Es un hecho: las mujeres cobran menos que los hombres en todo el mundo, y los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU revelan que la diferencia salarial media entre hombres y mujeres ronda el 20 %.
Los salarios de las mujeres suelen ser inferiores a los de los hombres debido a una amplia gama de factores, como la infrarrepresentación en puestos de responsabilidad y la sobrerrepresentación en puestos a tiempo parcial. Otros motivos son la discriminación debida a prejuicios conscientes e inconscientes, así como el hecho de que las mujeres suelen interrumpir su carrera profesional más que los hombres para criar a sus hijos e hijas y cuidar de familiares ancianos o enfermos.
Sigue leyendo para descubrir las diferencias salariales entre hombres y mujeres en 30 países, de mayor a menor, según cifras de la OIT, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y otras fuentes.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveMONEY.
La OIT informa de que la disparidad salarial entre hombres y mujeres en India es del 48,1%, lo que podría decirse que, más que una brecha, es un abismo.
Las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector informal, y muchas tienen que dedicarse al trabajo a domicilio o a tareas domésticas no remuneradas. Los empresarios ofrecen poco apoyo institucional al personal femenino y, a menudo cobran, menos que sus homólogos masculinos por hacer el mismo trabajo. También hay una clara falta de representación en los puestos directivos.
El gobierno indio ha legislado para ayudar a cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres y ha creado iniciativas como la Misión Skill India, que empodera a las mujeres. Sin embargo, la diferencia sigue siendo enorme y es probable que siga siéndolo durante muchos años.
Con un 31,2%, Corea del Sur tiene la mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres de los países miembros de la OCDE.
Los prejuicios sexistas generalizados y la expectativa social de que las mujeres surcoreanas deben asumir funciones de cuidadoras son algunas de las razones por las que la diferencia es tan grande. Otros factores que explican la disparidad son la importancia que se da en el país a la antigüedad en el puesto de trabajo, que penaliza a las mujeres que se toman tiempo para tener hijos o cuidar a familiares ancianos o enfermos.
Es poco probable que se produzca pronto un cambio significativo, sobre todo porque el gobierno está suprimiendo el Ministerio de Igualdad de Género.
La brecha salarial entre hombres y mujeres alcanza un abultado 30 % en Sudáfrica, según el organismo oficial de estadística del país. El último Informe Global sobre la Brecha de Género del Foro Económico Mundial sitúa la cifra entre el 23 % y el 35 %.
Las mujeres surafricanas están muy infrarrepresentadas en los puestos directivos y soportan una carga fiscal superior a la de los hombres. También suelen cargar con responsabilidades asistenciales: el 48 % de los hogares encabezados por mujeres del país mantienen a miembros de la familia extensa, frente a solo el 23 % de sus equivalentes masculinos.
Con un 21,3 %, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Japón es la mayor del G7 y casi el doble de la media de la OCDE.
Según los datos de la web PayAnalytics, la sobrerrepresentación en puestos a tiempo parcial, temporales y por contrato, junto con la falta de progresión profesional de las mujeres, son las razones clave de esta disparidad.
Aunque un tercio de la mano de obra japonesa a tiempo completo está formado por mujeres, solo el 9,4 % de los directivos del país son mujeres. Sin embargo, el gobierno japonés está intentando cambiar esta situación, habiendo introducido recientemente modificaciones en los informes anuales que las grandes empresas deben compartir en relación con las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Canadá es una de las más amplias entre los países miembros de la OCDE. Actualmente es del 17,1 %, según los últimos datos de la OCDE, y la cifra es especialmente amplia en el sector energético del país, dominado por los hombres.
Sin embargo, la brecha salarial ha disminuido en las dos últimas décadas, probablemente debido a la acción gubernamental. Esto incluye la introducción de la Ley de Igualdad Salarial en 2021, que prevé duras sanciones para las empresas que incumplan sus estipulaciones.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Estados Unidos es solo ligeramente inferior a la de su vecino del norte, pero asciende a un considerable 17 %, según las cifras más actualizadas de la OCDE.
Según el think tank Pew Research Center, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Estados Unidos es notablemente persistente y apenas ha cambiado en las dos últimas décadas.
Esto se debe a un sinfín de razones, entre ellas la llamada “prima salarial por paternidad” y la continua discriminación en el lugar de trabajo. Para combatirlo, la administración Biden-Harris ha situado la igualdad salarial entre hombres y mujeres en el centro de su programa Invest in America, además de otros programas federales.
México ha dado pasos impresionantes hacia la igualdad salarial entre hombres y mujeres en los últimos años. Así, su puntuación es ligeramente mejor que la de Estados Unidos, con una diferencia salarial entre hombres y mujeres del 16,7 %, según los últimos datos de la OCDE.
No obstante, al país aún le queda un largo camino por recorrer para alcanzar la plena paridad. Ocupa el tercer lugar entre los países miembros de la OCDE con menor tasa de incorporación de la mujer al trabajo, y tiene una elevada proporción de mujeres que trabajan en ocupaciones informales.
Además, la cultura nacional de jornadas laborales largas es muy desventajosa para las trabajadoras que también tienen responsabilidades asistenciales.
La actual diferencia salarial entre hombres y mujeres en Finlandia es del 15,3 %, una cifra sorprendentemente alta para un país que tiene fama de dar prioridad a la igualdad de género.
La igualdad salarial está consagrada en la Constitución del país, así como en leyes como la Ley de Igualdad finlandesa. Sin embargo, la brecha sigue siendo amplia por varias razones, como la falta de mujeres en puestos directivos (solo el 4 % de los directores generales de Finlandia eran mujeres en 2022, según Statista) y la gran proporción de trabajadoras a tiempo parcial.
El gobierno del país está adoptando un enfoque múltiple para reducir la brecha, que incluye planes de igualdad, encuestas salariales y un amplio Programa de Igualdad Salarial. Sin embargo, una propuesta para reforzar aún más la legislación sobre igualdad fue cancelada por los aspectos del gobierno de coalición en 2022.
Los últimos datos disponibles de la OCDE sitúan la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el Reino Unido en el 14,5 %. Los avances para reducir la brecha se han ralentizado en los últimos años, según una serie de organizaciones, entre ellas el Congreso de Sindicatos (TUC) y la Sociedad Fawcett, que hace campaña por la igualdad de género.
A pesar de la introducción de medidas por parte del gobierno británico, como multas ilimitadas para las grandes empresas que no comuniquen las estadísticas sobre diferencias salariales entre hombres y mujeres, un asombroso 80 % de las empresas del Reino Unido siguen pagando más a sus empleados masculinos que a sus homólogas femeninas, según informes del periódico The Guardian y la cadena BBC.
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Suiza lleva años poniéndose al día en materia de derechos de la mujer. Sorprendentemente, las mujeres suizas no obtuvieron el derecho de voto hasta 1971.
La Ley Federal de Igualdad de Género, que entró en vigor en julio de 2020, establece normas más estrictas para promover la paridad salarial entre hombres y mujeres.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha salarial de género, que puede atribuirse, en gran medida, al alto porcentaje de mujeres del país que trabajan a tiempo parcial. La disparidad salarial entre mujeres y hombres era del 13,8 % en el último recuento, según la OCDE.
Con un 13,7 %, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Alemania es solo ligeramente inferior a la de Suiza. A pesar de la legislación y las normativas que intentan reducir la brecha, los hombres alemanes siguen ganando más que sus homólogas femeninas en 45 de 46 sectores, según la Oficina Federal de Estadística.
Curiosamente, la brecha salarial entre hombres y mujeres es notablemente mayor en Alemania occidental y Berlín que en la parte oriental del país. En el oeste, es del 19 %, frente al 7 % en el este. Esto se debe, en parte, a la falta comparativa de industria en el este del país, lo que significa menos oportunidades para los trabajadores de cualquier género, mientras que muchas de las mayores empresas del país, que suelen estar dirigidas por hombres ricos, tienen su sede en el oeste.
El último estudio de la OCDE sitúa la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Holanda en el 13,2 %. Esta cifra apenas ha variado en la última década, debido, sobre todo, a la gran proporción de mujeres del país que desempeñan funciones a tiempo parcial.
Dicho esto, hay discrepancias pronunciadas entre las retribuciones del sector público y las del privado. Según la institución gubernamental Statistics Netherlands, la brecha es considerablemente menor en el sector público, donde de hecho se ha cerrado en lo que respecta a los puestos superiores.
Según una encuesta reciente del portal de contratación Zhaopin, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en China es del 12,6 %, casi la mitad del 23,5 % registrado en 2019.
La disparidad salarial entre hombres y mujeres sigue atribuyéndose, en gran medida, a la discriminación laboral de las mujeres en edad fértil, que persiste a pesar de la legislación que la prohíbe, al menos sobre el papel.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres se ha ido reduciendo en los últimos años, y la Ley nacional de Protección de los Derechos e Intereses de la Mujer (también conocida como Ley de Protección de la Mujer) se reforzó en 2022, con la adición de casi 30 nuevas disposiciones para proteger a las mujeres en el lugar de trabajo. Sin embargo, queda por ver si la ley mejorada se aplicará adecuadamente.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Austria es del 12,2 %, por encima de la media de la OCDE (11,9 %), pero por debajo de la media de la UE (12,7 %).
Los estudios de la agencia estatal Statistics Austria muestran que el porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo parcial es especialmente alto (79 %) en comparación con la media de la UE del 29,5 %, lo que explica, en gran medida, la disparidad salarial entre mujeres y hombres en Austria, superior a la media.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Francia es actualmente del 11,6 %, según la OCDE. Aunque no cabe duda de que hay margen de mejora, el gobierno francés está abordando el problema de frente, multando a las empresas que no alcanzan los objetivos exigidos según el índice de igualdad del Estado.
Además, la primera ministra francesa en 30 años, Élisabeth Borne, anunció el pasado marzo que a las empresas infractoras se les denegaría el acceso a los contratos públicos.
La OCDE informa de que la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Brasil es del 11 %. Una investigación del Departamento de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos de la Unión Interprofesional muestra que esta disparidad es aún mayor (32 %) en los sectores en los que las mujeres están sobrerrepresentadas, como la sanidad y la educación.
Para ayudar a cerrar la brecha, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva promulgó la Ley 1088 en julio de 2023. La nueva legislación incluye una serie de medidas para garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, junto con normas que obligan a las grandes empresas a comunicar semestralmente los datos sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres.
En Australia, las mujeres suelen cobrar un 9,9 % menos que los hombres, aunque el gobierno de Anthony Albanese ha hecho, de la eliminación de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, una de sus principales prioridades.
Como parte de su misión de lograr la igualdad salarial, la administración aprobó en marzo de 2023 la Ley de Enmienda de la Igualdad de Género en el Lugar de Trabajo (Eliminación de la Brecha Salarial de Género), que obliga a las empresas con más de 100 empleados a publicar sus diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Otras medidas incluyen la mejora del acceso a guarderías asequibles y el aumento del permiso parental retribuido. Según sus previsiones actuales, el gobierno espera cerrar la brecha para 2049, aunque los críticos han señalado que un gran número de las mujeres que trabajan actualmente se habrán jubilado antes de que esto ocurra.
Aunque Islandia está clasificada como el país con mayor igualdad de género del mundo en el Índice Global de Género del Foro Económico Mundial (FEM), su brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo amplia, del 9,7 %.
El país está haciendo todo lo posible para acabar con ella. En 2017, Islandia se convirtió en el primer país en exigir a los empresarios pruebas de igualdad salarial, mientras que la normativa estipula que al menos el 40 % de los miembros de los consejos de administración deben ser mujeres. Islandia también tiene la guardería más subvencionada del mundo.
Sin embargo, está claro que aún queda trabajo por hacer y, en octubre del año pasado, la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, se unió a las mujeres de todo el país en una huelga para reclamar la igualdad salarial.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Nueva Zelanda es menor que en la vecina Australia, pero sigue siendo amplia. Según la OCDE, la diferencia salarial del país es del 9,2 %, aunque cabe señalar que el Ministerio de Nueva Zelanda para Australia dice que es del 8,6 %.
El Ministerio informa de que las mujeres “dedican una mayor proporción de su tiempo al trabajo no remunerado y de cuidados que los hombres”, y gran parte de la discrepancia salarial se atribuye a prejuicios conscientes e inconscientes.
El gobierno se esfuerza por salvar las diferencias mediante iniciativas como Kia Toipoto, un plan de acción para ayudar a cerrar las brechas salariales de género y étnicas en la Administración Pública.
Polonia obtiene mejores resultados que la media de la OCDE y la UE, con una diferencia salarial entre hombres y mujeres del 8,7 % según las últimas cifras.
Es probable que esta diferencia siga disminuyendo tras la victoria del partido de la oposición liderado por Donald Tusk en las recientes elecciones generales del país.
Entre las promesas de campaña del partido figura la de abordar la brecha salarial entre hombres y mujeres, y Tusk apoya la introducción de normativas que promuevan una mayor transparencia salarial y la auditoría de la brecha salarial entre hombres y mujeres en las instituciones públicas y las empresas estatales.
En 2023, Tusk dijo que creía que los derechos de las mujeres eran la “cuestión número uno” del país.
Los datos de la OCDE muestran que la diferencia salarial entre hombres y mujeres en España es del 8,1 %.
En los últimos años, se han tomado medidas legislativas para ayudar a reducir la diferencia. Además de introducir dos Reales Decretos aprobados en 2020 para regular los planes de igualdad de género y luchar contra la discriminación salarial por razón de sexo, el gobierno de izquierdas también anunció en 2023 la nueva Ley de Igualdad de Representación. Esta aplica medidas de paridad de género a los consejos de administración de las grandes empresas.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Irlanda es del 7,3 %, según los últimos datos de la OCDE.
En diciembre de 2022, el gobierno irlandés introdujo normas que obligan a las empresas con más de 250 empleados a publicar información sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres en sus sitios web. Según el periódico The Irish Times, muchos de los principales empleadores del país tienen una diferencia salarial entre hombres y mujeres que favorece a los empleados masculinos, aunque hay algunas excepciones. Entre ellas, está el servicio postal estatal An Post, que suele pagar a las mujeres más por hora que a sus homólogos masculinos.
Aunque esto parece impresionante, un informe de The Irish Times señalaba que las mujeres solo representaban el 13 % de los empleados de An Post, y muchas de ellas en el nivel directivo de la empresa.
Las mujeres de Malasia ganan normalmente un 7,3 % menos que los hombres, según los últimos datos del departamento oficial de estadística del país.
Como razones, se citan los estereotipos sobre los papeles femeninos tradicionales, la discriminación educativa, la segregación ocupacional y la desigual remuneración de mujeres y hombres en el mismo trabajo.
Aunque es innegable que la brecha es estrecha, el gobierno aún podría hacer más para cerrarla. A modo de ejemplo, Malasia sigue careciendo de leyes adecuadas de igualdad de oportunidades en el empleo y de igualdad salarial.
Suecia ha sido pionera en materia de igualdad de género. Sin embargo, aunque el país va a la cabeza en todos los aspectos, desde el permiso de maternidad a la atención infantil universal, la diferencia salarial entre hombres y mujeres persiste, con un 7,2 % según la OCDE.
Esto se debe, en parte, a la gran proporción de trabajadoras a tiempo parcial. Sin embargo, cabe señalar que las mujeres ocupaban el 67 % de los puestos ejecutivos en el sector público en 2020, según datos de Estadísticas de Suecia.
Dicho esto, solo el 10 % de las empresas que cotizan en la Bolsa de Estocolmo tienen una presidenta, solo el 13 % tienen una consejera delegada y apenas el 36 % de los miembros de los consejos de administración son mujeres.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres se ha reducido en Singapur, y la cifra actual se sitúa en el 6 %, según el Ministerio de Trabajo de la ciudad-estado.
Un informe del Ministerio atribuye la disparidad a “la propensión de las mujeres a desempeñar el papel principal de cuidadoras y a ausentarse del trabajo para criar a sus hijos, [lo que] provoca retrasos en la experiencia laboral, la progresión profesional y, por tanto, los ingresos”.
Además, solo el 46 % de las mujeres del país han declarado que se sentirían cómodas pidiendo aumentos salariales, frente al 63 % de los hombres, lo que contribuye aún más a la diferencia.
Con un 5,7 %, Italia tiene una de las diferencias salariales entre hombres y mujeres más estrechas de Europa.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Italia es más pronunciada en el sector privado. Las mujeres del país carecen de igualdad de oportunidades en el mercado laboral y están infrarrepresentadas en los puestos directivos. Sin embargo, las medidas adoptadas por el gobierno durante la pandemia del COVID-19 están contribuyendo, en gran medida, a remediar la situación.
Pionera en materia de derechos de la mujer, Dinamarca es líder mundial en igualdad de género desde principios del siglo XIX, cuando su ley de educación primaria universal significaba que tanto niños como niñas tenían derecho a siete años de educación como mínimo.
Si avanzamos hasta hoy, el porcentaje de mujeres danesas que trabajan fuera de casa es uno de los más altos del mundo, por lo que no es de extrañar que tenga una de las diferencias salariales entre hombres y mujeres más bajas de la UE, con un 5,6 %.
En el lado negativo, el mercado laboral del país está muy segregado. Las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector público, sobre todo en sanidad, e infrarrepresentadas en el sector privado, sobre todo en funciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Al igual que otros países nórdicos, Noruega es uno de los líderes mundiales en igualdad de género, con una brecha salarial relativamente estrecha, de “solo” el 4,5 %.
No obstante, a Noruega aún le queda camino por recorrer para alcanzar la plena paridad. Como ocurre en Dinamarca, su mercado laboral, muy segregado por sexos, es un problema: las mujeres siguen dominando la sanidad, el comercio minorista y la educación, mientras que los hombres están sobrerrepresentados en los sectores de la construcción, la industria y el transporte.
Con un 1,9 %, la diferencia salarial entre hombres y mujeres es notablemente reducida en Colombia, según los datos más recientes de la OCDE.
A pesar de ello, investigaciones recientes sugieren que las mujeres encuentran un techo de cristal en términos de progresión profesional y pueden sufrir discriminación en el lugar de trabajo. Sin embargo, cabe señalar que, en Bogotá, la capital, las mujeres que ocupan puestos directivos ganan un salario medio superior a sus homólogos masculinos.
Con solo un 1,2 %, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Bélgica es la más pequeña entre los países miembros de la OCDE.
Las cifras de Statbel, la agencia oficial de estadística del país, muestran que las mujeres menores de 25 años ganan más que los hombres del mismo grupo de edad, mientras que las empleadas de la región de Valonia ganan más dinero que el personal masculino en todos los grupos demográficos, desde la Generación Z a los Boomers.
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