Ah… los años 80. La tecnología vivía un auténtico auge y pronto empezaría a estar al alcance del público. La emoción de tener un ordenador en casa era palpable.
Los videojuegos comenzaron a abrirse camino en la cultura popular, y tanto niños como adultos se entusiasmaron con la llegada de consolas emblemáticas como la Nintendo Game Boy. Era el inicio de una nueva era de juegos portátiles y entretenimiento digital.
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Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.
En los años 80, mucho antes de que existiera Netflix, las noches de cine consistían en reunirse alrededor del reproductor de VHS con la última película alquilada en el videoclub. ¿Quién no recuerda el placer de rebuscar en las estanterías la cinta perfecta y preparar unos aperitivos para disfrutar de una noche acogedora en casa?
Eso sí, también tocaba “ser amable y rebobinar”: había que devolver las cintas rebobinadas y correr para evitar los recargos por retraso. Aun con esas pequeñas molestias, este humilde aparato ocupa un lugar entrañable en la memoria, pues fue el corazón del entretenimiento doméstico de toda una generación.
Si te encontraste uno de estos debajo del árbol de Navidad, seguro que le diste las gracias a Papá Noel. El Walkman era imprescindible para los amantes de la música, un auténtico punto de inflexión en la tecnología personal. Como primer reproductor de casetes portátil, hizo realidad la música para llevar.
Sony lanzó el Walkman original, el TPS-L2, en 1979, y enseguida se convirtió en un icono cultural. Le siguieron numerosos modelos, adorados por los adolescentes aficionados a las cintas, que ahora podían poner banda sonora a su vida en cualquier lugar.
En los años 80, los proyectores de diapositivas dieron vida a los recuerdos familiares, permitiendo revivir las vacaciones a través de vibrantes carretes de fotos proyectados en las paredes del salón.
Lanzado en 1982, el proyector Kodak Carousel S-AV 2050, pensado para usuarios de cámaras de 35 mm, era famoso por su fiabilidad y buen funcionamiento: una combinación perfecta de comodidad y nostalgia para los fotógrafos aficionados.
Para divertirse con los píxeles, la reina indiscutible de los videojuegos domésticos a principios de los 80 fue la Atari 2600. Su impacto fue tan grande que en 2023 la marca la recuperó con el lanzamiento de la Atari 2600+, una versión modernizada de la consola clásica con notables mejoras.
Lanzada originalmente en 1977 en Estados Unidos (a Europa llegaría a principios de los años 80, siendo más popular en España entre 1982-84), la consola alcanzó una enorme popularidad gracias a las versiones domésticas de Space Invaders y Pac-Man, que llevaron la magia de los arcades a los salones de todo el mundo.
La banda sonora de las calles y de muchas habitaciones, los boombox eran sinónimo de música alta y portátil. Comercializados originalmente como grabadoras de casete portátiles, funcionaban tanto con pilas como enchufados a la corriente, y pronto se convirtieron en símbolos de estatus, especialmente en la escena hip-hop de Nueva York.
Seguramente la recuerdes por verla en películas estadounidenses: a menudo se llevaban al hombro, a todo volumen, en batallas de rap o sesiones de skate, y estos icónicos aparatos rectangulares recibieron apodos como “boombox” y el más polémico “ghetto blaster”. A mediados de los 80 ya se habían convertido en un fenómeno mundial.
En el salón, un imponente equipo de alta fidelidad era el símbolo de estatus por excelencia de los amantes de la música. Al igual que los televisores, ocupaban mucho espacio y se convertían en un elemento decorativo por sí mismos.
Estos equipos se centraban en la calidad del sonido e incluían funciones como amplificadores, reproductores de casetes y CD, y ecualizadores gráficos. En comparación con los dispositivos actuales, más compactos y minimalistas, los equipos de los años 80 eran sin duda más voluminosos y menos prácticos, pero su calidad de sonido sigue siendo muy valorada por muchos entusiastas de la música.
Aunque los años 80 trajeron impresionantes avances tecnológicos, el centro del salón de muchas familias seguía siendo el voluminoso tocadiscos, apreciado por reproducir las canciones más emblemáticas de la época.
Sin embargo, la llegada del disco compacto revolucionó la música. Gracias a su calidad de sonido superior y a su comodidad, el CD ganó rápidamente popularidad, lo que provocó un inevitable declive en el uso de los discos de vinilo y los tocadiscos. Aun así, el vinilo siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones, incluso en plena era digital.
En los años 80, la televisión era el centro de todas las salas de estar. Los televisores de tubo de rayos catódicos (CRT), pesados y con forma de caja, a menudo con acabados de imitación madera, eran un elemento básico en la mayoría de los hogares.
Con solo unos pocos canales disponibles antes del lanzamiento la TV por cable, eran fáciles de usar y, seamos sinceros, ¡el “mando a distancia” solían ser los hermanos pequeños!
Estas voluminosas pantallas también fueron perfectas para los inicios de los videojuegos domésticos, aunque a finales de los 90 empezaron a desaparecer, sustituidas por televisores de plasma más delgados y eficientes.
Los años 80 fueron, sin duda, la época del “cuanto más grande, mejor”, con televisores voluminosos con acabado en madera que dominaban los salones. Pero junto a esos gigantes empezó a crecer la demanda de tecnología más elegante y compacta.
Así apareció el Sony KV-4000 Trinitron, un televisor a color pequeño, elegante y futurista. Con su diseño avanzado y su elevado precio, estaba lejos de ser común en la mayoría de los hogares, de modo que si tenías uno ¡seguramente eras la envidia del barrio!
De hecho, este televisor en miniatura fue lanzado únicamente en Japón en 1980 y poco después en el mercado estadounidense. En Europa apenas se vendió y no hay constancia clara de que llegara a España de manera oficial.
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Ah, el Commodore 64, una imagen habitual en los salones desde 1982. El C64 ostenta el título de ordenador de sobremesa más vendido de todos los tiempos. Gracias a su precio asequible y su facilidad de uso, supuso un punto de inflexión en la informática doméstica.
A pesar de sus gráficos básicos para los estándares actuales, juegos emblemáticos como The Last Ninja y Bubble Bobble engancharon a niños (y también a muchos adultos) de todo el mundo.
Cuesta creer que el primer Apple Mac se lanzara hace poco más de 40 años, en 1984. Con su icónico diseño compacto, el Apple Macintosh 128K fue el primer ordenador personal de la compañía destinado al mercado masivo, un paso audaz que ayudó a dar forma a la informática moderna.
Aunque no fue un éxito inmediato, pronto ganó adeptos, especialmente entre los jóvenes creativos, igual que ocurre hoy con los dispositivos Apple. Con solo 128 KB de RAM, sin acceso a Internet y una unidad de disquete (¿te acuerdas de ellas?), resultaba muy limitado para los estándares actuales.
Aun así, los fans lo adoraban. De hecho, los modelos originales se han convertido en objetos de coleccionista que hoy en día pueden alcanzar precios muy elevados.
¿Quién puede olvidar las impresoras increíblemente ruidosas y desesperantemente lentas de los años 80? Estas impresoras matriciales, que usaban papel continuo con bordes perforados, eran muy comunes, especialmente en colegios y oficinas.
Aunque la tecnología apareció por primera vez en los años 70, los modelos de los 80 eran notablemente más rápidos y ofrecían impresiones más nítidas. Eso sí, el inolvidable sonido seguía formando parte de la experiencia.
Lanzada en 1986, la Nintendo Entertainment System (NES) se convirtió en una auténtica sensación mundial, dominando los salones y marcando a toda una generación de jugadores. Los aficionados recuerdan con cariño clásicos como Super Mario Bros. y el inconfundible clic del Zapper en Duck Hunt.
Tras la crisis de los videojuegos de 1983, provocada en gran parte por la saturación del mercado, la NES no solo revivió la industria, sino que la redefinió, estableciendo el estándar para las consolas domésticas e inaugurando una nueva edad de oro de los videojuegos.
Aunque hoy nos resulte difícil imaginar un mundo sin móviles, en los años 80 la mayoría de los hogares dependían de teléfonos fijos, ya fueran de disco o de teclado.
Los teléfonos de pared con cable se consideraban lo último en moda y estaban firmemente anclados en cocinas y pasillos como elementos esenciales del hogar. En la imagen, las protagonistas de la comedia estadounidense Double Trouble (emitida entre 1984 y 1985 en la cadena NBC) capturan el espíritu de la vida adolescente de la época mientras charlan y cotillean en un clásico teléfono fijo.
A finales de los 80 comenzaron a aparecer los teléfonos inalámbricos, que ofrecían la libertad de moverse por la casa mientras se hablaba, ¡una comodidad revolucionaria!
Hoy en día dependemos de nuestros móviles para todo, desde hacer cuentas rápidas hasta despertarnos por la mañana. Pero si retrocedemos a los años 80, el despertador digital era un básico en todas las mesillas de noche.
Con sus números luminosos y el característico cambio de dígitos o la pantalla LED, aportaba un toque tecnológico al dormitorio. ¿Y quién no recuerda el incesante zumbido de la alarma o el "clic-clic" de los números al avanzar durante la noche? Todo un icono de la época.
Las videocámaras se convirtieron en un éxito en los hogares en los años 80, cuando la grabación de vídeo salió por fin de los estudios y llegó a los salones. Antes, el equipo de filmación era voluminoso y caro, reservado casi en exclusiva a los profesionales. Pero, a medida que la tecnología avanzó, empezaron a llegar al mercado videocámaras más compactas y asequibles.
El verdadero punto de inflexión fue la llegada de las videocámaras VHS, que permitían a las familias grabar momentos cotidianos directamente en cintas que luego podían reproducir en sus propios reproductores de vídeo. De repente, hacer películas caseras se volvió mucho más sencillo, para deleite de los padres de todo el mundo.
En 1987 se lanzó Microsoft Windows 2.0, un sistema operativo que introdujo varias funciones clave en la informática personal, como los iconos del escritorio. También se convirtió en la primera versión de Windows compatible con Microsoft Word y Excel, allanando el camino para las herramientas que seguimos utilizando hoy en día.
Con el auge de los ordenadores personales durante esta época, trabajar desde casa, como esta pareja, se hizo más factible que nunca, lo que supuso un cambio importante en el uso de la tecnología.
Lanzada en 1989, la Nintendo Game Boy original revolucionó los videojuegos portátiles. Con su pantalla sencilla y su icónica disposición de botones, esta consola portátil que funcionaba con pilas llevó los videojuegos a todas partes.
¿Quién puede olvidar lo adictivos que eran clásicos atemporales como Tetris o Super Mario Land? A pesar de sus gráficos básicos, fue la consola más deseada del momento.
El ordenador personal IBM (IBM 5150) está considerado como el que dio inicio a la era de los PC. Presentado en 1981, con su monitor cuadrado y su teclado voluminoso, tenía un aspecto muy distinto al de los elegantes dispositivos que usamos hoy en día. Según la propia IBM, “racionalizó las operaciones comerciales, impulsó el desarrollo de la industria del software y catapultó la informática a la corriente principal”.
Además de programas de procesamiento de textos y hojas de cálculo, este ordenador pionero podía conectarse a un televisor para que los usuarios jugaran. ¡Un equipo realmente innovador para la época!
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