¿Te has imaginado alguna vez cómo sería dejar atrás la vida urbana y vivir totalmente aislado de la civilización? Echamos un vistazo a lo que supone desaparecer del mapa en la hermosa naturaleza norteamericana. Conocemos también a las personas que han hecho precisamente eso y ahora viven un modo de vida único.
De Missouri a Alaska, haz clic o desplázate para explorar estas increíbles casas...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
Enclavada en lo alto de las montañas de Wyoming, a poco más de 557 metros sobre el nivel del mar, esta cabaña en miniatura sobre ruedas pertenece a Ariel McGlothin. Se llama cariñosamente Fy Nyth, que en galés significa "Mi Nido".
Desde 2014, lleva un estilo de vida minimalista sin conexión a la red, que comparte en un recorrido en vídeo con los cineastas de Tiny House Expedition.
La distribución de la casita se diseñó de forma inteligente para aprovechar al máximo el reducido espacio. Es acogedora, pero Ariel tiene todo lo que necesita. La cocina cuenta con un banco de encimeras para preparar la comida y utiliza un depósito externo de gas propano para cocinar.
El resto de los electrodomésticos funcionan con electricidad generada por energía solar, lo que hace que el funcionamiento de esta propiedad de bolsillo sea relativamente ecológico. Además, Ariel parte su propia leña para calentarse, transporta el agua a mano, utiliza un retrete de compostaje y cultiva toda la comida que puede.
Todos los espacios de la casita tienen que tener doble función debido a su reducido tamaño. Por ejemplo, la zona de estar de Ariel se transforma rápidamente en una cama doble para invitados, ideal para recibir visitas.
El almacenamiento es abundante y, además de útiles estanterías escondidas en los aleros, también hay espacio extra debajo de la zona de estar. La mesa de comedor incluso se pliega cuando no se utiliza.
Mantener la casa en funcionamiento día a día no es tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta que el clima de Wyoming puede ser severo en invierno. Ariel debe quitar continuamente la nieve de alrededor de la casa para mantener despejadas las rejillas de ventilación y permitir que salgan los humos del propano.
A pesar de su pequeño tamaño, la cabaña tiene una zona para dormir. Durante la noche, Ariel sube las escaleras hasta su acogedor dormitorio tipo loft. El espacio para dormir es sorprendentemente amplio, con un colchón doble y más armarios a los pies de la cama.
Para dotar a su casa de agua corriente, Ariel debe llenar los depósitos de servicio desde el exterior de su casa, donde también tiene un columpio y una barbacoa para disfrutar en los meses más cálidos.
Cuando no está manteniendo su casa en orden, le gusta pasar el tiempo fuera practicando senderismo, jardinería y fotografiando el mundo natural con Burley, su pastor inglés.
En lo más profundo de la naturaleza canadiense, encontrarás esta pintoresca cabaña de madera, hogar del bloguero, educador en autosuficiencia y fotógrafo Shawn James, así como de su perro. Shawn se alejó de la ciudad para disfrutar de una vida más sencilla, libre del estrés que asocia a las posesiones materiales.
Tras pasar un tiempo aprendiendo técnicas tradicionales, Shawn construyó su cabaña con materiales que él mismo recogió del bosque, utilizando sobre todo herramientas manuales. Desde que comenzó esta aventura en 2017, ha seguido documentando sus progresos en su canal de YouTube y en su blog. Incluso ha añadido una cocina exterior, una letrina, una leñera y una sauna.
Aunque pueda parecer idílico, vivir de la tierra en condiciones tan extremas no está exento de trabajo duro. Shawn pasa gran parte de su tiempo buscando comida, pescando, cazando y cortando leña. Aquí se le ve haciendo alquitrán de abedul y conservando carne de oso antes de que empiece la primavera.
En el interior, la cabaña es pequeña pero acogedora, con muebles fabricados con materiales y métodos de construcción tradicionales. La cabaña utiliza paneles solares para obtener energía, pero no tiene agua corriente. En su lugar, Shawn debe recogerla y purificarla constantemente. En la pared también puedes ver unas raquetas de nieve que son vitales para desplazarse por la profunda nieve del bosque canadiense.
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Una estufa de leña y pieles de animales hacen que la cabaña resulte cálida y acogedora. Pero la estufa no solo es importante para la comodidad. ¡Es lo que Shawn utiliza para cocinar dentro! Cuando el tiempo lo permite, también le gusta cocinar en el exterior con una cocina que ha montado al efecto.
Con un terreno barato y unos códigos de construcción permisivos, el noreste de Misuri parecía el lugar perfecto para que Teri Page y su familia construyeran una granja autónoma. Con más de una década de experiencia en la vida autosuficiente y algunos conocimientos de carpintería, empezaron a construir su granja desde cero en 2013.
Antes de instalar paneles solares, la familia pasó un año y medio viviendo sin electricidad y utilizando la captación de agua de lluvia y un estanque en lugar de agua corriente. Al principio, pensaron que la casita acabaría convirtiéndose en un espacio para invitados o en una oficina. Pero una vez terminada, les gustó tanto que decidieron que querían vivir en ella.
La familia tardó seis años en construir su granja desde cero. Además de cultivar huertos ecológicos, construyeron elementos como un sótano y un horno de pizza al aire libre. La propiedad ocupa 4 hectáreas de terreno, por lo que hay muchas posibilidades de cultivar productos y mucho espacio también para almacenarlos. Cuentan con una cocina para conservas, un sótano y un granero.
Además, las tierras de la familia se encuentran dentro de las onduladas colinas del Bear Creek Community Land Trust, más de 70 hectáreas de tierras comunitarias con pastos, bosques, estanques y espacios silvestres compartidos para su disfrute.
En la bulliciosa cocina familiar, hay signos de la autosuficiencia de la familia dondequiera que mires, con tarros de conservas llenando las estanterías. Con cuatro personas compartiendo solo 32,5 metros cuadrados, la familia está junta muchas veces y se ha hecho muy unida. Al fin y al cabo, Teri y su marido trabajan desde casa y también educan a sus hijos en casa.
Ahora, tras muchos años de felicidad en la granja, Teri y su familia se dirigen por fin a la siguiente y emocionante aventura aislados. Han dejado su cabaña de Misuri, que ahora está a la venta, al cuidado de Bear Creek Community Land Trust, y actualmente trabajan en la construcción de una nueva cabaña aislada (en la foto) en Vermont. Mientras tanto, la familia se aloja en una yurta a la espera de que terminen la nueva casa.
Tras cansarse de las exigencias de la vida suburbana moderna, Jeff y Rose Burkinshaw decidieron dejarlo todo atrás en favor de la autosuficiencia. Compraron un remoto terreno de unas 16 hectáreas en un bosque a 800 km al norte de Vancouver. Y es aquí, en una modesta cabaña de madera, donde viven ahora con sus cinco hijas.
La familia vive totalmente de la tierra, cultivando sus propios alimentos, forrajeando y cazando animales como alces y aves. Las cinco niñas desempeñan un papel importante en la supervivencia de la familia, ya que cada una aprende a cazar cuando cumple 10 años y a soldar a los 12.
La casa de los Burkinshaw tiene energía solar y quemadores de leña, pero no agua corriente. En su lugar, el agua de lluvia se recoge y almacena bajo tierra antes de llevarla a la casa en cubos. Luego se calienta en la estufa de leña para lavar o se filtra con un sistema de filtración Berkey antes de beberla.
Con vigas a la vista, un montón de libros a la vista y una colorida hamaca, la cabaña de la familia es rústica pero hogareña. La principal diferencia con una casa moderna normal es el cuarto de baño: ¡un retrete de tres lados con vistas al bosque!
Por suerte, durante los meses más fríos también se dispone de dos retretes interiores de compost, especialmente importantes dadas las típicas nevadas de dos metros y las temperaturas bajo cero de los inviernos canadienses.
Las cinco hijas de la familia reciben educación en casa mediante un programa de escolarización interactiva en línea. Pero una vez que terminan la escuela a la hora de comer, tienen mucho tiempo libre para hacer tareas, incluida la contribución a la construcción de proyectos familiares como este sótano de raíces. Las dos hijas mayores incluso construyeron su propia casa en las tierras de la familia, todo lo cual la familia documenta en su canal de YouTube y en su sitio web.
Deseosa de aprovechar al máximo el aire libre, la familia construyó hace poco su propia cocina de ensueño, sin paredes. Con un techo retráctil suspendido, luces LED y un antiguo horno de pizza familiar, la cocina es el lugar perfecto para las reuniones veraniegas, y se integra casi a la perfección en su entorno boscoso.
Conoce a la familia que ha construido no una, sino dos casas aisladas. Nikki Mulder y su marido, que se conocieron en las fuerzas armadas, decidieron cambiar las presiones de la vida moderna por una vida sin conexión a la red eléctrica con sus dos hijos pequeños, un viaje que Nikki ha documentado detalladamente en su perfil de Instagram.
En lo profundo de las montañas del norte de Idaho, la familia diseñó y construyó ella misma este precioso chalet, y pasó el primer año viviendo sin más electricidad que un pequeño generador que utilizaban para las herramientas eléctricas. Con el tiempo, la propiedad recibió algunas mejoras, como energía solar y un generador de reserva, aunque Nikki afirma que, al haber vivido tanto tiempo sin electricidad, consumen mucho menos que la mayoría de las familias. De hecho, solo tenían 200 W de paneles en el chalet.
La cocina familiar se convirtió en un espacio verdaderamente social y tenía todas las comodidades que cabría esperar de una casa del siglo XXI, aparte del agua corriente. La familia cría gallinas y patos hembra, que ponen entre los dos unos 10 huevos al día.
También tienen sus propias colmenas y cultivan algunas frutas y verduras, aunque una vez a la semana se dirigen a la civilización para comprar otros suministros, conduciendo unos 32 km hasta la ciudad más cercana.
La familia Mulder abandonó su casa de la montaña en 2020 y ya va camino de construir una nueva morada aislada, llamada Selah Acres. Esta presenta muchas de las mismas soluciones energéticas sostenibles que su anterior construcción.
Una característica impresionante es la herrería para su hijo, DJ, aspirante a metalúrgico. También hay espacio para un granero espacioso y un jardín, lo que da a la familia mucho espacio para esparcirse.
El paisaje circundante es perfecto para practicar senderismo, pesca y cualquier otra actividad al aire libre que se te ocurra. La familia trabaja unida para vivir cómodamente haga el tiempo que haga en las montañas de Idaho.
La nueva casa también tiene algunas características interesantes, como este adorable gallinero para patos, que Nikki describió como a una mezcla entre el Viejo Oeste y La Comarca.
Los chicos, ahora adolescentes, reciben su educación en casa, así que la familia tiene mucho tiempo para pasar juntos disfrutando de las montañas, haciendo herramientas y manualidades, preparando huevos para la venta y mucho más. La pareja dice que no tiene ningún deseo de volver a la vida urbana, y no les culpamos.
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