Al pensar en los clásicos de Disney, es fácil que se nos vengan a la cabeza títulos entrañables como Bambi. Pero lo que quizá no imagines es que estas joyas tan queridas fueron, en su momento, auténticos fracasos en taquilla que costaron millones al estudio.
Y no son casos aislados. Hay más películas de Disney que, pese a su estatus actual de culto o su belleza visual, fueron un revés comercial en su estreno.
Haz clic o sigue leyendo para descubrir cuáles fueron estos sorprendentes tropiezos y qué salió mal en cada caso…
Las películas están ordenadas según su recaudación en taquilla nacional ajustada a la inflación, de mayor a menor.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.
El planeta del tesoro (2002), la versión steampunk de Disney del clásico de aventuras La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, se ha convertido en una película de culto. Sin embargo, en su estreno fue un sonoro fracaso de taquilla para el estudio.
Esta cinta de aventuras fantásticas tuvo un presupuesto desorbitado de 140 millones de dólares (128 millones de euros), equivalente a unos 250 millones de dólares actuales. Aun así, solo logró recaudar 71,4 millones de dólares (65,5 millones de euros) en EE.UU. y 109,5 millones de dólares (100 millones de euros) en todo el mundo, lo que supone unos 128 millones de dólares (117,4 millones de euros) y 196 millones de dólares (179,8 millones de euros) actuales, respectivamente.
El fracaso se atribuyó a varios factores, como la dura competencia en cines con Harry Potter y la cámara secreta (2002) y la dificultad de conectar con el gran público debido a su atípica propuesta de piratas espaciales.
Fantasía 2000 (2000) fue la ambiciosa secuela del clásico de animación de Disney estrenado en 1940. Al igual que la original, presentaba una serie de segmentos animados acompañados de música clásica de grandes compositores como Beethoven o Stravinsky.
La película contó con un presupuesto estimado de hasta 85 millones de dólares (78 millones de euros), lo que equivaldría hoy a unos 159 millones de dólares (145,9 millones de euros). No obstante, solo recaudó 60,6 millones de dólares (55,6 millones de euros) en EE.UU. y 90,8 millones de dólares (83,3 millones de euros) a nivel mundial, lo que representa unos 113 millones de dólares (103,7 millones de euros) y 170 millones de dólares (156 millones de euros) actuales, respectivamente.
Aunque técnicamente recuperó los costes de producción, es probable que Disney asumiera pérdidas al sumar los gastos de marketing y distribución. La película original tampoco fue un éxito comercial (lo veremos más adelante), y esta secuela vino a confirmar que, 60 años después, el público seguía sin conectar con una propuesta tan poco convencional.
Los rescatadores en Cangurolandia (1990) aspiraba a repetir el éxito de la película original de 1977.
Disney multiplicó con creces el presupuesto de producción de esta secuela, que, según diversas fuentes, alcanzó los 37,9 millones de dólares (34,8 millones de euros), el equivalente a unos 93 millones de dólares (85,3 millones de euros) actuales.
Por desgracia, la película solo recaudó 27,9 millones de dólares (25,6 millones de euros) en EE.UU. y 47,4 millones de dólares (43,5 millones de euros) en todo el mundo, lo que equivale hoy en día a 69 millones de dólares (63,3 millones de euros) y 117 millones de dólares (107,3 millones de euros), respectivamente.
Las críticas dispares y la fuerte competencia en cines con Solo en casa (1990) fueron algunos de los factores que contribuyeron a su fracaso. Jeffrey Katzenberg, entonces presidente de Disney, optó por retirar los anuncios de televisión tras el mal estreno en su primer fin de semana, pero ni siquiera ese ajuste evitó que el estudio sufriera importantes pérdidas.
Taron y el caldero mágico (1985) fue un fracaso tan estrepitoso que casi acaba con el departamento de animación de Disney.
Esta ambiciosa película de fantasía tuvo un presupuesto de 44 millones de dólares (40,4 millones de euros), el equivalente actual a unos 131 millones de dólares (120,2 millones de euros). Sin embargo, solo logró recaudar 21,3 millones de dólares (19,5 millones de euros) en EE.UU., lo que hoy serían unos 64 millones de dólares (58,7 millones de euros). No se dispone de datos oficiales sobre su recaudación mundial.
Aunque hoy se ha convertido en un título de culto, en su día se consideró demasiado oscura para el público familiar de Disney. Su estrepitoso fracaso provocó la marcha del animador Don Bluth, que abandonó el estudio llevándose consigo a buena parte del equipo.
Afortunadamente, Disney se recuperó unos años después con La sirenita (1989), que dio inicio a su era dorada conocida como el Renacimiento de Disney.
Bambi (1942) fue el quinto largometraje animado de Disney. Aunque hoy es una de las películas más queridas del estudio, lo cierto es que en su estreno fue un fracaso, en parte porque el público no supo encajar su tono sombrío y la dureza de algunos de sus temas.
La película tuvo un presupuesto estimado de 858.000 dólares (787.156 euros), lo que equivaldría a unos 17 millones de dólares (15,6 millones de euros) actuales. Sin embargo, solo recaudó 3 millones de dólares (2,8 millones de euros) en EE.UU., lo que se traduce en unos 59 millones de dólares (54,1 millones de euros) ajustados a la inflación. No se conocen cifras claras de su recaudación mundial, pero su estreno en plena Segunda Guerra Mundial perjudicó gravemente su distribución internacional.
Teniendo en cuenta los costes de marketing y distribución, Bambi no generó beneficios en su lanzamiento inicial. Aun así, el tiempo le dio la razón: con varios reestrenos a lo largo de las décadas, ha acumulado una recaudación global de 267 millones de dólares (245 millones de euros) y se ha ganado su estatus de clásico lacrimógeno.
La bella durmiente (1959) es hoy uno de los grandes clásicos del cine de animación. Sin embargo, en su estreno fue un auténtico revés financiero para Disney.
La película fue la producción más cara del estudio hasta la fecha, con un presupuesto de 6 millones de dólares (5,5 millones de euros), el equivalente actual a unos 66 millones de dólares (60,5 millones de euros). A pesar de la inversión, solo recaudó 5,3 millones de dólares (4,9 millones de euros) en EE.UU., lo que ajustado a la inflación supone 58,5 millones de dólares (53,7 millones de euros). Se desconocen sus cifras de taquilla a nivel internacional.
El público de la época no conectó con sus temas más oscuros ni con un estilo visual más maduro y sofisticado (aunque, curiosamente, hoy en día su animación inspirada en el arte del Renacimiento es uno de sus aspectos más valorados). El batacazo en taquilla provocó despidos en el departamento de animación y Disney redirigió sus esfuerzos hacia proyectos de acción real.
Sorprendentemente, Pinocho (1940) también fue un gran fracaso en su estreno, a pesar de haberse convertido con el tiempo en uno de los clásicos más emblemáticos de Disney.
La película tuvo un presupuesto de 2,6 millones de dólares (2,4 millones de euros), lo que equivale hoy a unos 60 millones de dólares (55 millones de euros). Sin embargo, solo logró recaudar en EE.UU. unos 1,6 millones de dólares (1,5 millones de euros), es decir, unos 36 millones de dólares (33 millones de euros) ajustados a la inflación. No se conocen cifras claras de taquilla internacional, pero, como Bambi, se estrenó en plena Segunda Guerra Mundial, lo que afectó considerablemente su rendimiento fuera de EE.UU.
Hoy en día, esta emotiva historia forma parte del imaginario colectivo y es una de las películas más queridas del estudio. Gracias a sus reestrenos a lo largo de las décadas, ha conseguido una recaudación mundial acumulada de 121 millones de dólares (111 millones de euros).
Fantasía (1940) fue un ambicioso experimento ideado por Walt Disney que fusionaba música clásica y animación, con segmentos inspirados en obras de compositores como Bach y Chaikovski.
La producción tuvo un presupuesto de 2,2 millones de dólares (2 millones de euros), equivalente a unos 50,5 millones de dólares (46,3 millones de euros) actuales. A esta cifra habría que sumarle los elevados costes de exhibición: Disney desarrolló una gira especial con equipos de sonido Fantasound e iluminación adaptada para cada sala, con un coste superior a 85.000 dólares (77.982 euros), es decir, unos 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) actuales por sala.
A pesar del despliegue técnico, la película solo recaudó 1,4 millones de dólares (1,3 millones de euros) en su estreno en EE.UU., lo que ajustado a la inflación equivale a 32 millones de dólares (29,4 millones de euros).
La cinta recuperó sus costes dos años después, en 1942, gracias a los reestrenos. Hoy es uno de los títulos más respetados del estudio, con una recaudación global acumulada de 76,4 millones de dólares (70,1 millones de euros).
Alicia en el país de las maravillas (1951) es hoy un célebre clásico de Disney, pero en su estreno fue un auténtico quebradero de cabeza para el estudio, que perdió millones con esta fantasiosa producción.
La película tuvo un presupuesto de 3 millones de dólares (2,8 millones de euros), el equivalente actual a unos 37 millones de dólares (33,9 millones de euros). Sin embargo, solo recaudó 2,4 millones de dólares (2,2 millones de euros) en EE.UU., lo que ajustado a la inflación representa unos 30 millones de dólares (27,5 millones de euros).
No se conocen con precisión sus cifras internacionales, pero la cinta fue mal recibida en Reino Unido por alejarse del espíritu de las novelas de Lewis Carroll. Además, en EE.UU. la historia original no era tan popular como en Europa, y muchos espectadores encontraron confusa su trama surrealista.
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