Te sorprenderá saber cuántos de los inventos más influyentes y rentables del mundo se basan en ideas robadas.
Desde LEGO hasta la bombilla, haz clic o desplázate y descubre con nosotros las ideas brillantes que fueron arrebatadas a sus inventores originales.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.
El profesor de ingeniería Robert Kearns construyó el primer sistema de limpiaparabrisas intermitente en 1963 y registró la patente de su innovación al año siguiente.
Inspirado por el parpadeo de los ojos, Kearns ideó un sistema que imitaba ese ritmo natural y se mostró decidido a monetizar su invento. Se puso en contacto con los tres grandes fabricantes de automóviles —Ford, Chrysler y General Motors— con la esperanza de llegar a un acuerdo de licencia.
Los tres rechazaron su propuesta, pero copiaron descaradamente la tecnología e incorporaron el sistema en sus vehículos. Enfurecido estas acciones tan deshonestas, Kearns demandó a las tres compañías, además de a otros grandes fabricantes de automóviles.
Sin dar marcha atrás, el inquebrantable académico finalmente obtuvo una indemnización por daños y perjuicios de Ford y Chrysler tras una batalla legal muy compleja que se prolongó durante más de una década.
En 2016, los fabricantes del famoso whisky estadounidense Jack Daniel’s revelaron que un esclavo había sido fundamental en la creación de la receta y del método de elaboración de su emblemático whisky de Tennessee.
Durante 150 años, la fórmula y el proceso se atribuyeron exclusivamente al reverendo Dan Call, un ministro luterano blanco de Lynchburg (en la imagen, sosteniendo una guitarra).
Se dice que el reverendo Call fue quien enseñó al joven Jasper Newton “Jack” Daniel los entresijos de la destilación del alcohol.
Fue en realidad un hombre llamado Nathan “Nearest” Green, esclavizado en la época, quien enseñó al joven Jack Daniel a destilar whisky. De hecho, el propio reverendo Call llegó a decir: “El tío Nearest es el mejor fabricante de whisky que conozco”. Sin embargo, su logro fue silenciado durante décadas y fue el reverendo quien se llevó todo el mérito de forma injusta.
En la actualidad, se venden 13,3 millones de cajas de esta bebida al año y Jack Daniel's está considerada como una de las marcas más valiosas del mundo. En 2017, se lanzó en el estado de Tennessee, en EE.UU., un nuevo whisky llamado Uncle Nearest en honor al verdadero maestro de la destilación. No se conocen fotografías de Nearest Green, pero en la imagen aparece su hijo, George Green (izquierda), sentado junto a Jack Daniel.
Monopoly, uno de los juegos de mesa más vendidos de todos los tiempos, ha superado los 250 millones de copias vendidas.
Su origen más difundido cuenta que un vendedor desempleado lo creó en su sótano durante la Gran Depresión. Pero, como ocurre con muchos mitos empresariales, la historia está muy exagerada: la realidad es tan despiadada como el propio juego.
La feminista de izquierdas Lizzie Magie inventó The Landlord's Game (“El juego del propietario”) en 1904 para promover el impuesto sobre la tierra y alertar sobre los peligros de la especulación inmobiliaria. Fue su juego el que Charles Darrow copió y presentó como propio a Parker Brothers en 1935, incluyendo incluso un error ortográfico calcado del original.
Parker Brothers evitó acciones legales comprando los derechos de The Landlord's Game, y pasaron 40 años hasta que la empresa reconoció públicamente que Magie era la verdadera creadora del que se convertiría en su título más vendido.
LEGO, el juguete favorito de millones de niños en todo el mundo, generó unos ingresos récord de unos 9.600 millones de dólares (8.800 millones de euros) en 2023. Ole Kirk Christiansen, fundador de la empresa danesa que conquistó el planeta, tuvo la idea de los famosos ladrillos en 1946, después de asistir a una demostración de una máquina de moldeo de plástico.
El dispositivo fabricaba bloques diseñados originalmente por la empresa británica Kiddicraft, que había lanzado sus cubos de construcción encajables Bri-Plax a finales de los años cuarenta.
Aunque Christiansen mejoró el diseño, los ladrillos LEGO eran, en esencia, una copia de los que había creado el inventor británico Hilary Fisher Page, fundador de la empresa Kiddicraft.
LEGO mantuvo que Page no tenía inconveniente en que se usara su diseño. Sin embargo, en 1982, la compañía danesa adquirió discretamente los derechos de Kiddicraft, llegó a un acuerdo extrajudicial con la empresa y eliminó toda referencia a Page y Kiddicraft de su historia corporativa.
A Isaac Merritt Singer se le atribuye la invención de la máquina de coser moderna y la fundación de la empresa que lleva su nombre. A lo largo de los años, su producto ha generado miles de millones de dólares en ingresos y la marca Singer se ha convertido en sinónimo de innovación en todo el mundo.
Sin embargo, Singer no fue el verdadero inventor del invento y fue acusado de haber copiado el diseño —incluido su componente clave, la puntada de doble aguja— de otro pionero de la costura: Elias Howe.
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Al parecer, el propio Howe tampoco era ajeno al plagio, y fue acusado de haber copiado buena parte del diseño de su máquina al inventor John Fisher. Sin embargo, a diferencia de Fisher, Howe sí registró una patente en 1846. Gracias a ella, demandó a Singer por infringir sus derechos y presentó varias impugnaciones legales.
Howe ganó los distintos juicios, que se prolongaron entre 1849 y 1854, y se le concedió una suma global en concepto de derechos, además de una parte de los beneficios generados por Singer. Fisher, en cambio, no recibió nada.
Muchos consideran a Galileo Galilei el inventor del telescopio. Y aunque este genio renacentista es admirado como padre de la astronomía observacional y de la física moderna, lo cierto es que no fue él quien tuvo la idea original.
Ese mérito corresponde al fabricante de lentes neerlandés Hans Lipperhey.
Hans Lipperhey ideó el primer telescopio en 1608 e incluso trató de obtener una patente para su invento, aunque nunca se le concedió. Galileo conocía el diseño, que llamaba las “gafas de perspectiva neerlandesas”, y es muy probable que tuviera acceso a instrucciones detalladas.
En cualquier caso, el astrónomo italiano no tardó en construir su propia versión a partir de la innovación de Lipperhey, apropiándose esencialmente del diseño básico.
La imagen muestra un grabado del poeta inglés John Milton visitando a Galileo entre 1638 y 1639.
Thomas Edison inventó la bombilla… o al menos eso nos enseñaron en el colegio. Lo cierto es que el innovador estadounidense tomó ideas de otros inventores y las combinó con sus propios conocimientos para crear, en 1879, la primera bombilla incandescente con éxito comercial.
Parte del concepto procedía de los inventores canadienses Henry Woodward y Matthew Evans, quienes vendieron a Edison la patente de su diseño tras no conseguir financiación para desarrollarlo.
Edison también se inspiró en gran medida en los diseños de Joseph Swan para la iluminación eléctrica con filamento de carbono, publicados en la revista estadounidense Scientific American, una de las publicaciones de divulgación científica más antiguas y prestigiosas del mundo.
Dado que Swan (en la imagen) había registrado una patente para esta tecnología antes que Edison, el inventor británico lo demandó por infracción de patente… y ganó.
Edison también basó algunos aspectos de su diseño en el trabajo del ingeniero estadounidense William Sayer, un hecho que finalmente llevó a las autoridades de EE.UU. a anular sus patentes.
Aunque parezca increíble, Thomas Edison fue acusado de apropiarse de las ideas detrás de varios de sus inventos más famosos, incluido el proyector de cine.
Charles Francis Jenkins y Thomas Armat presentaron por primera vez en 1895 un dispositivo de proyección de imágenes al que llamaron Phantoscope. Sin embargo, al no poder financiar su fabricación, vendieron la idea a The Kinetoscope Company, propiedad de Edison.
La empresa recurrió entonces a Thomas Edison para obtener financiación. Deseoso de seguir ampliando su fama, Edison —gran estratega del marketing— accedió a invertir, pero con una condición: que se le reconociera como único inventor del dispositivo.
Los verdaderos creadores quedaron borrados de la historia, y el producto se rebautizó como el Vitascope de Edison.
Muchos también consideran que Edison inventó el fonógrafo, también conocido como gramófono o tocadiscos. El inventor estadounidense concibió una máquina que podía grabar y reproducir sonido en 1877 y describió la innovación como su "bebé".
Aunque se cree que Edison tuvo la idea de forma independiente, un impresor francés llamado Édouard-Léon Scott de Martinville (en la foto) creó el primer dispositivo de grabación de sonido.
De Martinville obtuvo la patente de su fonautógrafo en 1857, veinte años antes de que Edison sorprendiera al mundo con su propio dispositivo. Además, otro inventor francés, Charles Cros, ya había ideado un método de grabación de sonido antes que Edison, también en 1877.
Aun así, Edison —que aparece en la imagen junto a su invento— suele llevarse todo el mérito por haber creado esta tecnología.
Marcados por traiciones descaradas y presuntos plagios, los inicios de Facebook fueron, como mínimo, turbulentos. En 2002, los estudiantes de Harvard Cameron y Tyler Winklevoss se unieron a su compañero Divya Narendra para desarrollar el precursor de Facebook, al que llamaron HarvardConnection (más tarde ConnectU).
En noviembre de 2003, Mark Zuckerberg, su compañero de clase, fue contratado para ayudar a poner en marcha la red social, pero, por desgracia para ellos, él tenía otros planes.
Zuckerberg ya había generado polémica en el campus el verano anterior con FaceMash, una página web similar a Hot or Not, donde los estudiantes podían votar quién era más atractivo, por la que estuvo a punto de ser expulsado.
Mientras aparentaba estar trabajando para los hermanos Winklevoss y Narendra, en realidad estaba desarrollando su propia red social, que lanzó en febrero de 2004 bajo el nombre de thefacebook.com, dejando a sus compañeros completamente al margen.
Convencidos de que Zuckerberg les había robado su propiedad intelectual, lo demandaron y, tras una larga batalla legal, consiguieron un acuerdo de 65 millones de dólares (59,6 millones de euros) en 2008. Eso equivaldría a casi 94 millones de dólares (86,2 millones de euros) hoy en día.
Guglielmo Marconi es reconocido prácticamente en todo el mundo como el inventor de la radio. El innovador italiano fue aclamado por introducir esta tecnología en el mundo y ganó un premio Nobel conjunto por sus esfuerzos en 1909.
Toda la adulación debió de enfurecer a Nikola Tesla (en la foto), quien afirmó que Marconi había utilizado 17 de sus patentes para desarrollar este avance.
Que Nikola Tesla fuera el verdadero inventor de esta tecnología es un tema debatido, pero lo que está claro es que el ingeniero y visionario de origen serbio sentó muchas de las bases que permitieron a Guglielmo Marconi comercializar el dispositivo.
Aunque Tesla ya había registrado las patentes de la tecnología esencial de la radio en EE.UU. en el año 1900 —y las de Marconi habían sido rechazadas por solaparse con las suyas—, en 1904 la Oficina de Patentes de EE.UU. dio marcha atrás y otorgó a Marconi el reconocimiento oficial como inventor de la radio.
Se cree que el respaldo económico del que gozaba Marconi fue clave en esta polémica decisión. Tesla intentó llevarlo a los tribunales, pero no disponía de recursos para costear el proceso judicial.
El láser, una innovación revolucionaria con múltiples aplicaciones, es tan rentable como versátil: mueve unos 18.000 millones de dólares (16.500 millones de euros) al año en todo el mundo. Gordon Gould, entonces estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia (EE.UU.), fue quien ideó la primera forma práctica de generar un haz intenso de luz monocromática alimentado por radiación, y acuñó el término láser en 1957.
Sin embargo, al no contar con un modelo funcional, pensó que no podría patentar su idea y decidió posponer el trámite hasta 1959.
Mientras tanto, algunos de sus compañeros de laboratorio registraron sus propias patentes sobre la tecnología, apropiándose claramente de su idea. Gould inició una batalla legal que se prolongó durante 30 años, un proceso agotador en los tribunales.
Pero la lucha no fue en vano: en 1987, se reconoció a Gould como el verdadero inventor del láser, obteniendo 48 patentes y varios millones de dólares en concepto de derechos.
En 2008, con motivo del 200 aniversario de su nacimiento, el gobierno italiano proclamó que el pionero florentino de las telecomunicaciones Antonio Meucci fue el verdadero inventor del teléfono, y no les faltaba razón.
En 1871, Meucci presentó su innovación, el telettrofono, y solicitó una reserva de patente para su dispositivo, varios años antes de que Bell —que trabajaba en el mismo laboratorio— registrara la suya.
Meucci intentó obtener la licencia para su telettrofono, pero fue rechazado por empresas como Western Union Telegraph, y la reserva de patente expiró en 1874.
Si el inventor italiano hubiera podido pagar el equivalente actual a 225 dólares (206 euros), es probable que Bell no hubiera conseguido registrar su propia patente. Meucci intentó denunciar los hechos, pero falleció antes de que concluyera el proceso judicial.
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