El agua es un recurso valioso, pero reducir su consumo en el hogar cobra especial importancia durante los meses más cálidos. El calentamiento global, las restricciones temporales en el uso y el aumento del coste de la vida traen consigo sus propios problemas, por lo que ahorrar agua durante los periodos de sequía es una decisión sensata y necesaria.
Desde aparatos que reducen el consumo de agua hasta nuevos hábitos, haz clic o sigue leyendo para descubrir trucos para ahorrar agua durante los meses más cálidos y el resto del año.
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveMONEY.
En lugar de dejar correr el grifo hasta que salga fría, dejando que se desperdicie toda el agua, llena una jarra o una botella y guárdala en la nevera para beber agua fresca cuando la necesites.
Una jarra con filtro también puede ser una buena alternativa al agua embotellada que te permitirá ahorrar dinero.
¿Un extra? Añade trozos de fruta o pepino para darle un toque natural y refrescante.
¿Has estado fregando mal los platos toda tu vida? Si lo haces a mano, cambiar el orden puede ayudarte a ahorrar agua, tiempo y esfuerzo.
Los expertos recomiendan hacerlo así para mantener el agua y los platos lo más limpios posible durante el proceso de lavado: en agua caliente con jabón, empieza por lavar los vasos y luego las tazas.
A continuación, los platos pequeños, los platos llanos, los cubiertos, las fuentes y las sartenes. Las bandejas para asar deben dejarse para el final.
Además de lavar los artículos en el orden correcto para ser más eficiente, hay otras formas de reducir el consumo de agua al realizar esta tarea diaria.
Prueba a humedecer una esponja con jabón y un poco de agua antes de cerrar el grifo. Limpia los platos y vuelve a abrir el grifo solo cuando estés listo para enjuagar algunos artículos.
O, mejor aún, utiliza un recipiente para fregar o llena el fregadero con un tapón para no tener que dejar correr el agua.
No enjuagues los platos previamente, solo raspa los restos y puedes usar otro recipiente con agua limpia para aclarar.
Según un estudio del Canal de Isabel II con lavavajillas Balay, estos consumen 12 litros por lavado, frente a los 88 litros que se gastan al fregar a mano.
Asegúrate de ponerlo en marcha solo cuando esté lleno y selecciona el programa ecológico, si lo tiene. Esto también te supondrá un ahorro considerable en la factura.
No malgastes agua enjuagando los platos: basta con raspar los restos, ya que la mayoría de los lavavajillas tienen potencia suficiente para dejar los platos limpios.
Reutilizar el agua de cocción no solo es una forma inteligente de ahorrar, sino también un truco muy útil para el cuidado de las plantas.
Si has hervido verduras, el agua resultante estará llena de nutrientes ideales para dar un empujón a tus macetas.
Una vez fría, úsala para regar el jardín o las plantas de interior. Los amantes de la cocina sabrán que también se puede guardar para preparar salsas y guisos.
El agua de cocer la pasta es fantástica para ligar y espesar salsas.
¿Sabías que cocinar las verduras al vapor no solo ahorra agua, sino que también conserva mejor sus nutrientes?
Puedes encontrar vaporeras eléctricas que lo hacen todo por ti, pero la forma más sencilla y económica es añadir unos centímetros de agua a una sartén e introducir una cesta vaporera encima.
A medida que el agua hierve, el vapor sube y cuece las verduras. El agua sobrante se puede reutilizar para fregar los platos o regar las plantas una vez que se haya enfriado.
Hoy en día, muchos grifos y duchas están diseñados con reguladores de caudal que ahorran agua y mantienen una presión óptima.
Pero si todavía no tienes grifos de bajo consumo, puedes instalar una boquilla que cumpla esa función.
Se venden fácilmente por Internet y en muchas ferreterías o tiendas de bricolaje.
Dejar el grifo abierto mientras te cepillas los dientes, te afeitas o friegas los platos, aunque solo sea durante unos minutos, puede suponer un gasto considerable a lo largo del año.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cerrar el grifo durante el cepillado puede ahorrar hasta 12 litros por minuto.
Aunque es necesario, tirar de la cadena es uno de los mayores consumos de agua del hogar. Pero hay formas de reducir el gasto.
Si vas a renovar el baño, opta por un inodoro de doble descarga, con opciones para media o descarga completa.
También puedes colocar una bolsa de desplazamiento dentro de la cisterna. Al reducir el volumen de agua almacenado, estas bolsas pueden ahorrar hasta un litro cada vez que tiras de la cadena.
Son fáciles de instalar, no requieren mantenimiento y pueden ayudarte a ahorrar una media de unos 4.000 litros al año, además de reducir notablemente la factura.
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Se sabe que ducharse consume menos agua y energía que llenar una bañera, lo que significa que puedes ahorrar dinero y reducir tu consumo si eliges esta opción.
Además, acortar el tiempo bajo el agua ayuda todavía más. Intenta que tus duchas duren entre cuatro y siete minutos.
Lo más sencillo es poner un temporizador en el móvil. Incluso existen modelos de ducha con control digital que permiten establecer un límite de tiempo.
Instalar un cabezal de ducha de bajo consumo es una forma sencilla de reducir el gasto en agua y energía Gracias a los nuevos diseños, se puede ahorrar hasta un 50% de agua sin perder confort.
Algunos modelos permiten ajustar el tipo de chorro e incluyen funciones ecológicas que ayudan a reducir el consumo sin renunciar a una buena presión.
A veces, darse un baño es más práctico, sobre todo si tienes niños pequeños. Sin embargo, esa agua se puede aprovechar para regar el jardín.
Se considera “agua gris” la que proviene de la bañera, el fregado de platos o el ciclo de aclarado de la lavadora.
Especialmente en épocas de sequía, este tipo de agua puede servir para hidratar plantas del jardín.
Eso sí, ten en cuenta que los restos de jabón, detergente o suavizante pueden afectar a algunas especies, así que conviene usarla con precaución.
Al poner la lavadora solo cuando esté llena, no solo ahorras agua, sino también electricidad.
Cuando la pongas, aprovecha los programas eco y evita usar aclarados adicionales si no son necesarios.
Detectar y reparar fugas es fundamental para reducir el consumo de agua. Las causas más comunes son los grifos que gotean, las válvulas del inodoro y los cabezales de ducha.
Según un estudio de Bankinter, el simple goteo de un grifo puede suponer hasta 30 litros de agua al día, lo que se traduce en más de 10.000 litros al año.
En el caso de un inodoro con una fuga, la pérdida puede llegar a 200.000 litros anuales.
El blog económico también sugiere que arreglar un grifo que gotea puede suponer un ahorro de unos 19 euros al año, y sustituir un inodoro antiguo por uno eficiente puede ahorrar hasta 378 euros al año en tu factura del agua.
Además, puedes instalar detectores de fugas que cortan el agua y te avisan al móvil si detectan una pérdida.
Cambiar a un contador de agua te dará, naturalmente, una mejor indicación de cuánta agua estás utilizando y, por lo tanto, cuánto gastas.
Las investigaciones demuestran que los hogares con contador suelen consumir alrededor de un 12% menos de agua.
Si aún no tienes contador, lo mejor es contactar con tu compañía de agua para informarte.
También puedes instalar un contador de agua para controlar el consumo y aprender a reducirlo y, por lo tanto, a ahorrar en la factura.
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