El Palacio de Buckingham es uno de los monumentos más reconocibles del mundo. Es la residencia oficial de la monarquía británica en Londres desde 1837 y ha sido testigo de más de tres siglos de historia.
Esta obra maestra de la arquitectura ha sufrido varias transformaciones. Más allá de su conocida fachada, sus salones y galerías son fascinantes no solo por sus lujosos interiores. También lo son por las apasionantes historias y secretos que esconden.
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Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
El rey Carlos saludó a la multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham el día de su coronación en mayo de 2023. Curiosamente, decidió no convertir la residencia en su hogar cuando ascendiera al trono.
Se están llevando a cabo amplias reformas en todo el palacio, lo que ha impedido que el monarca y la reina Camilla se instalen en él. Se dice que el rey prefiere Clarence House como residencia permanente y se desconoce si la pareja real tiene intención de trasladarse al palacio en el futuro.
Es el primer monarca desde que la reina Victoria se instaló aquí en 1837 que no utiliza el palacio como residencia principal.
Repasemos su historia...
La historia del Palacio de Buckingham abarca generaciones de gobernantes británicos. Fue construido por el duque de Buckingham en 1703 como una mansión neoclásica antes de ser adquirido por el rey Jorge III en 1762. En aquella época, se conocía como la Casa de la Reina. El Palacio de Saint James seguía siendo la sede oficial de la corte.
Sin embargo, el Palacio de Buckingham fue ampliado en el siglo XVIII y la reina Victoria se convirtió en la primera monarca en residir en él en 1837.
El palacio cuenta con 775 habitaciones, que se extienden sobre una superficie de 15 hectáreas. Si la bandera real ondea en lo alto del tejado, significa que el monarca se encuentra en el interior. Cuando ondea la bandera británica, como en la foto, significa que se encuentra en otro lugar.
El palacio no siempre fue tan grande. La reina Victoria se quejó de la falta de espacio tan solo ocho años después de mudarse. Ansiosa por conseguir más espacio para su creciente prole, pidió al arquitecto Edward Blore que diseñara los planos de una cuarta ala, que se terminó en 1849.
A pesar de sus lujosos interiores, el palacio tenía graves deficiencias. Las chimeneas echaban tanto humo que no se podían encender constantemente, lo que dejaba el palacio helado. El exterior se ennegreció y deterioró por el aire contaminado de Londres, ya que estaba construido con piedra blanda de Caen.
Esta fotografía fue tomada durante el Jubileo de Diamante de la reina en 1897.
Otro resultado del deseo de la reina Victoria de ampliar el palacio fue que hubo que trasladar el Marble Arch. Durante 17 años fue la entrada oficial al Palacio de Buckingham, pero quedó eclipsado por el diseño del palacio de Blore.
En 1850, el Marble Arch fue desmantelado y trasladado junto a la puerta Cumberland de Hyde Park. El plan era convertir el arco en una gran entrada al parque real, a tiempo para la Gran Exposición de 1851.
La retirada y reconstrucción piedra a piedra fue supervisada por el arquitecto Thomas Cubitt, que completó todo el proceso en solo tres meses.
La foto es de 1904.
Pocos años después, se decidió hacer otro gran cambio.
Debido a los continuos problemas con el descoloramiento de la mampostería del palacio, en 1913, se tomó la decisión de renovar la fachada.
El arquitecto Aston Webb, que ya había trabajado en el Museo Victoria and Albert de Londres, utilizó piedra de Portland y se inspiró en el Lyme Park de Giacomo Leoni, en el condado de Cheshire, para el nuevo aspecto del palacio.
En su obituario en el periódico The Times, se decía que "sustituyó la "sordidez" de la fachada anterior con una rapidez y un aplomo excepcionales".
Quizás te sorprenda saber que el soberano no es propietario del palacio. El Palacio de Buckingham forma parte de los bienes de la corona y pertenece al monarca reinante en virtud de la corona durante su reinado.
Aunque la difunta reina Isabel II vivió en los aposentos privados del Palacio de Buckingham durante gran parte de sus 70 años de reinado, siempre lo consideró más su oficina que su hogar.
No obstante, el palacio ha sido el epicentro de muchos de los eventos reales más prestigiosos de nuestro tiempo...
La difunta reina Isabel II se mudó al Palacio de Buckingham cuando era niña. Fue el 12 de mayo de 1937, cuando su padre fue coronado rey Jorge VI tras la abdicación del rey Eduardo VIII en diciembre de 1936.
Según observó su niñera, Marion Crawford, la vida en el palacio levantaba "una cortina de cristal entre tú y el mundo exterior", y la princesa pasaba horas mirando por la ventana, preguntándose cómo sería la vida de la "gente real".
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939, Isabel y su hermana, la princesa Margarita, fueron evacuadas al castillo de Windsor, mientras que sus padres permanecieron en el palacio para mostrar su solidaridad con sus súbditos.
El palacio fue bombardeado en siete ocasiones durante la guerra. En la foto, se ve al rey y a la reina inspeccionando los daños tras un bombardeo alemán el 11 de septiembre de 1940, que destruyó la capilla.
En aquel momento, la reina dijo: "Me alegro de que nos hayan bombardeado. Ahora puedo mirar a la cara al East End".
Durante la guerra, el Palacio de Buckingham se utilizó como centro de comunicaciones. La Oficina Postal de la Corte, creada en 1897, se utilizó durante este turbulento periodo para facilitar la correspondencia en tiempos de guerra.
En esta foto de 1941, se puede ver a los trabajadores de la oficina de correos trabajando en máquinas de escribir mientras el empleado de ventanilla atiende una consulta.
En la actualidad, según la serie Secrets of the Royal Palaces del canal británico Channel 5, se ha revelado que el Palacio de Buckingham también tiene su propio cajero automático y consultorio médico.
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El palacio apoyó a los veteranos de guerra y a los soldados con eventos benéficos como el que se muestra en la foto.
Esta foto, tomada el 17 de diciembre de 1942, muestra una fiesta de Navidad organizada por la asociación The Not Forgotten en el Palacio de Buckingham. Incluía grandes mesas preparadas para una suntuosa cena y mucho espíritu navideño en una época difícil.
El palacio volvió a ser escenario de celebraciones públicas cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en Europa el 8 de mayo de 1945.
Una gran multitud se congregó en el Palacio de Buckingham para celebrar el Día de la Victoria en Europa y ver al rey, a la reina y al primer ministro británico Winston Churchill saludar desde el balcón real.
Esa noche, la princesa Isabel, vestida con su uniforme militar, se coló entre la multitud con su hermana para disfrutar de las festividades. "Creo que fue una de las noches más memorables de mi vida", recordó más tarde.
Después de la guerra, el Palacio de Buckingham volvió a ser un hogar familiar tranquilo. El interior, grandioso pero acogedor, se puede ver en esta íntima fotografía del rey Jorge VI y la reina Isabel en sus aposentos privados, tomada con motivo de su 25º aniversario de boda en 1948.
Las columnas de mármol flanquean la ornamentada chimenea, pero los muebles tapizados con acogedores tejidos y alfombras crean un ambiente cálido.
El día de su boda, en 1923, la pareja tuvo que volver varias veces al balcón del palacio para saludar a la multitud, tal era el entusiasmo de los asistentes. Cuando el rey se quejó, se dice que su esposa le respondió: "Algún día quizá no nos quieran".
El 9 de julio de 1947, la princesa Isabel, de 21 años, y el teniente Felipe Mountbatten anunciaron su compromiso en una sesión fotográfica en el Salón Blanco del Palacio de Buckingham. La feliz pareja aparece en la foto junto a la reina Isabel, el rey Jorge VI y la princesa Margarita.
El príncipe Felipe le había pedido matrimonio el año anterior, pero la pareja había acordado esperar un año más antes de hacer el anuncio.
Con un vestido de Norman Hartnell en satén duquesa, Isabel y Felipe se casaron en la abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947. Después, celebraron un banquete nupcial e hicieron la sesión de fotos oficial en el palacio.
En la imagen, se ve a los recién casados saludando a la multitud desde el emblemático balcón, pero no encontrarás ninguna foto de ellos besándose, ya que en aquella época no era tradición real hacerlo.
Cinco años después, esta misma escena se veía muy diferente. ¿La quieres ver?
La reina Isabel II fue coronada monarca el 2 de junio de 1953, tras el fallecimiento de su padre. Sin embargo, se mostró reacia a volver al Palacio de Buckingham después de disfrutar de una vida familiar relativamente normal en Clarence House, en el barrio londinense de Westminster, y en Malta, donde el príncipe estaba destinado con la Marina.
En la foto, aparece junto al príncipe Felipe y sus dos hijos, el príncipe Carlos y la princesa Ana, en el balcón del Palacio de Buckingham tras la ceremonia de coronación en la abadía de Westminster.
El 25 de diciembre de 1957, la reina Isabel II pronunció su primer discurso televisado de Navidad a la nación desde sus aposentos privados, que se ven aquí.
Hasta su traslado definitivo al castillo de Windsor, la difunta reina residía durante la semana en el apartamento privado de nueve habitaciones del palacio.
Sin embargo, según el libro The Firm, de la autora real Penny Junor, ella quería quedarse en la cercana Clarence House. El ex primer ministro británico Winston Churchill la convenció para que se mudara al Palacio de Buckingham.
El palacio ha recibido numerosas visitas de personalidades importantes, entre ellas, el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y la primera dama Jacqueline Kennedy. Los puedes ver en la foto antes de una cena ofrecida por la reina Isabel II en su honor en el palacio en junio de 1961.
Durante el reinado de la difunta reina hubo 14 presidentes de los Estados Unidos y, con la excepción del presidente Johnson, la monarca se reunió con todos ellos.
Además de ser un lugar para recibir a dignatarios, el palacio era el hogar de la familia. Con tantas habitaciones y pasillos interminables, el Palacio de Buckingham debió de parecer un glorioso patio de recreo al príncipe Carlos y a su hermana, la princesa Ana, durante su infancia.
Esta encantadora imagen de los hermanos en la Galería de Pinturas fue tomada para conmemorar el octavo cumpleaños del príncipe, el 14 de noviembre de 1956.
A excepción de la princesa Ana, que nació en Clarence House, todos los hijos de la reina Isabel II nacieron en el Palacio de Buckingham.
En la foto, vemos a la familia en uno de los salones privados del palacio en 1972, con motivo de las bodas de plata de la reina y el príncipe Felipe. De izquierda a derecha: la princesa Ana, el príncipe Andrés, el príncipe Felipe, la reina Isabel, el príncipe Eduardo y el príncipe Carlos.
¿Qué relación tuvo el futuro rey con el palacio?
El rey Carlos III pasó gran parte de su infancia en el Palacio de Buckingham. Allí permaneció cuando estuvo de permiso del servicio militar entre 1971 y 1977.
Unos años más tarde, la futura esposa de Carlos, Lady Diana Spencer, vivió en el palacio mientras se preparaba una de las bodas reales más importantes de la historia.
El príncipe Carlos, como se le conocía entonces, y la difunta princesa Diana iniciaron una nueva tradición real cuando se besaron en el balcón del Palacio de Buckingham el 29 de julio de 1981.
Según el periódico británico The Daily Mirror, el príncipe se olvidó de besar a su novia después de pronunciar sus votos en la catedral de San Pablo, por lo que decidió compensarlo después en el balcón.
La boda de cuento de hadas fue vista por una audiencia mundial de alrededor de 750 millones de personas, mientras que más de medio millón de personas se alinearon en las calles de Londres para ver a la princesa con su glorioso vestido.
Siguiendo los pasos de su padre, el príncipe Guillermo besó a su nueva esposa Catalina el día de su boda en el emblemático balcón el 29 de abril de 2011.
A pesar de no haber vivido nunca en el Palacio de Buckingham, este ha sido un lugar constante en la vida del príncipe, desde sus apariciones habituales en el balcón cuando era niño hasta su papel protagonista en su boda.
Además de un almuerzo formal para 600 invitados en el palacio, ofrecido por su abuela, la reina Isabel II, las celebraciones de la boda incluyeron una cena para 300 personas, ofrecida por su padre, el entonces príncipe Carlos.
Sin embargo, no todos los que han pisado el palacio a lo largo de los años han sido invitados por sus residentes.
Poco después de la boda de Carlos y Diana, el 9 de julio de 1982, se produjo la peor violación de la seguridad en la historia del Palacio de Buckingham. Michael Fagan, un decorador desempleado, se subió a una tubería de desagüe y accedió al dormitorio de la reina Isabel II sin ser detectado por las cámaras ni el personal.
El Palacio de Buckingham no estaba abierto al público en ese momento, lo que posiblemente despertó la curiosidad de la gente por ver el interior, pero no tardó mucho en cambiar...
El palacio se abrió al público en 1993 y rápidamente se convirtió en uno de los destinos turísticos más populares de Londres. Cuenta con un total de 775 habitaciones, entre las que se incluyen 19 salones de estado, 52 dormitorios reales y de invitados, 188 dormitorios para el personal, 92 oficinas y 78 baños, además de la Gran Escalera del arquitecto John Nash, que se puede ver en la foto.
El Palacio de Buckingham cuenta con la asombrosa cifra de 760 ventanas y 1.514 puertas, además de la ya mencionada oficina de correos, el cine y el cajero automático, instalado por el banco real de confianza, Coutts.
Exploremos algunas de las salas más emblemáticas y sus características más sorprendentes...
Las salas de estado están abiertas al público de julio a septiembre de cada año. Entre lo más destacado se encuentra el Salón del Trono, que se ve en la foto, diseñada por John Nash.
En el centro de la sala hay un par de tronos conocidos como las Sillas del Estado, que se utilizaron en la ceremonia de coronación de la reina en 1953. En consonancia con su visión de la sostenibilidad, se reutilizarán para la coronación del rey Carlos en 2023.
El rey Jorge IV, que amplió el palacio en el siglo XIX con un gasto considerable, era un gran amante del lujo. El Salón Blanco, que se ve en la foto, es quizás el más grandioso de todos los salones de estado.
Cuando no está abierto al público, sirve como sala de recepción real para que el rey y los miembros de la familia real se reúnan antes de los actos oficiales.
Cuenta con una puerta secreta disimulada como un espejo y un armario, que la difunta reina Isabel II utilizaba para entrar en la sala desde sus aposentos privados.
La Galería de Imágenes muestra algunas de las mejores pinturas de la Colección Real, incluyendo obras de Tiziano, Rembrandt, Rubens y Van Dyck.
La galería, una de las principales salas de estado, suele ser el escenario de visitas de estado y recepciones. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, fueron recibidos allí en 2019.
Abierto al público y utilizado como sala de recepción por la familia real, el Salón Verde debe su nombre a los revestimientos de seda verde y dorada. Se instalaron en 1834 a instancias de la reina Adelaida, conmovida por la difícil situación de los trabajadores de la seda empobrecidos de Irlanda que los fabricaban.
Originalmente, el suelo, los adornos y las cortinas eran de un tono verde similar, pero posteriormente se colocó una alfombra de color rojo rubí para romper la monotonía del color.
Aunque hay un piano en la sala de música, normalmente se utiliza como espacio donde se presenta a los invitados al rey antes de la cena.
También es un lugar muy popular para los bautizos reales, incluidos los de los tres hijos mayores de la difunta reina Isabel II, que fueron bautizados allí con agua traída del río Jordán.
Conocida originalmente como el Salón de los Arcos, la Sala de Música del Palacio de Buckingham se terminó de construir en 1831 y no ha sufrido ninguna modificación desde entonces.
La siguiente sala solo lleva abierta al público un año...
El Salón Amarillo se abrió al público por primera vez en julio de 2024, cinco años después del inicio de un enorme proyecto de renovación que se espera que esté terminado en 2027. Era la primera vez que el ala este del palacio, hasta entonces privada, se abría a los visitantes en grupos guiados.
En 1855, esta impresionante sala fue redecorada y revestida con rica seda amarilla para la visita de Estado del emperador Napoleón III y la emperatriz Eugenia. Más tarde, fue sustituida por un papel pintado chino descubierto por la reina María después de la Primera Guerra Mundial.
Quizás aún más fascinante para los visitantes es el Salón Central, a través de la cual la familia real accede al famoso balcón desde donde saluda al público.
Es una oportunidad única para ver las vistas desde la perspectiva de la realeza, aunque no se permite a los visitantes salir al balcón. Es la primera vez que esta sala se abre al público.
Como era de esperar, los jardines son tan espectaculares como el interior del palacio. Descritos como "un oasis amurallado en medio de Londres", son los jardines privados más grandes de la capital, con 325 especies de plantas silvestres, 30 especies de aves reproductoras y más de 1000 árboles, entre ellos 98 plátanos y 85 especies diferentes de robles.
Los terrenos tienen un lago en el centro, creado en el siglo XIX y alimentado originalmente por el desbordamiento del lago Serpentine, en Hyde Park. Los visitantes pueden recorrer los jardines e incluso hacer un picnic en los amplios prados.
Los terrenos del Palacio de Buckingham son tan extensos que pueden aterrizar helicópteros en ellos. La primera vez que esto ocurrió fue justo antes de la coronación de la reina Isabel II en 1953. El helicóptero no aterrizó en un helipuerto oficial, sino en una zona de aterrizaje para helicópteros, que siguió utilizándose durante muchos años.
En 2000, la familia real construyó un helipuerto oficial para proteger el césped. Se consideró que un helipuerto de hormigón era antiestético, por lo que se creó el helipuerto real a partir de una capa de esteras debajo del césped.
En la foto, aparece el Marine One, el helicóptero del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, que transportó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y a Melania Trump antes de la ceremonia de bienvenida en junio de 2019.
El rey Carlos y la reina Camila regresaron al Palacio de Buckingham después de su coronación en el Carruaje de Estado de Oro en 2023.
Las históricas carrozas y carruajes utilizados por la familia real se conservan en las Royal Mews del Palacio de Buckingham, que celebraron su 200 aniversario en mayo de 2025.
Además de desempeñar un papel crucial en todas las bodas y coronaciones reales desde su construcción, las Royal Mews albergaron una escuela para los hijos del personal del palacio durante el reinado de la reina Victoria y acogieron una merienda para los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial.
En junio de 2022, una multitud se congregó a las puertas del palacio para vitorear a la difunta reina Isabel II durante las celebraciones de su Jubileo de Platino. La reina apareció en el balcón junto a la entonces duquesa de Cornualles y el príncipe Carlos, ahora rey Carlos y reina Camila. También estuvieron junto con el príncipe Jorge, el príncipe Guillermo, la princesa Charlotte, el príncipe Luis y la duquesa de Cambridge, ahora conocida como princesa de Gales.
Las celebraciones duraron del 2 al 5 de junio de 2022 y marcaron el 70º aniversario del reinado de la reina. La Fiesta de Platino también tuvo lugar en el palacio, con actuaciones de Alicia Keys, Elton John, Rod Stewart y Diana Ross, y culminó con un espectáculo de luces épico con 400 drones.
El palacio no solo ha congregado multitudes en momentos de celebración y jubileo.
Cuando la reina Isabel II falleció pocos meses después, el 8 de septiembre de 2022, se recibieron homenajes de todo el mundo.
Aunque la difunta monarca había convertido el castillo de Windsor en su residencia oficial permanente durante la pandemia, el Oalacio de Buckingham siguió siendo el centro de atención pública tras su muerte. Multitud de personas se congregaron en este emblemático lugar en los días previos a su funeral de estado para presentar sus respetos.
Tras la ascensión al trono del rey Carlos III, el monarca ha convertido Clarence House en su residencia mientras se llevan a cabo amplias reformas en el Palacio de Buckingham. Se espera que este ambicioso proyecto dure al menos hasta 2027 y se dice que su coste ascenderá a la impresionante cifra de $506 millones (464 millones de euros).
La infraestructura del edificio necesita urgentemente una reforma completa para evitar daños a largo plazo en el edificio y su contenido. El cableado eléctrico, la fontanería y la calefacción del palacio no se han renovado desde los años cincuenta.
El ala este fue la primera sección del palacio en someterse a una renovación, lo que supuso retirar y conservar todo lo que había dentro de sus habitaciones. Se trata de 200 cuadros, 40 lámparas de araña, 1100 objetos de cerámica y cristal, 100 espejos, 30 relojes, 200 libros, 300 muebles de lujo, 560 muebles de uso cotidiano y 40 textiles históricos.
En esta imagen, un miembro del personal del Royal Collection Trust se ocupa del reloj Kylin en el Salón Amarillo antes de que la sala se abriera al público en 2024.
Hay más de 1.600 relojes en la Colección Real y los conservadores relojeros deben ajustar los relojes de las residencias oficiales de la monarquía a lo largo del año.
Más allá de las renovaciones, se dice que el rey tiene planes ambiciosos para hacer que el Palacio de Buckingham sea más "inclusivo" para una nación moderna. Según se informa, el rey y la reina están deseando abrir más partes del palacio al público y celebrar más recepciones y eventos en sus salas sagradas.
Incluso se barajó la idea de celebrar el popular programa de televisión Strictly Come Dancing de la cadena británica BBC en el salón de baile del palacio, aunque parece que se ha descartado.
Si fuera así, se necesitaría mucha seguridad...
A medida que la finca del centro de Londres se vuelve más accesible al público, la seguridad será una prioridad para los responsables de la gestión del Palacio de Buckingham.
En 2023, se reveló que se habían publicado en Internet documentos confidenciales que revelaban el funcionamiento interno del palacio. Entre los materiales subidos al portal de planificación del Ayuntamiento de Westminster, se encontraban archivos sin censurar y fotografías que detallaban la distribución del edificio y sus características de seguridad.
Los documentos incluían incluso las posibles ubicaciones de las habitaciones privadas del rey y la reina.
La filtración también reveló la ubicación de la piscina de la familia real, considerada uno de los secretos mejor guardados del palacio.
Según los informes, la piscina se instaló en 1938 en uno de los invernaderos del arquitecto John Nash, en la parte norte del palacio, después de que el rey Jorge VI ascendiera al trono. Se añadió para que la difunta reina Isabel II y su hermana pudieran aprender a nadar.
Se dice que el rey Carlos disfrutaba navegando con sus barcos de juguete en la piscina con sus amigos del colegio, mientras que la princesa Diana disfrutaba de un baño matutino y chapoteaba con el príncipe Guillermo y Harry cuando eran pequeños.
Con las amplias renovaciones en marcha y los prometedores planes del rey de compartir más de la finca con el público, es seguro que el Palacio de Buckingham seguirá siendo un emblemático lugar de referencia de la realeza durante las próximas décadas.
Sin embargo, no hay duda de que habrá algunos cambios en la residencia real en un futuro próximo. El rey Carlos ha dejado claro que quiere que el palacio y todas las propiedades de la corona sigan siendo rentables y adecuadas para su propósito durante muchos años.
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