Situado en el corazón de Londres, el Palacio de Kensington ha sido el hogar de miembros de la Familia Real Británica durante siglos. Albergue del príncipe Harry y Meghan Markle en los primeros días de su romance, también fue hogar de la princesa Diana durante su matrimonio con el rey Carlos y los últimos años de su vida. Ahora es la base de múltiples unidades familiares de altos miembros de la realeza, incluidos los príncipes de Gales.

Echemos un vistazo tras los muros de la magnífica residencia real para descubrir el hogar multigeneracional más grandioso de todo el país.

Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.

El palacio de Kensington, una de las direcciones más históricas de Londres, fue adquirido por Guillermo III como refugio campestre en 1689. En su día fue una villa suburbana jacobina conocida como Nottingham House, ampliada por Christopher Wren y residencia favorita de sucesivos soberanos hasta 1760. También fue el lugar de nacimiento y el hogar de la infancia de la reina Victoria. Hoy es una residencia real en activo.

El palacio, una especie de urbanización de lujo para la familia real británica, funciona como una forma exclusiva de alojamiento compartido en el que conviven los miembros de la familia real y el personal del palacio.

Está dividido en tres unidades residenciales: un gran cuadrilátero situado detrás del palacio principal, dos cuadriláteros más pequeños directamente a su derecha y un grupo separado de casitas de ladrillo rojo en el extremo derecho del recinto del palacio.

Todo suena a grandiosidad y exclusividad, pero... ¿quién lo paga todo? Técnicamente, el Rey es el propietario del palacio de Kensington en nombre de la nación, aunque los fondos para su mantenimiento proceden de la Subvención Soberana. Aunque algunos miembros de la realeza viven gratis en el palacio de Kensington a cambio de sus obligaciones reales públicas, hay algunos miembros de la familia que deben pagar el alquiler de sus propiedades superexclusivas.

Aunque las dependencias residenciales reales son privadas y están cerradas al público, los turistas pueden explorar los Apartamentos de Estado del Rey y los Apartamentos de Estado de la Reina, gestionados por separado por Historic Royal Palaces.

Esta escalera de elaborados detalles fue diseñada por William Kent entre 1725 y 1727, por encargo de los fundadores del palacio, Guillermo III y su esposa, la reina María.

La reina Victoria fue bautizada en la impresionante Sala de la Cúpula de los Apartamentos de Estado del Rey, que se ve aquí, donde en marzo de 2023 finalizaron las obras de restauración para devolver la autenticidad y vitalidad a las estancias, que en su día fueron parte integrante de la vida de la corte británica.

La Galería del Rey también fue diseñada por William Kent para albergar los mejores cuadros de la Colección Real. La larga sala se utilizaba tanto para hacer ejercicio como para exponer cuadros, y fue donde el rey Guillermo III murió de neumonía tras caerse del caballo en el palacio de Hampton Court.

Con sus paredes de damasco rojo y su fina carpintería de roble, tiene un aspecto muy parecido al que tenía cuando se transformó para el rey Jorge I en 1725.

¿Quién vive actualmente en el palacio de Kensington? Debe de ser uno de los complejos reales más concurridos del mundo, con cinco unidades familiares que oficialmente llaman hogar a la residencia. En primer lugar, es la residencia oficial y las oficinas de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, aunque viven en Windsor con sus tres hijos desde 2022.

Luego está el príncipe Eduardo, duque de Kent y primo de la difunta reina, que vive allí con su esposa Catalina en la Casa Wren. Otro primo de la Reina, el duque de Gloucester y su esposa, también viven allí, y la sobrina del rey Carlos, la princesa Eugenia, con su marido Jack Brooksbank y su hijo August, pasan parte de su tiempo en Ivy Cottage. Además, es el hogar del hermano y la cuñada del duque de Kent, los príncipes Miguel de Kent, que viven en el apartamento 10.

Aunque los príncipes de Gales y su familia se trasladaron a Adelaide Cottage, en Windsor, en agosto de 2022, para estar cerca del colegio de sus hijos, el apartamento 1A del palacio de Kensington sigue siendo su base londinense. La pareja fijó aquí su residencia en 2013, tras el nacimiento del príncipe Jorge. Antes habían residido en Nottingham Cottage, que también fue el hogar del príncipe Harry y Meghan Markle.

Al parecer, antes de mudarse al apartamento de 20 habitaciones, emprendieron una reforma de 5,7 millones de dólares (unos 5,3 millones de euros), que se pagó con la Subvención Soberana, concedida a la monarca con cargo al erario. El apartamento 1A, antiguo hogar de la difunta hermana de la reina, la princesa Margarita, es la propiedad más grande del complejo, situada en el ala izquierda de Clock Court, el gran cuadrilátero situado justo detrás del edificio principal del palacio.
 

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Esto es lo más cerca que la gente estará nunca de la puerta principal de Guillermo y Kate, situada en el centro de Clock Court. El edificio de ladrillo rojo de cuatro plantas tiene una entrada escalonada clásica de casa adosada georgiana y grandes ventanales acristalados en la parte trasera que dan a los jardines del palacio de Kensington.

Aunque la pareja está acostumbrada a la vida pública, ha establecido varias medidas de seguridad para garantizar la privacidad y seguridad de su familia. Por este motivo, se han hecho públicas muy pocas fotografías del interior de su casa, aunque ocasionalmente se han captado destellos de su vida privada durante visitas oficiales de Estado, como cuando los Obama hicieron una visita en 2016.

Se dice que el apartamento de Guillermo y Kate tiene un total de 22 habitaciones, con dos guarderías, tres cocinas, tres baños principales y un sótano.

El esquema de diseño interior es tradicional, con muebles de estilo georgiano, cuadros y pesadas cortinas por todas partes, que se ven aquí durante la mencionada visita de los Obama, cuando el príncipe Jorge se montó en el caballito balancín hecho a mano que la pareja presidencial le había regalado cuando nació.

Guillermo y Kate no son los primeros miembros de la realeza que viven en el Apartamento 1A, que anteriormente fue el hogar de la princesa Margarita y su marido Lord Snowdon. La difunta hermana de la reina recibió la propiedad en 1960, cuando se casó, y se cree que gastó más de 108.000 dólares (unos 100.000 euros) en renovaciones, lo que equivale a unos 2 millones de euros (unos 1,9 millones de euros) en dinero de hoy.

Visto aquí, en el famoso Patio del Reloj del Palacio de Kensington, el estilo interior de la princesa Margarita era bastante diferente al de Kate y Guillermo. El biógrafo de la princesa Margarita, Christopher Warwick, lo comparó con una casa de campo inglesa, con antigüedades del siglo XVIII, y reveló que había un retrato de la princesa, obra de Pietro Annigoni, colgado en la pared del vestíbulo.

Hija del príncipe Andrés, duque de York, la princesa Eugenia y su marido Jack Brooksbank se mudaron en 2022 a Nottingham Cottage, la antigua casa de los duques de Sussex.

Una de las propiedades más pequeñas de la finca del palacio de Kensington, la morada de unos 121 metros cuadrados es su segundo hogar en el complejo del palacio, habiendo residido anteriormente en Ivy Cottage tras su matrimonio en 2018.

Según los informes, Nottingham Cottage es ahora su base londinense, después de que Jack consiguiera un trabajo en Portugal en la exclusiva urbanización Costa Terra Golf and Ocean Club, donde es jefe de ventas. La princesa Eugenia dio a luz al primer hijo de la pareja, August, en febrero de 2021, y actualmente la familia vive entre Portugal y el Reino Unido.

Tras un año y medio de noviazgo, el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su compromiso en el Jardín Hundido del Palacio de Kensington en noviembre de 2017. La pareja ya había pasado mucho tiempo junta en el complejo real, en la propiedad de dos dormitorios del príncipe Harry, Nottingham Cottage, antes de que la pareja se fuera a vivir junta oficialmente.

También fue el antiguo apartamento de soltero del príncipe Harry, donde le hizo la pregunta a Meghan mientras cocinaba un pollo asado.

La pareja ofreció un vistazo al interior de su nidito de amor durante la entrevista exclusiva que concedieron a la BBC para anunciar su compromiso. Sentados en un sofá color crema en uno de los dos salones de la propiedad, la pareja se inclinaba claramente por una combinación de colores neutros, con paredes de paneles blancos y una lujosa lámpara dorada de fondo. La pareja vivió en la casa de campo, situada lejos del palacio principal, hasta su boda en mayo de 2018.

El primo hermano de la difunta reina, el duque de Gloucester, y su esposa Birgitte van Deurs se mudaron a los Antiguos Establos en 2019, tras unas extensas reformas en la propiedad, que según el diario británico Daily Mail costaron al contribuyente 1 millón de libras (1,3 millones de dólares, unos 1,2 millones de euros).

El duque, también conocido como príncipe Ricardo, y su esposa y familia danesas vivían desde 1972 en el cercano Apartamento 1, de 21 habitaciones, contiguo a la casa de los príncipes de Gales.

El Duque, que ha trabajado incansablemente para la monarca durante más de 50 años, disfruta claramente de una buena lectura a juzgar por esta imagen publicada en Twitter, que muestra unas impresionantes estanterías en su despacho privado de los Antiguos Establos.

El duque tuvo que asumir inesperadamente las funciones reales cuando su hermano mayor, el príncipe Guillermo de Gloucester, murió en un accidente aéreo, lo que le convirtió en heredero de su padre, Enrique, duque de Gloucester, uno de los hermanos de Jorge Vl.

Otro primo hermano de la difunta reina, el príncipe Eduardo, duque de Kent, y su esposa, Katherine Worsley, residen en Wren House, en la finca del palacio, desde que se casaron en 1961. Utilizada en su día como alojamiento para el personal del palacio, esta propiedad de cinco dormitorios lleva el nombre de Sir Christopher Wren, que diseñó la catedral de San Pablo y fue restaurador jefe del palacio en el siglo XVII y principios del XVIII.

A pesar de formar parte del patrimonio real, la Casa Wren, de dos plantas, parece sorprendentemente modesta en este vídeo, publicado en Instagram con motivo del 85 cumpleaños del Duque en 2020.

Puede que la sencilla propiedad de estilo cabaña, con su valla blanca, sea más grande que la vivienda media, pero carece de la grandeza que cabría esperar de una residencia real. La Duquesa se retiró de la vida pública en 2002 por problemas de salud.

El príncipe Miguel y su esposa Marie Christine von Reibnitz viven en el apartamento 10 desde hace más de 40 años. La pareja saltó a los titulares en 2002, cuando se supo que solo pagaban 69 libras (88 dólares) a la semana por el apartamento de cinco dormitorios (unos 82 euros).

Los Kent fueron denunciados por estar subvencionados por el contribuyente cuando no desempeñaban funciones oficiales y se les hizo pagar la tasa comercial de 120.000 libras (153.000 dólares) al año a partir de 2010 (unos 142.000 euros).

La Princesa dejó entrever su estudio en el ático de la propiedad, diseñada por Sir Christopher Wren, en 2015, cuando promocionaba su libro Quicksilver. El acogedor espacio de trabajo está repleto de archivos y otras investigaciones relacionadas con su carrera como autora de libros históricos.

Mientras tanto, el príncipe Miguel mantiene desde hace tiempo vínculos con Rusia y en 2021 fue acusado de utilizar su cargo para vender acceso al Kremlin, según informó la cadena brtiánica BBC.

Tras su boda de cuento de hadas en 1981, el príncipe Carlos y la princesa Diana fijaron su residencia en los apartamentos 8 y 9. Construidos originalmente por el rey Jorge l para su amante la duquesa de Kendal, los apartamentos se combinaron y están situados dentro del cuadrilátero que se encuentra entre Clock Court e Ivy Cottage.

Una fotografía familiar tomada en el salón sugiere que el apartamento estaba amueblado de forma tradicional, con papel pintado de motivos brillantes, cuadros y ramos de flores.

El escritorio de la princesa Diana, que se encontraba en el salón del apartamento, se recreó para una exposición especial con motivo del 20º aniversario de la muerte de la princesa en 2017. Destacan las numerosas fotografías de sus dos hijos, que fueron fundamentales en su vida.

También se expusieron sus recuerdos personales, una anticuada radio Roberts y su caja de golosinas "D.Spencer" de sus días como interna en la escuela West Heath de Kent.

Aunque es sabido que Diana luchó contra las presiones de la vida pública de la realeza, le cogió mucho cariño al palacio de Kensington, al que apodaba KP.

Tras su divorcio en 1996, Diana optó por permanecer en los apartamentos 8 y 9, y siguió criando allí a sus hijos hasta su prematura muerte en 1997. Carlos se mudó en cuanto se separaron y ahora reside en Clarence House con su esposa Camilla, la reina consorte.

Se dice que la princesa Diana hizo algunos cambios tras su divorcio que, según el autor Andrew Morton, incluyeron deshacerse de la cama de matrimonio de caoba en la que había dormido durante su matrimonio. Hizo pintar el dormitorio y colocó cerraduras nuevas.

Aquí se la ve con la diseñadora Catherine Walker y su equipo en el apartamento preparando una subasta de sus vestidos en abril de 1997, pocos meses antes de su muerte.

Cuando la Princesa falleció en 1997, había un mar de ofrendas florales en el exterior del palacio de Kensington, que llegaban a 9 metros de las puertas. Los dolientes viajaron de todo el mundo para presentar sus respetos a la Princesa del Pueblo, y algunos regresaron en el 25 aniversario de su muerte, en 2022. Los apartamentos se utilizan ahora para oficinas y entretenimiento.

A Diana le encantaban las flores y a menudo la fotografiaban jugando con Guillermo y Harry en los jardines del palacio. En 2017, se llevaron a cabo importantes obras de renovación en uno de sus lugares favoritos, el Jardín Hundido, transformándolo en los Jardines Blancos, un hermoso homenaje floral a la difunta Princesa.

Además, en 2021, los príncipes Guillermo y Harry inauguraron aquí una estatua de su madre para transmitir su calidez, elegancia y energía.

En total, hay unos 50 residentes que viven actualmente en el palacio de Kensington. Aparte de los residentes reales, este número está formado por empleados, cortesanos, ex militares y ciudadanos ricos que pueden permitirse alquilar dentro de los muros del palacio.

El rey Carlos III ha dejado claro que quiere reducir la dependencia económica de algunos miembros de la realeza respecto a la Corona, por lo que no es probable que haya muchos nuevos residentes reales en el palacio de Kensington por el momento.

Sin embargo, ha habido informes de que podría ofrecer los antiguos apartamentos de Diana, o la antigua suite del príncipe Andrés en el palacio de Buckingham, al príncipe Harry y a Meghan como base en Londres. ¡Entonces sí que habrán vuelto las gallinas al gallinero!

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