elemento de la casa por sí misma. Sin experiencia en el sector de la construcción ni en proyectos de edificación, Cara y los niños aprendieron a verter hormigón, enmarcar las paredes e incluso colocar ladrillos.
Todos contribuyeron a la construcción. El hijo mayor, Drew, ayudó a dibujar los planos; Jada ayudó a crear los cimientos de la casa; mientras que Hope cocinaba para la familia. Todos los niños también tenían que cuidar al pequeño Roman, de dos años, al que nada le gustaba más que jugar en la obra.
«Aún no sabía cómo enmarcar una ventana o una puerta, cómo pasar tuberías y cables por una pared, ni cómo dibujar planos u obtener permisos. Pero conocía a mis hijos y sabía que lo necesitábamos», escribió Cara en su libro Rise: How a House Built a Family (Levantarse: cómo una casa construyó una familia).
La familia trabajaba hasta 20 horas casi todos los días, compaginando la construcción con el trabajo y el colegio.
“Mientras se nos congelaban los dedos de los pies al mezclar hormigón en una carretilla, nos dolían los músculos de la espalda al transportar tablones de madera y sudábamos mientras la fibra de vidrio nos irritaba la piel al colocar el aislamiento, también reconstruimos nuestra familia rota”, escribió Cara.
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En una época anterior a los teléfonos inteligentes, la familia Brookins pasaba las tardes viendo vídeos en YouTube sobre las distintas etapas de la construcción de una casa, memorizando los pasos para cuando estuvieran en la obra al día siguiente.
Esta biblioteca de conocimientos en línea les ayudó a dominar la compleja habilidad de la construcción de viviendas, junto con un poco de ayuda de los expertos.
Por supuesto, de vez en cuando hacía falta un poco de ayuda profesional. Además de ver innumerables vídeos en Internet, Cara acudió a los trabajadores de su tienda local de Home Depot —una de las mayores cadenas de bricolaje y materiales de construcción de EE.UU.—, que le dieron consejos sobre los diferentes pasos para levantar una casa. Finalmente, contrató a un hombre con experiencia en construcción residencial y le pagó 25 dólares (22,9 euros) la hora por su ayuda.
A pesar de no tener experiencia previa, la familia Brookins logró que la casa superara sin problemas todas las inspecciones del código de construcción municipal. Los inspectores quedaron sorprendidos al descubrir que detrás de aquella obra tan sólida no había profesionales, sino una familia de principiantes.
Después de nueve meses de trabajo agotador, la hermosa nueva casa de la familia estaba terminada.
Los Brookins recibieron el certificado de habitabilidad y finalmente se mudaron a la residencia en marzo de 2009. Con su gran porche con columnas y sus encantadoras contraventanas, la casa sin duda tiene un gran atractivo exterior.
La impresionante casa de 325 metros cuadrados se distribuye en dos plantas y cuenta con cinco dormitorios, uno para cada miembro de la familia.
Bautizada como Inkwell Manor, la propiedad también cuenta con una biblioteca, un gran garaje para tres coches, un taller y una casa en un árbol de dos pisos.
En toda la casa, las habitaciones son luminosas, alegres y están bellamente decoradas. El comedor cuenta con suelo de baldosas blancas, una chimenea decorativa con paneles de madera y una brillante lámpara de araña: un espacio impresionante para que la familia disfrute de una comida.
El refugio perfecto para una trabajadora incansable, el dormitorio de Cara es una elegante mezcla de estilo moderno y toques clásicos, y cuenta con una preciosa cama de caoba, una mesita de noche antigua reutilizada y una llamativa pared con galería.
Toda la habitación resulta luminosa y espaciosa gracias a la paleta de colores claros, lo que la convierte en el lugar ideal para relajarse después de un día ajetreado.
No se ha pasado por alto ningún detalle, como se puede ver en esta elegante galería de fotos. El impresionante acabado de la propiedad, tanto en su construcción como en sus elementos decorativos, es testimonio del impulso y la determinación de Cara por crear un hogar precioso para su familia.
Uno de los espacios favoritos de Cara es la biblioteca, que satisface su amor por los libros. Equipada con estanterías del suelo al techo para guardar todos sus preciados volúmenes, es un rincón acogedor donde puede disfrutar de un tiempo de descanso creativo.
La cocina artesanal, con sus elegantes armarios pintados, luce un acabado cuidado y acogedor, con numerosos toques hogareños que suavizan el ambiente.
La casa también está decorada con obras de arte, como estos azulejos enmarcados que reproducen Cinco personajes en una escena cómica, un dibujo de Leonardo da Vinci.
Todo tiene su lugar: ideal para organizar alimentos secos y enlatados, esta ingeniosa despensa tiene espacio para almacenar muchos productos para alimentar a toda la familia. ¡Nos encantan las cestas de mimbre blancas a juego y sus etiquetas de pizarra!
En el elegante salón, con su sofá en tonos neutros y cojines acogedores, destaca una hermosa obra de arte en la pared. ¿Has visto al gatito escondido?
Quienes quieran seguir de cerca más actualizaciones de la casa de Cara —y conocer también a las mascotas de la familia— pueden hacerlo a través de su página de Instagram.
Una pieza de la casa que ocupa un lugar muy especial para Cara es la barrera térmica situada detrás de la estufa de leña. Está formada por materiales que tienen un profundo significado para la familia: conchas recogidas en un viaje al mar, piedras halladas en los terrenos de la propiedad, oro falso encontrado en un río cercano e incluso monedas ocultas para cada miembro de la familia, todas ellas del año de su nacimiento.
Incluso los rincones más pequeños de la casa desprenden personalidad. Este tocador cuenta con una pared singular revestida con páginas amarillentas de libros, un guiño al nombre literario de la vivienda, Inkwell Manor (Mansión del Tintero). Un espejo dorado y grifos metálicos ornamentados completan el conjunto de aire victoriano.
Esta extraordinaria casa familiar no carece de espacios para relajarse y descansar. Este bonito rincón de lectura, con sus cómodos asientos y sus estanterías blancas escalonadas, ofrece un lugar tranquilo para relajarse y perderse en un buen libro.
Por otra parte, Cara construyó esta impresionante estantería y mueble de almacenamiento con la ayuda de su hija, decorándolo con libros antiguos, piedras preciosas, conchas y recuerdos. Tiene la intención de sustituir los dibujos en blanco y negro por sus propias acuarelas en el futuro.
Cara decidió compartir la increíble experiencia de la familia con el mundo y escribió un libro sobre su viaje, desde la construcción de la casa hasta la curación. Rise: How a House Built a Family se publicó en enero de 2017 con gran éxito de crítica y su historia ha llegado a más de 75 países.
Tras descubrir su talento y su pasión por la escritura, Cara publicó Unstuck en 2023. En su último título, analiza formas de superar la procrastinación y enseña la ciencia y la psicología que hay detrás de "conseguir hacer las cosas contra viento y marea".
Los libros de Cara también impulsaron su carrera como conferenciante, inspirando a otros a través de charlas TED, programas de entrevistas y seminarios en escenarios de todo el mundo.
"Desde luego, no me lo esperaba cuando estaba metida hasta las rodillas en barro helado pensando cómo colocar los primeros bloques de cimentación con mis hijos, pero después de cinco años como conferenciante a tiempo completo puedo decir con seguridad que me encanta esta vida y que es lo que estaba destinada a hacer", afirma.
Con el objetivo de llegar a un público más allá de sus giras de conferencias, Cara ha lanzado su propio podcast motivacional, The Cara Brookins Show. Los inspiradores episodios ofrecen marcos y orientación para ayudar a sus oyentes a pasar a la acción y aceptar grandes cambios en sus propias vidas, todo ello basado en sus propias experiencias de superación contra todo pronóstico.
Y lo que es aún más impresionante, también se ha convertido en miembro de la Asociación de las Naciones Unidas para defender los derechos humanos y la igualdad de género.
Al igual que su carrera, la familia de Cara también ha crecido y prosperado desde la finalización de Inkwell Manor. 15 años después, Cara es abuela, y su hijo menor —que apenas tenía dos años cuando comenzó el proyecto— se prepara ahora para entrar en la universidad.
Su viaje empezó como un ambicioso proyecto de bricolaje en un momento difícil, pero acabó llevándolos mucho más lejos de lo que los Brookins jamás habrían imaginado. Con fuerza, resistencia y determinación, construyeron algo increíble que trasciende los ladrillos y el cemento de su hogar. ¡Estamos deseando ver qué les depara el futuro!
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