¿Alguna vez te has considerado desafortunado? Pues piensa en esto: James Howells, ingeniero informático galés de 39 años (en la foto), ha perdido casi $800 millones (unos 744 millones de euros). Y lo que es peor, cree que sabe exactamente dónde está su fortuna, solo que no se le permite recuperarla.
Lo que le ocurrió a James es material de pesadilla. Es la historia de 8.000 Bitcoins valorados en casi $100.000 cada uno (unos 93.000 euros cada uno), el disco duro que los almacena y más de un millón de toneladas de basura. Han pasado 11 años desde que James tuvo su golpe de mala suerte, pero no se rinde.
Haz clic o desplázate para descubrir su angustiosa historia, y su incansable campaña para recuperar su dinero.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Ana Sabin Paz, redactora en español para loveMONEY.
James fue uno de los primeros en adoptar la criptomoneda Bitcoin. Cree que formaba parte de un grupo de solo cinco personas que instalaron por primera vez un software especial para "minar" las monedas haciendo que su ordenador resolviera problemas matemáticos muy complejos.
Hoy en día, estas tareas requieren mucha energía para completarse, y cuesta enormes cantidades de dinero acuñar un nuevo Bitcoin. Sin embargo, en la época en que James empezó a minar, era barato. Su ordenador trabajaba día y noche. Al final, su entonces pareja, Hafina, le pidió que dejara de minar porque el ventilador del portátil no la dejaba dormir en su casa de Newport, Gales del Sur, en el Reino Unido.
Para entonces, había creado unos 8.000 Bitcoins a cambio de unos $12 de electricidad, el equivalente a unos $20 actuales (unos 18,6 €). La criptomoneda en sí no tenía prácticamente ningún valor, por el momento.
Un día, James derramó limonada sobre su portátil. Nunca volvió a funcionar correctamente. Se le daban bien los ordenadores, así que lo desmontó en busca de repuestos y vendió algunas piezas. Otras las tiró, pero conservó la pieza más importante: el disco duro.
En cuanto a los datos, copió la mayor parte en un ordenador Apple. Sin embargo, un elemento -la clave de 64 caracteres para sus Bitcoins- no era compatible con esa máquina, así que lo dejó en el disco duro del portátil, que guardó en un cajón.
Se trataba de una caja metálica gris de aspecto poco llamativo, similar a la de la foto, que permaneció allí durante tres años, junto a otro disco duro vacío. James pensó poco en ello, pues estaba ocupado formando una familia con Hafina. Pero la gente de fuera del mundo de la tecnología empezaba a fijarse en la criptomoneda y su demanda iba en aumento.
En agosto de 2013, James decidió que necesitaba ordenar su oficina en casa.
Algunos objetos fueron a parar a bolsas de basura negras que colocó en su recibidor. Entre ellos estaba uno de los dos discos duros del cajón de su escritorio. Esa noche le preguntó a Hafina si podía llevar algunas de las bolsas al vertedero local. Ella no quiso y él no pensó más en ello. Pero al día siguiente, cuando volvía de llevar a los niños al colegio, se deshizo de las bolsas.
James hizo entonces un terrible descubrimiento: había metido en la bolsa el disco duro equivocado. No tardó en darse cuenta de la magnitud de su error cuando leyó una noticia sobre un noruego que se había comprado un apartamento con sus ganancias de Bitcoin. Al conectarse a Internet, vio que su propio botín valía unos $640.000 (unos 595.200 euros). Pero el tesoro estaba ahora en la basura.
James no tardó en averiguar que su disco duro habría acabado en el vertedero Docksway de Newport (en la foto). Pero localizarlo sería como encontrar una aguja en un pajar; el disco tiene el tamaño aproximado de un iPhone, y la instalación contiene unos 1,4 millones de toneladas de basura.
En cuanto le fue posible, James se reunió con las autoridades locales para preguntar si podían recuperar la unidad, pero esos esfuerzos quedaron en nada. La unidad probablemente habría pasado por compactadores de residuos que podrían haberla aplastado o incluso roto en pedazos. Pero un diminuto archivo del dispositivo podría, posiblemente, haber sobrevivido intacto. Y cada día tiene más valor.
Aunque el Bitcoin es notoriamente volátil, estaba subiendo rápidamente en 2013. Solo tres meses después de tirar accidentalmente su llave de seguridad, el valor de las 8.000 monedas de James se disparó hasta rondar los $5,1 millones (unos 4,7 millones de euros).
¿Te gusta? Haz clic en el botón "Seguir" de arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY
En los últimos años, el valor de Bitcoin ha aumentado exponencialmente. A pesar de algunas enormes caídas por el camino, ha alcanzado máximos históricos. El 4 de diciembre de 2024, el precio de un Bitcoin superó la barrera de los $100.000 (unos 93.000 euros). Ha retrocedido un poco desde entonces, pero mucha gente espera que siga siendo muy valioso o incluso que se revalorice más a corto o medio plazo.
El catalizador de su subida más reciente es la elección de Donald Trump para un segundo mandato como presidente de EE.UU. Trump ha prometido convertir a EE.UU. en la "capital criptográfica del planeta", y ha nombrado al criptoamigable Paul Atkins Comisionado del Mercado de Valores. Eso significa que el gobierno federal probablemente permitirá un entorno regulador más relajado que el que ha permitido bajo la presidencia de Biden.
Bitcoin parece tener un presente fantástico y la perspectiva de un futuro aún más dorado. Para James Howells, sin embargo, lo único que crece es la agonía de su desgracia.
Con el paso de los años, James ha construido su caso y reunido un equipo de primera para apoyarlo. Con el respaldo de un fondo de cobertura estadounidense, trabajan gratis, en el entendimiento de que si desentierran el disco duro, compartirán el botín.
El grupo incluye a un experto en Inteligencia Artificial que supervisaría un proceso de alta tecnología para examinar toneladas de basura mediante robots. Los consultores medioambientales dicen que podrían restaurar e incluso mejorar el vertedero tras la excavación. Hay un equipo jurídico disponible, y alguien que estuvo una vez al cargo del vertedero.
James también ha conseguido la ayuda de especialistas en recuperación de datos. Si encuentran el disco duro, dicen que es muy probable que puedan recuperar la clave digital de sus Bitcoins. En el pasado, las mismas personas han recuperado datos de inmersiones en aguas profundas, cajas negras de aviones de pasajeros e incluso del transbordador espacial Columbia que se estrelló contra la Tierra en 2003. En 2022, el expresentador de Top Gear Richard Hammond visitó a James y al equipo (en la foto, juntos) para hacer un documental sobre su lucha.
El equipo dice que podría llevar hasta 18 meses realizar la búsqueda del disco perdido, e incluso hasta tres años. Pero están dispuestos a compartir las recompensas. Entre las cosas que han ofrecido está un 10% para el Ayuntamiento de Newport, que James dice podría ayudar a transformar la zona (en la foto).
Anteriormente, también ha hablado de dar a cada residente de Newport una cantidad fija en Bitcoin y lanzar proyectos comunitarios, como un fondo empresarial para regenerar la economía local.
Lo único que se necesita para desbloquear esta generosidad es el permiso de la autoridad local para excavar en el vertedero de Docksway. El equipo afirma saber exactamente dónde buscar: una sección de la instalación llamada Celda 2/Área 2, lo que reduce su búsqueda. Desafortunadamente, el Ayuntamiento de Newport lo ve de manera diferente.
El ayuntamiento insiste en que no es posible desenterrar su vertedero. Dice que está obligado por la ley y que la normativa medioambiental no le permite interrumpir el vertido en tal caso. Su abogado ha alegado que la oferta de James de compartir los beneficios recuperados equivale a un soborno y que está intentando comprar algo que el ayuntamiento no está en condiciones de vender.
Además, afirma que, en cualquier caso, todo lo que se envía al vertedero es legalmente de su propiedad. Y solo él tiene autoridad legal para excavar en Docksway.
Ahora el ayuntamiento está preocupado por los cazadores de tesoros de terceros que invaden su vertedero, con la esperanza de desenterrar el disco duro desaparecido. Ha tenido que aumentar la seguridad en el lugar, y los funcionarios dicen que todo este asunto distrae la atención de los deberes públicos del ayuntamiento.
James ha presentado ahora una demanda ante el Tribunal Superior contra el ayuntamiento de Newport por casi $635 millones (unos 590 millones de euros) por retener lo que afirma que es de su propiedad. En otra vista celebrada en diciembre, el ayuntamiento intentó que se desestimara la demanda antes de llegar al tribunal superior. El juez se ha reservado el fallo hasta una fecha posterior.
Mientras tanto, James dice que está dedicando todo su tiempo, esfuerzo y recursos a la lucha por recuperar su disco duro. Tiene una aplicación de seguimiento de Bitcoin en su móvil, pero dice que no comprueba el valor de la criptomoneda a diario e intenta no pensar en el hecho de que, en teoría, debería ser millonario.
En sus redes sociales aparece un cartel sobre su foto con las palabras "Never give up" (Nunca te rindas).
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón "Seguir" de arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY