Si quieres salir de tu rueda de hámster y alejarte de la civilización, hemos encontrado algunas casas increíbles en medio de la nada que podrían motivarte a dar el paso.
Encontrarás, desde casas abandonadas en lo alto de las montañas, hasta retiros aislados en zonas costeras muy remotas. Haz clic o desliza para echar un vistazo en el interior de estas casas tan extremadamente alejadas de la civilización.
Adaptado al español por Sara Piquer Martí, Editora en Español para loveMONEY.
Lac-Beauport es una pequeña ciudad de la región de la Capitale-Nationale de Quebec, Canadá. A orillas del lago Beauport y rodeada de montañas y pistas de esquí, tiene una población estimada de 8.200 habitantes, repartidos en casi 40 km2 de terreno virgen. No es un lugar para personas frioleras ya que la región experimenta un clima extremo, con temperaturas que descienden hasta los -16°C en invierno. Es en esta región, tan bella y remota, donde se encuentra esta pintoresca cabaña de montaña.
La cabaña se llama Le Lagöm, palabra sueca que significa “la cantidad justa”. Situada en una impresionante parcela elevada con vistas al río Saint Laurent, la propiedad está rodeada de árboles altísimos. Además, funciona totalmente con energía solar, lo que la hace tan sostenible como remota.
Se encuentra justo al lado de un camino forestal de grava, por lo que se necesita un vehículo con tracción en las cuatro ruedas para acceder. No obstante, como los propietarios han empezado a ofrecer su cabaña como un lugar en el que alojarse, ofrecen también un servicio de transporte para quienes no sean lo suficientemente valientes como para aventurarse solos por el sendero.
La cabaña está diseñada para que cualquiera que se aloje en ella se sienta sumergido en la naturaleza. Su estilo contemporáneo ofrece paredes enteras de cristal, lo que permite unas vistas ininterrumpidas hasta el horizonte. El interior cuenta con tan solo 35 metros cuadrados y dispone de un salón, una cocina compacta, un dormitorio (situado en un pequeño entre suelo) y un cuarto de baño.
La suave paleta de colores del interior de la casa hace que se funda con el paisaje, especialmente durante el invierno, cuando la nieve cubre todo el terreno.
Además, hay muchas actividades para realizar: excursiones con motos de nieve, bicicleta de montaña, senderismo y raquetas de nieve, en los diversos senderos y puertos de la zona. ¿Hay algo mejor que poder sumergirse de lleno en la naturaleza?
Enclavado entre picos montañosos de elevadísima altura y mares interminables de arena, Pioneertown, en la región de Morongo Basin, en el Alto Desierto de California, tiene una historia bastante fascinante. La ciudad se creó en 1946 como un “plató de cine viviente”. Extendida a lo largo de casi 13.000 hectáreas de terreno desértico, Pioneertown se diseñó como un pueblo temático, inspirado en el año 1880, para convertirse en el lugar de rodaje de varias películas del Salvaje Oeste, como Jinetes de la Pradera o El triunfo de Buffalo Bill.
Tras el auge de estudios cinematográficos con producciones de alto nivel, el pueblo pronto quedó obsoleto. Hoy en día, conserva su encanto del Viejo Oeste y alberga a menos de 500 residentes. Este escondite único, en el corazón del Cañón Burns (cerca del Parque Nacional Joshua Tree), es solo una de las propiedades que puedes encontrar en este escondite tan remoto de California.
Esta casa tan remota (que está aislada de la red eléctrica) se conoce como La Cabaña de Cristal y se puede alquilar en Airbnb. Ofrece una oportunidad excelente para experimentar cómo sería vivir en el alto desierto. Aunque es de esperar que haga calor y humedad todo el año, en Pioneertown los inviernos son fríos, a veces incluso nieva.
Aún así, esta propiedad es el lugar perfecto para alojarse haga el tiempo que haga. Está situada en medio de dos hectáreas de terreno privado, así que se convertirá en una opción idílica para quienes buscan serenidad y conexión con la naturaleza.
La casa, que está totalmente aislada de la red eléctrica, es accesible solo mediante vehículo todoterreno. Gracias a paneles solares se obtiene energía eléctrica, mientras que el agua dulce está disponible durante todo el año gracias a un pozo privado en la propiedad.
Aún así, gracias a una renovación reciente, la cabaña ofrece todas las comodidades modernas que cabría esperar de una casa de vacaciones de lujo. Por dentro, la propiedad es impresionante, con una distribución diáfana que consta de salón, cocina, comedor, dos dormitorios y dos cuartos de baño.
También hay una "piscina de inmersión Cowboy Tub" disponible durante los meses de verano, una hoguera, una barbacoa al aire libre y una zona de comedor, además de una terraza para observar las estrellas. Los huéspedes pueden pasar el día explorando el increíble entorno natural que les rodea.
Descrita como un lugar que ofrece “paisajes escarpados y remotos en el confín del mundo”, Tasmania es una isla Australiana a 500 km del sur de Melbourne. Aunque es del mismo tamaño que Irlanda, Tasmania solo tiene unos 541.071 habitantes, mientras que Irlanda tiene más de cinco millones.
La isla solo es accesible si viajas en avión o barco: a ella llegan quienes buscan paisajes impresionantes, paz y aislamiento social. Situada sobre la bahía de Roaring Beach, en la costa sureste de la isla, esta finca tan acogedora y aislada es ejemplo del tipo de propiedad que puedes comprar en la zona.
Diseñada por el equipo de la empresa australiana Plain Architecture, la residencia ha sido concebida como “la experiencia definitiva fuera del sistema”. Harrison Agents, una empresa inmobiliaria australiana, ha calificado esta casa de “epitome de la simplicidad elegante” y no es difícil entender por qué.
Situada en más de tres hectáreas de matorral, la casa celebra los materiales naturales y se inspira en los colores de la costa de Tasmania, tanto por dentro como por fuera. Por ejemplo, el exterior está revestido de pino Macrocarpa y arenisca Buckland.
En el interior, la propiedad de 160 metros cuadrados se beneficia de techos altos, suelos de Jarrah reciclado, elementos de madera vista y ventanales que van del techo al suelo para capturar las extraordinaries vistas del océano.
Única, además de sostenible, esta casa tan remota cuenta también con materiales reutilizados como, por ejemplo, pilares de Blue Gum que se utilizaron originalmente como soportes de minas subterráneas y fueron rescatados del pueblo de Allens Rivulet. En cuanto a las habitaciones, hay una cocina, un comedor y un salón, así como cuatro dormitorios y dos cuartos de baño.
También cuenta con patios y terrazas que parecen interminables, donde el afortunado huésped podrá sumergirse en el paisaje tan espectacular que rodea la propiedad. En uno de los patios encontrarás también una bañera y una sauna. Sin ningún tipo de acceso a la red eléctrica, la propiedad cuenta con 2,85 kWh de generación solar, 8 kWh de almacenamiento en baterías de iones de litio, un depósito de recogida de agua de lluvia de 10.000 litros, sistema séptico in situ y calefacción solar pasiva.
Si te interesa vivir en este lugar tan extraordinario y remoto, los propietarios de la casa están abiertos a ofertas.
En una parcela tan remota como romántica, a orillas del valle Bishops, en la zona de Inverness-shire en Escocia, se encuentra esta lujosa casa ofreciendo belleza y soledad a partes iguales.
La extensa finca, de casi dos hectáreas, está formada por dos edificios: Dunbeg House y Bishop’s Bay Cottage, ambos con dos dormitorios y con magníficas vistas hacia el lago Loch Leven.
La residencia principal, Dunbeg House, es una hermosa villa de estilo Arts and Crafts de principios de 1900 con estudio, sala de cine, sala de piano y bodega. Entre los detalles clave del diseño se encuentran el alicatado original de piedra caliza, las vidrieras, la delicada carpintería y las chimeneas de leña.
Las puertas francesas del salón dan al balcón de la casa, que ofrece unas vistas espectaculares. También hay un estudio independiente con sala de juegos.
La Casa Dunbeg cuenta con cinco habitaciones bellamente decoradas. La suite principal ofrece un opulento cuarto de baño privado con calefacción por suelo radiante, además de un vestidor y unas deslumbrantes vistas al lago. ¡Esto es lo que llamamos vivir de lujo en medio de la naturaleza!
En el exterior, encontrarás un embarcadero y un muelle, para que puedas escaparte rápidamente si surgiera la necesidad.
El idílico jardín frente al mar dispone incluso de una cabaña de cristal, donde podrás disfrutar de cenas románticas y copas de vino al atardecer mientras te empapas del paisaje que te rodea. Sin duda alguna, ¡la definición de felicidad!
Situada en la cadena de las Mil Islas de Nueva York, en la bahía de Alexandria, la isla llamada Just Room Enough es conocida por ser la isla habitada más pequeña del mundo.
Este pequeño trozo de tierra tiene solo 306 metros cuadrados, aproximadamente el tamaño de una pista de tenis, y está ocupada en su totalidad por una pequeña casa, un árbol y algunos matorrales.
También conocida como Isla Hub, este lugar es una de las 1.864 islas, igualmente diminutas, que componen la famosa cadena de la Bahía de Alejandría, muchas de las cuales son tan pequeñas que solo pueden albergar un árbol o algo de vegetación.
Just Room Enough, que en español significa “el espacio justo” es una de las pocas de estas islas que están realmente habitadas.
En la década de 1950, la familia Sizeland compró la isla, la rebautizó como Just Room Enough Island (el espacio justo, en español), plantó un árbol en ella y construyó una cabaña de verano.
El árbol y la cabaña ocupan casi todos los metros cuadrados disponibles, el resto del espacio lo ocupan unos bancos de hierro forjado y una pequeña playa.
La familia Sizeland pretendía que la isla se convirtiera en una casa de vacaciones. Sin embargo, aunque hoy en día la casa sigue siendo propiedad privada, se ha convertido en una gran atracción turística: recibe muchos visitantes que acuden al lugar en barca, para poder ver de cerca una de las casas más solitarias del mundo.
Esta casa galesa tradicional, que se estima que se construyó en el siglo XVIII, goza de unas impresionantes vistas de 360 grados de total aislamiento: no hay nada a su alrededor.
Yr Helfa, como se conoce la casa, está situada en las estribaciones de la montaña Snowdon. Presume de estar totalmente aislada de la red eléctrica, haciendo únicamente uso de fuentes de energía autosuficientes de alta tecnología.
La casa, que es una mezcla perfecta de lo antiguo y lo nuevo, está construida con materiales locales: piedra antigua de la zona y pizarra para el tejado extraída de canteras cercanas. En el interior, los materiales originales incluyen piedra vista, chimeneas tradicionales y suelos de losas de piedra galesa.
No obstante, sus propietarios más recientes han renovado por completo la propiedad, instalando tecnología de vanguardia para que la casa siga siendo independiente de la red eléctrica, pero eficiente desde el punto de vista energético.
La tecnología de vanguardia instalada incluye fotovoltaica solar y de agua, una caldera de biomasa, un centro de tratamiento de agua de alimentación por gravedad con filtración y esterilización, calefacción por suelo radiante con biocombustible, un generador de reserva de bajo consumo y control inteligente, e incluso su propia estación meteorológica.
En resumen, la casa es la mezcla perfecta del encanto del viejo mundo y de la tecnología moderna, lo que te permite disfrutar de la remota campiña galesa sin tener que sacrificar las comodidades de la vida del siglo XXI .
Así que siéntate fuera, en el patio, enciende la barbacoa de piedra y relájate en la tranquilidad de estas colinas onduladas que llegan más lejos de donde alcanza la vista.
Esta casa de ensueño, en la zona del Distrito de los Lagos en Reino Unido (puedes divisarla entre los árboles), ha sido calificada como la "casa más solitaria de Inglaterra", y no es difícil entender por qué. A 5,6 kilómetros de la carretera más cercana, Skiddaw House fue construida en 1829 por el conde de Egremont del castillo de Cockermouth.
A lo largo de los siglos ha servido de vivienda residencial, cabaña de tiro, albergue para los guardabosques y refugio para excursionistas.
La casa está situada en medio del bosque de Skiddaw, a unos 460 metros sobre el nivel del mar, y solo se puede acceder a ella a pie, en bicicleta o en 4x4. No tiene electricidad, señal de TV ni Internet, pero los paneles solares proporcionan la energía eléctrica necesaria.
Se puede obtener agua de un manantial local y una estufa de leña funciona como calefacción en invierno, combinada con aislamiento de vellón de oveja. Es sin duda un lugar encantador para alejarse del mundo.
Teniendo en cuenta su ubicación tan extremadamente aislada, no es de extrañar. El escritor británico Hugh Walpole describió la casa en una ocasión como "una de las moradas más solitarias de todas las Islas Británicas".
De hecho, quedó tan prendado de su lejanía que la utilizó como escenario de un asesinato en su novela de 1932 La Fortaleza. Apuntalada por 1.200 hectáreas de páramo azotado por el viento y sin árboles, conocido como Back o'Skidda, la casa se presta sin duda a imágenes de misterio muy inquietantes.
La casa consta de seis dormitorios, seis cuartos de baño, cuatro salas de estar y una cocina muy espaciosa con comedor. La propiedad ha estado dentro y fuera del mercado durante los últimos años, pero aún no ha conseguido comprador.
Por ahora, la casa funciona como albergue rústico sin conexión a Internet, donde los viajeros pueden reunirse y compartir historias de sus aventuras antes de compartir una de las habitaciones comunes disponibles.
La Isla de Invierno, que fue una de las primeras bases científicas británicas en la Antártida, se estableció en 1947 con la construcción de un edificio de investigación primaria llamado Wordie House.
Debe su nombre a Sir James Wordie, geólogo y científico jefe de la Expedición Imperial Trasantártica de Shackleton, un histórico intento de realizar la primera travesía por tierra del continente antártico entre 1914 y 1917.
La casa, bien camuflada en el paisaje, constaba de una cocina y sala de estar, un cobertizo para el generador, un despacho, una habitación “para el perro” y un cuarto de baño. Se construyó utilizando materiales de construcción recuperados de una estación ballenera de la cercana isla Decepción.
Originalmente se diseñó para albergar hasta cuatro o cinco científicos a la vez.
La cabaña solo estuvo operativa como base científica hasta 1954, momento en que el programa se trasladó a un nuevo edificio en una isla cercana.
La casa sigue siendo una cápsula del tiempo de su anterior encarnación como estación de investigación, repleta de alimentos enlatados y café, herramientas, discos, libros, una antena de radio, botes de pintura, libros, máquinas de escribir, ollas y sartenes, platos y equipos de radio.
Hoy en día, el lugar es una popular atracción turística, propiedad del Fondo del Patrimonio Antártico del Reino Unido, que lo ha restaurado y designado Lugar o Monumento Histórico.
[Aunque hoy en día nadie vive en la Casa Wordie, nos encanta imaginar cómo debía de ser el pasar un invierno tan frío en medio de la tundra ártica cuando el lugar aún era un centro de investigación operativa.
Encaramado en lo alto de una arista rocosa entre las cumbres del Mont Blanc, en los Alpes franceses, el Refuge des Grands Mulets, a veces llamado refugio de los Grands Mulets, es propiedad de un club francés que promueve los deportes de montaña y mantiene lugares como éste para la gente que escala o practica senderismo.
Situado a más de 3.051 m de altitud, el edificio revestido de acero es un punto de encuentro y descanso para esquiadores y excursionistas que exploran las laderas de los Alpes franceses, pero no es solo eso: tiene una gran historia detrás.
El primer refugio de Grands Mulets se construyó supuestamente en 1853, y se sustituyó en 1896. El refugio actual fue construido en 1960 y fue inaugurado por Maurice Herzog, famoso alpinista francés.
Esta imagen, fechada entre 1853 y 1875, muestra lo pequeña y sencilla que era la cabaña original. No contaba con muchas comodidades. No obstante, hoy en día, esto es muy diferente.
El Refuge des Grands Mulets, que ofrece camas muy acogedoras y una biblioteca bien surtida para disfrutar de momentos de tranquilidad, tiene ahora capacidad para 68 personas. Abierto desde finales de marzo hasta finales de julio de cada año, consta de cuatro dormitorios disponibles para descansar cuando sea necesario.
Son muchas las personas que eligen alojarse en esta vivienda con una ubicación tan inusual ya que no solo es una ruta directa para esquiar la cara norte del Mont Blanc, sino también una opción más inusual para hacer alpinismo, lejos de las multitudes y siguiendo los pasos de Balmat y Paccard, los primeros escaladores de este impresionante pico en 1786.
Puede que no estés considerando vivir en el Círculo Polar Ártico, pero esta casa fue en su día el hogar del farero de Lyngstuva, Noruega. La diminuta cabaña se construyó en 1922, originalmente para almacenar el aceite necesario para encender el faro, pero acabó convirtiendo en el refugio del guardafaros contra el frío tan extremo.
Aunque no se sabe exactamente cuándo se mudó el farero, la cabaña estaba muy deteriorada cuando dos exploradores alemanes la encontraron en 1986 y decidieron que había que restaurarla, aunque bueno, esta es solo una de las versiones sobre esta inusual vivienda.
Otra historia cuenta que la casa fue reparada en 1993 por dos berlineses, a quienes se les ocurrió pintarla de un bonito tono rojo. Sea como fuere, hoy puedes ir de excursión hasta la cabaña y el faro y quedarte a dormir, ya que tiene capacidad para dos o tres personas.
Los huéspedes que se alojan en esta vivienda, suelen dejar provisiones para otros viajeros, por lo que la cabaña suele estar bien surtida, según cuentan. Aquí tienes una foto del interior que, como puedes ver, está equipado con una estufa para calentarse y cocinar, una mesa y sillas, y diversos objetos útiles como lámparas de parafina, bolígrafos, libros y un tendedero.
La escalera lleva a una buhardilla para dormir que tiene pinta de estar maravillosamente calentita cuando la estufa está encendida. Eso sí: los visitantes tienen que traer su propia ropa de cama.
Se dice que los restauradores alemanes importaron de su país de origen todos los materiales necesarios para el proyecto de renovación, sin duda con muchos gastos. Aún así, en lugar de alquilar la propiedad a un precio desorbitado, la ofrecieron totalmente gratis a los turistas de paso. De hecho, puedes quedarte en la casa sin pagar alquiler durante todo el tiempo que quieras.
Según un viajero que visitó este lugar, son varias las personas que han vivido durante largos periodos en la casa y que, además, han escrito "profundas historias filosóficas en el libro de visitas".
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón de Seguir arriba para ver más historias fantásticas de loveMONEY.