Los Vanderbilt, los Getty y los Rothschild son sinónimo de riqueza extrema. Pero, ¿siguen siendo tan ricas y poderosas estas legendarias familias en 2024?
Haz clic o desplázate por esta galería mientras te revelamos cómo les ha ido en el siglo XXI a las fortunas de los descendientes de cinco de las dinastías más ilustres del mundo.
Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.
Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.
William Randolph Hearst, magnate original de los medios de comunicación y, figura que inspiró la película Ciudadano Kane de Orson Welles, era propietario de 28 grandes periódicos y 18 revistas en el apogeo de su carrera. Heredó una importante suma de su padre, George Hearst, magnate minero y político considerado uno de los primeros magnates de Estados Unidos.
A pesar de ser conocido por sus gastos extravagantes, tenía en su poder el equivalente a unos 2.400 millones de dólares en dinero de hoy (unos 2.200 millones de euros) cuando murió en 1951.
A diferencia de otras dinastías, que en su mayoría regalaron o dilapidaron su dinero, los Hearst conservaron y ampliaron el negocio familiar.
En la actualidad, se dice que los herederos vivos, que son unos 67, tienen un patrimonio de 22.400 millones de dólares (unos 20.800 millones de euros), según la estimación más reciente de la revista Forbes, que también los sitúa como la 14ª familia más rica de Estados Unidos.
Los Hearst siguen muy implicados en la empresa familiar. El nieto del patriarca, William Randolph Hearst III (en la foto), es el actual presidente de la Corporación Hearst y preside la fundación benéfica del clan. Su fortuna ascendía a 2.300 millones de dólares en el último recuento, aunque esta cifra no se ha actualizado en algunos años (unos 2.100 millones de euros).
Compartiendo la fortuna familiar, George Randolph Hearst III, bisnieto de William Randolph Hearst, es editor y director general del periódico Times Union de Upstate, Nueva York, y consejero de la Hearst Corporation.
Otra descendiente, Patty Hearst, nieta de William Randolph Hearst, fue secuestrada y mantenida como rehén en 1974 por el grupo Ejército Simbionés de Liberación. Víctima del síndrome de Estocolmo, Patty acabó robando bancos para el grupo de extrema izquierda.
Cuando finalmente la descubrieron, fue detenida y encarcelada, pero más tarde se le conmutó la pena y fue indultada por el presidente Clinton en 2001. En la actualidad, Patty Hearst es una destacada filántropa, y su fortuna ronda los 50 millones de dólares (unos 46,5 millones de euros).
Es probable que la hija de Patty, la modelo y actriz Lydia Hearst (en la foto), sea aún más rica, con una fortuna estimada en 100 millones de dólares (unos 93 millones de euros). Está casada con el actor Chris Hardwick.
Otros miembros notables de la familia en la actualidad son la modelo Amanda Hearst (100 millones de dólares, unos 93 millones de euros), la hermana de Patty, Anne Hearst (50 millones de dólares, unos 46,5 millones de euros), y el productor de cine y televisión John Hearst, que se cree que posee la friolera de 1.900 millones de dólares (unos 1.770 millones de euros).
Los empresarios de Ohio John D. Rockefeller (en la foto) y William Rockefeller Jr. fundaron Standard Oil en 1870. En la década de 1880, los hermanos estaban entre las personas más ricas de EE.UU. En 1916, John D. Rockefeller se convirtió en el primer multimillonario de EE.UU.
John D. Rockefeller, el particular más rico de la historia moderna, tenía un patrimonio neto estimado de 1.400 millones de dólares en el momento de su muerte en 1937, el equivalente a 21.700 millones de dólares en 2024 (unos 20.200 millones de euros). Sin embargo, algunos estudiosos de las finanzas han llegado a sugerir que su fortuna podría rondar los 400.000 millones de dólares en dinero actual (unos 372.000 millones de euros).
Lo que queda de la fortuna de la familia Rockefeller está escondido en fideicomisos benéficos o repartido entre cientos de descendientes. El patrimonio neto colectivo del clan asciende hoy a unos 10.300 millones de dólares (unos 9.600 millones de euros), según la revista Forbes, pero esta cifra puede no mostrar toda la realidad de la fortuna.
Lo que es seguro es que los diversos fideicomisos benéficos de la familia controlan cientos de millones de dólares y han ayudado a financiar proyectos artísticos y de conservación, iniciativas sanitarias y de comercio internacional.
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El miembro más destacado de la familia fallecido recientemente fue David Rockefeller, que murió a los 101 años en 2017. En el momento de su muerte, era el multimillonario más anciano del mundo, así como el último nieto vivo de John D. Rockefeller.
David tenía un patrimonio neto de unos 3.300 millones de dólares (unos 3.100 millones de euros) y, al igual que su abuelo, participaba en obras de caridad. Su testamento establecía que, una vez liquidados todos los bienes, se donarían más de 700 millones de dólares (unos 651 millones de euros) a diversas organizaciones sin ánimo de lucro. Entre los beneficiarios figuraban Harvard, el Museo de Arte Moderno y la Universidad Rockefeller.
Su hijo, David Rockefeller Jr, ha ocupado diversos cargos en la empresa familiar y es fideicomisario del Fondo de los Hermanos Rockefeller y del Fondo David Rockefeller. Su fortuna es considerablemente inferior a la de su difunto padre, ya que la riqueza de la familia se diluye cada vez más.
Otros vástagos vivos dignos de mención son la diseñadora Ariana Rockefeller (en la foto) y el político retirado Jay Rockefeller, que tiene una fortuna personal estimada en 160 millones de dólares (unos 149 millones de euros). El patrimonio neto de Ariana es difícil de precisar, pero algunas estimaciones lo sitúan muy por encima de los mil millones de dólares.
La familia Rockefeller sigue siendo muy activa en la filantropía, centrándose especialmente en la salud mundial y el hambre en el mundo. El sitio web de la Fundación Rockefeller también destaca su deseo de ampliar las oportunidades económicas de las familias con dificultades.
Como parte de la presencia pública de la organización, también celebra regularmente los esfuerzos filantrópicos de otros. En 2013, por ejemplo, Elton John recibió el Premio a la Trayectoria de la Fundación Rockefeller por su papel como defensor de las personas con VIH/SIDA.
Patriarca de la dinastía bancaria Rothschild y padre fundador de las finanzas internacionales, Mayer Amschel Rothschild nació en el gueto judío de Fráncfort en 1744 y ascendió hasta convertirse en el banquero más importante de Europa.
El patriarca Rothschild legó su riqueza a sus cinco hijos, que establecieron ramas de la familia en Francia, Inglaterra, Italia y Austria. Durante gran parte del siglo XIX, la familia Rothschild fue la más rica del mundo.
Esta imagen muestra a Nathan Mayer Rothschild, creador de la rama inglesa de la familia.
A lo largo de los años, la fortuna familiar se ha repartido entre los numerosos descendientes de Mayer Amschel Rothschild y ha financiado desde espléndidos castillos hasta empresas mineras y energéticas y esfuerzos filantrópicos a gran escala. Los Rothschild han sido con frecuencia blanco de los teóricos de la conspiración antisemita, que exageran groseramente la riqueza y la influencia de la familia. En realidad, el clan dista mucho de ser el más rico del planeta.
El miembro más rico de la rama francesa de la familia, el banquero Barón Benjamin de Rothschild, murió repentinamente de un ataque al corazón en enero de 2021. Tenía un patrimonio neto de 1.100 millones de dólares en abril de 2020, según Forbes, el equivalente a 1.300 millones de dólares en dinero de hoy, unos 1.200 millones de euros, lo que le convierte en el Rothschild individual más rico.
Jacob Rothschild, 4º Barón Rothschild, fue el miembro más rico de la rama inglesa de la familia hasta su muerte en febrero de este año. El banquero de inversiones jubilado tenía un patrimonio neto de 1.000 millones de dólares (unos 930 millones de euros), según la publicación Bloomberg.
Su hija Hannah es cineasta, escritora y presidenta del consejo de administración de la Galería Nacional de Londres.
Otros miembros notables de la dinastía Rothschild en la actualidad son James Rothschild, casado con Nicky Hilton, hermana de Paris. Se calcula que tiene una fortuna que ronda los 1.300 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros).
Por su parte, el productor de cine y aventurero David Mayer de Rothschild tiene un patrimonio neto estimado en 10.000 millones de dólares (unos 9.300 millones de euros), según algunas fuentes en Internet. Por otra parte, Olivia de Rothschild, la hija de 21 años del difunto Benjamin de Rothschild, está llamada a desempeñar un papel importante en la empresa familiar.
La fortuna de la familia Getty procede del patriarca George Getty (en la foto), que tuvo la previsión de invertir en la floreciente industria petrolera estadounidense en 1903. Su hijo, J. Paul Getty, fundó la Getty Oil Company en 1942 y en la década de 1950 era el ciudadano privado más rico del mundo.
Notoriamente conocido como uno de los millonarios más tacaños, J. Paul Getty se quejó de las facturas médicas de su hijo moribundo Timmy. Cuando su nieto John Paul Getty III fue secuestrado en Roma en julio de 1973 por unos gánsteres, se negó a pagar el rescate.
J. Paul Getty intentó negociar y solo accedió a pagar un rescate reducido después de que los gánsteres cortaran la oreja a su nieto y la enviaran a un periódico italiano, junto con un mechón de su pelo.
J. Paul Getty murió en su mansión de Surrey en 1976, a la avanzada edad de 83 años, dejando tras de sí una fortuna de unos 5.000 millones de dólares, el equivalente a 27.000 millones de dólares en dinero de hoy (unos 25.000 millones de euros). Sólo una parte de su fortuna fue legada a su familia.
La mayor parte del dinero se canalizó hacia el J. Paul Getty Trust, actualmente la institución artística más rica del mundo. J. Paul puede haber sido el multimillonario más mezquino de todos los tiempos, pero cuando se trataba de adquirir obras de arte, el industrial era de todo menos tacaño. A su muerte, había reunido una envidiable colección de obras de Rembrandt, Tintoretto y Monet, la mayoría de las cuales se encuentran ahora en el Museo Getty de California.
Un fondo fiduciario consistente en acciones de Getty Oil creado por la madre de J. Paul Getty fue la principal fuente de riqueza de los miembros supervivientes de la familia Getty. El inversor, filántropo y aclamado compositor Gordon Getty (en la foto), cuarto hijo de J. Paul Getty, es el miembro vivo más rico de la familia en la actualidad. Vendió Getty Oil a Texaco por 10.100 millones de dólares en 1984 (unos 9.400 millones de euros), y actualmente vale 2.100 millones de dólares (unos 2.000 millones de euros), según Forbes.
Trágicamente, el hijo de Gordon, John Gilbert Getty, que era músico, murió de complicaciones tras una sobredosis de drogas en noviembre de 2020. Su hermano Andrew, director de cine, había muerto cinco años antes a causa de una úlcera intestinal, aunque entonces también se descubrió que tenía niveles tóxicos de metanfetamina en el cuerpo.
Aunque los Getty desaparecieron de la lista Forbes de las familias más ricas de Estados Unidos hace casi una década, sus descendientes actuales están lejos de ser pobres. El nieto de J. Paul Getty, Mark Getty, cofundador de la biblioteca fotográfica Getty Images, tiene hoy un patrimonio neto estimado en 500 millones de dólares (unos 465 millones de euros). Está a punto de aumentar aún más su saldo bancario tras vender recientemente su participación en la empresa, valorada en 4.000 millones de dólares (unos 3.720 millones de euros).
Mientras tanto, se dice que el actor y músico Balthazar Getty (en la foto) tiene una fortuna de unos 200 millones de dólares (unos 186 millones de euros).
Iconos de la Edad Dorada, los Vanderbilt amasaron una fortuna colosal con los ferrocarriles y el transporte marítimo durante la segunda mitad del siglo XIX. El patriarca Cornelius Vanderbilt (en la foto) era la persona más rica de EE.UU. en la década de 1860, mientras que su hijo William Henry Vanderbilt fue el estadounidense más rico durante la década de 1870 y principios de la de 1880.
Los descendientes de Cornelius Vanderbilt, famosos tanto por su filantropía como por su derroche en todo tipo de cosas, desde grandes mansiones hasta obras de arte, habían agotado prácticamente la fortuna familiar a mediados del siglo XX, e incluso se dice que uno de sus nietos murió en la pobreza.
En la actualidad, ninguna de las empresas fundadas por Cornelius Vanderbilt permanece en la familia.
Aunque la mayor parte de las mansiones de los Vanderbilt ya no pertenecen a la dinastía, la más grandiosa de todas, Biltmore, en Carolina del Norte, ha permanecido en la familia y actualmente es propiedad de Bill Cecil y su hermana Dini Pickering, tataranietos de William Henry Vanderbilt.
Los generosos fondos fiduciarios y las envidiables conexiones han ayudado a varios Vanderbilt a mantenerse relativamente ricos.
Se dice que la socialité, artista y diseñadora de moda Gloria Vanderbilt, bisnieta de William Henry Vanderbilt, tenía una fortuna de unos 200 millones de dólares (unos 186 millones de euros), el equivalente a 245 millones de dólares (unos 228 millones de euros) en dinero de hoy, antes de su muerte en 2019. Gran parte de su fortuna procedía de su fondo fiduciario, por no mencionar los ingresos de la línea de moda homónima de la neoyorquina.
El hijo de Gloria Vanderbilt, Anderson Cooper, había dicho que no heredaría ni un céntimo del dinero de su madre. Pero Cooper recibió la mayor parte de su fortuna, aunque en realidad su patrimonio sólo ascendía a 1,5 millones de dólares (unos 1,4 millones de euros), según el periódico estadounidense New York Post.
Sin embargo, Cooper ya era rico por derecho propio. El galardonado periodista de TV gana unos 11 millones de dólares al año por su trabajo en la CNN (unos 10,2 millones de euros). Hoy tiene un patrimonio neto estimado en 50 millones de dólares (unos 46,5 millones de euros). El apartamento de Gloria en Nueva York fue cedido a su otro hijo, Leopold Stokowski.
Otros descendientes notables y acaudalados de Cornelius Vanderbilt son el custodio del palacio de Blenheim, el duodécimo duque de Marlborough (240 millones de dólares), emparentado con el patriarca a través de su bisabuela Consuelo Vanderbilt, el guionista de Hollywood James Vanderbilt (20 millones de dólares) y el actor Timothy Olyphant (20 millones de dólares). El patrimonio neto del duodécimo duque de Marlborough es de unos 223,2 millones de euros, mientras que el de James Vanderbilt y Timothy Olyphant es de unos 18,6 millones de euros cada uno.
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