Las apariencias engañan, incluso en algunos de los edificios, casas señoriales y lugares emblemáticos más conocidos del mundo. Pero si sabes dónde mirar, hay muchos tesoros ocultos tañes como estos pasadizos secretos ocultos a plena vista, que facilitan el refugio, un escape apresurado y otras curiosidades.
Desde el Capitolio y la Cámara de los Comunes de Londres hasta el Palacio de Versalles, el castillo transilvano de Drácula y el piso franco encubierto de El Chapo, haz clic o desplázate para descubrir los pasadizos y túneles ocultos más increíbles del mundo.
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveMONEY.
El Capitolio, sede del gobierno de los Estados Unidos, es un vasto complejo que abarca el edificio del Capitolio, la Cámara de Representantes, los edificios del Senado y la Biblioteca del Congreso. Más allá de su bulliciosa superficie, existe todo un reservado mundo subterráneo bajo el Capitolio.
Bajo este centro vital de la política estadounidense existe una extensa red de túneles encubiertos que atraviesan los distintos edificios gubernamentales, permitiendo que los políticos y los dirigentes se muevan por el complejo de forma más segura y eficaz.
Los túneles incluyen el sistema de metro privado de la capital, el medio de transporte elegido por políticos, magistrados del Tribunal Supremo, presidentes y líderes mundiales. La línea, muy poco conocida, se construyó originalmente en 1909 para unir el Edificio Russell de Oficinas del Senado con el Capitolio y proporcionar un viaje seguro a los miembros del Senado y el Congreso desde sus despachos a las cámaras de votación.
En la primera versión del metro circulaban coches, pero han pasado más de cien años y ahora un tren automático transporta a los miembros de los partidos políticos estadounidenses de un lado a otro. Hoy en día, el metro ha crecido hasta incluir tres líneas: dos rutas en el lado norte del complejo, donde se encuentra el Senado, y una en el lado sur para atender a la Cámara de Representantes.
Una de las casas históricas más grandes de Estados Unidos, Lynnewood Hall en Filadelfia, Pensilvania, ha sido apodada el "último Versalles americano", gracias a su impresionante arquitectura neoclásica. La finca de casi 200 hectáreas de la Edad Dorada se terminó de construir en 1900 para el magnate de los negocios Peter A. B. Widener, que perdería a su hijo y a su nieto en el RMS Titanic en 1912.
Manchada por la tragedia, la casa pasó por numerosas manos a lo largo de los años antes de quedar languideciendo durante más de una década; sin embargo, la impresionante belleza del edificio ha perdurado.
La mansión también guarda uno o dos secretos. Bajo su desvaída grandeza y los vestigios de su pasado se esconde una madriguera subterránea de túneles que ayudaron a esta vasta propiedad a funcionar de manera muy eficiente durante su apogeo...
Cuando el fotógrafo Leland Kent, de Abandoned Southeast, visitó Lynnewood Hall en 2021, se topó con la entrada a un extraordinario sistema de túneles subterráneos en las profundidades del sótano de la casa. Salpicados de escombros, los pasadizos se bifurcan en múltiples direcciones, y ofrecían una forma para que el personal de la mansión navegara por la casa fuera de la vista de los Widener. Se cree que los túneles podrían haber albergado también los sistemas de fontanería y desagüe de la finca.
Es posible que aún salgan a la luz más secretos sobre esta enigmática casa señorial, ya que la propiedad fue adquirida en 2023 por la Fundación para la Preservación de Lynnewood Hall, que pretende restaurar la mansión para devolverle su antiguo esplendor.
Es uno de los edificios más ferozmente vigilados de Londres, sin embargo, en 2020 se hizo un espeluznante descubrimiento en la Cámara de los Comunes durante un proyecto de restauración. Sin que lo supiera el personal de seguridad, había un pasadizo secreto bajo las históricas paredes revestidas de madera del edificio.
Según documentos de archivo, el pasadizo, de 360 años de antigüedad, se creó con motivo de la coronación del rey Carlos II en 1660 para permitir el acceso de los invitados al contiguo Westminister Hall, donde tuvo lugar el banquete de coronación.
Durante un tiempo se utilizó como entrada principal a la Cámara de los Comunes y se cree que muchos nombres ilustres del mundo de la política pasaron por el túnel secreto, entre ellos el famoso diarista Samuel Pepys.
Sin embargo, la entrada a la calle fue sellada en 1851, aunque el pasadizo quedó intacto. Los obreros del siglo XIX a los que se encargó el trabajo dejaron detalles de sus vidas grafiteados en una de las paredes, cuyos rastros aún pueden leerse hoy en día, según ITV.
El pasadizo parlamentario fue redescubierto brevemente en 1950, cuando el edificio fue sometido a reparaciones tras los daños causados por las bombas de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, fue sellado de nuevo y olvidado hasta que los historiadores lo descubrieron de nuevo en 2020.
Bajo las frondosas plazas del barrio de La Croix-Rousse de Lyon se esconde, sin que lo sepan sus habitantes, uno de los misterios arquitectónicos más desconcertantes de la ciudad francesa: las Espinas de Pescado. Se trata de una red de 32 túneles paralelos revestidos de piedra, cuyo nombre deriva de su extraña estructura, que se asemeja al esqueleto de un pez.
Descubierto por trabajadores municipales en 1959, el antiguo complejo se mantuvo inicialmente en secreto para el público y los túneles han permanecido cerrados desde su descubrimiento.
Hoy en día, se puede acceder a la red subterránea a través de pozos de registro, aunque también se cree que hay una entrada histórica oculta en la iglesia de San Bernardo de Lyon.
La finalidad de los túneles sigue rodeada de misterio hasta el día de hoy; lo más desconcertante de todo es que cada túnel idéntico de 30 metros de longitud conduce a un callejón sin salida, lo que ha dado lugar a toda una serie de teorías.
Los orígenes de los pasadizos subterráneos no están más claros. Mientras que un estudio arqueológico de 2013 databa el complejo a antes de la Edad Media, Walid Nazim, autor de El secreto de las espinas de pescado de Lyon, cree que los túneles podrían tener vínculos con el último Gran Maestre de los Templarios, Guillermo de Beaujeu.
Según Nazim, en el siglo XIII Beaujeu era propietario del terreno sobre el que se construyó este complejo. El autor cree que es posible que el complejo se utilizara como caja fuerte para guardar tesoros templarios. Sea cual sea la verdad, éste es un misterio arquitectónico fascinante que quizás nunca se resuelva.
Protegido en su día por la Ley de Secretos Oficiales, este laberinto de túneles de kilómetro y medio bajo el centro de Londres se construyó originalmente en la década de 1940 como refugio antiaéreo. Secuestrados a 131 pies bajo la estación de metro de Chancery Lane, los túneles fortificados protegieron a los londinenses de los ataques del Blitz.
Posteriormente, los túneles se cerraron al público y se reutilizaron como base del Ejecutivo de Operaciones Especiales del primer ministro británico Winston Churchill, una rama encubierta del MI6 encargada de destruir la infraestructura alemana desde detrás de las líneas enemigas.
Durante la Guerra Fría, los túneles se reinventaron una vez más como Central Telefónica Kingsway. El centro clandestino facilitó las comunicaciones internas durante el tumultuoso periodo, además de albergar una línea directa secreta que conectaba directamente al presidente de EE.UU. Eisenhower y al primer ministro ruso Kruschev.
Décadas más tarde, el complejo de seguridad fue adquirido por British Telecom en los años ochenta. En contraste con su pasado utilitario, la empresa instaló para su personal el bar con licencia más profundo del mundo en aquella época, así como una sala de juegos y una pecera tropical.
Desmantelados a finales de la década de 1980, ahora hay planes para transformar los túneles en una atracción turística subterránea.
Un mundo subterráneo oculto yace bajo tierra en un discreto paraje rural cercano a la ciudad polaca de Międzyrzecz, una zona que formó parte de Alemania hasta la Segunda Guerra Mundial.
Tras el ascenso de Hitler al poder, en 1934 se empezó a trabajar en un sistema de fortificaciones que formaría una de las líneas defensivas militares clave de la Alemania nazi. Se construyó una red de búnkeres y puestos de observación, conectados por una vasta red de túneles interconectados, que al parecer se extendía a lo largo de unos 40 kilómetros y descendía hasta una profundidad de casi 40 metros.
Camuflada con pintura verde, aquí se ve una de las entradas, parcialmente sumergida bajo la tierra.
Los túneles estaban equipados con talleres, almacenes, generadores y barracones para las tropas. También contenían estaciones de tren subterráneas: muchos de los pasadizos estaban equipados con vías que transportaban trenes llenos de soldados, armas y suministros a los búnkeres situados a lo largo de su recorrido. El complejo ha sido descrito como la ciudad subterránea secreta de la Alemania nazi.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, las extensas fortificaciones y túneles se abandonaron y se dejaron languidecer. Se dice que la estructura abandonada es ahora una de las mayores reservas naturales subterráneas para murciélagos.
Hoy es una popular atracción turística que atrae a miles de visitantes al año, pero el Passetto di Borgo se construyó originalmente como pasadizo secreto de huida para el Papa, que le permitía huir del Castillo de Sant'Angelo a la Ciudad del Vaticano.
El pasadizo en sí es un corredor elevado de 800 metros de longitud oculto dentro de lo que parece ser una antigua muralla fortificada. Fue construido inicialmente en 1277 por el papa Nicolás III, pero fue ampliado a su forma actual por el papa Alejandro VI de Borgia en 1492.
Al menos dos papas han utilizado el pasadizo para escapar del peligro. El primero fue el papa Alejandro VI en 1494, que lo utilizó para huir cuando Carlos VIII invadió la ciudad y amenazó su vida. El segundo fue Clemente VII durante el Saqueo de Roma de 1527, cuando la ciudad cayó en manos del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V y sus tropas.
Aunque el pasadizo no se ha utilizado desde entonces y, de hecho, languideció en un estado de deterioro durante muchos siglos antes de su renovación en 2000, se dice que la Guardia Suiza tiene una llave a mano para el Papa, por si acaso...
La pieza central de la Edad Dorada en Times Square, el Hotel Knickerbocker es una obra maestra de Beaux-Arts que perteneció a uno de los primeros millonarios estadounidenses, John Jacob Astor IV. El hotel se construyó en 1906 y disponía de 500 habitaciones, varios restaurantes y un magnífico bar donde se rumora que el barman Martini di Arma di Taggia inventó el cóctel favorito del agente 007.
Aunque la mayoría de los visitantes entraban en el bar por las puertas principales del vestíbulo del hotel, algunos pocos comensales privilegiados conocían una forma más sigilosa de entrar...
En las profundidades de las calles de Manhattan, en el extremo del andén de la vía 1 de la línea S entre Grand Central y Times Square-42nd Street, justo al lado de la salida hacia la 42nd Street, se encuentra una puerta blanca de servicio que pasa prácticamente desapercibida para la mayoría de los transeúntes. Sólo la placa de latón en la que se lee "Knickerbocker" indica que detrás de esta puerta se encontraba la entrada secreta al bar del hotel, quizá diseñada para los VIP que querían pasar desapercibidos. Aunque la puerta sigue existiendo, ya no se puede acceder al pasadizo.
Tras cerrar en 1920, el Hotel Knickerbocker reabrió con su nombre original en 2015.
Durante la guerra de Vietnam, esta red de túneles secretos bajo la jungla del distrito de Củ Chi fue utilizada por las tropas guerrilleras comunistas, denominadas Viet Cong, como rutas de suministro, escondites y viviendas. Los laberínticos túneles permitían a los combatientes de la resistencia operar encubiertamente fuera de la línea de fuego de las fuerzas enemigas estadounidenses y survietnamitas y conectaban Ciudad Ho Chi Minh con franjas del resto del país.
Durante los periodos de fuego intenso, los soldados del Viet Cong a menudo tenían que permanecer bajo tierra durante días seguidos, racionando los recursos lo mejor que podían. La vida en los túneles era increíblemente difícil porque escaseaban los alimentos y el agua, abundaban los insectos y las alimañas y proliferaban las enfermedades.
Los túneles se han conservado a lo largo de los años y ahora están abiertos al público, lo que permite a los visitantes imaginar cómo habría sido la vida de los soldados que vivían y luchaban allí.
María Antonieta era famosa por su amor a los excesos, la opulencia y el lujo, características que contribuyeron a su prematura muerte.
Rebosantes de oro, sus apartamentos privados del palacio de Versalles personifican estos gustos y se diseñaron para cautivar a las audiencias que se esperaba que acogiera allí, incluso en momentos tan íntimos como los nacimientos de sus hijos.
Pero cuando realmente necesitaba algo de tiempo para sí misma, la Reina tenía la escapada secreta perfecta...
Empotrada en el panel tapizado de la pared junto a la cama, una puerta casi invisible se abre al verdadero santuario privado de la reina francesa, un conjunto de habitaciones donde podía retirarse tanto de la corte como de su marido con miembros selectos de su séquito. Entre el conjunto de habitaciones había una biblioteca, un tocador y un salón, todos tan opulentamente decorados como su alcoba principal.
Cuando el pueblo marchó sobre Versalles durante la Revolución Francesa en 1789, se cree que la reina fue descubierta escondida en estas habitaciones con sus hijos.
La suite se ha reabierto recientemente al público tras un prolongado periodo de cuidadosa restauración.
Este poderoso monolito es probablemente la atracción más famosa de Gibraltar, pero lo que mucha gente no sabe es que en realidad puedes adentrarte en el Peñón de Gibraltar gracias a una red de túneles tan extensa y espaciosa que ha sido comparada con una ciudad subterránea.
Los túneles se excavaron durante la Segunda Guerra Mundial bajo órdenes de Winston Churchill, cuando Gibraltar se convirtió en un punto estratégico entre la Europa dominada por los alemanes y el mar. Se diseñaron para que sirvieran de almacén de suministros vitales, así como de alojamiento para las tropas.
Los pasadizos fueron excavados por cuatro compañías especializadas en túneles de los Ingenieros Reales y el Ejército canadiense.
Cuando estuvieron terminados, los búnkeres ultrasecretos eran capaces de albergar una guarnición de 16,000 soldados, así como alimentos, equipos y suministros médicos suficientes para 16 meses. Aún más impresionante, los túneles albergaban también una central telefónica, una central eléctrica, una planta destiladora de agua, un hospital, una panadería y un taller de mantenimiento de vehículos.
Hoy en día, los túneles están abiertos a visitas guiadas y son una de las atracciones turísticas más populares de Gibraltar.
Oculta en las entrañas del Castillo de Predjama, en Eslovenia, el castillo cueva más grande del mundo, esta red secreta de pasadizos subterráneos desempeñó en su día un papel crucial para mantener alimentado y con agua a un caballero rebelde del siglo XV mientras esperaba a que terminara su persecución.
Seis siglos después, el castillo está abierto al público, lo que permite a los visitantes seguir los pasos de este caballero renegado.
El castillo en sí data del siglo XIII, pero en la década de 1400 era propiedad de Erasmo de Lueg, que lo utilizó como refugio tras caer en desgracia con los gobernantes Habsburgo de la región y ser expatriado por sus incursiones en las ciudades del distrito.
Las fuerzas de los Habsburgo rodearon el castillo, esperando que Erasmo se rindiera cuando se le acabaran las provisiones. Poco sabían que, bajo el castillo, una red secreta de túneles permitía a Erasmo ir y venir libremente entre el castillo y una aldea local que le suministraba tanta comida y vino como deseaba. El asedio terminó cuando, al parecer, Erasmo fue traicionado y asesinado.
El palacio portugués de Quinta da Regaleira esconde un elemento arquitectónico bastante inusual: dos pozos de iniciación que se hunden 27 metros bajo tierra, cada uno rodeado por una escalera gótica de piedra en espiral para crear una enorme torre subterránea.
Al descender a los pozos, hay un suelo de baldosas en el fondo decorado con los símbolos de los Caballeros Templarios, lo que podría explicar por qué se cree que estos pozos fueron lugares de iniciaciones encubiertas en sociedades secretas...
Aún más espeluznante es la red de túneles serpenteantes que hay más allá de los pozos. Estos pasadizos toscamente labrados parecen naturales, pero están hechos por el hombre.
Su construcción es relativamente reciente, el misterioso palacio se terminó en 1910 para el excéntrico masón António Augusto de Carvalho Monteiro, que se dedicó a llenar el castillo gótico de símbolos de la masonería y los templarios para reflejar sus intereses esotéricos.
Aunque el exterior de este castillo de Transilvania parezca sacado de un cuento de hadas, su interior es aún más fantástico. El castillo de Bran, como se conoce al monumento, fue escenario de muchas batallas a lo largo de la historia y se rumorea que fue la prisión del tristemente célebre Vlad el Empalador. Algunos creen incluso que la fortaleza sirvió de inspiración para el castillo de Drácula en la novela de terror gótico de Bram Stoker.
Quizá no te sorprenda entonces que el castillo tenga una ruta de escape secreta...
Oculta dentro de una pared y disimulada por una falsa chimenea, la entrada a esta escalera estaba tan bien escondida que permaneció olvidada durante décadas. Sólo se redescubrió cuando la reina María de Rumanía, nieta de la reina Victoria, se propuso renovar la habitación para convertirla en un salón.
Se cree que la escalera se construyó como vía de escape para los habitantes del castillo en caso de invasión.
Hoy está expuesta a los visitantes y sigue siendo una de las principales atracciones del famoso castillo.
El Chapo, uno de los capos de la droga más infames de todos los tiempos, valía miles de millones de dólares en el momento de su captura por las autoridades de EE.UU. en 2016.
Sin embargo, a pesar de su inmensa riqueza, el jefe del cártel pasaba la mayor parte del tiempo escondido en casas seguras relativamente modestas, como ésta del tranquilo barrio de Libertad, en Culiacán, Sinaloa, México. Pero, aunque la casa en sí era modesta, estaba equipada con una vía de escape de alta tecnología oculta bajo la bañera.
El Chapo, uno de los capos de la droga más infames de todos los tiempos, valía miles de millones de dólares en el momento de su captura por las autoridades de EE.UU. en 2016.
Sin embargo, a pesar de su inmensa riqueza, el jefe del cártel pasaba la mayor parte del tiempo escondido en casas seguras relativamente modestas, como ésta del tranquilo barrio de Libertad, en Culiacán, Sinaloa, México. Pero, aunque la casa en sí era modesta, estaba equipada con una vía de escape de alta tecnología oculta bajo la bañera.
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